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La felicidad moral desde la pura razón

Enviado por Wilmer Casasola R.


Partes: 1, 2

  1. El mundo moral kantiano
  2. La felicidad
  3. El problema ético-hedonista del ideal de felicidad en Kant
  4. Bibliografía.

…el ansia de orden pretende convertir el mundo de los hombres en el reino de lo inorgánico, en el que todo marcha, funciona, sometido a un orden Supra Personal.

Milan Kundera.

La despedida.

Vive como si fueras a morir dentro de diez segundos. Ve al mundo. Es más fantástico que cualquier sueño real o imaginario. No pidas garantías, no pidas seguridad. Nunca ha existido algo así.

Ray Bradbury.

Fahrenheit 451

Resumen.

El trabajo se divide en tres apartados. El primero ofrece los aspectos generales del tema de la moral y la felicidad en Kant. El segundo se concentra en los mismos temas contenidos específicamente en la Crítica de la razón pura. El último apartado discute el ideal de felicidad kantiano, realizando críticas al formalismo ético desde una filosofía hedonista.

Palabras clave: moral, felicidad, ética, hedonismo.

Abstract

The paper is divided in three sections. The first offer the general aspects of the happy and moral themes in Kant"s philosophy. Second focused in the same themes contents in the… The last section discusses the Kantians ideal of happiness, making some criticisms to the ethics formality from the hedonism philosophy.

Key words: moral, happiness, ethics, hedonism.

El mundo moral kantiano

  • Discusión en torno a la moral kantiana

La moral de Kant se inscribe en lo que se ha dado a conocer como formalismo ético, o ética formal. La ética, así concebida, busca proponer un criterio de formalidad en las acciones o actos morales, sostener la autonomía de la voluntad moral, e introducir el concepto de deber como garante de las buenas acciones morales. La formalidad de la ética kantiana, en este sentido, reposa en la idea de que una acción moral correcta debe cumplir con un requisito formal, en otras palabras, ser universalizable.

El concepto de deber es el punto neurálgico de la moral en Kant. La realización del deber es expresado a través del imperativo categórico, que es el imperativo de la moralidad. La ética formal kantiana se centra en este imperativo categórico al demandar la acción a partir de máximas morales. Las acciones morales se realizan por el deber y no por las inclinaciones del sujeto o agente moral. El rigorismo de esta formalidad ética llega incluso a sacrificar la felicidad propia en nombre del deber, pues deber y universalidad de las acciones morales es lo que caracteriza a este sistema ético.

El carácter formal de la ética kantiana prescribe que la acción moral se da si la ley que la sustenta es formal y no material. Una acción material quiere decir, desde el punto de vista ético, que la acción busca la adquisición de un bien determinado. En la Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres, Kant aclara este punto al decir que los principios empíricos no sirven nunca como fundamentos de leyes morales, pues su universalidad—que es el sustrato de la moralidad y del formalismo de su ética—, desaparece cuando el fundamento de los principios —las acciones morales— se derivan de la naturaleza humana.1

Pero, ¿por qué desaparece la universalidad cuando el fundamento de los principios se deriva de la naturaleza humana? Porque su basamento lo constituye el sentimiento, la inclinación del sujeto en busca de sus propios fines. La inclinación es la determinación empírica que lleva al sujeto a la búsqueda de sus deseos corporales, de ahí que la universalidad desaparece porque el sujeto lo único que busca es su propia felicidad de manera egoísta.

El sentimiento representa un problema a la hora de fundamentar la moral. La especulación moral de Kant se presenta como una reacción contra el dogmatismo moral por ser sistemas morales que se han construido sin haberse sometido a crítica. Aunque los juicios morales se basan en un sentimiento éste, sin embargo, no es suficiente como fundamento de la ética, y por tanto, de la virtud, sino que requiere de principios en los que la moral no repose sólo en este aspecto. Kant en una pequeña obra intitulada Observaciones sobre el sentimiento de lo Bello y de lo Sublime se refiere al modo como se debería dar esta virtud: "la verdadera virtud únicamente puede ser injertada en principios y que cuanto más universales son éstos tanto más nobles y elevadas llega a ser aquella."2 Para que se dé esta superioridad del principio ético, los conceptos morales no deben basarse en el sentimiento ni en la experiencia, sino en la razón pura.3

Las acciones morales ordinarias implican la referencia a un objeto determinado, pues el sujeto se inclina hacia la consecución de ese fin, en el cual están involucrados sentimientos. Es decir, en la adhesión de la voluntad al principio moral u objeto por el cual se mueve su voluntad, se mezclan sentimientos e inclinaciones. Mateo, al respecto, sostiene lo siguiente:

Partes: 1, 2
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