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Encuentra tu bienestar


Partes: 1, 2

    1. Valoriza tus fracasos
    2. Recupera el tiempo perdido
    3. Reconciliándote contigo mismo
    4. Fortaleciendo tus convicciones
    5. Enfócate en tus logros
    6. Disciplínate a ti mismo
    7. Conociendo tus debilidades
    8. Asume tus responsabilidades

    Este curso te brindará herramientas que contribuyan a tu bienestar emocional, sentimental, espiritual y físico, con el fin de que puedas emprender una mejor calidad de vida. Sigue consiguiendo tus metas personales y cultivándote día a día para que todos tus retos los veas realizar. Valoriza tus fracasos, regálate oportunidades, reconcíliate contigo mismo, enfócate en tus logros. En este curso te daremos unos cuantos consejos que te ayudarán a encontrar tu bienestar.

    Valoriza tus fracasos

    Capítulo siguiente: 2 – Regálate oportunidades

    Los fracasos generalmente tienen una acción peligrosa, no solamente en el tiempo presente sino también en el tiempo futuro.

    Hay fracasos que nos han marcado duramente toda la vida, a veces con heridas internas que no se han sanado, otras veces, con heridas que se han sanado pero que han dejado temores.

    Desde niños experimentamos temor a fracasar, sentimos miedo cuando intentamos empezar a caminar. Más grandecitos, tenemos miedo a hacer un dibujo y que nos salga feo, tenemos temor a reírnos en publico cuando nos faltan los dientes,  crecemos un poco mas y tenemos miedo a que se burlen de nosotros, a no ser bien recibidos, y a medida en que vamos creciendo, se van agregando mas temores a nuestra lista personal de miedos.

    Los miedos más comunes son: Miedo al rechazo, Miedo al ridículo público, Miedo a defraudar a alguien, Miedo a no tener amigos, Miedo a muchas cosas

    Pero, cuando somos adultos el miedo que mayormente experimentamos es el de fracaso, miedo a fracasar como cónyuges, como padres, como empresarios, como profesionales, como estudiantes, como persona en particular.

    El asunto del fracaso es precisamente, el desconocimiento. Muchas veces las causas que nos llevaron a ese fracaso, no sabemos como pudimos haber evitado que eso nos pasara, pero nos pasó, y como lo borramos, no podemos borrarlo, ya no hay modo, pero y que tal si nos vuelve a pasar, y que tal si nunca jamás descubrimos la raíz del problemas, y terminamos fracasando toda una vida.

    El fracaso en nuestras vidas, se termina convirtiendo en nuestras vidas, como aquel día en que el sol no apareció en nuestras vidas y no sabremos si brillara alguna vez más.

    No estamos condicionados a valorar la lección que nos dejó aquel fracaso para nosotros, es como si ya jamás podamos repararlo, y es necesario que entendamos que aunque ya no hay vuelta atrás, ya no lo puedes borrar, ya no lo puedes olvidar, ya nadie tal vez lo olvidará, pero tú y nadie más que tú, necesitas aprender a hacer algo importante con esos fracasos del pasado, y tienes variables opciones, - Usarlos para que destruyan de por vida tu autoestima, y te castiguen con los sentimientos de culpa que le corresponde. - Usarlos, para pasar la vida reprochándole a alguien, el que te haya hecho fracasar. - Hacer que alguien tenga que pagar por tus fracasos, tenga o no tenga la culpa. - Hacer que otros se beneficien de tus fracasos, que aprendan de ti, para que no sufran lo que sufriste, y que no tengan la oportunidad de errar en lo que tú erraste.

    Sin duda alguna, lo mejor que tu puedes hacer por ti, es ayudar a los demás, a que se anticipen a los posibles errores que podrían cometer, los cuales cometiste tu por ignorancia, y por no contar con esa ayuda.

    Cuando tu hayas ayudado a otro, sentirás una satisfacción tan grande, que hará que tus sentimientos de tristezas por tu fracaso, sean cada vez menos importantes, mientras mas beneficies a otros, mas te estarás autosatisfaciéndote, en relación a tus consideraciones acerca de tus fracasos.

    Regálate oportunidades

    Capítulo anterior: 1 – Valoriza tus fracasosCapítulo siguiente: 3 – Recupera el tiempo perdido

    No hay cosas más gratificantes que los regalos y las oportunidades, pero todos estamos acostumbrados a desear los regalos que nos puedan dar los demás, y a las oportunidades que nos pudiesen dar los demás.

    Pero, podemos irnos despidiendo de esa idea preconcebida, e irnos relacionando con la idea de que tan agradable es recibir regalos de nosotros mismos.

    No hay regalos más sinceros que los que salen de un alma que ama, y después de Dios, no habrá nadie que nos pueda llegar a amar tanto, como nosotros mismos.

    A veces sabemos que sinceras son las personas que nos regalan tanto obsequios como oportunidades, otras veces nos quedamos con las dudas si hubo o no intenciones ocultas, en otras situaciones, llegamos a confiar en la sinceridad de las personas que nos dieron regalos u oportunidades, y resulta que fue para conseguir algo de nosotros.

    Partes: 1, 2
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