No podía comprender lo que realmente estaba pasando. Jaquelin quien es mi novia desde hace algunos meses nunca me ha hablado de Brayan… y eso me creó confusión y desesperación. En esos momentos, instintivamente me senté junto a la mesa para leer el cuaderno al que Feem se había referido momentos antes, para entonces las trémulas cubrían mis manos y cada instante que pasaba se hacia una eternidad, Feem insistió en que lo abriera y leyera, pero realmente yo no quería abrirlo ni saber de su contenido. En las noches anteriores había soñado cosas horribles y al parecer era la misma libreta del sueño, recordé "eres el siguiente te vas a morir" eso me hacia sudar de pánico, léelo…. es el diario de Brayan mencionó Feem en varias ocasiones…
Hartewgii 2 de septiembre 1988
Ayer cuando te vi eras el mismo ángel, pero como siempre sólo me dijiste adiós,… cuántas noches he pensado en ti sin saber a dónde voy y qué quiero ser, sólo sé que eres única y sin ti no puedo vivir, el otro día te mencioné que sería capaz de cualquier cosa pero tu respuesta siempre ha sido la misma, te he mencionado mil veces que eso no importa porque estadísticamente los hombres envejecen mas rápido que las mujeres… quiero estar junto a ti hasta el final de nuestros días. Se que no comprendes eso y prefieres darme la espalda mientras mi corazón está hecho pedazos, mi destino camina en un obscuro mundo donde no me deja dar un sólo paso, siento que cada momento de mi vida se desaparece, los sueños me invaden el sueño, y… por ti Jaquelin, haré todo lo posible y lo imposible para que estés junto a mi, porque sin ti, mi vida no tiene sentido.
Cuando terminé de leer la primera hoja Feem mencionó lo difícil que era para él aceptar lo que suponía. Viéndome a los ojos me dijo con toda firmeza, ¡ella lo mató…! No pude comprender con precisión lo que dijo pero su rostro marcaba furia y venganza.
Con los puños cerrados golpeó la mesa, era totalmente diferente y no podía decir nada, finalmente nos quedamos callados mientras yo permanecía con la libreta en la mano. Después de unos minutos me dijo, Jaquelin vendrá esta noche y quiero verla antes que tú,… se me hizo un nudo en la garganta pensar en la tragedia que se podría provocar.
Cuando llegué a mi casa tome el teléfono para advertirle a Jaquelin por lo que me había dicho Feem. No tuve éxito, porque ella había emprendido de viaje de regreso a casa. Sólo esperaba que ella, en cualquier momento apareciera.
El día fue culminando y me consumía la angustia de su presencia, de pronto escuché estacionar un coche frente a mi casa, el cual me pareció familiar… salí corriendo para ver, ella salió del coche y fue hasta mi para abrazarme, puesto que, después de siete días de ausencia la extrañaba mucho,… la abracé y le di un beso, al instante los dos quedamos callados, ella tenía el rostro de angustia, pena y alegría al mismo tiempo, las lágrimas le cubrieron sus ojos y sus labios dibujaron una sonrisa ¡serás papá mi amor!, mencionó abrazándome nuevamente, no era eso lo que yo esperaba, pero no tenía tiempo que perder, así que la invité a pasar al interior de la casa.
Cuando entramos me preguntó si me pasaba algo, en seguida le pregunté sobre Brayan y cuál había sido su relación con él, ella quedó sin comprender y me cuestionó… ¿qué era exactamente lo que estaba insinuando? Me costó mucho trabajo decirle que Feem quería verla posiblemente para vengar la muerte de Brayan, Jaquelin era una mujer fuerte, de carácter duro, pero en ese instante vi como se desmoralizó y perdió los ánimos de su existencia, tomó asiento junto a la mesa con los ojos inundados de lagrimas comenzó a contarme. Conocí a Brayan cuando apenas era un niño y yo ya era una joven, a menudo solía invitarlo a platicar y el me narraba sus sueños y travesuras.
Cuando cumplí los veinte años, llegó a mi fiesta, esperó a que toda la gente se hubiese marchado para hacerme una revelación, la cual me causó una enorme sorpresa. Brayan quien era un niño muy inteligente y con grandes visiones de la vida, estaba enamorado de mí. Nunca creí que él, siendo un niño y tanta diferencia de edad pudiese amarme. Esa noche estando frente a mi, Brayan sacó de su camisa una sortija y con el corazón de niño me pidió que fuera su esposa… no podía creer lo que estaba pasando pero me dijo que realmente estaba enamorado, pensé que sólo era una broma, pero la mirada de aquel niño reflejaba una realidad diferente, no quería lastimarlo pero eso era imposible,… así que le dije que estaba loco, dejándolo ahí subí a mi habitación.
Lloré mucho esa noche, no podía hacer nada, él apenas iba a ingresar a la secundaria, lo quería mucho como se quiere a un niño pero él me amaba. Leí las notas que me había escrito y posteriormente las rompí del coraje que sentía en ese momento. Es más, las quemé queriendo odiar al niño.
A partir de ese momento, mi conciencia jamás me ha dejado tranquila. Las lágrimas de Jaquelin inundaron sus mejillas, la contemplé entre mis brazos y le dije que ella no era la culpable de nada. Si…, me dijo repentinamente, él se suicido por mi culpa. Desde entonces su maldición ha caído sobre mí. ¿Cuál maldición? le pregunté exaltado. Si, Paco…. no quiero perderte mi amor, sólo quiero estar contigo. Desde el accidente de Brayan no había tenido a nadie hasta que tu llegaste a mi vida, tú eres mi esperanza… por favor compréndeme.
Cuando Feem y su madre hallaron a Brayan cerca del parque, tres días después de haber desaparecido de su casa, yo también estuve ahí, estaba preocupada porque habían ido a mi casa a buscarlo, lo encontraron atado del cuello, fue una horrible pesadilla, su rostro estaba incompleto porque los cuervos empezaban a alimentase de él. La tomé de las manos y la interrumpí, diciéndole que debía descansar. Por mi parte, lo que yo quería, era estar sólo después de haberme enterado de muchas cosas horrorosas y sin poder asimilar aún, tanto misterio.
Acompañé a Jaquelin a su auto, a pesar de que ella no quería dejarme solo. Se lo pedí de corazón y con múltiples ruegos a lo cual ella accedió.
Permanecí unos minutos observando cómo se alejaba su automóvil hasta que éste desapareció, posteriormente subí a mi habitación tendiéndome sobre la cama y disponiéndome a pensar en muchas cosas que aun no entendía. Los primeros pensamientos que se me vinieron a la mente fueron los sueños que había tenido en las noches anteriores los cuales fui entretejiendo con los sucesos de la vida real agolpándose en mi mente los recuerdos del contenido de la última hoja del diario de Brayan que decía:
Hartewgii 11 de agosto 1989
Considero que son mis últimas letras y las escribo con lágrimas en mis ojos, quizá esté loco, pero no encuentro motivos para mi existencia. He soñado estar contigo entre las nubes, es ahí donde puedo acariciarte, sentir tu piel y vivir contigo, no quisiera despertarme jamás pero tengo el don de seguir despierto.
En esta libreta tengo todos mis secretos, y he anotado tu amor y el mió, he anotado los días que te he visto caminar en mis sueños, sueños que en este mundo no se harán realidad, pero esperaré el tiempo que sea necesario para reunirnos por siempre y para siempre.
El otro día accidentalmente me herí un dedo, pensando en ti escribí tu nombre y el mió adornado de un humilde corazón, pero en ese instante lloré, lloré como siempre, como un mendigo maldiciendo tu nombre juré por todo los cielos que serás para mi… cuidaré de ti Jaquelin y te esperaré en la otra vida.
Repentinamente mi mente es aturdida por la fecha del cinco de agosto, día del cumpleaños de Jaquelin, y nueve días después encontraron el cadáver de Brayan… entonces… Brayan se suicidó porque Jaquelin lo rechazó por completo, pero ¿cómo pudo suceder eso…? la realidad de mi existencia empezó a transformarse en locuras y agotado de impaciencia después de tres horas me quedé dormido, rendido de imaginarme tantas y tantas incongruencias.
Sin saber el tiempo que ha transcurrido desde el momento en que me quedé dormido hasta este momento en el que desperté, me levanté con la naturalidad y la emoción de ver a Jaquelin para expresarle mi inmensa alegría de ser papá. No se qué ocurre en la planta baja de mi casa, hay muchas personas… la mayoría de ellas conocidos y amigos míos… ¿qué es lo que ocurre ? me pregunto y de pronto llegan a mis oídos los llantos de Jaquelin que son por demás alarmantes ¡paco no me dejes por favor! ¿Por qué me haces esto? No te vayas… No me abandones
En el centro hay un cuerpo pero no se distingue de quién es, pero parece que se cayó desde el segundo piso de mi casa. La preocupación invadió mi cuerpo. Me acerqué para abrazar a Jaquelin pero ella no me siente, no me ve, y no se porqué… De pronto desaparezco envuelto en una nube blanca. Solo escuché resonar la voz de Jaquelin y gritar mi nombre: ¡pacoo, paaacoooooo…! no nos abandones… tu hijo y yo te necesitamos, paco, soy tu Jaquelin.
Autor:
Alexander López Sánchez
Seudonimo: Kidsmart
Edad: 23
Estudiante: Ing. desarrollo sustentable
Universidad Atónoma Indígena de México
Lugar de origen: Edo. de Chiapas.
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