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Las siete iglesias del Apocalipsis: Filadelfia

Enviado por Julio C. Torres


Partes: 1, 2

    1. La Iglesia de Filadelfia

    Capítulo seis

    Apocalipsis 3:7-13

    Introducción

    La iglesia de Filadelfia estaba situada en el centro de la civilización griega. Fue fundada por el rey Attalo II en el año 189 a. C. De modo que cuando el Apocalipsis se escribió, Filadelfia era una ciudad relativamente joven.

    El nombre de Filadelfia significa "amor fraternal" en honor a su fundador, Attalo II, quien había recibido ese epíteto debido a que mantenía una relación muy estrecha con su hermano Eumenes II, rey de Lidia. La Filadelfia del N. T. fue reedificada por el emperador Tiberio después de haber sido destruida por uno de los frecuentes terremotos que la azotaron. Aunque la ciudad permaneció relativamente pequeña, en el siglo primero adquirió importancia por su gran actividad comercial. Por la magnificencia de sus edificios públicos y sus templos, llegó a ser conocida como [la pequeña Atenas].

    No se sabe ni cuando ni como comenzó la iglesia cristiana en aquella ciudad. Se especula que, al igual que otras congregaciones en la región, su comienzo se debió al esfuerzo misionero de la iglesia de Éfeso, particularmente durante los tres años del ministerio de Pablo en aquella ciudad. Hoy día, la ciudad de Filadelfia existe con el nombre de [Allah-Shehr], es decir, (la ciudad de Dios). A pesar de la persecución de los turcos, la iglesia Ortodoxa Griega ha logrado mantener activa allí una congregación hasta hoy día.

    La Iglesia de Filadelfia

    La iglesia que Cristo amaba, 1750 d. C. hasta el rapto

    • A. La era histórica de la iglesia:

    Como ya dijimos el nombre de Filadelfia significa "amor fraternal". Nuestro Señor seleccionó aquella iglesia para describir la clase de era eclesiástica que se inició alrededor del año 1750 y que continuará hasta la tribulación. Así como Sardis salió de Tiatira, Filadelfia salió de Sardis. Como vimos en el capítulo anterior, la iglesia de la reforma se tornó muerta y fría al convertirse en la iglesia del Estado. Sin embargo, Filadelfia estuvo marcada por una gran vitalidad. En esta era, Dios obró de una manera emocionante produciendo avivamientos en Europa y en las islas británicas que se expandieron aun hasta Norteamérica. Estos, a su tiempo, produjeron lo que se conoce en la actualidad como movimientos misioneros modernos.

    Este movimiento del Espíritu de Dios en medio de su pueblo fue el que hizo que un zapatero remendón inglés sintiera tal carga por los perdidos en la India que en 1793 se convirtió en el primer misionero extranjero. A William Carey lo siguieron otros jóvenes que tocó el Espíritu de Dios y así comenzó el actual Faith Missionary Movement [Movimiento Misionero de Fe]. Como dijo el Señor: «Delante de ti he dejado abierta una puerta». Esta puerta abierta encontró a hombres tales como Adoniram Judson, David Livingstone, Jonathan Goforth, y otros miles que salieron hacia África, China, Japón, Corea, India, Sudamérica, y las islas del mar.

    • B. Dos razones del movimiento misionero:

    Uno de los factores que condujo al gran movimiento misionero fue la edición de la Biblia en el lenguaje popular, y la tendencia natural que tienen las personas a tomar la Biblia literalmente. Así fue que, cuando un hombre como William Carey leyó el mandamiento del Señor: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura», se sintió llamado a obedecer.

    El segundo factor que contribuyó a este movimiento misionero fue el creciente interés en el estudio de la doctrina de la segunda venida de nuestro Señor. Alrededor del 1800, la doctrina del regreso premilenarista de Cristo que había estado por completo muerta desde finales del siglo tercero, se reavivó. Esta enseñanza, tal como se enseñó en capítulos anteriores, contribuyó a una iglesia consagrada y separada y aumentó su celo evangelizador y su sacrificio misionero para cumplir con la gran comisión. Preparándose para la venida del Señor estaba lista para hacer cualquier cosa que él le mandara.

    • C. La naturaleza de Cristo revelada a la iglesia:

    En el versículo 7 se revelan cuatro aspectos del carácter de Cristo a Filadelfia, dos de los cuales no se encuentran en la visión de Juan en el capítulo uno.

    «Esto dice el Santo, el verdadero, el que tiene las llaves de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre».

    • 1. «Esto dice el Santo». v. 7a

    Esta frase expresa uno de los atributos personales de Cristo. El Señor Jesucristo es [el Santo] (ho hágios) en el sentido más absoluto de la palabra. El sustantivo "hágios" significa "separados", "apartados". El uso del artículo determinado destaca la identificación de la persona: «Él es el Santo» (véanse Is. 6:3; 43:3, 14, 15; 45:11; 40:25; Hch. 2:27). Nuestro Señor le recuerda a esta iglesia su santidad. A esta altura, es bueno recordar que también dice: «Sean santos, porque yo soy santo» (1 Pedro 1:16). Se puede escoger este aspecto de la naturaleza del Señor para ejemplificar la práctica de la iglesia de Filadelfia de separarse del mundo en busca de la santidad.

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