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Griferías domésticas y contaminación por plomo


Partes: 1, 2, 3

    1. Resumen
    2. Materiales para fabricación de grifería
    3. Latones
    4. Corrosión selectiva e intergranular
    5. Latones al plomo
    6. Plomo en el agua potable. Normativas
    7. Plomo en grifos y válvulas
    8. Notas
    9. Bibliografía

    Resumen

    Entre los dispositivos metálicos que intervienen en las instalaciones destinadas al control y distribución del agua potable se encuentran, además de otros dispositivos, las llaves de paso de los cuartos húmedos de las viviendas y sobre todo las griferías domesticas para el cuarto de baño y la cocina. Uno los metales mas utilizados para su fabricación son las aleaciones de cobre. Analizaremos algunas de estas aleaciones para fundir o estampar, especialmente los latones al plomo, material que esta generando polémica, cuestionándose incluso la conveniencia de algunas de ellas para la fabricación de grifería debido a su capacidad para contaminar el agua potable con plomo en cantidades superiores a las recomendables. Analizaremos la legislación existente al respecto, las limitaciones que imponen, las soluciones que se han adoptado en algunos países y las que probablemente habrá que considerar en un futuro próximo en los países de la UE.

    Materiales para fabricación de grifería

    Los materiales a utilizar para la distribución y control del agua potable deben cumplir los requisitos que establece la Directiva de la Unión Europea 89/106/ EEC de productos de la construcción, no debiendo suponer riesgo para la salud, rechazándose aquellos materiales que transmitirán al agua sustancias o propiedades que contaminen o empeoren la calidad de la procedente de la captación provocando, ya sea por disolución o migración, concentraciones de productos peligrosos superiores a las indicadas por la Organización Mundial de la salud (OMS) y por el Comité Científico de Toxicología y Ecotoxicología (1), recogidos en gran parte por la Directiva de la Unión Europea 98/83/EC de aplicación en todos los países de la Unión Europea e incorporada al derecho interno español, con carácter de Norma Básica (de obligado cumplimiento), mediante el Real Decreto 140/2003 por el que se establecen los criterios sanitarios de calidad del agua de consumo humano, fijando los valores de los parámetros químicos a controlar en el grifo del consumidor que son, en lo que afecta a los metales que nos ocupan, el cobre, cromo, níquel, hierro, plomo y cualquier otro cuando se sospeche que se encuentra presente en la instalación. En lo que afecta a las analíticas muestrales a realizar en el grifo del consumidor, la administración, antes del 1 de enero del 2012, iniciará campañas periódicas en locales, establecimientos públicos o privados y domicilios particulares representativos de cada abastecimiento construidos con anterioridad a 1980, con especial atención a la determinación de los parámetros relacionados con los materiales de las instalaciones interiores.

    Aunque no existen indicaciones especificas sobre los materiales a utilizar en la fabricación de los componentes de las instalaciones de distribución de agua potable, salvando las genéricas sobre la inocuidad para la salud humana o la de no generar alteraciones en su calidad alimentaria. En el caso de las griferías y válvulas sanitarias la Norma UNE 19-703-2003, así como la mayoría de las aplicadas en los restantes países de la Unión Europea, indican que los materiales a emplear han de ser preferentemente aleaciones de Cu-Sn y de Cu-Zn definidas en la norma UNE 37-102. En Europa el material utilizado son las aleaciones de Cu-Zn (latones), mientras que en algunos otros países, entre ellos en USA y áreas de su influencia técnica y comercial, se han inclinando más por las aleaciones de Cu-Sn (bronces).

    En el apartado "Comportamiento químico e higiénico" se especifica que hasta una temperatura de 90 ºC todos los materiales que estén en contacto con el agua destinada al consumo humano, no deben representar ningún peligro para la salud, ni tampoco generar alteraciones de la calidad, el aspecto, el olor o el gusto del agua.

    La Norma UNE-EN 200 2008 en su apartado "Materiales" señala que, dentro de los límites de presiones y temperaturas de utilización establecidos para el funcionamiento del grifo (10 bar y 90 ºC), los materiales deben cumplir los requisitos indicados anteriormente, no experimentar ninguna alteración que afecte al funcionamiento del grifo y que las partes sometidas a presión deben ser resistentes, dentro de los citados límites de utilización, precisando también que los materiales que no presenten una resistencia suficiente a la corrosión deben ser protegidos contra ésta.

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