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De las emisoras sindicales a las radios comunitarias en Bolivia

Partes: 1, 2

    1. Resumen
    2. Situación legal
    3. Administración y financiamiento de las radios
    4. Horas de transmisión
    5. Programación y contenidos
    6. Espacios noticiosos
    7. Radionovelas
    8. Asociaciones de radios
    9. Idiomas utilizados por las emisoras
    10. Compromiso de las emisoras
    11. Personal de las emisoras
    12. Participación de las audiencias
    13. A manera de conclusión
    14. Citas

    RESUMEN.-

    En este artículo se analiza el papel de las radios mineras y comunitarias rurales como medios de comunicación ligados a los movimientos sindicales y populares de Bolivia, a partir de sus similitudes, diferencias y desarrollo histórico. Se parte de sus formas de administración, situación legal, principales programas así como el tipo de personal, audiencias, idiomas en los que emiten.

    INTRODUCCIÓN.-

    En noviembre de 1964, en agosto de 1971 y en julio de 1980, las emisoras sindicales, principalmente, las mineras jugaron un papel protagónico de información y denuncia sobre los golpes militares de General René Barrientos, Coronel Hugo Banzer y General Luis Garcia Meza, en cambio en abril de 2000, las emisoras comunitarias del Altiplano y los Valles de Bolivia se convirtieron en las transmisoras de la protesta campesina y de la reivindicación social frente al ahora régimen democrático de Hugo Banzer Suarez.

    El 9 de abril de este año, los trabajadores de tres emisoras comunitarias "Chaka", de Pucarani, "Ondas de Titicaca", de Huarina, y "Omasuyos", de Achacachi, que transmitían en cadena información sobre la situación de violencia en la zona del lago Titicaca, en el altiplano de La Paz, fueron amedrentados por efectivo militares que obligaron a los radialistas a suspender las emisiones y amenazaron con decomisar los equipos. (1)

    Este fenómeno comunicacional tiene que ser entendido a partir de los movimientos sociales y políticos que se dieron desde abril de 1952 cuando una Revolución Nacional termino con un orden político oligárquico y dio lugar a tres medidas trascendentales:

    1. la nacionalización de las grandes empresas mineras productoras de estaño y que estaban controladas por los llamados "Barones del Estaño", Simón I. Patino, Mauricio Hochschild y Carlos Víctor Aramayo,
    2. el voto universal para todos los habitantes mayores de edad y
    3. la Reforma Agraria en el altiplano y valles del país que devolvió la tierra a indígenas aymarás y quechuas que constituyen la mayoría de los 6.5 millones de ciudadanos de Bolivia.

    El resultado de la Nacionalización de las Minas fue la conformación de la Empresa estatal mas grande del país, la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL). En los campamentos mineros que pasaron a ser de propiedad del Estado, los mineros comenzaron a instalar emisoras de radio para transmitir la realidad de las minas con una óptica propia de los asalariado.

    "Tenemos nuestras radios. Y justamente para que no respondamos a lo que nos dice el gobierno, una mañana de enero del 75, entraron los del ejercito y destruyeron nuestras emisoras. Astillas las hicieron. Pedazos. Solo de ver, daba rabia. No dejaron un clavo en su puesto. Y todo se lo llevaron: radios, aparatos, discos, joyas de música folclórica, música antigua, música de ahora, grabaciones que teníamos de nuestros dirigentes…Todo se lo llevaron.

    Y bueno, el ejército hizo todos esos estragos en aquella mañana y pensó que nosotros, porque ya no teníamos organización sindical oficialmente reconocida y nuestro dirigente sindical estaba preso, nos íbamos a callar, no íbamos a decir nada.

    Pero ¿qué pasó? Los trabajadores se pararon como "un solo hombre" y dijeron: "Mientras no nos devuelvan las radios, no entramos a trabajar". Y se declararon en huelga.(2)

    El hecho que la radio se convierta en el principal medio de comunicación de los mineros lo encontramos en factores históricos estructurales, culturales y polìtico-sociales de los trabajadores, porque "sobre la base de condiciones pre-existentes, los mineros son capaces de reconvertir el signo predominante de la radio (como comunicación unidireccional y favorable al statu quo), hacia sus necesidades de clase, de organización y comunicación" (3).

    Desde 1952 a lo largo de 32 años hasta 1985, las radios mineras jugaron un papel preponderante de comunicación, educación e información sobre el acontecer nacional e internacional para una audiencia aproximada de 80.000 personas.

    Siguiendo con esta tradición también los campesinos a partir de la década de los 70, eligieron la radio porque "alcanza especialmente a los estratos más bajos de la población, mucho más que todos los otros medios, incluyendo a los campesinos nativos, ya que se adecua a su tradición oral". (4)

    La primera emisora comunitaria rural data de 1971 cuando en la localidad de Payoco, provincia Carangas del Departamento de Oruro, se instaló Radio Sukaij Mallku, por iniciativa de un grupo de cincuenta familias aymarás que reconocieron sus condiciones de aislamiento y que decidieron contar con un medio de comunicación propio.

    Con la introducción de la Frecuencia Modulada proliferaron tanto en las capitales de departamento como en provincias emisoras organizadas por iniciativa de radialistas aymarás y quechuas que aprendieron el arte de hacer radio en las ciudades y ahora han retornado al área rural para instalar emisoras que las podemos diferenciar entre comunitarias regionales y locales que varían en cuanto a su alcance por ser las regionales de mayor potencia y cobertura, y las locales con equipos que cubren áreas reducidas, pero que cumplen una importante labor social y comunicacional para la gente.

    Lo particular del conjunto de emisoras comunitarias rurales o indígenas es que el medio de comunicación pasa a ser instrumento dirigido a trabajar "desde y por" la identidad cultural indígena teniendo a su favor elementos como: su ubicación en las propias comunidades indígenas, la utilización de una lengua nativa, aymará, quechua o guaraní, como su mayor fortaleza por su vinculación al propio alma local y programas donde la participación de sus oyentes es permanente y espontanea.

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