Descargar

El discípulo, amante de la palabra. Desconocer las escrituras es desconocer a Cristo


  1. A modo de introducción
  2. Las Escrituras en la vida del cristiano
  3. Sagrada Escritura y Conocimiento de Cristo
  4. A modo de conclusión
  5. Bibliografía

"DESCONOCER LAS ESCRITURAS ES DESCONOCER A CRISTO"

SAN JUAN CRISÓSTOMO

LITERATURA JUANEA

A modo de introducción

El discípulo de Dios, "asume la palabra divina como la fuente de toda sabiduría, pero el ideal no es, por tanto adherirse a un maestro humano, sino ser discípulo de Dios mismo. La sabiduría divina personificada, llama así a los hombres a escucharla y a seguir sus lecciones (Prov. 1, 20; 8,4-32)"[1], en efecto, el discípulo es alguien que fija su mirada en su maestro para aprender de su doctrina y de su estilo de vida Decía, "pues, Jesús dijo a los judíos que habían creído en él Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres"[2].

En efecto el discípulo ha de formarse cada día que vive con el y como el Maestro de maestros, para alcanzar La meta sagrada como lo dice el Apóstol Pablo: "sed imitadores de mí, así como yo de Cristo"[3], siendo de esta manera su formación como discípulo dirá como san Juan Crisóstomo "Él me ha garantizado su protección, no es en mis fuerzas que me apoyo. Tengo en mis manos su palabra escrita. Éste es mi báculo, ésta es mi seguridad, este es mi puerto tranquilo. Aunque se turbe el mundo entero, yo leo esta palabra escrita que llevo conmigo, porque ella es mi muro y mi defensa"[4]

En efecto, si desconocemos la fuente principal, donde se emana el verdadero conocimiento de Cristo, que son las Sagradas Escrituras, ¿cómo serán capaz de reconocer el rostro Cristo? El mismo Jesús nos invita a acercarnos a su palabra "Vosotros investigáis las escrituras, ya que creéis tener en ellas vida eterna; ellas son las que dan testimonio de mí; y vosotros no queréis venir a mí para tener vida"[5]. Por tanto no lograremos tener un encuentro con Dios, que afecte a toda nuestra persona, cuando experimentamos su presencia, pues ciertamente soy ajeno a su mensaje porque no le he conocido, mediante su palabra reveladora, donde el mismo vela y desvela al hombre, para que este pueda contemplar su Misterio de salvación en la revelación apreciada desde la creación y su Palabra (Logos).

Pero no solo quieren escuchar su mensaje sino también verle, como lo afirma "Estos se dirigieron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le rogaron: Señor, queremos ver a Jesús."[6], para conocerle y seguirle, porque la necesidad es ante todo vital, es en efecto una dinámica que experimenta todo aquel que ama: el deseo nunca satisfecho de conocer mas a la persona amada, en consecuencia el discípulo no se satisface con pequeñas informaciones porque en cuanto más conoce, más ama y cuanto mas ama, desea conocerle con mayor adhesión, no solo a su mensaje sino a su persona, pero para amarle ha de conocerle, y para conocerle debe buscar y esto lo ha de hacer con diligencia "por este motivo ahora les ordena que excaven con diligencia para que puedan encontrar lo que esta profundo, pues su sentido no esta expresado de manera superficial, ni expuesto de manera literal, sino que, como un tesoro, esta a gran profundidad. El que busca lo que esta en lo hondo, si no lo busca con diligencia y esfuerzo no podrá encontrar jamás lo que busca"[7]

Dios toma la iniciativa de revelarse al hombre y darse a conocer mediante sus obras, pero Dios mismo le da al hombre la capacidad de responder, pues san pablo afirma que el se esfuerza por seguir y alcanzar a Jesucristo, siendo San Pablo alcanzado Por Jesús; por esto el evangelista narra: "al encontrarle, le dicen: Todos te buscan"[8]. El Discípulo, pues ya habiéndolo encontrado, lo acepta desde su palabra, para obtener su sabiduría y huir de la maldad "El Espíritu Santo de la sabiduría rehuirá el engaño y se apartara de los pensamientos de los insensatos"[9]. En efecto el hombre tiene un encuentro personal con Dios, y dirigido por su Espíritu, se adhiere a el y se hace su discípulo.

Mediante este articulo se introduce a un método de lectura a través de las escritura, para conocer a Jesús de Nazaret, para dar razón profunda del supremo valor de las Sagradas Escrituras, que radica ,en que han sido inspiradas por Dios; por ello, preparan al hombre para toda obra buena. Este es el fruto maduro de la acción de la palabra divina en el alma; la perfección interior. Sólo así se posee la suficiente disposición para toda obra provechosa. En consecuencia es importante acercarse a las escrituras, pues son las fuentes de la vida del cristiano, para tener un verdadero conocimiento de Cristo, y así contemplarle desde la oración.

Las Escrituras en la vida del cristiano

El cristiano ha de buscar en las Santas Escrituras la verdad, no la elocuencia, pues el mismo Jesús Le dice "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí"[10]. Por tanto, toda la Escritura santa, se debe leer con el espíritu que se hizo. Sacando el mayor provecho, para que, uniéndose a ella pueda reflejar el mensaje de Cristo en su vida, y asi se hace la Escritura palabra viva. De tal forma se leen los libros sencillos y devotos como los sublimes y profundos. No te mueva la autoridad del que escribe si es de pequeña o grande ciencia; mas convídate a leer el amor de la pura verdad. No mires quién lo ha dicho, mas atiende qué tal es lo que se dijo. Los hombres pasan; mas la verdad del Señor permanece para siempre.

De diversas maneras nos habla Dios sin acepción de personas. Nuestra curiosidad nos impide muchas veces el provecho que se saca en leer las escrituras, cuando queremos entender y escudriñar lo que llanamente se debía pasar. "Si quieres aprovechar, lee con humildad fiel y sencillamente, y nunca desees nombre de letrado. Pregunta de buena voluntad y oye callado las palabras de los Santos; y no te desagraden las sentencias de los viejos, porque no las dice sin causa"[11]. De tal manera que el cristiano, teniendo una actitud de Discípulo "el que se pone voluntariamente bajo la dirección de un maestro y comparte sus ideas"[12] deja que la palabra de Dios, le cautive y le deleite con la finalidad de obtener de ella el fundamento de su vida.

El deber ser del orante

El Deber ser del orante, es una total Adhesión personal a Cristo, no de manera intelectual, sino, como el mismo Jesús dice, "ven y sígueme"[13]. Ese seguir a Jesús, es romper con el pasado, con una ruptura total si se trata de discípulos privilegiados, seguir a Jesús es calcar, la propia conducta en la suya, escuchar sus lecciones y conformar la propia vida con el salvador como lo afirma el evangelio "Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame"[14], ciertamente para Jesús cumplir con su misión se negó totalmente a si mismo para cumplir la voluntad del padre.

El discípulo es un contemplativo que no solo transmite conceptos y doctrina, sino su experiencia personal de Jesucristo. El misionero vive profundamente la comunión con Jesús "los discípulos de Jesús confesamos nuestra fe con las palabras de Pedro: «Tus Palabras dan vida eterna» (Jn. 6,68)"[15]. Sabe encontrar en el medio de la acción momento de desierto donde se encuentra con Jesús y se deja llenar por la vida del Espíritu, desde donde el discípulo misiona. En este sentido, el discípulo es un instrumento dócil a la vida del Espíritu, se deja inundar por la gracia del que nos habita interiormente, se deja guiar por Jesús, se deja moldear por el Espíritu, como el alfarero va moldeando la vasija de barro. En efecto no puede entregarse totalmente al Evangelio si no le mueve y fortalece el Espíritu amigo que lo habita por dentro.

El discípulo recibe en docilidad al Espíritu y sus dones, que lo transforman en testigo de Jesús y de su Palabra. El Espíritu es el verdadero protagonista de la oración. El discípulo es amigo del Espíritu. Y desde ese lugar vive el misterio de Cristo, vive en comunión con Él hasta tener los mismos sentimientos, movido por un amor que lo vence interiormente, mediante la oración constante personal pero fundamentada en la Palabra y guiada por el Espíritu. Y así supera el camino lleno de obstáculos que encuentro en su vida el discípulo. En efecto el discípulo va con poder para expulsar a toda clase de demonios y para curar las enfermedades. Que no es ir con dureza, sino con la fuerza del Espíritu en el corazón, atraído por un amor que con suavidad y al mismo tiempo con contundencia, vence estos son los frutos de una verdadera oración arraigada en la palabra.

Sagrada Escritura y Conocimiento de Cristo

Le historia de la teología en concreto la Cristología, nos ha mostrado un camino para conocer tanto al Jesús histórico como al Cristo de la fe "se trata también de un "hecho" que podemos conocer a través de los elementos biográficos e históricos de Jesús, que nos refieren los Evangelios"[16]. Pero este conocimiento histórico biográfico de Jesús mediante la razón, nos ha de llevar a la contemplación, del misterio de salvación, por esto la Palabra de Dios ha de ser vista desde distintos puntos de vista:

  • Las escrituras deben ser leídas.

Para que puedan ser comprendidas, "Lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Dios, para guardar todas las palabras de esta ley, para ponerlos por obra"[17].

  • Las escrituras deben ser recibidas

Para que puedan ser creidas "Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes"[18]. Con la finalidad de alejarnos y desechar toda inmundicia y abundancia de malicia, debemos recibir con humildad y sencillez la palabra dada, pues ella tiene como finalidad salvarnos.

  • escrituras deben ser creídas

Para ser Por tanto oradas, "cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho"[19].

  • Las escrituras deben ser recibidas escudriñadas

Para ser interiorizadas y descubrir su verdadera esencia, "Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí"[20].

  • Las escrituras deben ser atesoradas en el corazón

El verdadero discípulo ha de ser un sagrario del mensaje de su maestro, no solo para guardarlo, sino para darlo a conocer mediante su discipulado, "Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón"[21] Por tanto, dice la escritura "pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos". Deuteronomio 11,18

Teniendo presente que mediante estas características lograres con las Sagradas escrituras tener un verdadero y pleno conocimiento de Cristo, y obedeciendo a estas palabras, "Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca"[22], se lograra también enseñarlas o transmitirla como lo hacían pablo y Bernabé para dar a conocer al señor, "Y Pablo y Bernabé continuaron en Antioquía, enseñando la palabra del Señor y anunciando el evangelio con otros muchos"[23]. De esta manera se sigue buscando a Jesús, con una actitud tal, que hace visible el rostro de Cristo en su rostro, buscando cautivar, almas para Dios.

Quien es discípulo misionero de Cristo es aquel que esta lleno de Cristo, y lo que desborda es lo que da, ha quienes ha de anunciar el mensaje del evangelio, es por esto que se busca a Jesús, para conocerle amarle y seguirle.

A modo de conclusión

Haciendo un camino con Jesús, se logra comprender y vivir, su mensaje que nos da la fuerza para continuar caminando, y trazando fronteras que muchos han logrado pasar, pero que otros se han quedado por el camino, porque no se han enraizado en la fe como dice San Pablo "enraizados y edificados en él; apoyados en la fe"[24], para lograr este acercamiento a Jesús mediante su palabra, es importante tener presente la lectio divina es decir, "la lectura de la Sagrada Escritura, hecha según el Espíritu que habita en la Iglesia"[25], por tanto el Discípulo deberá, aprender a conocer la Palabra de Dios cada vez mas profundamente y a buscar en ella el alimento constante de su vida espiritual, mediante la lectio divina.

En efecto la verdadera vocación del Discípulo es por tanto llamado a compartir el mismo destino del maestro, llevar su cruz, "Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: « Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame". Marcos 8, 34, recibir su cáliz, y como premio recibir el reino, reino que han de ver con los ojos de la fe, como lo hizo Bartimeo, que contemplo a Jesús con los ojos del alma, y por ello le siguió en el camino, y mediante la fe fue salvado, conquistando el reino.

Contemplando el discipulado de María, es el más perfecto, porque cumple a cabalidad los designios de Dios, haciéndose dócil a su palabra, adhiriéndose a ella de tal forma que por su fe y obediencia a la voluntad de Dios, es interlocutora del padre en su proyecto de enviar a su Verbo al mundo, para la salvación del hombre. Por tanto lograres ser discípulos de Jesús, cuando tengamos una experiencia de encuentro con Él. Para verle, conocerle y amarle desde su palabra, para seguirle con un corazón dispuesto a dar la vida por los demás.

Bibliografía

  • León Dofour Xavier. Vocabulario de Teología bíblica, España, Barcelona1965. editorial Herder.

  • San Juan Crisóstomo, obispo, para mi la vida es Cristo y la muerte una ganancia, homilías antes de partir en exilio.

  • Homilías sobre el Evangelio de San Juan, Crisóstomo, Juan. Madrid: editorial ciudad nueva; 2001

  • Kempis-Imitación de Cristo

  • Documento de aparecida, V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano aparecida 13-31 de mayo de 2007, Editorial trípode

  • Catequesis Juan Pablo II – ASCENSION: MISTERIO REALIZADO – 12-4-1989

  • Congregación para el Clero

 

 

Autor:

Daniel Alejandro Parra Sánchez

[1] León Dofour Xavier. Vocabulario de Teología bíblica, España, Barcelona1965. editorial Herder pág. 213

[2] Juan 8, 31

[3] 1Co 11, 1

[4] San Juan Crisóstomo, obispo 1-3 pág. 427-430, para mi la vida es Cristo y la muerte una ganancia, homilías antes de partir en exilio.

[5] Cfr. Jn 5, 39-40

[6] Jn. 12,21

[7] Homilias sobre el Evangelio de San Juan, Crisóstomo, Juan. Madrid: editorial ciudad nueva; 2001 pág. 128

[8] Mc. 1,37

[9] Sb 1, 5

[10] Jn 14, 7

[11] Kempis-Imitación de Cristo – Capítulo 5: DE LA LECCION DE LAS SANTAS ESCRITURAS

[12] León Dofour Xavier. Vocabulario de Teología bíblica, España, Barcelona1965. editorial Herder pág. 213

[13] Cfr. Mt 8, 19

[14] Mc 8, 34

[15] Documento de aparecida, V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano aparecida 13-31 de mayo de 2007, Editorial trípode pág. 87 Nº 101

[16] Catequesis Juan Pablo II – ASCENSION: MISTERIO REALIZADO – 12-4-1989

[17] Dt 17, 19

[18] 1 Tes 2, 13

[19] Jn 2, 22

[20] Jn 5, 39

[21] Dt 6,6

[22] Mt 7, 24

[23] Hch 15, 35

[24] Cfr. Col 2, 7

[25] Congregación para el Clero – CAPITULO II " Esta es nuestra fe, ésta es la fe de la Iglesia”