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La entropía, la obesidad y los sistemas estocásticos

Enviado por Felix Larocca


Partes: 1, 2

    1. El pesar de los pesares
    2. El engaño de los engaños
    3. El círculo vicioso
    4. El regreso de lo partido, o el recobro de lo reprimido
    5. La física como fulcro
    6. Aplicaciones terapéuticas
    7. La obesidad revisitada
    8. El cerebro: otro prototipo de la auto-regulación
    9. La psicoterapia, la obesidad y la entropía: Esther
    10. La terapia del sobrepeso
    11. Discusión
    12. Orden y Caos: ¿Puede, la Naturaleza, violar la Ley de la Entropía?
    13. El desequilibrio de lo equilibrado
    14. Bibliografía

    La entropía, la obesidad y los sistemas estocásticos, los auto-regulatorios, la física, y: La segunda ley de la termodinámica revisitada

    ¿Quién no ha pasado por ésta, tan amarga, y común experiencia? Me refiero a ese "drama", privado, íntimo, y periódico, que a tantos — cuando lo confrontan — los sorprende, porque los desconcierta intelectualmente — y, emocionalmente, los humilla.

    En este espacio, aquí señalo, a quedar aturdidos, cuando experimentamos en nuestras propias esencias, el fallo de una dieta que emprendiéramos — Lo que en sí no es tan extraño, ya que las libras perdidas tienden a retornar inexorablemente — porque es axiomático que el peso perdido, como paloma mensajera, siempre, a su nido, vuelve… (Véanse mis ponencias al respecto).

    Palomas mensajeras

    El pesar de los pesares

    Luego de haber logrado una exitosa, aunque efímera, experiencia en ese mundo de albures, que constituye la resolución determinada de despojarse de algunas libras extras  — y de  — ¡asombrosamente! — haberlo logrado — Muy poco después, muy tristemente y — a menudo, de modo inescapable — nos desvanecemos en amarguras, abatidos por el horroroso espectro del espíritu de derrota que nos invade, cuando advertimos el retorno de las mismas libras perdidas. Libras que nos llegan de nuevo, mostrando, en su retorno, un vigor perverso y una tendencia cruel a multiplicarse y crecer, como fuese conminado por el mismo Dios en Génesis 20:22, cuando decretó el famoso: "creced y multiplicaos".

    El engaño de los engaños

    Así es como las dietas funcionan: engañosamente. Porque las libras perdidas crecen y se multiplican… (Véase mi extensa bibliografía al respecto en monografías.com y en psikis.cl).

    Este peso (o sobrepeso) que regresa, lo hace con el ardor y entusiasmo antedichos, y, no sólo se dilata, sino que, casi siempre — y para que la miseria sea peor para su víctima — excede el monto de la carga ponderal acarreada, antes de que el peso se hubiese perdido.

    ¡Qué agonía y que pena la de no poder rebajar unas libras! No importa lo que se trate para lograrlo.     

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     El círculo vicioso

    Con frecuencia, la pérdida del peso inicial alcanzada se asocia con la influencia artificiosa, y delusoria a la vez, conocida como el Efecto de Hawthorne o Hawthorne Effect, el cual ya hemos descrito en otros artículos publicados en monografías.com y en psikis.cl.

    Pero, no es aquí donde la experiencia adversa termina, sino que este peso que retorna, lo hace, demostrando — reiteramos — una extraordinaria afección por la anatomía de la víctima que dejara, a la cual manifiesta obstinación implacable para abandonarla de nuevo.

    ¿Por qué tiene que ser así? Nos preguntamos — quizás será, porque obedece a una ley natural.

    Quizás, quizás, quizás…

    "No" al cigarrillo

    El regreso de lo partido, o el recobro de lo reprimido

    Este fenómeno del retorno de lo que, en apariencias, descartamos, es asimismo común en escenarios distintos. Por ejemplo sucede en el proceso de toda terapia, especialmente en la de las dependencias, observándose su acción persistente, en programas propuestos para combatir malos hábitos — de los que, como ejemplos comunes, enumeramos los que siguen:

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