- Contexto
- La leyenda de las líneas de Nasca
- Nuevo descubrimiento para la arqueología en el Perú
- Naturaleza de las líneas de Nasca
- Teorías anteriores
- El significado de las líneas de Nasca
- Evolución de los estudios
- Cuidados y resultados del estudio de Nasca
- Las Pampas de Nasca: Patrimonio cultural de la humanidad
- ¡Ay Chile pirateando nuestra creatividad!
- Parte de Machu Picchu descansa en Yale
- Fuentes
I. INTRODUCCIÓN
Los pueblos antiguos en todas partes, para consultar el calendario, tenían sitios especiales, sitios sagrados, donde la naturaleza les revelaba sus secretos, donde el Sol mismo les enseñaba cómo compartir su año en un ritmo fijo de épocas que en inalterable retorno fueron interrumpidas por grandes fiestas y celebraciones. No cabe duda ya de que los alrededores de Nasca han sido centro especial y único de actividades científicas de los antiguos, no obstante todavía no se ha reconocido este hecho oficialmente.
Sin esperar comprobaciones científicas, el público en general puede convencerse y ser testigo de hechos irrefutables para sacar sus propias conclusiones. Como se sabe, los dos puntos de la salida y puesta del Sol cambian un poco cada día. El Sol no baja siempre en el punto Oeste, sino ahora por ejemplo cae más al norte, pasando por el punto Oeste en septiembre para avanzar al extremo Sur en diciembre.
Cada vez que el Sol alcanzaba sus extremos Sur o Norte, los antiguos efectuaban grandes celebraciones, observando el fenómeno celestial con veneración religiosa. Así relatan los cronistas y así podemos nosotros verificarlo en nuestras pampas de Nasca, viendo las direcciones grabadas en el suelo árido y quemado con exactitud maravillosa.
II. CONTEXTO
A unos 450 kilómetros al sur de Lima, en el departamento de Ica, se encuentran las pampas de San José, de Socos y de Palpa, conocida más propiamente la primera con el nombre de Pampa Colorada, en la provincia de Nasca; reuniéndose todas ellas en una extensión que abarca unas 22 mil hectáreas. Todas ellas contienen enigmáticos trazos y figuras gigantescas que han llamado la atención de todo el mundo y, muy especialmente, de quienes se empeñan en encontrarles una explicación razonable que a menudo cae en el desconcierto debido a la grandiosidad de sus medidas, que exigen que el observador se eleve a gran altura para poder darse cuenta de aquello en que consiste lo que observa.
La desértica llanura en que estas figuras se encuentran, se extiende desde el valle de Palpa, surcado por el río Grande; hasta el valle de Nasca, regado por el río Grande; hasta el valle de Nasca, regado por el río del mismo nombre. Entre ellos se desplaza el lecho del río Ingenio. Todos estos ríos padecen angustiosas sequías que duran a veces siete años o más, por lo que el pueblo tiene que recurrir a las aguas que afloran del subsuelo gracias a las obras de mampostería que datan de la época preincaica. Allí, con admirable precisión que vence las dificultades que ofrecen las irregularidades propias de cualquier terreno, por plano que éste parezca, los hombres del pasado han trazado muchas líneas en perfecta rectitud que en algunos casos sobrepasan los 10 kilómetros y se convierten en retos permanentes para los topógrafos más experimentados. Igualmente han diseñado un "zoológico" gigantesco con figuras que tienen la virtud de conservar la proporción entre todas sus partes, no obstante la magnitud de sus colosales dimensiones.
Los terraplenes que también allí se han construido, adoptan la forma de grandes rectángulos con cientos y millares de metros de longitud, que han muchos han sugerido la idea de ser algo así como campos de aterrizaje e naves desconocidas y desde donde han levantado el vuelo la mas más descabelladas naves de la imaginación, cargadas de las ideas más extravagantes que se sitúan en una época en que ni la rueda ni la carreta eran objetos que vislumbraba nuestra historia. Sin embargo, el conjunto de líneas rectas, curvas y quebradas; de figuras de fácil acceso a nuestra mente muchas de ellas; de trapecios y trapezoides; de espirales y figuras ingeniosas, han contribuido a causar justificado asombro en aquellas personas estudiosas y sensatas que han tenido la ocasión de contemplar esa admirable obra de nuestros antepasados. Al mismo tiempo se han formulado preguntas como éstas:
¿Qué significado tienen estas líneas tan extensas?
¿Quiénes trazaron tantas líneas y figuras?
¿Por qué escogieron el desierto para hacerlas?
¿Qué destino tuvieron?
¿Qué poderoso motivo estimuló tan grande esfuerzo?
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