Descargar

Vejiga hiperactiva y nervio tibial posterior (página 2)


Partes: 1, 2

La mayoría de nuestras pacientes mencionan que el efecto se inició a las 48 horas de la administración de la toxina. Observaron respuesta clínica todas las pacientes, siendo mayor el beneficio en las pacientes menores de 50 años, y la mejoría clínica persistió a los tres meses en todas las pacientes. Es un procedimiento bien tolerado y no se han descrito hasta este momento efectos secundarios importantes. Puede presentarse hematuria leve, dolor pélvico y disuria autolimitadas. Al igual que en otras publicaciones tras la administración de la toxina se produce una mejoría clínica que reflejan las pacientes en el cuestionario de VH y calidad de vida Potenziani, así como cambios en el estudio urodinámico (aumenta el volumen al primer deseo y aumenta la capacidad vesical) (26).

edu.red

3. MANEJO QUIRÚRGICO:

Se han descrito varios tipos de denervación vesical durante los últimos 50 años que se han aplicado tanto central como periféricamente. Cada una de ellas con tasas de éxitos variables. Las técnicas descritas se pueden clasificar en: denervación vesical periférica (procedimiento de Ingelman- Sundberg), rizotomía sacra selectiva anterior o posterior, bloqueo subaracnoideo. Sólo pocas de éstas han sobrevivido la prueba del tiempo.

Otros procedimientos para aumentar la capacidad vesical son la miomectomía del detrusor y la enterocistoplastia de aumento. La miomectomía se considera un procedimiento quirúrgico más conservador que la enterocistoplastia y con una tasa de complicaciones menor, mientras que la enterocistoplastia proporciona una mayor tasa de mejoría sintomática y urodinámica, pero con una tasa de complicaciones considerablemente mayor. En casos refractarios a tratamientos y donde la neuromodulación no ha demostrado mejoría se propone la cistoplastia de aumento, procedimiento en el cual se utilizan segmentos de estómago, intestino delgado (ileon) o intestino grueso, en pacientes con vejiga de baja adaptabilidad y capacidad vesical menor de 150 ml (12).

Referencias bibliográficas

1. Abrams P, Artibani W, Cardozo L, et al. Reviewing the ICS 2002 terminology report: the ongoing debate. Neurourol Urodyn 2009;28(4) pp:287-296.

2. Milsom I, Stewart W, Thuroff J. "The prevalence of overactive bladder". Am J Manag Care 2003;6(2) pp: 565 – 572.

3. Milson I, et al. How widespread are the symptoms of overactive bladder and how are they managed? A population-based prevalence study. BJU Int 2004; 87 pp:760-66.

4. Teloken C. Overactive Bladder: Prevalence and Implications in Brazil. Eur Urol Asoc. 2006;49 pp:1087–92.

5. Stewart W et al. The prevalence and impact of overactive bladder in the U.S.: results from the NOBLE program. Neurourol Urodynam 2001; 20 pp:406-408.

6. Castro D et al. "Prevalencia de Vejiga Hiperactiva en España: Estudio poblacional". Arch. Esp. Urol. 2006; 58 pp: 231-239.

7. Darkow T, Fontes CL, Williamson TE. Costs associated with the management of overactive bladder and related comorbidities. Pharmacotherapy 2005;25 pp:511-19.

8. Tyagi S et al. The Overactive Bladder: Epidemiology and Morbidity. Urol Clin N Am 2006; 33 pp:433–438.

9. Carretero M. Vejiga Hiperactiva: Avances Terapéuticos. Elsevier. 2005;23(4) pp:419-426.

10. Coyne K et al. The impact of urinary urgency and frequency on health-related quality of life on OAB: results from a national community survey. Val Health. 2006;7(4) pp: 455-63.

11. Irwin D et al. Population-based survey of overactive bladder, and other lower urinary tract symptoms in five countries: results of the EPIC study. Eur Urol 2006;50 (6):1306-14.

12. Ouslander J. Diagnostic and management of Overactive bladder. N Engl J Med 2004;350 pp:786-99.

13. Coyne K et al.Validation of an overactive bladder awareness tool for use in primary care settings. Adu Ther. 2005;22(4) pp:381-94.

14. Gormley E et al. Diagnosis and treatment of OAB in adults: AUA guideline. Am Urol Assoc. 2012;1 pp.1-36.

15. Rahn D, Shayzreen M, Roshanravan L. Fisiopatología de la disfunción miccional y la vejiga hiperactiva. Obstet Gynecol Clin N Am. 2009;36 pp:463–474.

16. Braun P, Seif C, Van der Horst C, Jünemann K. Neuromodulation: sacral, peripheral and central: current status, indications, results and new developments. EAU Update. 2004;12 pp:187-194.

17. Bellete P et al. Electroestimulación del nervio tibial posterior para el tratamiento de VHA. Estudio prospectivo y controlado. Act Urol Esp.2009;33(1) pp:58-63.

18. Corcos J et al. Canadian Urological Association guidelines on Overactive bladder and urinary incontinence. The Canadian Journal of Urology; 2006;13(3) pp:3127-39.

19. Finazzi E et al. Percutaneous tibial nerve stimulation effects on detrusor overactivity incontinence are not due to a placebo effect: a randomized, double-blind, placebo controlled trial. J of Urol. 2010;06 pp:2179-86.

20. Van Balken MR, Vergunst H, Bemelmans BLH. Prognostic factors for successful percutaneous tibial nerve stimulation Eur Urol. 2006;49(2):360-365

21. Peters K et al. Randomized trial of percutaneous tibial nerve stimulation versus sham efficacy in the treatment of overactive bladder syndrome: results from the SUmiT trial. J Urol 2010;183 pp: 1438-53.

22. Nabi G, Cody J, Ellis G, Herbison P, Hay J. Anticholinergic drugs versus placebo or overactive bladder syndrome in adults. Cochrane Datab Syst Rev. 2006;4 pp: 378-86.

23. Hegde S. Muscarinic receptors in the bladder: from basic research to therapeutics. Br J Pharmacol. 2006;147 pp:108-19.

24. Duthie J, et al. Inyecciones de toxina botulínica para adultos con síndrome de vejiga hiperactiva. Cochrane Database Syst Rev. 2007;18:(3) pp:312-22.

25. Giannantoni A et al. Six-year follow-up of botulinum toxin A intradetrusorial injections in patients with refractory neurogenic detrusor overactivity: clinical and urodynamic results. Eur Urol 2009;55(3)pp:705-11.

26.Pérez RJ, et al. Vejiga hiperactiva y su manejo con toxina botulínica tipo A en el Hospital General de MéxicoRev Mex Urol 2010;70(4) pp:228-242.

Anexos

edu.red

Carretero M. Vejiga Hiperactiva: Avances Terapéuticos. Elsevier. 2005;23(4) pp:419-426

 

 

Autor:

Usquil Frisancho, Luis Ernesto

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

ESCUELA ACADÉMICO-PROFESIONAL DE MEDICINA HUMANA

Departamento Académico de Cirugía

Cirugía II

asesor: Dr. Víctor Salirrosas Bermúdez

coordinador del curso:Dr. Carlos sanchez camacho

6° Año Académico

Promoción XLVI

Trujillo – Perú

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente