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La contradicción en Nietzsche

Enviado por Hernán Montecinos


Partes: 1, 2, 3

    1. Fundamentos filosóficos
    2. Idealismo (primer paso)
    3. Ruptura (segundo paso)
    4. Creación (tercer paso)
    5. Una excepción

    No existe obra que pueda actuar como mayor antídoto para espantar cualquier entusiasmo que la de Federico Nietzsche. Ello,porque nada hay en él que se pudiera parecer al filósofo tradicional, al que hemos estado acostumbrados a conocer a través de toda la historia de la literatura filosófica, al quese afana por refugiarse en alguno de los tantos sistemas filosóficos hasta ahora conocidos, al que de uno u otro modo se encuentra atrapado en los rigores de losconvencionalismos, etc. Por eso, será necesario advertir a los lectores, no familiarizados con la lectura de los textos de Nietzsche,que una de las primeras dificultades que tendrán que enfrentar, será vérselas con los juicios contradictorios del filósofo, al encontrar en sus textos pasajes sobre un mismo tema, difíciles de relacionar con interpretaciones encontradas en anteriores escritos.

    En un cuadro así, fácil será imaginar a un lector confundido, quien no acabará de entender el por qué en forma tan recurrente el filósofo expresa juicios tan distintos y contradictorios sobre un mismo tema. Quizá, al cabo de las primeras páginas, nuestro imaginario lector tendrá la esperanza de que, en las siguientes, el filósofo pueda aclarar tan inusual actitud. Esperanza vana, porque lejos de aclarar nada, Nietzsche hará cerrada defensa de sus cambios de posición, al afirmar que los compromisos adquiridos de por vida son un absurdo, en cuanto el que los suscribe irá experimentando evoluciones en su personalidad que bien podrían justificar decir que, después de algunos años, la persona que conocíamos es otra; incluso más, de algunas hasta podríamos decir que han sido varias a la vez.

    Más aún, el desconcierto del lector será mayor, del momento que gran parte de su obra la desarrolla en una escritura aforística la que contiene una engañadora antonimia: por un lado, la concisión perentoria de sus afirmaciones apodícticas dan la impresión de entregarnos una verdad íntegra y, por otro, la dialéctica infinita y perspectivesca que la misma encierra, abren las posibilidades de interpretaciones múltiples que anularían cualquier intento de sentencia admonitoria. Así, acostumbrado el lector a asimilar los textos mediante procesos de incorporación intelectual, se le hará difícil comprender que las contradicciones deberán ser soportadas y mantenidas hasta el final por el ideal de hombre que el filósofo Nietzsche preconiza. Asumiendo éste que sus contradicciones están a la vista y se asomarán controvertidas para sus lectores, advertirá que nadie tendría por qué llamarse a escándalo por ello no encontrándose, en modo alguno, obligado a tener que dar explicaciones ante cada interpelación que se le requiera sobre el asunto. Más aún, reivindicará esta condición paralos demás, dejando ver que mientras los demáslas ocultan, él las deja al descubierto.

    Entonces, para comprender el por qué de sus contradicciones, el asunto requerirá de una explicación más particularizada si queremos servir de ayuda a los que no se encuentran familiarizados con la lectura de los textos filosóficos, y para el caso, en particular, con los textos de Nietzsche. Esto, será importante tenerlo presente para evitar que potenciales lectores se confundan y defrauden tempranamente con sus textos, puesto, que aún hoy, cuando contamos con suficientes elementos intelectivos e interpretativos que hace un tiempo atrás no teníamos, esta imagen responde a un cuadro que aún se sigue repitiendo; una realidad que ha llevado a que muchos lectores preenjuicien de antemano sus ideas, aún sin haberlo leído en sentido estricto.

    FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS

    "Hay cabezas esquemáticas, de aquellas que tienen un conjunto de pensamientos por más verdadero si se deja inscribir en esquemas o tablas de categorías previamente diseñadas. Innumerables son las formas de engañarse a sí mismo en este terreno: casi todos los grandes sistemas tienen aquí su lugar. El prejuicio fundamental es, sin embargo: que el orden, el carácter sinóptico, lo sistemático tendrían que ser inherentes al verdadero ser de las cosas y que, por el contrario, el desorden, lo caótico, lo imprevisible solamente se presentarían en un mundo falso o tan solo incompletamente conocido -en una palabra, que son un error- :lo cual es un prejuicio moral extraído del hecho de que el hombre veraz y digno de confianza suele ser un hombre del orden, de las máximas y en general previsible y pedante. Ahora bien, que el en-sí de las cosas se comporte conforme a esta receta de burócrata ejemplar es, sin embargo algo completamente indemostrable" (Fragmento póstumo)

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