La formación de valores y sus implicaciones en el desarrollo de la personalidad del estudiante
Enviado por Greccy Castro Miranda
- Resumen
- Educación en valores. Proceso permanente y transformador en los estudiantes
- La formación de valores desde una óptica psicopedagógica
- Referencias bibliográficas
- Bibliografía
Resumen
El artículo aborda la importancia de la formación y desarrollo de valores, por constituir un objetivo esencial en la educación cubana, en la que el profesor ocupa un papel rector en el sistema de influencias que propician la formación y desarrollo de valores en los estudiantes. Teniendo en cuenta que las concepciones pedagógicas actuales abogan por un carácter participativo de la enseñanza donde el estudiante asume un papel cada vez más protagónico en la conducción de su aprendizaje.
Abstract.
THE VALUE FORMATION AND ITS IMPLICATION IN THE DEVELOPMET OF THE STUDENT´S PERSONALITY
This article deals with the importance of the formation and development values to contrebuite with one esential objective of cuban education. In this process the teacher takes a paramount roll within the system of influences tha proviciate the formation and development values of the students, take into account that the present – date pedagogical concepts reclaim an actif caracter participatore in which the students takes the main roll in the laerning process.
Palabras claves: educación, formación de valores, valores, proceso de enseñanza-aprendizaje.
(education, value formation, value, teaching-learning process)
Introducción
En su constante interacción el hombre vive inmerso en un conjunto de relaciones con otros hombres llamadas relaciones sociales. Estas relaciones van conformando determinados rasgos de su personalidad, mediante las cuales expresa los valores que los objetivos y las personas tienen para él.
En el estudiante hay que formar, además del desarrollo y la instrucción, los valores y sentimientos propios del hombre como ser social. La sociedad en su devenir histórico ha acumulado valores morales, religiosos, políticos y jurídicos, entre otros, que forman parte de los elementos más preciados de su cultura. El ciudadano, el joven, tiene que apropiarse de esos valores como parte de su preparación y, de lograrse esto, se considera educado.
La educación es el proceso y el resultado de formar al hombre para la vida, de templar el alma para la vida, en toda su complejidad.
La humanidad necesita el desarrollo armónico e integral de la personalidad de todos los individuos, el cual incluye un sistema de valores elevados. Esto no se logra de forma espontánea, sino exige un sistema planificado de influencias orientadas hacia un objetivo determinado para alcanzar los niveles deseados.
Educación en valores. Proceso permanente y transformador en los estudiantes
La educación de valores es un complejo proceso que se inicia con la vida y donde intervienen múltiples factores: en primer término, la familia, agente socializador por excelencia, cuya labor educativa es insustituible ya que conforma, desde los primeros años de vida, características esenciales de la personalidad del individuo. Diversas instituciones formales y no formales como la escuela, organizaciones políticas y de masas, grupos, medios de difusión masiva, entre otros, constituyen los agentes de socialización secundaria, no menos importante.
En la medida que las sociedades se hacen más complejas en su organización social y política, los procesos tradicionales de enseñanza de valores morales y de socialización resultan insuficientes por lo que se precisa de un proceso formal y unificado de formación ciudadana; esta misión es asumida entonces por las instituciones educacionales. Vare, citado por Villegas de Reimers, en 1996 plantea: " Si aceptamos el punto de vista de que las escuelas son la mejor medida de las sociedades , y la creencia de Durkheim de que son el nexo crucial y necesario de socialización entre la familia y la sociedad, entonces la más alta prioridad de la escuela es el desarrollo moral…" 1
En la actualidad no se concibe un proceso educativo centrado únicamente en la adquisición de conocimientos, es creciente el interés en todos los niveles de enseñanza de contribuir a la formación de ciudadanos con valores, que les permitan, no solamente en el mundo actual, comprometerse con su transformación, a partir de su crecimiento como seres humanos.
La formación de valores desde la escuela parte del supuesto de que estos pueden enseñarse y aprenderse, y de que la institución educativa es uno de los principales agentes de la educación axiológica.
E. Bis Isal, citado por Padilla en 1996 dijo que: "Educar en valores es hacer que los jóvenes vivan unos valores, hacer que los asimilen personalmente y no sólo inculcar unos comportamientos normativos como se inculcaban antaño".2
En igual sentido se pronuncia S. Jerez en 1996: "Más que enseñar valores lo importante es vivirlos, configurar un mundo humano, en el cual los valores sean una guía a lo largo del camino".3
La importancia pedagógica de los valores reside en su triple posibilidad de poder descubrirse, realizarse e incorporarse al ser humano a través de la educación.
Estos 3 aspectos constituyen los pilares básicos de la tarea educativa, según afirman algunos autores, la educación la conciben como un proceso de realización de valores, y subrayan la trascendencia de la llamada pedagogía de los valores o educación ética (Carreras LL. y otros. Cómo educar en valores morales. En: Textos, recursos, técnicas. 7ma. ed. Ed. Narcea; 1999.p. 56).
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