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Descubrimiento de pueblos indígenas en el Cañón del Chicamocha


Partes: 1, 2

  1. Descubrimiento de los poblados indígenas Chitagoto y Chita
  2. Descubrimiento de los poblados indígenas Cocuy, Panqueba, Guacamayas, Chicamocha y Tequia
  3. Descubrimiento de los poblados Soatá, Susacón, Cerinza y Duitama
  4. Nomadismo
  5. Prehistoria
  6. Sedentarismo
  7. Agricultura
  8. Historia
  9. Características
  10. Cultura
  11. Amenazas y Expectativas
  12. Derechos humanos

Descubrimiento de los poblados indígenas Chitagoto y Chita

Vencido el cacique Tundama y saqueado e incendiado el templo de Sogamoso, Gonzalo Jiménez de Quesada regresó con el grueso de su regimiento a Suesca, mientras su hermano Hernán Pérez de Quesada, con unos cien hombres entre guías, cargueros y guerreros indígenas y soldados españoles continuó la conquista hacia el nororiente en busca de los templos de Chita y de Tequia, de los cuales ya tenía información. Los españoles recorrieron el camino indiano, que enlazaba los pueblos de Sogamoso y Chitagoto (Paz de Río), y continuaba por la margen derecha del rio Chicamocha a Chita y a la Sierra Nevada del Cocuy. Se enfrentaron peligrosamente a grupos de indios laches como Chitagotas, Chebas, Pirguas y Acabitas, cuya resistencia dificultó el avance conquistador. Se cuenta del sacrificio heroico de naturales de la región, que antes de ceder a ser dominados por los invasores, prefirieron arrojarse al abismo por el histórico barranco del Nevado del Cocuy, denominado el Peñón de los muertos. Hernán Pérez de Quesada encontró además en el territorio de los laches otros tres pueblos indígenas que se llamaban Cheva, Ura y Ogamora y en ellos también casas fabricadas con muros de piedra sin labrar y cubiertas de paja, en las que se alojaron y abastecieron de lo que necesitaron.

A pesar de la encarnizada resistencia a los conquistadores, los indígenas fueron obligados a abandonar  sus dominios, para ir a buscar amparo y refuerzo  en la cercana población de Chita. El santuario religioso de los indios laches y soatáes era el templo del sol, situado en el Valle de Chinibaque, cercano a La Salina, ahora corregimiento de Chita. Se llamaba templo del sol porque sobre su entrada, hacia el oriente, estaba colocado un disco de oro que reverbereaba con los rayos del sol en las mañanas. Los indios de Chita, sabedores del saqueo e incendio del templo de Sogamoso, escondieron el oro del templo y el enterrado con sus momias, de tal suerte que cuando llegaron los españoles no encontraron ninguna pieza de oro.

Descubrimiento de los poblados indígenas Cocuy, Panqueba, Guacamayas, Chicamocha y Tequia

Ante la frustración de este objetivo, los españoles continuaron al Cocuy, donde encontraron unas ochocientas casas desocupadas porque los indígenas habían huído, allí dividieron las tropas en dos grupos. Uno descendió al mando del capitán Céspedes hacia el pie de monte llanero, en busca del que denominaron el Pueblo de la Sal, ubicado en las estribaciones del río Casanare, y regresó a Santafé de Bogotá. El otro continuó con Pérez de Quesada a Panqueba, Guacamayas, Chicamocha y Tequia, donde se decía existía otro santuario religioso de los indios chitareros.

Siguiendo el camino indígena por una de las márgenes del río nevado llegaron al rio Chicamocha. Entre las desembocaduras de los ríos Tunebo y Servitá, hallaron el pueblo del cacique Chicamocha, hoy llamado Capitanejo. Donde el río Chicamocha reduce considerablemente su anchura, hallaron "La Cabuya". Este era el medio de cruzar sin peligro el río y constituía el paso obligado del comercio interétnico, que mantenían las comunidades Muisca, Lache y Chitarera. Con el uso de "La Cabuya", los soldados de a pie no tuvieron las dificultades para atravesar el río, que sí sufrieron los jinetes y caballos. Al llegar al cercado del cacique de Tequia, exploraron el territorio circundante y como no obtuvieron noticia del templo que buscaban, decidieron regresar a Santafé de Bogotá.

Descubrimiento de los poblados Soatá, Susacón, Cerinza y Duitama

De regreso por el camino que unía los pueblos de indios Chicamocha y Tunja, los españoles encontraron además los pueblos de Soatá, Susacón, Cerinza y Tundama. Los indios que habitaban estos pueblos, temerosos ante los españoles, los abandonaban y se ocultaban mientras pasaba el enemigo.

Nomadismo

Una persona o un pueblo es nómada cuando no tiene un territorio fijo como residencia permanente, sino que se desplaza con frecuencia de un lugar a otro. Dicho hábito es un estilo de vida, una forma de subsistencia con una organización social, política, religiosa, administrativa y económica adaptada a ello. El nomadismo designa las más antiguas formas de subsistencia y desarrollo humano. Desde un punto de vista de eficiencia y sustentabilidad es un estilo de vida congruente pues consiste en mover la población hacia los recursos y no a la inversa. La humanidad entera fue nómada desde sus orígenes y en la prehistoria y representa un estado temprano del desarrollo humano. El nomadismo sigue vigente, y puede seguir vigente por más tiempo que los estilos sedentarios. Gracias al nomadismo se pobló el planeta durante milenios y gracias al mismo, la humanidad puede sobrevivir, adaptarse a cambios climáticos naturales como las glaciaciones y a territorios con pocos recursos como los desiertos.

Partes: 1, 2
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