- La guerra en Margarita
- La guerra en una película… cuando pude ver Venezia
- La guerra en la prensa
- Guerra en la Casa Amarilla
- Las guerras de la IV Flota
- Fuente de información
El 14 de febrero de 1942 y los días subsiguientes hubo acciones contra buques venezolanos. Tres (03) Venezolanos murieron en un ataque a dos embarcaciones en el Golfo de Maracaibo. Las noticias de la Segunda Guerra Mundial, que enfrentó a los países del eje Berlín – Roma – Tokio con los aliados (EEUU – Inglaterra – URSS – China) entre 1939 y 1945, se conocieron en Venezuela por la Prensa y El Reporter Esso, un noticiero de 5 minutos que en la voz de Amable Espina se transmitía tres veces al día. Otro famoso locutor de la época, Leandro Azuaje, leía por la BBC de Londres informaciones hacia América Latina. Pero no hubo Venezolano que peleara en algún combate o estuviese en un frente; sin embargo Daniel Santos hizo muy popular La Despedida.
El 30 de Diciembre de 1941, luego del ataque japonés a la base naval de Pearl Habor, el Presidente Medina Angarita, en gabinete, decidió interrumpir las relaciones con Alemania, Italia y Japón. Aquí también se sintió la guerra porque escasearon muchos productos, entre ellos, los importados de EEUU y de Europa; hubo comercios alemanes incluidos en la lista negra elaborada en EEUU, y se denunciaron varias instituciones como centro de actividades nazis.
Así era la guerra…
La guerra en Margarita
…hasta que comenzaron oírse relatos de la actividad de submarinos nazis en el Caribe que habían hundido varios barcos petroleros. De viva voz se los escuché al fraterno Gustavo Aguirre, fallecido en mala hora hace 16 años. Él estudió en Margarita y vivió fascinantes episodios totalmente desconocidos para la mayoría de los venezolanos.
Escuchémoslo:
"En el año 1942 un sub – marino alemán estuvo operando cerca de Margarita y se decía que eran unos margariteños quienes lo abastecían de agua; lo cierto es que hundió varios banqueros que llevaban petróleo para Estados Unidos; cuando en alguna noche uno escuchaba explosiones en la mañana del día siguiente encontrábamos a los náufragos en la Plaza Bolívar de Porlamar, ellos hablaban español porque eran de Puerto Rico, y nos daban unas galletas para matar el hambre; todo el mundo se la pasaba hablando del submarino, y muchos margariteños le tenían simpatías… el comandante Farrell, Jefe de la Flota del Caribe, tenía su sede en Trinidad pero iba mucho a Margarita; una vez aterrizó un enorme avión B-29 y un dirigible que mandaban para buscar los submarinos se le colocó encima para aprovisionar al avión de combustible, ese dirigible se cayó en La Restinga, imagínate el gentío que se fue para allá, y a los días todo el mundo cargaba cinturones, gorras, pantalones, de la lona del dirigible; sólo le dejaron el motor… otra vez amanecieron unas minas flotantes puestas por los alemanes, y la policía comenzó a dispararles para que explotaran, era muy difícil porque tenían que darle en el detonador y la policía de allá tenía unos mausers muy viejos porque en Margarita no había ladrones sino puros contrabandistas que nadie perseguía. Otra vez Farrell mandó a apagar las luces de Porlamar, parecía que tenían datos que el submarino estaba por ahí cerca y en la oscuridad metieron un gran contrabando de whisky y quesos de bola, dijeron que habían sido los Salazar Meneses, que vivían cerca del faro. Por eso, allá la Segunda Guerra Mundial se sintió en vivo, no por la prensa o la radio".
Hasta entonces sólo tenía referencias de los submarinos alemanes en archivos de prensa, que recogía su actividad en el mar Caribe, enviados para golpear en los nutrientes de petróleo y sus combustibles a la Armada Estadounidense. Sus blancos preferidos eran las refinerías en Curazao y Aruba, y el transporte de petróleo. Nunca supe de venezolanos muertos en esas acciones, hasta hace poco…
La guerra en una película… cuando pude ver Venezia
Se trata de una película venezolana de Alter Producción y Villa del Cine, interpretada por Ruddy Rodríguez y Alfonso Herrera, dirigida por Haik Gazarian, "inspirada en hechos históricos reales", que cuenta una historia de amor en escenarios zulianos, precisamente en uno de esos años de la Segunda Guerra, febrero de 1942. En Puerto Miranda, Zulia, vecino de los Puertos de Altagracia, se habría instalado un puesto militar de vigilancia con oficiales venidos de EEUU, para tratar de detectar submarinos alemanes; ese puesto tendría la colaboración del ejército Venezolano, y con la mujer de uno de sus oficiales se tejió la historia de amor con un agente venido de EE.UU, que termina con su muerte y el descubrimiento en un bar de un puesto de agentes alemanes en complicidad con varios oficiales. Todo un escándalo que, sin embargo, no tuvo eco en los diarios de la época.
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