Aunque casi siempre en los escritos se omite o minimiza la mención de su nombre, el guantanamero Herminio García (El Diablo) Wilson (1904-1998) aparece, a posteriori de la gran polémica, como atestiguado autor de los primeros cuatro compases del estribillo célebre: "Guantanamera, guajira guantanamera." Así se lo contó El Diablo a muchos. Cedeño, en el mismo artículo citado, copia fragmentos de la declaración jurada que le tomó el 12 de mayo de 1993 la abogada María Esther Arranz Oliva a El Diablo, y que vale la pena repetir:
"…allá por al año 1929, el padre de Irma Bosch me invitó a tocar en una fiestecita de su hija, y por supuesto, busqué a los músicos arriba mencionados […] la fiestecita era en Carlos Manuel número 664, entre Paseo y Narciso López, en donde había una tienda que le llamaban La Castellana, a las ocho y veinte de la noche, ya estábamos todos, me puse a calentar los dedos en el tres, y en esos precisos momentos, pasa una muchacha y Joaquín Ramírez le dice algo como un piropo, aunque en aquellos años no era muy usual decirle eso a las mujeres en la calle […], ella respondió con palabras groseras y él le dijo: "Y qué se habrá creído la guajira guantanamera esta". Precisamente de esa forma nació la famosa Guajira Guantanamera, y fue Pipi Corona el primero en cantarla allí mismo en la esquina y luego entramos en la fiesterita en casa de Toto Bosch, en donde fue interpretada por su hija al piano (Zoila) […] Esa es la verdadera historia de la Guajira Guantanamera." A continuación en el mismo expediente se rectifica que el piropo fue dicho en realidad por Pipi Corona."[*]
Como esto aconteció muchos antes de la celebridad, aquella tonada nunca inscrita en los registros autorales se diluyó en el canto popular a través de diversos tocadores, como la miaja de las más célebres leyendas. Así pudo advertirla e identificarla el periodista, escritor y musicólogo cubano Alejo Carpentier en La Habana a mediados de los años 40. Encargado de escribir una historia de la música cubana, dejó escrito en La música en Cuba, libro publicado en 1946:
"Hace poco una estación de La Habana, obtuvo un gran éxito de popularidad, con una canción de buen corte campesino, titulada La Guantanamera, que había sido traída a la capital por auténticos cantadores." [*][*]
La cultura del Alto Oriente cubano celebra cada año la Fiesta a la Guantanamera, para ofrecer, entre el Primero y el 4 de diciembre, un arcoiris de posibilidades, como reza su lema. Entre esas promesas palpita también el espíritu popular no sucumbido y que forma parte de la leyenda de la célebre guajira.
Guantánamo, viernes 15 de agosto de 2008.
Viejos cantores folclóricos, insertos en la tradición de la más genuina trova guantanamera, oriental, junto a los más nuevos rapsodas, investigadores y amantes del alma de este terruño, hacen vivir al visitante y revivir al anfitrión de la localidad, el rústico, auténtico y vigoroso aliento de una leyenda tradicional, y sentir ese sortilegio de lo inigualable.
Autor:
Lic. Víctor Hugo Purón Fonseca
Cuba
[*]tierra-del-diablo.html
[*][*] Alejo Carpentier: La música en Cuba, Fondo de Cultura Económica, México, 1946, p.31
Del autor:
Víctor Hugo Purón Fonseca (Cayo Mambí, Holguín, Cuba, 27 de mayo de 1954). Vive en Guantánamo, Cuba. Periodista. Licenciado en Periodismo, Universidad de La Habana, 1977. Trabaja en el periódico Venceremos, de Guantánamo.
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