Segundo, la anandamida puede que esté involucrada en la selección embrionaria.
En el ratón, aproximadamente un 15% de los embriones nuca se implantan, mientras que en los seres humanos, cerca del 60 por ciento, o nunca se implantan, o no sobreviven la implantación.
Quizás, esos embriones son defectivos, y niveles altos de anandamida en la pared uterina puede prevenir su implante o su supervivencia después del implante.
Finalmente, la anandamida puede prevenir que un segundo blastocito se arraigue en la vecindad del que ya está implantado.
Después de que el primero se implanta, los niveles de la anandamida en los tejidos circundantes aumentan de nuevo, lo que previene que otros blastocitos se radiquen en el mismo lugar.
Corolarios de estos hallazgos
Entendiendo el mecanismo de cómo la anandamida actúa en el tracto reproductivo femenino, puede explicar la etiología de algunos casos de infertilidad femenina — si es que la existencia de este canabinoide se logra demostrar en el útero de la mujer.
Puede que, en las mujeres infértiles, niveles en exceso de la anandamida interfieren con la implantación de embriones en estado de desarrollo.
La importancia de estas investigaciones es que pueden resultar en el desarrollo de nuevos agentes contraceptivos que sean capaces de inhibir la implantación embriónica, del mismo modo que esta sustancia lo hace en las ratonas.
Igualmente puede ser de ayuda en la síntesis de nuevos agentes de fertilidad que actúen de manera opuesta a la de la anandamida.
El propósito de esta lección es la de ilustrar la importancia de la anandamida, y la de familiarizar nuestros lectores con su conocimiento.
La anandamida la molécula del éxtasis
Molécula neurotransmisora de descubrimiento reciente, la anandamida, nos provee el espectáculo infrecuente de poder observar los procesos íntimos que condicionan el comportamiento humano al nivel molecular
La palabra, anandamida, proviene del idioma sánscrito ananda que es el término que define "felicidad" o "éxtasis".
Los receptores nerviosos, y el receptor de la "felicidad" en particular
Las células nerviosas se comunican por medio de descargas de moléculas "llaves" que son interceptadas por otras células nerviosas a medida que éstas progresan.
Existen varias categorías de moléculas llaves, cada una con su forma especial y distintiva.
Las membranas de las células nerviosas están repletas de receptores, que funcionan como cerrojos que acomodan la llave.
Cuando la llave se ajusta al receptor en la superficie de la neurona, la membrana se altera.
Por ejemplo. Cuando una molécula específica se adapta a un receptor en la superficie celular, la "puerta" de la membrana se abre para que — por ejemplo — iones de sodio inunden la célula. Esta acción ecualiza las cargas eléctricas dentro y fuera de la membrana, impidiéndole que haga más descargas eléctricas.
Las llaves, cuando sus funciones cesan, deben de ser removidas, o las células nerviosas serán incapaces de descargar de manera permanente.
Chocolate
Después de un período de tiempo, ciertas enzimas se producen que, por destrucción o degradación, remueven las llaves, permitiendo que la actividad celular se reanude.
El significado de las "llaves"
Drogas o sustancias químicas que ejercen efectos en el sistema nervioso central tienen sus efectos porque imitan los de las llaves moleculares naturales. Por ejemplo, la morfina es un analgésico poderoso puesto que se ajusta a la cerradura de un receptor opiato presente en las células nerviosas.
Los científicos razonaron que, como la morfina misma no está presente naturalmente en el cuerpo, que debe de existir una molécula llave con una configuración muy similar a ésta para lograr activar el receptor específico.
La llave natural, se descubrió, que sería un grupo de moléculas llamadas endorfinas.
Aunque la morfina no es nada más que una forma falseada de las endorfinas, ésta es mucho más poderosa que las últimas y, por tanto, más adictiva, porque las enzimas que remueven las endorfinas de los receptores no logran hacer lo mismo con la morfina.
Más adelante, otras formas adulteradas de estas sustancias se aislaron, con propiedades menos adictivas. Por ejemplo, la codeína y la meperidina o demerol.
Los científicos comenzaron a tratar de localizar los sitios específicos para explicar la acción de algunas toxinas y otras drogas, que actúan de similar manera.
En el año 1988, receptores específicos para el THC (tetrahidrocanabinol), el ingrediente activo de la marihuana se localizó.
El THC no se encuentra naturalmente en el cuerpo. La existencia de un receptor específico del "éxtasis" para el THC implicaba que éste era una falsificación de una llave natural, hasta entonces desconocida.
La llave fue aislada por un científico israelita de nombre Raphael Mechoulam en el 1992: arachidonyl ethanolamide, luego llamada "anandamida":
La cola, muy alongada, de carbohidrato, de la anandamida la hace una molécula liposoluble que acelera su pasaje a través de la cortina rica en hidratos de carbono que aísla el cerebro de la circulación de la sangre.
Como molécula, la anandamida se parece a la del THC, pero es mucho más frágil, siendo eliminada del cuerpo muy rápidamente, por lo que no mantiene un efecto sostenido, en su forma natural, o, cuando se ingiere.
La anandamida en el encéfalo
La anandamida se sintetiza enzimáticamente en áreas del cerebro que son importantes para la formación de memorias y para regular procesos superiores del pensamiento, específicamente, en áreas del control de los movimientos.
Pero, hasta ahora, parece ser que la mayor función de la anandamida cerebral, es la producción de placer.
Las conexiones entre las células nerviosas se asocian con las experiencias del aprendizaje y con la de fijar las memorias. Las neuronas, pueden, entonces, crear nuevas conexiones y descartar las viejas. El uso reiterado de una conexión la hace más fuerte, la infrecuencia de su uso, la elimina.
La evidencia bioquímica es consistente con la creencia de que la anandamida juega un rol importante en la función de crear y de eliminar conexiones neurales de corta duración.
Asimismo estudios en animales sugieren que la anandamida induce pérdidas de memoria, como asimismo lo hace el uso de la marihuana.
Por esta razón, se cree que sustancias que impiden la ligadura de la anandamida a sus receptores pueden ser útiles en el tratamiento de la amnesia.
El Departamento de Agricultura norteamericano está actualmente investigando el uso de esta molécula como un sedante para animales.
Aparentemente, cerdos tratados con la anandamida son menos activos y dormitan más. Igualmente la temperatura del cuerpo les disminuye y la respiración se torna más lenta — indicadores consistentes de un estado de serenidad
La anandamida y el chocolate
Tres elementos que se parecen mucho a la anandamida fueron aislados en el chocolate oscuro por Daniele Piomelli y sus colaboradores del Instituto de las Neurociencias en San Diego, CA en el 1966.
Los científicos asimismo encontraron otros compuestos llamados N–acylethanolamines que bloquean la degradación de la anandamida.
Piomelli especula, que gran parte del placer que muchos derivan del consumo del chocolate proviene de la anandamida y de las moléculas que bloquean su eliminación.
La sensación de euforia es mucho menor en el chocolate que en la marihuana.
El artículo que Piomelli publicara se usó por muchos grupos para promover la legalización de la marihuana.
La madre y la anandamida
Como sucede con nuestra afición al azúcar, la de la anandamida tiene su origen en la relación química entre el feto y su madre, como ya hemos visto.
Fuera del cerebro, la anandamida actúa como un mensajero químico entre el embrión y el útero durante la implantación del mismo en la pared endometrial.
Como tal, esta actividad, es una de las primeras comunicaciones que tendrán lugar entre la madre y el embrión.
Perece ser que esta función en el útero puede que module las memorias de un parto doloroso, ya que, todo siendo igual, el útero acapara la mayor parte de la anandamida existente en el cuerpo.
Si THC puede cerrar los receptores de anandamida, existe la posibilidad perturbadora de que asimismo puede bloquear las señales entre el útero y el embrión.
Por esa razón poderosa, las mujeres embarazadas no deben fumar y, ¡y mucho menos, fumar marihuana!
Los experimentos animales, documentan esta posibilidad, y el resultado ha sido el nacimiento de descendientes con un número de anormalidades congénitas.
Se puede asumir que el uso de la marihuana afecta adversamente el embarazo temprano de la mujer.
Fuentes naturales de anandamida
Las fuentes naturales de anandamida, actualmente conocidas, se encuentran en el cacao, en especial en la cocoa (cacao fermentado ), en el chocolate de confitería, en los erizos de mar, y en diversas preparaciones de huevas desecadas de peces
Huevos de pescados
Síntesis endógena
El cuerpo humano produce anandamida a partir de la N-arachidonoyl phosphatylethanolamina la cual, por su parte, se produce por la síntesis del ácido araquidónico a partir del fosfolípido phosphatydilcolina (PC) el cual es una amina libre del phosphatylethannolamina (PE).
La anandamida endógena se mantiene en altos, pero breves, niveles, debido a la acción de la enzima FAAH (sigla en inglés de : Fatty acid amide hydrolose), la cual disminuye los niveles de ácido araquidónico y de la etanolamina (o aminoetanol).
En resumen
En esta lección la importancia del entendimiento de los endocanabinoides se ilustra, como asimismo se enfatiza su rol en las posibilidades adictivas de esa comida controvertida: El chocolate.
Los grupos de presión (lobby) norteamericanos en un esfuerzo a servir a sus patrones, los productores de chocolate, soslayan el significado de la ingestión de sus confecciones saturadas de azúcar y de una sustancia que puede interferir con el desarrollo normal del producto de la concepción durante el embarazo.
En su lugar, afirman de las propiedades anti cáncer de este comestible — que los aztecas consumieran sin azúcar — por su alto contenido en el derivado del vino, revestrarol, el cual asimismo se cree que asiste en la prevención de trastornos cardiovasculares.
Come chocolate y, en lugar de engordar, prevendrás un ataque coronario.
C"est la vie…
Fin de la lección
Bibliografía
Larocca, F. E. F: (2007) Chocolate and Marijuana: Divine Gifts
Larocca, F: (2009) El cerebro hedonista, el cerebro adicto en monografías.com
Larocca, F: (2008) La psicología del comer y el beber en monografías.com
Coe, Sophie D., and Michael D. Coe. The True History of Chocolate. New York: Thames and Hudson, 1996.
Dand, Robin. The International Cocoa Trade. 2nd edition. Cambridge, U.K.: Woodhead Publishing, 1999.
Dillinger, Teresa L., Patricia Barriga, Sylvia Escárcega, Martha Jimenez, Diana Salazar Lowe, and Louis E. Grivetti. "Food of the Gods: Cure for Humanity? A Cultural History of the Medicinal and Ritual Use of Chocolate." Journal of Nutrition 130 (2000): 2057S–2072S
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca
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