Introducción
Descubrir el comportamiento natural de las plantas al tener contacto con cualquier residuo o producto químico, en especial los contaminantes del medio ambiente. Un ejemplo muy importante de esto es la llamada "lluvia acida".
La lluvia acida contiene acido sulfúrico en suspensión, procedente de las centrales térmicas y fabricas de productos químicos. Este acido es muy perjudicial para la vegetación natural y para los cultivos.
Objetivos:
Dar un ejemplo a la gente de todos los daños que provoca la lluvia acida en un momento crítico el cual causa muchos daños a nuestro entorno y ambientalmente a nuestra comunidad.
Material necesario
Una maseta
Una planta que crezca mucho (que no sea muy costosa)
Un litro y medio de agua
Tierra para sembrar
Un litro de vinagre
Una botella de 2 litros de capacidad
Procedimiento
Primero que nada, en la maseta se pone un poco de tierra después se planta el arbolito, se le agrega mas tierra y poco a poco agua hasta que cada día se acabe el medio litro de agua, después en la botella de dos litros, se le combina el litro de vinagre y el litro de agua sobrante. Después se deja crecer y que se fortalezca la planta, ya sucedido esto en aproximadamente unas 2 semanas, se empieza a esparcir con un atomizador parte de la solución acida del vinagre con agua, cada 8 horas y así esperar 3 o 4 semanas, observar lo que pasa y ese es un ejemplo de la lluvia acida.
Resultado y explicación
Cuando un medio está en contacto con una solución acida esta en gran peligro ya que necesita una solución rápida para la más mínima consumación de los nutrientes de cada planta.
La lluvia acida se forma cuando la humedad en el aire se combina con los óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por las fabricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o producto derivados del petróleo. En interacción con el vapor de agua, estos gases forman acido sulfúrico y ácidos nítricos. Finalmente, estas sustancias químicas caen a la tierra acompañando a las precipitaciones, construyendo la lluvia acida.
Los contaminantes atmosféricos primarios que dan origen a la lluvia acida pueden recorrer grandes distancias, trasladándolos los vientos cientos o miles de kilómetros antes de precipitar en forma de rocío, lluvia, llovizna, granizo, nieve, niebla o neblina. Cuando la precipitación se produce, puede provocar importantes deterioros en el ambiente.
¿Cómo se efectúa la lluvia acida?
La lluvia acida huele, se ve y se siente igual que la lluvia normal, y se podría decir que podemos bañarnos con ella sin sentir un efecto inmediato especial.
La lluvia acida también puede afectar a los bosques. En muchos países, los arboles están perdiendo sus hojas. Algunos se están muriendo. Con toda la certeza, la lluvia acida ha sido el principal causante del deterioro de los bosques.
El fenómeno de la lluvia ácida (incluida también la nieve, las nieblas y los rocíos ácidos) tiene consecuencias negativas sobre el medio ambiente, porque no sólo afecta a la calidad del agua, sino también a los suelos, a los ecosistemas y, de modo particular a la vegetación: bastan 0,01-0,02 ppm de ácido (que corresponden a 10-20 mm./m3 en la atmósfera) para matar los líquenes; por su parte, las coníferas no sobreviven a concentraciones mayores de 0,07-0,08 ppm.
Los efectos de la lluvia ácida sobre el terreno dependen en gran medida del tipo de suelo sobre el que se deposita. Si el terreno es una formación de origen calcáreo, ¡os ácidos serán rápidamente absorbidos por el carbonato cálcico que compone esta clase de suelos. Por el contrario, si la superficie de depósito es de composición arcillosa o granítica, las consecuencias son más graves, dado el enorme poder de disolución que tiene este tipo de agua de lluvia, que acaba alterando el pH medio del terreno1 originando una acidificación general. Al filtrarse en la tierra, los ácidos destruyen los nutrientes esenciales del suelo, tales como el magnesio, el calcio y el potasio, que alimentan a las plantas y los árboles. estos se vuelven ralos y descoloridos, y mueren.
Las regiones montañosas sometidas a precipitaciones de lluvia o nieve ácidas están, a menudo, compuestas por granito y otras rocas ígneas, que producen suelos delgados carentes de los agentes químicos capaces de neutralizar los ácidos presentes en esta clase de precipitaciones.
Otro efecto de la lluvia ácida es el aumento de la acidez en las aguas dulces, como consecuencia del incremento de metales pesados muy tóxicos (plomo, aluminio, mercurio, cinc y manganeso), que provocan la ruptura de las cadenas tróficas y del proceso reproductivo de los peces, condenando a los ríos y lagos a una lenta pero implacable disminución de su fauna. Los lagos tienen un pH casi neutro, debido a que minerales como el calcio, liberados en sus aguas a través del suelo, neutralizan la lluvia natural. Sin embargo, este mecanismo amortiguador puede no ser suficiente para absorber el incremento de acidez de aquélla.
Los efectos de la lluvia ácida sobre el medio urbano son, por una parte, la corrosión de edificios, la degradación de las piedras de las catedrales y otros monumentos históricos y, por otra, las afecciones del aparato respiratorio en los seres humanos.
Las regiones del mundo que más sufren los efectos de la lluvia ácida son aquellas dotadas de suelos sensibles, esto es, que carecen del porcentaje necesario de neutralizantes, sobre todo en áreas situadas dentro o cerca de grandes agentes contaminantes. También en ámbitos no industrializados, como áreas remotas de China, donde el carbón se utiliza para calefacción, cocina y depuración de agua, o en zonas de África donde se queman arbustos para propiciar el crecimiento de los pastos, se producen los mismos efectos.
Entre las medidas que se pueden tomar para reducir la emisión de los contaminantes precursores de éste problema tenemos las siguientes:
Reducir el nivel máximo de azufre en diferentes combustibles.
Trabajar en conjunto con las fuentes fijas de la industria para establecer disminuciones en la emisión de SOx y NOx, usando tecnologías para control de emisión de estos óxidos.
Impulsar el uso de gas natural en diversas industrias.
Introducir el convertidor catalítico de tres vías.
La conversión a gas en vehículos de empresas mercantiles y del gobierno.
Ampliación del sistema de transporte eléctrico.
Instalación de equipos de control en distintos establecimientos.
No agregar muchas sustancias químicas en los cultivos.
Adición de un compuesto alcalino en lagos y ríos para neutralizar el pH.
Control de las condiciones de combustión (temperatura, oxigeno, etc.).
Conclusiones
La lluvia normalmente presenta un pH de aproximadamente 5.65 (ligeramente ácido), debido a la presencia del CO2 atmosférico, que forma ácido carbónico, H2CO3. Se considera lluvia ácida si presenta un pH de menos de 5 y puede alcanzar el pH del vinagre (pH 3). Estos valores de pH se alcanzan por la presencia de ácidos como el ácido sulfúrico, H2SO4, y el ácido nítrico, HNO3. Estos ácidos se forman a partir del dióxido de azufre, SO2, y el monóxido de nitrógeno que se convierten en ácidos.Los hidrocarburos y el carbón usados como fuente de energía, en grandes cantidades, pueden también producir óxidos de azufre y nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo.
Entre las medidas que se pueden tomar para reducir la emisión de los contaminantes precursores de éste problema tenemos las siguientes:
Reducir el nivel máximo de azufre en diferentes combustibles.
Trabajar en conjunto con las fuentes fijas de la industria para establecer disminuciones en la emisión de SOx y NOx, usando tecnologías para control de emisión de estos óxidos.
Impulsar el uso de gas natural en diversas industrias.
Introducir el convertidor catalítico de tres vías.
La conversión a gas en vehículos de empresas mercantiles y del gobierno.
Ampliación del sistema de transporte eléctrico.
Instalación de equipos de control en distintos establecimientos.
No agregar muchas sustancias químicas en los cultivos.
Adición de un compuesto alcalino en lagos y ríos para neutralizar el pH.
Control de las condiciones de combustión (temperatura, oxigeno, etc.).
Desde los años ochenta, se ha producido una toma de conciencia sobre la necesidad de controlar y paliar, en la medida de lo posible, los efectos perniciosos que sobre el medio natural ejercen las sociedades humanas. Las inversiones se han concentrado en impulsar el desarrollo de las llamadas energías limpias (solar y eólica, fundamentalmente), y la implantación de controles más rigurosos para limitar la liberación a la atmósfera de agentes contaminantes.
Los países industrializados han movilizado gran cantidad de recursos económicos para reducir ¡as emisiones ácidas. En 1993, la UE acordó reducir las emisiones de óxidos de azufre en un 40% para el año 1998 y en un 60% para el 2003, y las de óxidos nitrosos, en un 30% para 1998. Otra de las medidas acordadas a partir del año 1993 fue la de instalar catalizadores en los coches de nueva fabricación, para conseguir la reducción de las emisiones de los mencionados gases. Uno de los progresos más significativos ha tenido lugar en las cámaras de producción de las centrales termoeléctricas, un causante esencial de las emisiones de ácidos a la atmósfera: se han incorporado técnicas que reducen e incluso eliminan la emisión de los óxidos de nitrógeno y azufre, que son recuperados y reutilizados como abono.
Referencias
Saúl Limón. Jesús Mejía. José E. Aguilera. Biología, Ciencias. Ediciones Castillo. México, D.F. 2006.
Gran Enciclopedia Universal(Cap.23)
Autor:
Priscila Ililiana Díaz Rodríguez
3"E"