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Efectos del Sistema de Cosecha de Ensilaje de Pradera Sobre el Comportamiento Productivo de toretes en Crecimiento

Partes: 1, 2

    Publicación original: Agric. Téc.. [online]. sep. 2005, vol.65, no.3 [citado 26 Noviembre 2006], p.278-283. Disponible en la World Wide Web: <http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0365-28072005000300005&lng=es&nrm=iso>. ISSN 0365-2807 – Reproducción autorizada por: Revista Agricultura Técnica, helizald[arroba]inia.cl

    ABSTRACT: The present experiment was carried out to evaluate three methods of harvesting grass silage and their utilization for beef production. The treatments were: (A) direct cutting, without chopping; (B) direct cutting, with chopping; and (C) cutting, field wilting for 72 h, and harvesting with a double–cut harvester. Twenty-one black Friesian bullocks were used, with an initial live weight of 200 kg, receiving silage ad libitum from the three treatments over a period of 57 days. All the animals were supplemented with 300 g fish meal and 65 g of mineral salts per animal per day. The chemical composition of the silages was different, with silage DM content of 13.8, 14.6 and 30.9% for A, B and C treatments, respectively. Ammonia–N was higher in the direct cut silage and the soluble carbohydrates content of wilted silage was higher than for unwilted silages, suggesting a degree of restricted fermentation. Silage DM intake was highest (P ≤ 0.05) with treatment C silage, intermediate with B silage, and lowest with A silage. Live weight gains were similar (P > 0.05) for all the treatments, suggesting higher feed conversion efficiency with unwilted  treatments compared with wilted silage.

    Key words: harvesting systems, wilted silage, grass silage, growing bulls, live weight.

    RESUMEN: El presente experimento se realizó con el objeto de evaluar tres sistemas de cosecha de una pradera permanente para ensilaje y su utilización en producción de carne. Los tratamientos fueron:  (A) corte directo, sin repicador; (B) corte directo, con repicador; y (C) segado, marchitamiento por 72 h y recolección con cosechadora con repicador.  Se utilizaron 21 toretes de raza Frisón Negro, con un PV inicial de 200 kg, separados en tres grupos, que durante 57 días recibieron ensilaje ad libitum, obtenido a partir de los tres tratamientos. Todos los animales fueron suplementados con 300 g de harina de pescado y 65 g de sales minerales por animal  por día.  La composición química de los ensilajes fue diferente, con valores de contenido de MS de 13,8, 14,6 y 30,9% para los tratamientos A, B y C, respectivamente. Se observó un mayor contenido de nitrógeno amoniacal para el ensilaje de corte directo, siendo el contenido de carbohidratos solubles mayor para el ensilaje marchito que para los ensilajes sin marchitar, sugiriendo un grado de restricción de la fermentación para el ensilaje marchito.  Se observó un mayor consumo de materia seca (P ≤ 0,05) en el caso de los animales del  tratamiento C, intermedio para el tratamiento B y menor para el tratamiento A. Las ganancias de peso fueron similares (P > 0,05) para todos los tratamientos, sugiriendo una mayor eficiencia de conversión de los ensilajes sin marchitar respecto al ensilaje marchito.

    Palabras clave: sistemas de cosecha de ensilaje, ensilajes marchitos, ensilaje de pasto, toretes, peso vivo.

    INTRODUCCIÓN

    La conservación de forrajes en forma de ensilajes es la práctica más recomendable para la zona sur de Chile (Lanuza et al., 1998), debido a que las condiciones climáticas hacen difícil obtener heno de buena calidad (Elizalde et al., 1996). El ensilaje, en cambio, puede realizarse con mayor independencia del clima.

    Entre las formas de cosecha de ensilaje se pueden distinguir dos grandes sistemas: los sistemas de corte directo y aquellos que consideran dos fases, una de corte y otra de recolección, como es el caso del premarchitamiento. Gordon (1985)  indicó que el sistema de cosecha de ensilaje empleado puede afectar la respuesta animal, lo que posteriormente ha sido demostrado y revisado por distintos autores (Dawson et al., 1999; Wright et al., 2000).

    La práctica de premarchitar el forraje previo a ensilar ha sido ampliamente adoptada como una medida para mejorar la calidad de la fermentación del ensilaje y reducir la cantidad de efluentes producidos. Sin embargo, sus efectos medidos en la respuesta animal han sido variables (Wright et al., 2000).

    Por otro lado, el efecto del tamaño de picado del ensilaje, resultante de distintas formas de cosecha de las  praderas, ha sido estudiado en el exterior, sugiriéndose que el consumo voluntario de ensilajes puede ser incrementado al disminuir el tamaño de picado, siendo este incremento un reflejo de una mejor fermentación en el silo y de un incremento en la tasa de pasaje del material a través del tracto digestivo (Forbes, 1986).

    El objetivo del presente ensayo fue evaluar el efecto de tres sistemas de cosecha de ensilaje sobre la respuesta productiva de toretes en crecimiento y las características químicas y nutricionales de los ensilajes resultantes.

    MATERIALES Y MÉTODOS

    El presente trabajo se realizó en la Unidad de Producción de Carne del Centro Regional de Investigación Remehue, del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), en Osorno, Chile (40°35’ lat. Sur, 73°09’ long. Oeste, 470 m.s.n.m.), durante la temporada de invierno de 1994.

    Veintiún terneros de raza Frisón Negro, con un peso vivo (PV) inicial de 200 kg en promedio, nacidos en primavera, se utilizaron para evaluar los ensilajes producidos a través de tres métodos de cosecha: (A) ensilaje de corte simple, obtenido utilizando una cosechadora de corte simple sin mecanismo repicador  (Breuer®, CF, Temuco, Chile); (B) ensilaje de doble corte, obtenido con una cosechadora con seis cuchillos repicadores (John Deere®, 16 A, México); y (C) ensilaje premarchito, producido al segar la pradera con una segadora acondicionadora (Kuhn®, FC 250 RG, Saverne Cédex, Francia), hilerando a las 48 h de segado con una hileradora (Lely®, Lotus 300, Maasland, Holanda) y dejándola marchitar por 72 h para luego recolectarla con la misma cosechadora que en (B).

    El forraje utilizado se obtuvo de una pradera permanente que había sido fertilizada con 45 kg de N en forma de urea, y rezagada por un período de 45 días.  Al momento del corte la pradera se encontraba en el estado fenológico de bota, presentando una composición botánica promedio de 56; 34; 5 y 5% de ballicas (Lolium sp.), otras gramíneas, especies de hoja ancha y material muerto, respectivamente.

    Los ensilajes se confeccionaron de acuerdo a tres sistemas de cosecha diferentes. Del potrero original, se seleccionó una superficie de 4,5 ha, la que a su vez se subdividió por tratamiento en tres sectores homogéneos de 1,5 ha cada uno, con características similares en composición y disponibilidad de forraje.

    Los ensilajes de los tres tratamientos se hicieron sin aditivos y ensilando cada uno de los tratamientos en silos tipo parva, sellados con polietileno, y sobre éstos se aplicó una capa de 10 cm de tierra.

    Los animales se distribuyeron en tres grupos homogéneos  sobre la base del PV, y cada grupo se asignó a uno de los tres tratamientos, permaneciendo en corrales parcialmente techados, con piso de concreto y cama caliente, teniendo libre acceso a un patio de tierra. Los terneros permanecieron durante 17 días en un período preexperimental, en sus respectivos tratamientos, con el objeto de acostumbrarlos a la dieta. El periodo experimental tuvo una duración de 57 días. Todo el alimento se entregaba una vez al día, en la mañana, en comederos techados, además de una suplementación de 300 g animal-1 día-1  de harina de pescado y 65 g animal-1 día-1  de sales minerales comerciales. El suministro de ensilaje se hizo a discreción, de modo que hubiera un sobrante de aproximadamente un 10% sobre el consumo del día previo. Se suministró agua fresca a discreción durante todo el período que duró el ensayo.

    El contenido de MS de los ensilajes se evaluó tres veces por semana, en estufa a 60°C hasta peso constante. Una vez por semana se analizó pH y N amoniacal en el material fresco de acuerdo a AOAC (1975). Una muestra seca, compuesta de las tres muestras semanales, se utilizó para determinar contenido de MS a 105°C, proteína total y cenizas totales (Bateman, 1970); fibra detergente ácido (FDA) (Van Soest, 1963); carbohidratos solubles residuales en base a MS (CHOS) (Sabag, 1988) y energía metabolizable (EM) estimada a partir de la siguiente ecuación: EM (Mcal kg-1 ) = 1,279 + 0,0325 D (Garrido y Mann, 1981), donde el valor D corresponde a la digestibilidad de la materia orgánica en la MS, determinada in vitro (Tilley y Terry, 1963).

    Los animales se pesaron individualmente cada 7 días, en la mañana, antes de ser alimentados y sin destare. El consumo diario de los alimentos se determinó en forma grupal, por diferencia entre la cantidad de alimento ofrecido y rechazado.

    La información de incremento de PV se sometió a un ANDEVA, para un diseño experimental completamente al azar, con tres tratamientos y siete repeticiones. A su vez, la información de consumo voluntario grupal se sometió a un ANDEVA considerando un diseño completamente al azar, con los tres tratamientos y cada una de las observaciones diarias constituyendo una repetición.

    Partes: 1, 2
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