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RAFAEL CALDERA
2/2/1994 – 2/2/1999
Antecedentes:
Para el momento en que el Dr. Rafael Caldera toma posesión del Gobierno, puede decirse que coexisten dos acontecimientos importantes y que son determinantes para su ascenso al poder.
En primer lugar, como visión general de la situación de Venezuela para el momento, se encuentra la grave crisis general por la que atravesaba el país. La cual estaba afectando a todos los niveles y esferas de la sociedad. En cuanto al aspecto económico y financiero, la reducción de los precios internacionales del petróleo y la deuda externa desde mediados de los ochenta, trajo consigo una disminución del nivel de vida de los venezolanos, sobre todo en las clases medias y bajas, además de un desmejoramiento de los servicios públicos. Por otra parte, en cuanto al aspecto político, se presentó un grave descontento acerca de la gestión económica del Gobierno, que se empeoró con la aparición de escándalos por corrupción administrativa. Por otro lado, las divisiones al interior de las Fuerzas Armadas que comienzan a perder su carácter apolítico y se organizan en movimientos de insurrección. Esta crisis se refleja en la pérdida de legitimidad de las instituciones democráticas y de los partidos políticos, en especial los centrales, AD y COPEI. Para finalizar, podemos agregar que la crisis se extendía a todas las esferas, producto de la pérdida de capacidad del Gobierno para asumir financieramente sus obligaciones sociales. Lo cual se traducía a nivel educativo, sanitario, laboral, alimentario, etc.
En segundo lugar, debemos hacer referencia a otro acontecimiento importante que se manifiesta en dos hechos concretos: los levantamientos del 27 de febrero de 1989 y el del 4 de febrero de 1992. Ambos son el resultado del grave descontento generalizado, y de la necesidad de cambio del pueblo venezolano. Hacemos mención a estos hechos, que, aunque ocurrieron durante el Gobierno de Carlos Andrés Pérez, tuvieron una importancia determinante para que Caldera llegara de nuevo al poder en 1993.
Lo dicho anteriormente se basa en el Discurso que el ex Presidente pronunció ante el Congreso de la República el 5 de febrero de 1992, el cual fue transmitido por los medios de comunicación a todo el país. En esta alocución, Caldera manifestó una grave preocupación por la situación real del país e hizo un llamado al entonces Presidente, para que asumiera el curso de los acontecimientos del país y buscara soluciones a la crisis. Afirmó que la causa de la intentona golpista (dirigida por nuestro actual Presidente Hugo Chávez), se fundamentaba en cuatro causas, que a su vez eran las mismas de la estabilidad democrática que había mostrado Venezuela hasta entonces.
Estos cuatro elementos pueden resumirse de la siguiente forma: La obsesión por el consenso y la aversión por el conflicto que hasta hace algunos años caracterizó a la dirigencia venezolana, se había desvirtuado y rutinizado en ansias de poder y de enriquecimiento ilícito por parte de la Administración Pública. El mantenimiento de las instituciones democráticas ha sido sustituido por intereses particularistas.
Las Fuerzas Armadas, que hasta ahora habían sido defensoras apolíticas de la democracia, se han fraccionado y organizado en intentos por derrocar al régimen.
El reconocimiento de los derechos de la clase trabajadora por parte de los empresarios y el espíritu de cooperación al sistema por parte de los mismos se ha desvirtuado, y se han dejado llevar por la búsqueda del enriquecimiento propio.
El abocamiento a la defensa y trabajo en pro de la democracia por parte del pueblo venezolano, se ha perdido por la grave crisis que sufre nuestro país.
La intención de Caldera en este discurso, era reflejar que la causa del intento de golpe de Estado no era asesinar al Presidente Pérez, sino la grave crisis de fondo por la que atravesaba el país. Acotó que no se le puede pedir al pueblo que defienda la democracia, cuando este sistema no estaba satisfaciendo sus necesidades más básicas. Por ello, era a penas lógico que surgiera una revuelta de este tipo. Finaliza invitando al ex Presidente Pérez a que se de cuenta de esta situación y que una esfuerzos para solucionarla.
Este discurso aumentó considerablemente la popularidad de Caldera y lo colocó como defensor del pueblo. Algunos opinaron que con este discurso Caldera logró interpretar el sentimiento nacional para el momento del Golpe de Estado a tal magnitud, que lo convirtió en el candidato preferido para las futuras elecciones de 1993.
Política Nacional
Elecciones de 1993:
Con la popularidad que le dio el mencionado discurso post-golpista, Caldera se lanza a las elecciones. Cabe destacar aquí las condiciones del sistema de partidos y en particular la situación partidista de Rafael Caldera.
Surge un conflicto al interior del partido COPEI, por el cual Caldera se separa de su partido de origen, para conformar CONVERGENCIA. Las causas de dicha separación son múltiples, pero principalmente ocurrió gracias a conflictos con Eduardo Fernández acerca de quién sería el candidato a la presidencia oficial del partido COPEI. La opinión pública pedía a ambos dirigentes políticos decidirse por aquel que resultase más apto para la situación del país. Pero al final, Caldera se lanzó con su propio partido con apoyo del MAS; y COPEI por su parte, escogió a Oswaldo Álvarez Paz como candidato definitivo.
Cabe destacar la importancia de esta separación, en vista de la condición de padre fundador de Caldera en el partido COPEI. Reflejaba la crisis de representatividad del sistema de partidos venezolano, además de la evidente ruptura del bipartidismo que se comenzó a evidenciar en las pasadas elecciones de 1988. También sugiere la deslegitimación ideológica de dicho partido y la lucha de poder al interior del mismo.
Para referirnos al sistema de partidos en su totalidad, lo que ocurrió en estas elecciones ha sido calificado por José Molina Vega y Carmen Pérez Baralt en su artículo "Los Procesos Electorales y la evolución del Sistema de Partidos en Venezuela", como un multipartidismo inestable: " Hemos considerado que se trata de un multipartidismo inestable básicamente por las siguientes razones: en primer lugar porque aún no se puede hablar de un nuevo esquema de lealtades partidistas consolidadas (lo cual se fundamenta en parte en la fundación de CONVERGENCIA). Estamos en un período en que habiéndose disuelto en buena medida las lealtades que solidificaron el bipartidismo, éstas no han sido sustituidas por otras. No habiendo lealtades consolidadas es probable que asistamos a un período de volatilidad electoral que haga fluctuante la correlación entre los actores actuales y propicie tanto la aparición de nuevos protagonistas, como la desaparición de otros. En segundo lugar, también puede hablarse de inestabilidad debido a la continuidad de la crisis económica, el aparente fraccionamiento en las Fuerzas Armadas y la presencia de fuerzas políticas de cierta significación (La Causa R y el Movimiento Bolivariano 200) que aunque no han presentado un proyecto político alternativo vigente, tampoco parecen comprometidas con su sostenimiento y legitimación." .
De esta forma, con un panorama electoral sumamente conflictivo, es proclamado Rafael Caldera Presidente de la República para el período 1994-1999. El apoyo de electorado se dividió de la siguiente forma: AD: 23,34%; COPEI: 22,62%; Causa R: 20,68%; Alianza Convergencia-MAS: 24,65%. De estas cifras se sigue un cambio en el sistema de partidos, en vista de la preferencia hacia otras tendencias electorales por parte del electorado. Los partidos tradicionales tienen que compartir los votos con otros partidos, y la elección de Caldera como presidente fue por escasa diferencia de pocos votos.
Situación del país para 1993:
Cuando el Dr. Rafael Caldera asume la Presidencia de las República, Venezuela se encontraba en una grave crisis en todos los sentidos, pero el aspecto que se encontraba en peores condiciones era el social: nos encontrábamos ante una inestabilidad general ante el sistema democrático en vista del descontento generalizado por la insatisfacción de demandas. Los intentos de desestabilización del sistema suscitados en el gobierno anterior agravaban ese descontento e inestabilidad. La tarea de Caldera sería principalmente tratar de apaciguar los ánimos para lograr mantener el régimen.
Como lo expresó en su discurso de toma de posesión: "el objetivo principal que nos anima a todos los venezolanos ahora es lograr la estabilidad; la estabilidad institucional, la estabilidad social; la paz laboral, la paz en todos sus aspectos; trabajar por ello es una obligación fundamental que tenemos". "… Un consenso que realmente pueda ofrecerle a todos después una base firme para desarrollar sus actividades, para defender sus propias posiciones, para ir a la lucha democrática si el temor de asechanzas que pudieran perturbarla".
Para concluir, puede decirse que la misión fundamental de Caldera era estabilizar los ánimos en el país, de forma de garantizar el sostenimiento del sistema democrático y evitar nuevos intentos de derrocarlo.
Balance Económico: Gestión, Fiscal, Monetaria, Cambiaria y Apertura Petrolera. 1994-1998:
La Agenda Venezuela: fue un acuerdo llevado a cabo entre el Gobierno de Venezuela, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Lo que se pretendía era presentar un plan a estos organismos multilaterales, para lograr abrir las posibilidades para la recomposición del servicio de la deuda y aliviar la carga que esta representa para el país.
La historia de la llamada Agenda Venezuela puede fácilmente dividirse en tres momentos básicos en materia fiscal: El período de inicio con la macrodevaluación de abril de 1996, el auge de ingresos extraordinarios del segundo semestre de 1996 y 1997, y finalmente la caída de los precios del petróleo que comienza en el último trimestre de 1997 y se prolonga durante 1998.
La crisis Fiscal también se presenta a consecuencia de una grave tendencia al deterioro de la recaudación tributaria interna que revela una gran ineficiencia en el marco legal e institucional.
La Agenda Venezuela estaba constituida por 10 áreas prioritarias para el equilibrio de lo económico, lo político y lo social:
- Reducción gradual del déficit fiscal.
- Flexibilización del control de cambios.
- Fortalecimiento del sector financiero.
- Reforma estructural del sistema de seguridad social.
- Expansión de programas sociales.
- Dinamización del aparato productivo.
- Ampliación del régimen competitivo de precios.
- Nuevas políticas de tasa de interés.
- Capacitación para el empleo.
- Reforma de la Administración pública y privatización.
Los cambios en la estrategia económica de los gobiernos venezolanos en la era democrática representativa (1959-1999) han estado frecuentemente, bajo la presión de las contingencias; pero también han ocurrido modificaciones significativas en las políticas públicas aplicadas a la gestión económica, de tal manera que se ha hecho un hábito de los gobiernos la ruptura de la continuidad administrativa, salvo la ejecución de algunas obras públicas importantes que requiere varios períodos constitucionales. Para algunos voceros del neoliberalismo y de los intereses que navegan en la economía de mercado se expresan en el sentido de que los dos primeros años del Gobierno de Caldera 1994/1995, fueron perdidos para la economía y la gestión pública, por ser los del relativo control económico, al que se responsabiliza de los supuestos resultados negativos de ese subperíodo. De manera distinta, exaltan esos voceros la orientación y la gestión que prevalecieron en el resto del período, por ser propicias a la apertura económica, la libertad de cambio, la privatización de las empresas del Estado, la reducción del ámbito administrativo de la regulación de los precios y las facilidades para la importación de insumos y productos que compiten con ventaja con los productos nacionales.
Este período económico transcurrió en dos etapas claramente definidas:
La que se extendió desde el inicio del mandato presidencial del Doctor Caldera, en febrero de 1994, hasta el mes de abril de 1996, caracterizada haber sufrido un cambio de rumbo, es decir, de relativo control económico;
Y la que comenzó en mayo de 1996 y concluye al cierre de 1998, con una evidente inclinación al neoliberalismo, aunque con elementos de intervención del Estado.
Según Maza Zavala, para poder explicar las motivaciones y los determinantes de la cambiante gestión pública del quinquenio, hay que indicar dos órdenes de incidencia: El de los factores y contingencias de índole exógena: La actividad petrolera exportadora (que constituye la matriz de la actividad petrolera fiscal, cambiaria y monetaria de la economía). En escenarios más genéricos, pero que de alguna manera condicionan la evolución económica y la gestión pública, debe hacerse referencia al acontecer mundial, bajo el signo de la globalización, particularmente en el desenvolvimiento de los mercados financieros.
El de los hechos y procesos emergentes de la dinámica interna: debe señalarse como prioridad la crisis financiera calificada como sistemática que se hizo manifiesta desde el comienzo del año 1994 y persistió hasta 1995 con variable intensidad; esa crisis afectó la actividad económica real, y, por supuesto, el movimiento fiscal, al cambiario, al monetario, a la balanza de pagos, etc.
En el último año del período quinquenal, la economía y la gestión pública fueron duramente golpeadas por la pronunciada declinación del ingreso petrolero, en u coyuntura signada, además, por la lucha y la incertidumbre políticas en la perspectiva de los comicios de fin de año para la elección de representantes al Congreso Nacional, gobernadores y Presidente de la República.
La crisis financiera de 1994:
Esta crisis se presentó con secuelas persistentes en 1995, y se manifestó en cuatro etapas; en cada una de ellas un banco importante o grupo de bancos y las instituciones financieras conexas incurrieron en situaciones de insolvencia, transitoriamente encubiertas por insuficiencia de liquidez. El primer caso, fue el del Banco Latino, de grandes dimensiones, pero estructuralmente débil, por haberse sobregirado en su capacidad de financiamiento e incurrido en negocios no propiamente bancarios. Cuando el doctor Caldera tomó posesión de la presidencia de República la caída del Banco Latino era un hecho. Pero poco tiempo después, otros bancos, algunos vinculados al Latino, mostraron signos de quebrantamiento.
Así mismo, es importante recordar que el primero de enero de ese año, entró en vigencia la Ley General de Bancos y otros Institutos de Crédito, con reformas importantes e innovaciones convenientes; pero la mayoría de las disposiciones legales no eran de fácil ni de inmediata aplicación, particularmente porque el órgano supervisor competente: La superintendencia de Bancos, no estaba preparados, ni disponía de los medios efectivos para poner en práctica las providencias legales nuevas.
Ante la demanda emergente y masiva de retiro de depósitos bancarios a las instituciones que perdían confianza del público, Fogade (cuya función era y es la de garantizar tales depósitos hasta un determinado límite), no estaba en capacidad para satisfacer de atender con sus propios recursos los requerimientos que se hacían para hacer frente a aquella demanda y por ello, de acuerdo con la ley, recurrió al Banco Central en solicitud de anticipos.
Las consecuencias macroeconómicas fueron las siguientes:
- Una contracción del PIB de casi 3%;
- Contracción de la demanda agregada interna de 4,5%;
- Una salida neta de capital cifrada en US$ 3.730 millones;
- Una tasa de inflación de 71%;
- En julio de 1994, hubo la necesidad de establecer un régimen de restricciones cambiarias, con un tipo de cambio nominal fijo de Bs. 170 por un dólar de EUA, que se mantuvo hasta diciembre de 1995, cuando el gobierno decidió devaluar la moneda en una proporción de 70%, situándolo en relación con el dólar en un nivel de Bs. 290.
Se ha criticado reiteradamente la actuación del BCV ante la crisis financiera, considerándola débil y hasta imprevisiva por no decir incompetente. Probablemente faltó una política de Estado, una estrategia coherente de poderes públicos en una coyuntura de emergencia sin precedentes al país. Ejemplo de esto fue, que al inicio del mandato del Dr. Caldera, la crisis estaba en marcha y tenía que procederse sobre la marcha.
Cuando el Ejecutivo estimó conveniente dotar a Fogade de medios de capitalización sobre la base de crédito público para fortalecer su potencial de actuación en la emergencia. Sin embargo, era indispensable una coordinación efectiva de las autoridades y los organismos competentes en el campo monetario, bancario y financiero para la toma de decisiones dentro de una estrategia situacional. Probablemente, la medida más aconsejable en los comienzos de la crisis era que el estado asumiera el control directo del sistema financiero, con carácter temporal, y garantizará a los depositantes sus haberes sin desembolso inmediato de efectivo.
Por otro lado, cuando hablamos de la gestión fiscal, según la experiencia venezolana, ha estado muy condicionada por la coyuntura petrolera.
En los últimos años, incluido el quinquenio en estudio, la proporción que representa la participación fiscal petrolera en el ingreso ordinario del Fisco ha venido descendiendo hasta situarse en 1998, en un 40%. Ello significa que el otro 60% procede de fuentes no petroleras. Sin embargo la capacidad contributiva tributaria interna ha sido potencialmente superior a la indicada por las recaudaciones, lo que se explica por la elevada recaudación fiscal estimada en un 60% de aquella capacidad.
La creación del Seniat (Administración tributaria integrada. Sistema de recaudación de impuestos) a comienzos de 1994-1998 ha contribuido a mejorar el rendimiento de los tributos internos. Esto ha elevado la contribución de empresas y los ciudadanos venezolanos a los ingresos globales del Estado, que se han acercado por primera vez al petróleo como fuente de ingresos fiscales. Pero lamentablemente, el sistema fiscal permanece sin reformas estructurales eficaces: la multiplicidad de exenciones y exoneraciones no justificables, la desorganización administrativa general, cuya evidencia más dramática es el régimen aduanero, entre otras deficiencias, determinan u defectuoso funcionamiento del sistema tributario.
La Estrategia de Gobierno:
Para Maza Zavala, la gestión de gobierno en el quinquenio se puede dividir en dos etapas: La de regulación o control económico parcial y relativo, y la de liberación y apertura económicas con persistencia de elementos regulatorios. Para entender esta diferenciación hay que hacer referencia a los lineamientos y propósitos que expresó el Presidente de la República en su programa de gestión con el cual concurrió a la justa electoral de diciembre de 1993. Ese programa se fundaba en la apreciación de la emergencia económica, financiera, social y política que entonces padecía el país. Se puede recordar que el Presidente había expresado enfáticamente su disposición a no recurrir al FMI en solicitud de asistencia monetaria y que, de modo distinto, su compromiso se definía en el documento denominado Carta de intención al Pueblo de Venezuela.
Los aspectos más importantes del programa del Presidente Caldera se encontraron los siguientes: Orientación estratégica de una economía mixta, con intervención y participación del Estado sin dejar de contemplar la necesidad de estimular y promover el desarrollo de la economía privada.
La situación fiscal y del sector externo de la economía al inicio del período (1994) no era tan crítica como la que se ha hecho evidente al inicio del período 1999-2003: el precio promedio del petróleo se estimaba en US$ 13,50 el barril y el volumen de exportación proyectado era de 2,34 millones de barriles diarios, superior al realizado en 1993. Sin embargo, había aparecido los primeros signos de la crisis financiera sistemática que se abatió sobre la economía en 1994 y no existía, como se hizo evidente en el curso del fenómeno, ni mecanismos ni política de defensa del sistema.
De esta manera, podemos interpretar, que en los propósitos y la voluntad del presidente Caldera esa dramática crisis hizo modificar en forma y medida notables los designios iniciales. Por otro lado, la base política parlamentaria del gobierno era bastante estrecha y el Presidente pudo lograr, en un esfuerzo de estrategia, la cooperación de fuerzas opositoras en el Parlamento. Por ello se le otorgaron poderes extraordinarios para tomas decisiones emergentes en materia económica, fiscal y financiera, bajo la forma de Ley Habilitante, en uso de cuyas facultades se decretó la Ley de Impuesto al Consumo Suntuario y Ventas al Mayor (en ligar del IVA), se modificó la Ley de Impuesto sobre la Renta, se creó con carácter transitorio, un impuesto de débito bancario, fue creado el Seniat, se emitieron bonos del Tesoro para financiar el servicio de la deuda pública externa por un monto de 160.000 millones y otros bonos para capitalizar a Fogade. Más adelante, se suspendieron las garantías económicas para permitir la modificación del régimen cambiario y se decretó la congelación de varios bienes y servicios de primera necesidad.
En el bienio 1995-1996 el gobierno resolvió devaluar la moneda en proporciones significativas, de tal manera que el tipo de cambio nominal, que en noviembre de 1994 estaba fijado en Bs.170, bajo control, se elevó a Bs. 480 en abril de 1996 con libertad cambiaria, demarcándose así la segunda u última etapa de la gestión gubernamental en estudio, caracterizada por el desmantelamiento de los controles y las regulaciones de índole económica, la apertura comercial interna y externa, la privatización de las empresas del Estado, la modificación estructural de la industria petrolera nacional, para incorporar en determinadas áreas de la actividad intereses privados extranjeros en su gran mayoría.
La imperfecta e inadecuada administración de la crisis financiera y la del llamado control de cambio abrieron camino a la segunda etapa de la gestión gubernamental a partir de Abril de 1996, cuando, bajo el nombre de Agenda Venezuela, fue reorientada la estrategia oficial hacia la liberización económica y estabilización. Se eliminaron las restricciones al mercado cambiario, se liberaron los intereses bancarios por parte del Banco Central . Este cambio de estrategia a mitad de período fue recibido por los sectores económicos y por los medios financieros internacionales como una "saludable rectificación" en contraste con los supuestos errores cometidos en la primera mitad del quinquenio.
A partir de abril de 1997 hasta la terminación del mandato presidencial, con reformas estructurales, no dio los resultados esperados en ninguna de las instancias proyectadas. Las medidas contempladas en ese programa, con visto bueno del FMI, entre otras, son las siguientes: aumento del impuestos del impuesto a las ventas al mayor y al consumo suntuario, de 12,5% al 16,5%; aumento del precio de la gasolina; aumento de las tarifas de los servicios públicos.
Los efectos recesivos e inflacionarios de la Agenda Venezuela se hicieron sentir con intensidad en 1996, con un descenso de 1,6% del PIB, una tasa de inflación de 103,2% y una tasa de desempleo de 12,4%. . Este porcentaje de inflación ha sido el más alto que se ha registrado en la historia económica de Venezuela y la caída del PIB es la tercera que se registra consecutivamente.
Al final de todo, la agenda Venezuela, terminó siendo una réplica de las recetas del FMI, sin el capital humano necesario para conducir un proceso autónomo de diseño y ejecución de un programa global y coherente de política económica.
La Apertura Petrolera:
La Apertura petrolera, se trata de un cambio petróleo-sociedad. Es un cambio de aquel modelo rentista que una vez nos llevó con mucho éxito. Gracias a aquel modelo, tuvimos un gran crecimiento, pero una vez derrumbados los precios del petróleo el mismo dejó de funcionar. La apertura es un cambio a ese modelo rentista mediante el cual la industria le daba los recursos al Fisco y éste los distribuía a la sociedad de una manera muy deficiente, plagada de corrupción, clientelismo, etc. Lo que se está buscando ahora es que todos los venezolanos participemos en el negocio central de nuestra economía.
Una de los aspectos positivos de la crisis económicos que estamos viviendo, es que en Venezuela se logró un consenso en el país acerca de la necesidad de iniciar un proceso de apertura de la industria petrolera, que si bien era necesario aún en el caso de que nuestra situación económica fuera muy buena, es probable que nuestros sectores políticos no lo hubieran entendido así.
La apertura petrolera que se realizó en Venezuela, se inició en 1993. En ese año se suscriben los primeros contratos de servicios para la reactivación y explotación de los yacimientos marginales. Para el momento estaban los contratos estratégicos de asociación, de los cuales podemos mencionar: El Proyecto Cristóbal Colón, entre Lagoven, Shell, Exxon y Mitsubishi. También están los contratos para la explotación y mejoramiento de la Faja del Orinoco de los cuales se ha firmado con Maraven, Total Oil, Ituchu, Marubeni, Arco, Mobil, etc.
Ahora bien, citando a Toro Hardy "es necesario aclarar que esta inversión es indispensable pero no suficiente. Es necesario que además el resto de la economía también pueda tomar el rumbo del crecimiento. Y para que esto pueda ocurrir es necesario generar confianza, y que para generar confianza, es necesario resolver los problemas económicos….el país sin duda alguna podría entrar en el Siglo XXI con un ambiente distinto de optimismo y crecimiento, porque sólo por la vía del crecimiento económico se pueden resolver los problemas sociales que actualmente aquejan al país."
En síntesis, este período ha sido de graves dificultades y desequilibrios, con tendencia recesiva en lo económico y regresiva en lo social. Venezuela está en una situación crucial, en un terreno muy cargado de riesgos. Además, no se ha contribuido a solucionar los problemas político-institucionales, y el grado de inconformidad social (elevado y creciente) no ha llegado al punto de explosión, pero la emergencia es, en términos médicos, de pronóstico reservado.
Política Exterior:
El panorama internacional nos demuestra la incertidumbre en la cual estamos sumergidos, y que nadie escapa e ella. Para ello, es esencial describir, la situación de Venezuela y su relación con otros países del Hemisferio.
Junto al llamado "efecto tequila" que sucumbieron a toda los países de la región en una crisis económica, se le sumaron otros eventos, que terminaron por conformar el gran panorama al cual hacía referencia con anterioridad. Las tensiones subregionales a las cuales nos referimos son fundamentalmente entre Venezuela y Colombia, por un lado, y entre Ecuador y Perú, por el otro; ambas contribuyeron a recalcar el debilitamiento del Grupo Andino. Paralelo a esto, el Mercosur se está fortaleciendo con su particular dinamismo comercial, y la continuación y profundización del acercamiento de Brasil a Venezuela, lo cual aumentaba el otro polo atractivo integracionista.
Ante esta situación, la política exterior venezolana, ha tenido que caracterizarse por un tono realista y ponderado, y dejar de tener un protagonismo inútil. Todo esto significa, reorientar, reducir, reordenar problemas y compromisos. Así pues se tiene que:
- Reorientación: asumir los límites domésticos y globales, y de moverse en ellos, estas redefiniciones deben ser visibles en las propuestas venezolanas a la agenda de la Cumbre de las Américas. La lucha por el mantenimiento de la democracia continuó siendo repensada en Miami, la lucha contra la corrupción y la pobreza, en concordancia con el discurso político doméstico. El tema petrolero tuvo tanto la aprobación del régimen de apertura petrolera como las propuestas de cooperación energética hemisférica siguieron una línea de relativa continuidad y adaptación a las nuevas realidades del mercado internacional.
- Reducción: El foco prioritario de atención se ha continuado moviendo hacia la activación de relaciones con Brasil y con los países miembros del Mercosur a partir de un conjunto de acuerdos bilaterales para el desarrollo de relaciones comerciales, de cooperación y de atención permanente a temas de interés común, incluido el apoyo de Venezuela a la participación de Brasil como miembro permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
- Reordenación: La expresión presidencial de la idea de convertir a Venezuela en "bisagra" en el proceso de integración entre el Grupo Andino y el Mercosur, a través de la relación inicial con Brasil, recoge muy bien la esencia de la reordenación de los espacios y de los asuntos en la agenda venezolana. Antes era con Colombia, ahora lo es con Brasil, ya que no es meramente geográfico, sino que existe una profunda revisión de las políticas de integración
La defensa y promoción democrática es objeto de reiterado análisis académico y debate público, mientras que el Presidente Caldera y diversos voceros de su gabinete le conceden extensos párrafos en sus discursos. Sin embargo, en nuestro país el tema no sólo está desprovisto de un diseño estratégico y de cursos de acción coherentes e integrales, sino que ni siquiera ha pasado a formar parte prioritaria de la agenda de política exterior venezolana como sí ocurría en el pasado.
La actual política gubernamental en materia internacional se ha centrado más en asuntos bilaterales comerciales y fronterizos destacándose las relaciones con Colombia, Brasil, México y Mercosur, mientras que la tradicional política de promoción de la democracia ha sido limitada a la llamada lucha anticorrupción. La promoción de la democracia que en materia de política exterior emprendieron los gobiernos venezolanos desde 1.958 hasta 1.993, período en el cual nació, se desarrolló y declinó el sistema populista venezolano.
Las estrategias de ese política, eran la Doctrina Betancourt (legitimación y proyección de la imagen democrática de Venezuela) y el Pluralismo Ideológico, es decir, la búsqueda de un consenso autonomista con todos los países de Latinoamérica, independientemente de su régimen o ideología. Estas estrategias conformaron dos estilos diferentes de promoción democrática. Nos sirvieron de mucho. Por lo que, el gobierno venezolano durante el mandato de Caldera, debió tener como eje, el objetivo de la promoción y defensa de la democracia.
La política exterior de Caldera debió tomar en consideración esta promoción, sin embargo, la realidad fue que se dedicó a la lucha anticorrupción. Esta propuesta fue llevada a la Cumbre de Las Américas, a la IV Conferencia Cumbre Iberoamericana, a diversas reuniones del Grupo de Río y al seno de la ONU y la OEA; con miras a que se estableciera una convención internacional en esa materia. En fin, el objetivo venezolano de la defensa y promoción de la democracia venezolana ha sido desplazado por el de la lucha anticorrupción.
Venezuela buscó firmar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Con respecto a esto, los Estados Unidos utilizaría su posición en dicho organismo y otros que sirvan para el desarrollo del plan económico de Venezuela, como lo son, el BID, el BM.
En el caso del bloqueo estadounidense a Cuba. Venezuela condenó dicha acción y rechazo la promulgación de la Ley Helms-Burton en el contexto de las Naciones Unidas. Venezuela durante este quinquenio no tuvo una política exterior sumisa, sino, todo lo contrario, ya que en ocasiones fue sancionada por su gestión de la lucha antidrogas, debido al informe redactado por nuestro país que fue presentado ante el Congreso de los Estados Unidos, el cual se caracterizó por un contenido fuerte, lo que permitió la inclusión a Venezuela en la lista de países certificados en la lucha contra el narcotráfico. También se ha llevado a cabo, las firmas de ciertos acuerdos sobre inversiones, propiedad intelectual, subsidios y doble, a través de una serie de conversaciones informales con el gobierno estadounidense.
La agenda de Venezuela es variada y múltiple, sobre todo, en lo novedoso de los temas a tratar, como lo son, derechos humanos, propiedad intelectual, apertura económica, migraciones, entre tantos. Es por ello, que las relaciones bilaterales se han tornado más conflictivas que cooperativas, aunque la intención sea esta, ya que no es cuestión sólo de coincidir, sino de negociar temas como el narcotráfico, propiedad intelectual y derechos humanos. Nuestra relación con Estados Unidos se basa principalmente en el petróleo y comercio, debido a las coincidencias históricas entre ambos países, y por ser Venezuela uno de los principales proveedores de petróleo a EE.UU. junto con Arabia Saudita.
El objetivo de la promoción y defensa de la democracia, ya no es primordial, y eso se lo debemos básicamente a la situación política interna de nuestro país, a raíz de los acontecimientos sucedidos el 27 y 28 de febrero de 1.989 y 4 de febrero de 1.992. Nuestra democracia se resquebrajó con estos hechos, que fueron producto de innumerables momentos de corrupción por parte de los gobernantes, lo cual conllevó al pueblo a enardecer y desbordarse por las calles empañando la imagen de la democracia "modelo" venezolana que hasta hace poco era ejemplo para todos los países latinoamericanos.
En Resumen:
El gobierno de Caldera significó el punto más álgido de la ruptura del sistema puntofijista de conciliación de élites y de reparto de riquezas. El país se encontraba en una grave crisis institucional que desvirtuó al sistema político e hizo imperante la intervención de este mandatario para el mantenimiento del sistema y para evitar que éste fuera derrocado definitivamente.
Al igual que los quinquenios anteriores, al inicio de la administración del Presidente Caldera, Venezuela se encontraba en un seria crisis económica. Esta se caracterizaba, por un agudo desequilibrio fiscal, por el estallido de una crisis financiera que se venía gestando desde varios años, por la reducción de los precios internacionales del petróleo, por un repunte inflacionario de importancia, y por una recesión en las actividades económicas distintas al petróleo: la fragilidad de las finanzas públicas, el acentuado deterioro de la distribución del ingreso y el consecuente empeoramiento del nivel de vida de amplias capas de la población.
Por otro lado, el deterioro institucional del Seniat, la falta de control sobre el rendimiento fiscal de la industria petrolera y la caída de la tributación interna en términos reales, son signos inequívocos del desordenado manejo de las finanzas públicas en estos años. Aspecto que alcanza sus mayores cuotas en lo referido a la deuda pública.
Bajo tales características resulta difícil admitir que en Venezuela ha funcionado un programa económico coherente y confiable, a no ser que para esto sólo se tome como criterio la evolución del tipo cambiario. La confianza depende de la credibilidad del público en lo que promete el gobierno y ésta no ha sido precisamente una virtud del gobierno en estos años. Si bien es cierto, que en el sector petrolero se ha producido una recuperación de la inversión privada nacional y extranjera. Sin embargo, en el resto de las actividades económicas, donde se genera la mayor parte del empleo y el valor agregado nacional, aún persiste una situación general de estancamiento o paralización.
HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRÍAS
2/2/1999-?
Con factores del MBR-200 y grupos inconformes constituyó a fines de 1997 el Movimiento Quinta República MVR. Sucesivamente, se le unieron viejas organizaciones de izquierda, como el MAS, PCV, y el MEP; y radicales de reciente formación: PPT. Con estas y otras organizaciones, Chávez gana los comicios Presidenciales, realizados el 6 de Diciembre de 1998, los cuales mostraron el nuevo escenario político venezolano. En este proceso participan otros grupos políticos en la contienda electoral.
Se conforma el Polo Patriótico, que no pasó de ser la sumatoria de minúsculas agrupaciones (MVR, PPT y LCR) sin una base ideológica común pero con un claro objetivo; desplazar los partidos tradicionales apoyando al emergente y controvertido candidato: Hugo Chávez.
El Presidente electo, Hugo Rafael Chávez Frías, hizo entrada al hemiciclo el 2 de Febrero de 1999, fecha del día final de ese modelo político con tantas limitaciones y defectos: El Pacto de Punto Fijo.
Luis Alfonso Dávila, presidente del Parlamento, mencionó los importantes retos sociales y políticos que obligan al nuevo Presidente frente a su gestión de gobierno. Cuestionó la dilapidación de los ingentes recursos que ha tenido Venezuela, y buscó explicación en el sistema democrático y en sus conductores. Su solución fue inmediata: "Son los conductores y no el sistema la causa de los fracasos".
Aludió a la necesidad de refundar la República, proyecto político de Chávez, y consideró que el nuevo Presidente puede llevarlo acabo a cabo a través de la convocatoria de la Asamblea Constituyente. Con este instrumento, Dávila afirmó que se firmará "un nuevo pacto social para insertar a Venezuela en el marco de la mundialización. Un compromiso que asume ante el mundo el nuevo gobierno de Venezuela".
Política Nacional:
El Presidente Chávez, asumió la Presidencia de la República de Venezuela, ante un clima de inestabilidad económica, pero especialmente caracterizada por un dramático cambio en los precios del barril petrolero, ocho dólares aproximadamente. Por otro lado, a llegar al poder, denuncia la situación encontrada, y de esta manera realiza un acoso político con el fin de romper la inercia y el vínculo con el pasado, con los …"Cuarenta años de Cúpulas Podridas". Así, frente al protagonismo de los partidos, Chávez se presenta como el gran iniciador del proceso de reforma constitucional. Afortunadamente, y gracias a negociaciones con la OPEP, los precios del crudo han aumentado vertiginosamente, pero el escenario económico, y social no son los más alentadores de todos.
Proceso Constituyente:
A dos días de emitido el Decreto Nº 3, convocando al referendo para la Asamblea Constituyente, se inició un periplo de demandas de nulidad ante la Corte suprema de Justicia.
El 10 de Febrero, Gerardo Blyde presento una demanda porque la resolución violaba el derecho a la participación. Se declaró inadmisible por cuestionar el decreto presidencial y no el acto de revisión del CNE.
El 18 de marzo, la CSJ con base a la demanda de Gerardo Blyde, sentencia la anulación de la segunda pregunta, interpreta el ámbito de la Constituyente para establecer que no será originaria, por lo tanto no podrá disolver ningún poder constituido y ordena al Consejo Nacional Electoral que reformule las bases emitidas por el Presidente.
En efecto, una vez lograda la decisión de la Corte, la oposición siente que ganó una batalla, ya que las bases son modificadas el 24 de marzo por el CNE, en cuanto al número de miembros que conformará la Asamblea, el número y la organización de las circunscripciones y las condiciones de inelegibilidad de los aspirantes.
Finalmente, los resultados referendarios fueron tomados para despotricar de la legitimidad de la Asamblea y de la popularidad, e incluso del propio Presidente. El hecho es que ganó el SI, el cual generó que, prácticamente, al día siguiente se comenzaran a escuchar voceros que se negaron a respaldar la consulta, manifestando deseos o aspiraciones de participar como asambleístas.
Después de ser electos los asambleístas constituyentes, en un transcurso de casi tres meses fue redactada la Nueva Constitución Bolivariana de Venezuela. El 15 de Diciembre, a pesar de la situación de emergencia Nacional que vivió el país, fueron realizadas las elecciones para aprobar la Nueva Carta Magna.
Nueva Carta Magna:
Con la vigencia de la Nueva Constitución Nacional de 1999, el Poder Público se transformó del tradicional esquema de tres poderes, heredado de las ideas de Charles Montesquieu y Juan Jacobo Rousseau, a una estructura de cinco poderes: Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Ciudadano y Electoral.
La Asamblea Nacional Constituyente decretó un Régimen de Transición del Poder Público, para realizar los cambios pertinente de la pasada Constitución Nacional a la aprobada en el referendo del 15 del 15 de Diciembre de 1999. De esta manera, nombró una comisión Legislativa Nacional, integrada por 21 personas, que se encargará de las funciones de la Asamblea Nacional, hasta tanto se elija el nuevo cuerpo legislativo. Asimismo, fueron designado los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, el Fiscal General de la República, el Contralor General de la República y el Defensor del Pueblo.
Poder Legislativo Nacional:
Será ejercido por la Asamblea Nacional, anteriormente llamado Congreso Nacional, conformado por diputados elegidos en cada entidad Federal, según una base poblacional de 1,1% de la población total del país. Además, cada entidad podrá elegir a los representantes a la Asamblea Nacional.
Esta Asamblea estará conformado por una Cámara y a diferencia de la Constitución de 1961, acepta la postulación de los venezolanos por naturalización con quince años de residencia dentro del territorio venezolano.
El artículo 187 enumera las atribuciones de la Asamblea Nacional.
Poder Ejecutivo:
Aunque la nueva constitución introduce la novedad del vicepresidente Ejecutivo, el Presidente de la República continúa ejerciendo la jefatura del Estado y del Ejecutivo Nacional. El Vicepresidente Ejecutivo es colaborador inmediato del Jefe de Estado y de Gobierno y es designado y removido por éste.
El período presidencial fue modificado de 5 años a 6 años, además de la posibilidad de la reelección inmediata y por una sola vez para un nuevo período. El Presidente de la República podrá disolver a la Asamblea Nacional cuando ésta destituya en tres oportunidades en un mismo período al Vicepresidente Ejecutivo. En este caso deberá convocarse a elecciones para una nueva legislatura dentro de los 60 días siguientes a su disolución. La Asamblea Nacional no podrá ser disuelta el último año de su período constitucional. El artículo 236 enumera las atribuciones del Presidente de la República.
Poder Judicial:
El sistema de Justicia está constituido por el Tribunal Suprema de justicia, los demás tribunales que determine la ley, el Ministerio Público, la Defensoría Pública y los órganos de investigación penal.
El Poder Judicial es independiente y el Tribunal Supremo de Justicia gozará de autonomía funcional, financiera y administrativa.
El Tribunal Supremo de Justicia (anterior CSJ) se encarga de la dirección, el gobierno y la administración del Poder Judicial, la inspección y vigilancia de los tribunales y de las defensorías públicas.
Encontramos las atribuciones del Tribunal supremo en el artículo 266.
Poder Ciudadano:
Se ejerce por el poder Moral Republicano integrado por el Defensor del Pueblo, el Fiscal General de la República. Los Órganos que ejercen el Poder Ciudadano son la Defensoría del Pueblo, el Ministerio Público y la Contraloría General de la República. Estos tienen a su cargo, prevenir, investigar y sancionar los hechos que atenten contra la ética pública y la moral administrativa; velar por la buena gestión y la legalidad del uso del patrimonio público, el cumplimiento y la aplicación del principio de la legalidad en toda la actividad administrativa del Estado, e igualmente, promover la educación como proceso creador de la ciudadanía, así como la solidaridad, la libertad, la democracia, responsabilidad social y el trabajo. (artículo 274)
Poder Electoral:
El Poder Electoral lo ejerce el Consejo Nacional Electoral (CNE) como ente rector y, como órganos subordinados al CNE: La Junta Electoral Nacional, La Comisión de Registro Civil y Electoral y la Comisión de Participación política y Financiamiento.
Política Económica:
Para tratar de llegar a una solución más saludable, Chávez ha plateado, el concepto de Humanismo Económico o Tercera Vía, lo cual refleja la franca intención de armonizar la acción del Estado con las iniciativas de la economía de mercado y el papel de la sociedad. La definición del Presidente es la siguiente: "El Estado debe recuperar su capacidad para regular con eficacia el mercado y conseguir la armonía entre las necesidades de la población y el libre juego de la oferta y de la demanda"
Los días han pasado, con nuevos anuncios económicos (aumento salarial del 20%, recorte del 10% del gasto Fiscal, Mayor Control en las Aduanas), cambios de gabinete, aprobaciones de Leyes por parte del Congreso Nacional: Ley Habilitante, la cual incluye:
Reforma de la administración pública: Reducir el tamaño del Estado, central y administración descentralizada; reforma de la Ley de Carrera Administrativa para flexibilizar el manejo de los salarios públicos, lo cual estaría orientando a facilitar el reconocimiento del mérito.
Reforma Financiera: a través de la revisión de los mecanismos de asignación de presupuesto público para actualizarlos tecnológicamente, hacerlos más sistemáticos u ágiles; regular los aportes del Estado a fundaciones privadas y reforma de la Ley de Aduanas.
Reforma Tributaria: derogación del ICSVM e implantación del IVA, reforma de la Ley de Impuesto sobre la Renta y del Código Orgánico Tributario para acentuar los castigos contra evasión.
Área de desarrollo socioeconómico: La creación de un sistema nacional de garantías recíprocas, medidas de salvaguarda comerciales que eviten el dumping, medidas de protección y promoción de inversiones que Chávez tanto mencionó durante sus viajes al exterior, reforma de la Ley de Concesiones para hacerlas más atractivas a la inversión privada.
Gestión Fiscal del Gobierno central en 1999:
En el manejo de la política fiscal durante 1999 fue determinante el comportamiento registrado en los precios de la canasta petrolera, cuyo notable crecimiento observado a partir de abril y su consecuente impacto positivo en los ingresos de origen petrolero permitió una mayor holgura en las cuentas fiscales, revirtiendo así las estimaciones de los primeros meses del año en torno al déficit fiscal de la gestión financiera de 7,4% del PIB para cerrar en 3,1% en diciembre de 1999.
Adicionalmente, en este menor desbalance presupuestario fue determinante la obtención de recursos provenientes de la aplicación del Impuesto al Débito Bancario y de la colocación de títulos públicos en el mercado interno, contabilizados como ingresos extraordinarios, los cuales aportaron aproximadamente ingresos netos por el orden de Bs. 1.451 millardos.
Por su parte la recaudación petrolera mostró un crecimiento de 23% en relación a 1998 para ubicarse en Bs. 3.991 millardos. En cuanto a la recaudación no petrolera registró un aumento de 18,6% para cerrar en Bs. 6.336 millardos, incremento menor a 1998, lo que se explica por la menor base impositiva como resultado de la caída experimentada en el PIB, la cual alcanzó 7,2%.
Producto Interno Bruto y desempleo en 1999:
El comportamiento de la economía durante 1999 continuó con la senda de contracción iniciada a mediados de 1998, a raíz del shock negativo en los precios internacionales del petróleo. En este sentido, la ratificación de los recortes de producción petrolera, acordados por los países miembros de la OPEP en marzo del presente año, han permitido el sostenimiento de altos precios del petróleo con su respectivo efecto positivo sobre el saldo de la balanza de pagos y la disminución del déficit fiscal.
Sin embargo, para Venezuela en materia de crecimiento económico ha significado un costo, materializado en la caída del PIB petrolero, lo cual ejerció un efecto negativo sobre la demanda de insumos de otras actividades económicas. Esto, junto a la incertidumbre asociada al proceso constituyente y la aprobación de la nueva Carta magna, la reducción del gasto público e inversión de la apreciación cambiaria condujo a una contracción en la mayoría de las actividades económicas del país.
Según el BCV, la caída del PIB total para este año se estima en 7,2% significativamente superior a la de 1998 cuando alcanzó 0,1%. Donde el sector petrolero se contrajo en 6,8% contrastando con el crecimiento de 1,7% registrado en 1998, mientras que en el sector no petrolero la caída se profundizó pasando de 1,2 en 1998 a 6,9%. La contracción del aparato productivo se ha visto acompañada por un incremento en la tasa de desempleo y de la informalidad, para ubicarse a finales del tercer trimestre en 15,6%, cifra récord de la historia de Venezuela.
La caída del PIB no petrolero es el resultado de la contracción en las actividades productivas más importantes de la economía. Es así como el PIB Manufactura, Comercio y construcción, que representan conjuntamente casi 27% del PIB total, presentaron caídas por el orden de 10%, 16,5% y 20,4%. Sólo las actividades de electricidad y agua y de las comunicaciones experimentaron crecimientos de 1,2% y 19,3%, respectivamente, representado sólo 5% de la economía.
Inflación de 1999:
La tasa de inflación anual como variación puntual del Índice de Precios al Consumidor del Área Metropolitana de Caracas (IPC) alcanzó una cifra récord no observada desde hace trece, al registrar una variación acumulada de 20,1% lo que representa una disminución de 9,8 puntos porcentuales en relación a 1998 cuando alcanzó 29,9%.
Esto es el resultado más que de un logro de política económica, es el resultado del descenso experimentado en la demanda agregada interna 8,7%, dado el comportamiento observado básicamente en el consumo privado y la inversión pública que registraron caídas de 4,7 y 26,1% respectivamente.
Por su parte, en cuanto a componentes, el mayor ajuste de precios se observó en el componente nacional alcanzando un acumulado de 13,8%, mientras el componente importado mostró una menor velocidad de crecimiento alcanzando 6%.
Política Exterior:
La cancillería venezolana se propuso redimensionar la política exterior de Venezuela , acorde con los cambios políticos, jurídicos y de poder que se suscitan en el país y frente a los que dicta una dinámica mundial globalizada. Para atender a estos desafíos, requieren de una política externa más audaz, que no se ocupe sólo de lineamientos políticos y protocolares, sino que esté adscrita a un esquema más realista, de esta manera le permitiría a Venezuela responder con propiedad a sus intereses políticos y económicos y asirse de un espacio más digno en el actual contexto internacional.
La nueva estrategia diplomática tiene su eje en cuatro áreas básicas que se denominan fachadas: la atlántica, la caribeña, la andina y la amazónica y que tiene sus puntos neurálgicos en Guyana, Brasil, Colombia y el Caribe, vecinos y socios naturales.
En ese contexto y con el fin de ampliar el radio de acción internacional, el presidente Chávez, una vez electo Jefe de Estado y previo a su asunción al poder, abonó el terreno con una avanzada de contactos internacionales que lo llevó hacia Brasil, Argentina, Colombia, México, España, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Cuba, Estados Unidos, República Dominicana y un extenso recorrido por el continente Asiático.
La llamada "Diplomacia Comercial, Económica y financiera", emprendida por la Cancillería, responde a la política de un estado promotor de inversiones y de importaciones, dispuesto a concretar acuerdos de cooperación internacional, enmarcados en la idea de que los asuntos económicos están sólidamente unidos al trabajo diplomático.
En el marco de la apertura económica y comercial, la Cancillería recoge las opiniones y proyectos de desarrollo e inversión de todos aquellos que invierten para incentivar el aparato productivo nacional, de manera de ir configurando un banco de datos. La información recopilada se envía a las misiones de Venezuela en el exterior, encargadas de buscar interlocutores y a las representaciones diplomáticas acreditadas ante el Gobierno Nacional.
En cuanto a la Integración Regional, se propone que se agilicen los procesos de integración en Latinoamérica y el Caribe, con miras a la constitución de un solo bloque regional que consolide la Unión Latinoamericana. Demostración de esto, fue la reunión del Grupo de los 15, siendo el Presidente Chávez el único jefe de Estado latinoamericano que fue a la cita. Chávez abogó por una mayor integración regional y sostuvo que los países en desarrollo deben trabajar para salir de las crisis que afrontan.
Por otro lado, la unidad con el Mercosur es una de las prioridades venezolanas en materia de integración regional. La intención es integrarse al Mercosur con la Comunidad Andina.
Entre los acuerdos pendientes encontramos:
- Proyecto de Convenio entre Venezuela y Colombia relativos a la detención, recuperación y devolución de vehículos.
- Proyecto de Acuerdo sobre Asuntos Marítimos entre Venezuela y Sudáfrica.
- Proyecto de Convenio Educativo entre Venezuela y Argentina.
- Proyecto entre los miembros de la Asociación de Estados del Caribe para la Cooperación Regional en materia de Desastres naturales.
En el inicio del proceso constituyente que se estaba desarrollando en el país, la más contundente acción opositora, en materia de política exterior, la encabezó el partido Acción Democrática, al enviar una carta al Secretario General del la OEA, César Gaviria, a principios de abril, advirtiéndole de supuestas amenazas a los poderes constituidos en Venezuela. El secretario de asuntos exteriores de AD, Timoteo Zambrano, recordó en esa misiva que dentro de las normativas de la OEA existe la resolución 1.080, que al igual que el Protocolo de Washington, obliga a activar mecanismos diplomáticos por la mera inestabilidad del sistema democrático o amenaza sobre algún poder constituido, mediante la intervención del secretario general del organismo. El Presidente de la República contestó días después que le daba "pena ajena" esa carta y que los adecos "andan en un lloriqueo".
La Nueva Constitución fue aprobada en diciembre de 1999, luego de casi tres meses de discusiones dentro de la Asamblea Nacional, a partir del cual las relaciones internacionales de la República Bolivariana de Venezuela responden a los fines del Estado en función del ejercicio de la soberanía y de los intereses del pueblo. Asimismo la República promoverá y favorecerá la integración latinoamericana y caribeña, en aras de avanzar hacia la creación de una comunidad de naciones, defendiendo los intereses económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales de la región.
Por otro lado, las políticas de integración y unión con Latinoamérica y el Caribe, Venezuela dará privilegio a las relaciones con Iberoamérica, procurando que sea una política común de toda nuestra América Latina.
VENEZUELA EN LA DÉCADA DEL RESURGIMIENTO
El fin de la Guerra Fría generó en los países andinos, y América Latina en general, la aguda preocupación por revertir su creciente marginación del sistema internacional. La adopción de políticas de libre mercado, la apertura comercial, la reducción de la intervención estatal y la integración económica fueron los medios para incrementar la eficiencia a fin de revitalizar el comercio, la producción y la inversión y superar el atraso tecnológico.
En la década de los noventa el Grupo Andino comienza con grandes transformaciones que reactivarán el proceso que integración. En efecto, los Jefes de Estado reunidos en el Consejo Presidencial en la Paz, Bolivia, en noviembre de 1990, adoptaron el Acta de la Paz en las que deciden tomar las riendas del proceso para impulsar los cambios necesarios que reactiven la integración andina. Este proceso de consolidación se va perfeccionando progresivamente bajo la conducción de los jefes de Estado como fue el caso de las reuniones del Consejo Presidencial andino efectuadas en Caracas en mayo de 1991 y en Cartagena, Colombia en diciembre de 1991; Las Actas de Caracas y Barahona complementan el conjunto de reformas que permiten la consolidación de la zona de libre comercio andina y establecen las bases para la formulación del arancel externo común y con él la unión aduanera andina.
Con la eliminación de los obstáculos y las restricciones en el comercio se despejó el camino para la integración económica, lo que permitió que los primeros años de la década de los noventa fueran de construcción, crecimiento y expansión. En esta etapa empieza a desarrollarse de manera incipiente un proceso de concientización de las potencialidades de la integración y se van creando bases para la confrontación de un lenguaje cooperativo donde las partes van asumiendo a la integración como una opción racional y beneficiosa.
En febrero de 1989, el Gobierno de Venezuela puso en marcha un programa de ajustes con el fin de corregir desequilibrios macroeconómicos, el cual incluyó una importante reforma del régimen de importaciones, mediante la eliminación de las medidas no arancelarias y el establecimiento de un arancel de aduanas con un tope máximo de 20%
Después de asumir el poder por segunda vez en febrero de 1989, Carlos Andrés Pérez cambió, por otro lado, al poco tiempo la estrategia de desarrollo hacia adentro por un modelo de orientación hacia fuera en el que las exportaciones no tradicionales, la empresa privada y las fuerzas del mercado de bienes intermedios y de capital, las exportaciones y un papel menor del Estado y de la inversión pública. Sin embargo, la inestabilidad política desde 1992 impidió que se aplicaran las medidas. El nuevo Gobierno de Rafael Caldera, impuso restricciones cambiarias y otras medidas contra el libre mercado y ha tratado de aplicar, sin éxito, nueve programas económicos.
Las exportaciones de Venezuela al Grupo Andino crecieron en todos los años de esta fase excepto en 1991, en que disminuyeron en 3%. Estos resultados determinan un apoyo al programa de liberación, que se reforzó por la apertura de su mercado a partir de 1989.
A mediados de 1989 el gobierno venezolano anunció la liberación de sus importaciones. La estructura tarifaria en 1992, cuando ocurrieron los cambios, tenía cuatro tasas (5, 10, 15 y 20%) y todas las restricciones no arancelarias se habían eliminado. El sector de automotores, por acuerdo con Colombia y Ecuador, tuvo un arancel máximo de 35%. El promedio arancelario se redujo de 31% en 1988 a menos de 12% en 1992. Los objetivos de la reforma arancelaria venezolana eran muy similares a la propuesta de la Junta sobre el Arancel Externo Común (AEC): cuatro tasas básicas, tratamiento especial a los automotores y ciertas excepciones. El apoyo de Venezuela al AEC estaba garantizado.
Julio Chan Sánchez, en su artículo de la revista Nueva Sociedad, "Aspectos Políticos de la Integración del Grupo Andino, 1989-1996", plantea que los países del Grupo Andino no querían desmantelar sus sistemas de promoción de exportaciones, como lo había hecho Perú, ni tampoco uniformar sus políticas económicas. En definitiva, los países andinos decidieron abandonar la armonización de políticas a partir de 1992 y, por tanto, renunciar a un área de libre comercio, debido a que la interdependencia andina, mediada por la magnitud del comercio, apenas superaba 10% de las exportaciones totales.
Algunos Catedráticos de Integración, como es el caso del Decano de la Facultad de Economía de la Universidad Javeriana de Colombia, Luis García, dijo que la Comunidad Andina es un completo fracaso. Desde que se fundó en los años 60, nunca ha podido cumplir con sus compromisos.
Plantea además, que toda iniciativa de integración es en sí misma un proyecto político, y la CAN en sus 30 años no ha logrado articular un proyecto político.
Por otro lado, considera que la Comunidad Andina ha trancado los flujos comerciales con negociaciones "milimétricas" entre los países miembros, que al final no han llevado a nada. Esto tiene una razón, y es que en momentos de globalización es mucho más difícil echar adelante un esquema de integración, porque los aranceles son muy bajos, la competencia internacional es muy grande y la discriminación de terceros a favor se sus vecinos andinos, no constituye un buen negocio.
Desde su perspectiva, considera que Venezuela y Colombia miran hacia el norte y Centro América; tiene negocios muy importantes, pero no son de la CAN, sino porque son vecinos y tienen muchas cosas en común. Venezuela y Colombia tiene más interés de integrarse hacia el Norte, con Centroamérica y México.
La Comunidad Andina está unida más que todo por el sueño de Simón Bolívar, y muy poco por una reales condiciones económicas que sean para los países un buen negocio aliarse frente a otros bloques. Pese a que es un sueño el ideal Bolivariano, hoy en día se ha convertido en una situación de rebeldía la actitud venezolana para con el proceso de Integración Andino.
En 1996 en Tribunal Andino de Justicia inició una serie de procesos jurídicos por incumplimiento de normas andinas que antes hubiesen parecido innecesarios, pero es que la integración económica también trae consigo diferencias que parten de lo esencial: la manera de implementar las nuevas normas y los cambios en cada país.
Hasta cierto punto es lógico que cada país pretenda implementar las normas andinas en la medida de sus realidades, y es que cada uno de los integrantes del bloque tiene sus particularidades. Para nadie es un secreto que los niveles inflacionarios de Venezuela y Ecuador están bastante por encima de los países del resto de la región, ni que las exportaciones bolivianas no llegan a representar 3% del total andino exportado hacia el mundo. Tales diferencias, ponen de manifiesto que con el año que acabó también culminó la década dorada de la CAN.
Todos estos factores se relacionan íntimamente en momentos cuando los países andinos están más concentrados en salir de sus crisis económicas internas que alcanzar una integración más efectiva.
El viraje que ha tenido la política venezolana en el marco de la integración andina pone en estado de alarma al resto de los países de la CAN. Recién instalado el Gobierno de Chávez se estrenó ante los socios andinos amenazando con retirarse de la CAN si no se adelantaban los acuerdos de integración con el MERCOSUR. Este ha sido el inicio de las divergencias.
A lo largo del año pasado, Venezuela se destacó en el bloque andino por ser un gran infractor de las normas del Acuerdo de Cartagena, documento que funge como base jurídica de la integración. El Tribunal Andino de Justicia, en algunos casos demandas y en otros, sancionó a nuestro país por incumplimiento de la normativa andina vigente.
El caso más sonado fue el de la aplicación del trasbordo de mercancías en la frontera colombo-venezolana, situación que logró resquebrajar las relaciones comerciales entre ambos países, cuyo comercio los ha colocado como el motor de la integración andina.
El aumento del 5% del arancel a los principales rubros venezolanos de exportación, fue una sanción acordada por el Tribunal Andino de Justicia debido a las restricciones impuestas por Venezuela a las importaciones de ajos procedentes de Perú desde 1995.
Otra sanción que ha recibido nuestro país fue por las restricciones a las importaciones de cebollas procedentes de Perú, las importaciones a las restricciones de café tostado procedente de Colombia, y la no aplicación de la valoración aduanera contemplada en las decisiones 378 y 379 del Acuerdo de Cartagena.
Para el Presidente del Foro de Integración y Comercio Internacional, Jorge Castro, Venezuela ha sido el país que más se ha beneficiado con la integración andina, pero también, es el que más trabas ha colocado en los últimos meses al proceso. Por su parte, considera que si nuestro país insiste en mantener el tipo de políticas comerciales que ha desarrollado en los últimos meses, acabará por destruir un proceso de integración que está próximo a cumplir 31 años.
Por otro lado, se debe tomar en cuenta la recesión económica que ha afectado a todos los países miembros de la CAN, lo que ha traído como consecuencia que cada socio andino concentre sus esfuerzos en salir de sus crisis internas.
Otro signo nada alentador que dejó la CAN en 1999 fue un comercio binacional entre Colombia y Venezuela que registró una caída de 34,6%. Estos dos países considerados como el motor de la integración andina, razón por la cual resultan un espejo del decrecimiento en las relaciones comerciales del bloque.
Juan González Velasco, Presidente de la Cámara de Integración Económica Colombo-Venezolana, cree que la única manera de lograr que las negociaciones andinas no se enfríen es con crecimiento económico. Venezuela ha sido el único país que no ha desarrollado políticas de expansión económicas que incluyen tasas de interés competitivas y sinceración en el tipo de cambio.
Por otro lado considera que, nuestro país debe desarrollar una política de expansión para que cese la presión de sectores económicos sobre el Gobierno, quienes solicitan la aplicación de más medidas proteccionistas. Asimismo, si no se implementan medidas de este tipo, se podrá apreciar en un futuro un proceso de desintegración de la CAN.
Ya ha transcurrido el primer mes del año 2000, y Venezuela no ha dejado de llamar la atención para los miembros de la Comunidad Andina.
Después de haber pasado por un proceso Constituyente, y aprobada la Nueva Carta Magna, Venezuela vive actualmente un proceso de preparación para relegitimar a cada una de las autoridades. Es por ello, que la Asamblea Nacional Constituyente disolvió el Congreso, con el fin de que los venezolanos voten por las connacionales que ejercerán la representación del país ante el Parlandino.
La Asamblea Nacional Constituyente aprobó un decreto que ordena el cese de funciones de los representantes venezolanos en el Parlamento Andino.
La Directiva del Parlamento Latinoamericano, plantea que con esa medida violatoria de tratados, estatutos y convenios Internacionales, Venezuela quedaría aislada, fuera del contexto de naciones, provocando una imagen totalmente opuesta a la pregonado por el Presidente Chávez, quien considera el tema de la integración de países como área prioritaria dentro de sus proyectos políticos.
Según el Parlatino, la ANC viola el ordenamiento jurídico, los estatutos internos y el tratado de institucionalización del organismo internacional.
Dentro de la situación, la CAN fue clara al recordarle a los países "hermanos" que deben respetar las decisiones soberanas y legítimas que se adopten en Venezuela. Pero el Presidente de la República, le restó importancia al impasse con la CAN, y además se mostró convencido de que el mundo entenderá el proceso venezolano, y que además, este problema no va a entorpecer el proceso de integración latinoamericana, la cual, a su juicio, está en revisión , porque no se puede luchar por los modelos de integración latinoamericana, del siglo XX que fracasaron.
Sin duda alguna, durante este año nuestro país continuará acaparando la atención de propios y ajenos, cuando se apliquen las sanciones. No obstante, cada día se asoman nuevas razones para creer que éstas no serán las únicas rebeldías de Venezuela.
"Mis últimos votos son para la felicidad de la Patria.
Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos,
y se consolide la Unión.
Yo bajaré tranquilo al sepulcro "
Simón Bolívar, 17/XII/1830
Simón Bolívar moría el 17 de diciembre de 1830. Sus últimas esperanzas se concentraban en impedir la desintegración latinoamericana promovida por determinados intereses partidistas. Su muerte no bastó en ese momento para que se consolidase la unión. Habría que esperar hasta las vísperas del siglo XXI para que las antiguas naciones hermanas vieran las ventajas de la unión.
En definitiva, la Comunidad Andina no puede desvincularse de los procesos nacionales. Más aún en cierta medida están íntimamente ligados; no es posible esperar una proyección exterior sino se ha consolidado una unificación interna. Las dificultades de cada país andino van más allá de lo institucional para armonizar posiciones en ese ámbito, y peor aún ni siquiera han asegurado algunos aspectos a nivel nacional. Por consiguiente si no se tiene resuelto el problema interno, querer establecer políticas comunes es excesivamente ambicioso. Cómo se puede estar pensando en ello, si no somos capaces de respetar el Arancel Externo Común, por ejemplo.
En la actualidad todo parece indicar que se está trabajando sobre la búsqueda de convergencias para establecer un mercado común. La pregunta es cómo lograr una libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas, cuando aun existen obstáculo en temas como la Zona de Libre Comercio, la Unión Aduanera y las armonizaciones macroeconómicas. Antes de dar cada paso es necesario tener certeza sobre el suelo que se está pisando.
En términos generales la integración andina presenta, 30 años después, un mercado ampliado con un indiscutible crecimiento de las relaciones comerciales intra-andinas. Sin embargo estas relaciones son en un 80% de productos manufacturados, los mismos que tienen dificultades para penetrar en mercados de mayor competitividad. Habría que evitar que el mercado ampliado se convierta en una especie de ‘acampadero’, ya que nuestros productos necesitan adaptarse a los tiempos de la globalización.
En cuanto a las innovaciones, la institucionalidad, si bien aumenta el peso burocrático, asegura una cierta estabilidad en tiempos de crisis, la política exterior común se presenta como un mecanismo prematuro, y el esfuerzo social ha sido mal dirigido. La integración andina tiene defectos. No se trata de negar un esfuerzo que hoy en día es irreversible, sino más bien de mejorar los parámetros en la medida de lo posible. Si se quiere consolidar el proceso, es necesario crear mecanismos que estimulen reales intereses internos en el proceso de integración.
Aquí juega un papel fundamental todo lo que está dirigido hacia la concientización, el fomento, la educación y la divulgación de la integración hacia el eje de la sociedad: el individuo. No se puede seguir pensando en una integración exclusivamente económica ya que poco a poco surgen limitaciones que hacen cada vez más evidente la necesidad de afianzar aspectos como el político, y sobre todo, el social.
Es importante acotar que nuestra nueva Constitución, en el Título IV, Del Poder Público, Capítulo I, Sección Quinta: de las Relaciones Internacionales; el art. 153 expresa que "La República promoverá y favorecerá la integración latinoamericana (…), en aras de avanzar hacia la creación de una comunidad de naciones (…)." Esto crea una gran contradicción, porque en este último año, el presidente de la Nación, prácticamente se ha encargado de deslegitimar el proceso de Integración de la Comunidad Andina; mientras que los pasados presidentes salvo Jaime Lusinchi y Ramón J. Velásquez, en medio de todos los problemas internos han tratado de promover el Acuerdo. Las excepciones de los presidentes nombrados se debe a que durante esos períodos de gobierno, los problemas internos tenían mayor preponderancia, lo que ocasionó que la Política Exterior fuera llevada de manera coyuntural.
Concluyendo, creemos que para que la Comunidad Andina de Naciones pueda consolidarse como un espacio de integración, los gobiernos nacionales deben tomar más en cuenta aspectos políticos; por otra parte Venezuela, es el país que debería llevar la batuta del proceso, ya que es el que tiene más potencialidades, más ventajas comparativas que los otros 4 países; eso es algo que no se puede desperdiciar así no más. Nuestros gobernantes deben poner más atención en ese proceso, en vez de estar soñando con asuntos irrealizables, como una unión con el Mercosur; y tratar de rescatar lo rescatable del proceso, para así comenzar a tener un mejor papel en nuestra área de influencia a nivel latinoamericano.
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La OPEP es la organización fundamental que agrupa a los países exportadores de petróleo. El interés nacional, por consiguiente, reclama una activa gestión, al máximo nivel, destinada fundamentalmente a fortalecer nuestras relaciones bilaterales con los otros países miembros de la organización, porque se refleja en el principio de concertación de posiciones en los organismos internacionales, y por lo tanto dentro de la OPEP.
MRE, Libro Amarillo, 1979, s/n. Ver: IX. El nuevo orden internacional. El viaje del Presidente Herrera a los países árabes de la OPEP.
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Ver: capítulo 4.
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Discurso de Toma de Posesión de la Presidencia de la República por parte de Carlos Andrés Pérez, Caracas 2/2/1989.
Alocución del Presidente de la República el día 16/2/1989, dando a conocer las medidas económicas a implantar por su gobierno.
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Autor:
Oswaldo Ramírez Colina
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