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Estruendo en las Naciones Cristianismo mesiánico (1)

Enviado por Carlos Canosa


Partes: 1, 2, 3

    1. El nenúfar y el árbol
    2. Un remanente de Israel volverá a Sión
    3. La lectura inversa de Montesquieu
    4. El Cristianismo mesiánico
    5. Definición de algunas expresiones corrientes en este libro
    6. Breve reseña sobre la división del reino davídico en "dos casas" reinantes
    7. Desde  el destierro de Israel,  y  el exilio de Judá,  a la restauración del reino davídico al final de los días
    8. El anuncio del Reino a  los " Hijos de Israel" y todas las naciones
    9. El retorno del remanente y la ira venidera
    10. "Ensancha el sitio de tu tienda"
    11. "Id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel"
    12. La restauración del tabernáculo de David y el Evangelio del Reino
    13. "Mandaré y haré que la Casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones"

       " He aquí, yo os envío á Elías el profeta,

    antes que venga el día de YaHVéH

     grande y terrible.

        El convertirá el corazón de los padres

    á los hijos,

    y el corazón de los hijos á los padres:

     no sea que yo venga, y con destrucción

     hiera la tierra" .

    Malaquías 4:5-6

    ***

    nenúfar

    árbol

    (dibujo celta)

    LAS FUERTES RAÍCES DEL EVANGELIO

    1) El nenúfar y el árbol

    ¿Es el evangelio relevante para interpretar los hechos que conmueven hoy a la humanidad? ¿Hay alguna relación entre la fe cristiana – la fe bíblica – y la historia de las naciones? ¿Nos dice algo sobre su desenlace final? ¿Es una guía confiable para nuestros días?

    Hoy es común pensar que la fe cristiana es algo que pertenece al plano de lo íntimo, a nuestra privada relación con Dios, y que existen herramientas propias  para el análisis de la historia que no los recintos acotados en donde se  mueve nuestra fe, la fe de la cristiandad.   Y las preguntas no se refieren solo al análisis histórico del impacto que tuvo la predicación del evangelio en las naciones.

    Este anuncio de que vendría un Reino que cerraría el devenir de las naciones, formulado con urgencia y  vinculado a un  mensaje de salvación personal que pronto tomo mas relevancia que el anuncio del Reino,  comenzó en  la  tercera década de nuestra era, en Jerusalem, e impactó a todas las naciones  de la tierra  cambiando definitivamente el mundo dividiéndolo en dos eras: A.C .y D.C. . ¡Vaya si fue un hecho histórico trascendente!  Pero por grande que esto haya sido y sigue siéndolo nos referimos  a si hay  algo anterior a esto y que lo incluye que muestra un fluir persistente en el seno de la historia. Nos preguntamos  si hay un plan " macro" que abarque milenios y que nos permita percibir un pulso constante. Si hay un Propósito actuando en ella destinado a alcanzar algún fin.  ¿Estamos a la deriva, presos de nuestras propias doctrinas políticas, económicas, sociales y culturales,  de encuentros y desencuentros, o existe un Puerto Seguro  para la atribulada nave que hoy nos zarandea?

    Según la forma mas corriente de exponer la fe cristiana, aún en las " iglesias de Cristo" , lo que llamamos sintéticamente evangelio fue un mensaje  que vino  inicialmente dirigido a los judíos – palabra que suponemos sinónimo de  " israelitas" -  y que  anuncia la  manifestación de " su" Mesías en la historia. Pero como los judíos lo rechazaron, entonces el anuncio del Mesías prometido a ISRAEL se  " redirigió"   y vino a ser anunciado a los " gentiles" . 

    Esto quiere decir que un haz concentrado de  profecías que todos los cristianos declaramos divinamente inspiradas  – y por tanto infalibles -   dirigidas  con precisión y detalle  a  la descendencia de Abraham,  erró el blanco.  Y   algunas hebras de ese haz – unas si  pero otras no -  finalmente fueron a iluminar   a aquellos que " no eran Su pueblo" . Si esta enorme incongruencia fuera verdad pondría en riesgo la integridad del relato bíblico. En el nos encontramos en la primera parte con un Dios que hace un solemne Pacto con un pueblo que él saca con señales y portentos de Egipto para convertirlo en pueblo electo. A este pueblo liberado por su " brazo extendido"  de una penosa esclavitud Le dicta de Su propia mano leyes y estatutos en  los cuales – entre otras cosas importantes -  les ordena su  separación de las naciones. Luego hay un intermedio de unos 400 años   y cuando el relato se reanuda  c0n la manifestación de Dios hecho carne –  Jesús – y un sacrificio de expiación que conmueve los siglos este Le vuelve la espalda a Su pueblo dejando  aparentemente  truncas  centenas  de profecías  que  se nos dice que  debemos " reinterpretar" como  dirigidas a aquellos que no eran Su pueblo en el A.T..   ¿Podemos confiar que un Dios que parece ser tan débil en hacer cumplir Su Propósito con Su propio pueblo?   ¿Pueden Sus Palabras una guía segura para interpretar la historia?

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