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Gerencia de aula y estrategias de aprendizaje


Partes: 1, 2

    1. La administración busca la eficiencia y la efectividad
    2. Aprendizaje por re-estructuración

    El concepto de gerencia de aula es nuevo y de cierta manera incomprendido, se lo confunde con manejo de disciplina o con el mero control de la relación estudiante – docente; para aclarar esta confusión es necesario definirlo.

    Empezaremos por decir que gerencia de aula esta referida a todo lo que el docente hace en el aula que no es instrucciónal, no constituye ningún desacierto en afirmar que el docente debe ser en el aula, aparte de un eficiente y efectivo MAESTRO, un efectivo gerente de tiempo, tarea social, conflicto, comunicación, toma de decisiones, cambio, diseños físicos, ambientes físicos, tarea académica, motivación, innovación, etc., etc..

    Es evidente que muchas cosas de las que "hace un docente en el aula deben depender del tipo de ambiente en el que trabaja. Es decir, que por ser el aula ese especial ambiente de trabajo, el docente o gerente de esa aula está condicionado por algunas características típicas del aula y de la institución en la que se desenvuelve.

    Debemos acostumbrarnos a mirar al aula no como un cuarto estanco de cuatro paredes, que reúne estudiantes para aprender un determinado tema, la verdad que muchos docentes no conocemos nuestro ambiente de trabajo a profundidad, su real dimensión; ¿qué tipo de profesional sería un docente que no conozca a fondo el entorno o las implicaciones de su ambiente en la cual labora?

    Se debe establecer en primer lugar, la relación existente entre un docente y un gerente, para demostrar que ambos comparten roles y funciones similares; tanto el gerente de cualquier organización, como el docente, se enfrentan con retos comunes, por ejemplo: adelantar los procesos de trabajo de la organización a través de la asignación y realización de tareas, que son vitales para las organizaciones productoras de bienes o de servicios.

    Un segundo elemento de este trabajo, demostrar que el aula es una organización social, para ello es necesario demostrar primero, que la institución es también una organización social; para ello se requiere de explicaciones que involucren conceptos basados en la psicología y la sociología, así como también conceptos gerenciales.

    Cambell y otros(1957)manifiestan: … "se partirá del hecho de que las organizaciones sociales son susceptibles de ser administradas, de ser gerenciadas… concebida básicamente como una jerarquía de relaciones superior – subordinado dentro de un sistema social".

    En términos funcionales, esta jerarquía de relaciones es el ámbito para distribuir e integrar los roles para el logro de las metas del sistema social. Es allí donde la asignación de cargos, la provisión de materiales, la organización de procedimientos, la regulación de actividades y la evaluación del desempeño se suceden y se logra en un ambiente democrático o autoritario.

    A la luz de estos fundamentos teóricos se dá por aceptado que existen en las organizaciones dos dimensiones fundamentales. La normativa y la personal. En la normativa se establecen las tareas y las normas de la institución, aplicadas al aula, los roles a ser asumidos y las expectativas de la institución en cuanto a las actividades y resultados del proceso de trabajo en el aula., y la personal representado en el aula por los individuos: estudiantes y docente; sus personalidades y sus formas de conducta y sus necesidades de aprendizaje y desarrollo integral, cuyo trabajo debe ser controlado y mejorado de manera eficaz y eficiente, por las normas y procedimientos manejados o gerenciados por el docente, quien a su vez es también parte de la dimensión personal.

    Todo lo anterior apunta a que las necesidades de los individuos sean satisfechas adecuadamente, en base análisis cuidadoso de las individualidades y personalidades.

    La eficiencia es una parte vital de la administración. Esta se refiere a la relación entre recursos y productos. Si se obtiene más producto con determinados recursos, hay aumento en su eficiencia. En forma análoga, si puede obtener la misma cantidad de productos con menores recursos, de nuevo aumenta la eficiencia; los administradores tratan con recursos o insumos que son escasos —dinero, gente, equipo— se ocupan del empleo eficiente de estos recursos. Por tanto, la administración busca minimizar los costos de los recursos.

    No basta ser eficiente. La administración también tiene que conseguir que se terminen las actividades; es decir, busca la eficacia. Cuando los administradores alcanzan las metas de sus organizaciones, se dice que son efectivos. Por tanto la eficiencia tiene que ver con los medios (recursos), y la eficacia con los fines (objetivos).

    FIGURA

    La administración busca la eficiencia y la efectividad

    La eficiencia y la efectividad están interrelacionadas. Por ejemplo, es más fácil ser efectivo si uno pasa por alto la eficiencia. Por tanto, la administración se preocupa no sólo por conseguir que se terminen las actividades (eficacia), sino también lograrlo de la manera más eficiente como sea posible.

    ¿Pueden ser las organizaciones eficientes y, sin embargo, no ser efectivas? ¡Sí, al hacer bien las cosas equivocadas! Por ejemplo: Cierto número de universidades se han vuelto muy eficientes en procesar a los estudiantes. Por medio del aprendizaje con ayuda de la computación, clases numerosas, y un fuerte apoyo del cuerpo docente de tiempo parcial, los administradores han hecho bajar el costo de enseñar a los estudiantes en un grado significativo.

    Sin embargo, los estudiantes, egresados y agencias acreditadoras critican algunas de estas universidades por no educar en forma debida a sus alumnos.

    Desde luego, una gran eficiencia por lo general está asociada con una alta eficacia. Y una administración pobre a menudo se asocia tanto a ineficiencias como a ineficacias, o a la eficacia que se logra por medio de la ineficiencia.

    Al respecto, Batallan y García( S/F) han afirmado recientemente, a las características y especificidad del trabajo docente:

    Nuestra hipótesis es que la función de trasmitir conocimientos, propia de la interacción fundamental de la escuela, tiene como resultado inintencionado inhibir la creatividad de los alumnos, formándoles como repetidores de un conocimiento creado por otros y de cuyas condiciones de producción no tienen noticia. Frente al desinterés generalizado por el conocimiento que esto provoca, pasan a prevalecer en la escuela las funciones disciplinadoras del trabajo docente, las que terminan constituyéndose en un fin en sí mismo. De ahí que cualquier intento por romper con el autoritarismo en la escuela sin transformar su función transmisora, a nuestro entender, esta destinada al fracaso.

    Se justifica por tanto, que el gerente de aula conozca a fondo el entorno y las implicaciones de un ambiente, en el cual labora, para romper el autoritarismo y la función trasmisora, poniendo en juego la dimensión personal – fundamentada en las necesidades de aprendizaje (motivación) y desarrollo integral (superación), con la búsqueda de estrategias metodológicas de aprendizaje, y de esta manera contribuir al integrar los roles, del docente y del estudiante – para el logro de metas institucionales y personales.

    Las estrategias de aprendizaje.- La palabra estrategia proviene de un vocablo griego que hace referencia al arte de dirigir las operaciones militares y se caracteriza por requerir un alto grado de creatividad y flexibilidad.

    En la actualidad el término se aplica a educación como el planteamiento de las ideas directrices que se siguen en el proceso E-A, guardando estrecha relación con las metas y objetivos que se pretende lograr.

    Como en la formulación de toda estrategia, es fundamental tener clara la meta a la cual deseamos llegar para orientar todos los recursos (económicos, humanos, materiales, de lugar y tiempo) hacia la consecución de la misma en el proceso E- A.

    La aplicación de estrategias, según POSO Y POSTIGO (1993), es controlada y no automática; requiere de una forma de decisiones, de una actividad previa de planificación y de un control de ejecución; por tanto la gerencia de aula es indispensable, para desarrollar las actividades, en base a la participación democrática del docente y el estudiante, como eje fundamental en la definición de los contenidos, y la realización de los procesos de evaluación ( auto evaluación, coevaluación y heteroevaluación); con disciplina, ambiente adecuado y predisposición al aprehendizaje.

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