- Introducción
- ¿En qué consiste la Circuncisión?
- ¿Cuándo se recomienda médicamente la Circuncisión?
- ¿Cómo se originó la Circuncisión?
- ¿Cuáles son los beneficios físicos de la Circuncisión?
- ¿La Circuncisión afecta el placer sexual del hombre?
- ¿Por qué el varón nace con prepucio?
- ¿Qué significa para algunas religiones?
- ¿En qué otros lugares se hace rutinariamente?
- ¿Hay prejuicios en contra de la Circuncisión en Chile?
- ¿Por qué no se habla abiertamente el tema en Chile?
- ¿Qué pasa en el resto de Latinoamérica?
- ¿Qué porcentaje hay de circuncidados a nivel mundial?
- La Circuncisión y el Cristianismo
- ¿Qué es la RIC y los movimientos "Anti-Circuncisión"?
- ¿Existe la "circuncisión femenina"?
- ¿Hay que hablar con los niños?
- Referencias
Las mujeres viven comparando su cuerpo con el de otras mujeres, en especial el tamaño y forma de sus pechos. Esto lo sabe todo el mundo, no impresiona a nadie, sobre todo porque la apariencia de los senos es algo bastante evidente y está a simple vista. Con los hombres sucede algo muy similar, con la salvedad de que ahora estamos hablando de penes, los cuales están casi siempre ocultos. Para un hombre, su pene es algo muy privado y también la parte más emocionalmente vulnerable de su cuerpo. Basa una gran parte de su autoestima en la apariencia y desempeño de su miembro. Por lo tanto, abordar el tema de la comparación de penes entre hombres no es algo fácil ya que incomoda hasta al varón más seguro de sí mismo.
Cualquier varón recordará esa época de niño, cuando se la pasaba comparando su miembro con el de otros compañeros de colegio, en las duchas, después de gimnasia. En ese entonces, era algo absolutamente normal, y nadie se avergüenza de ello. Sin embargo, casi ningún hombre adulto va a ser lo suficientemente asertivo para reconocer que aun sigue teniendo la misma curiosidad de chico. Es muy difícil que confiese que todavía tiene un interés natural en ver penes para compararse con otros, por una simple necesidad de validarse como ser masculino, de confirmar su valor como hombre y ente sexual, y de corroborar que "no está tan mal después de todo". En la realidad sucede que todos miran en duchas, camarines y saunas pero nadie lo acepta públicamente.
El problema de esta sociedad en que vivimos, es que hay un rol de "macho" muy limitado, donde ser "hombre" se define más por lo que "no" se debe hacer en lugar de fomentar lo que "sí" se debe hacer. Hay un miedo irracional de los padres a que su hijo varón se vaya a convertir en un "maricón". Ese mensaje se siente muy fuerte, y este temor inevitablemente se transmite hacia las mentes masculinas en formación, lo que produce finalmente hombres rígidos, inseguros, intolerantes y poco espontáneos. Varones que no son capaces de aceptar su humanidad con naturalidad, y que esconden y eluden ciertos temas, por pura ansiedad reprimida. Son muy pocos los que están dispuestos a hablar abiertamente sobre sus percepciones respecto al tema de la circuncisión. Pero eso no es lo común. En general, la mayoría tomará una actitud al estilo: "¿de qué me estás hablando?", con el ceño fruncido y una cara de "¡ubícate, no seas pervertido!". En el fondo, eso es pura inseguridad y cobardía. Al contrario, hay que ser muy "hombrecito" para enfrentar y hablar de estos temas. Si los evitas, entonces queda claro que tienes miedo, o eres ignorante y/o prejuicioso. No es arriesgado pensar que, aproximadamente, 9 de cada 10 hombres tiene una preocupación interna y esta conciente del tema, pero NO LO HABLAN por mantener las apariencias de "macho-latino" y por miedo a ser tildado de depravado o de "raro".
Cuando hablamos de comparar penes, en general nos imaginamos inmediatamente que estamos refiriéndonos al tamaño. Mucho se ha escrito y discutido sobre el tema, y todos ya conocemos la clásica frase "el tamaño sí (o no) importa". Pero lo que alguna gente no sabe es que existe una diferencia entre penes bastante más evidente que su tamaño: el hecho que estén circuncidados o no. La circuncisión ha sido un tema que raras veces se toca en los medios de comunicación chilenos. La idea de este reportaje es intentar aclarar todas las dudas que puedan existir, y terminar con la ignorancia y los mitos.
Muchas mujeres se preguntaran sorprendidas: ¿de qué ignorancia y mitos están hablando? Y tienen razón en preguntar, ya que ellas difícilmente se imaginan el ambiente "tabú" que rodea al tema de la circuncisión entre los hombres chilenos.
¿En qué consiste la circuncisión?
Es una sencilla intervención quirúrgica en la cual se corta el prepucio, que es la piel que recubre el glande. Como resultado, el glande (punta o cabeza del pene) se deja al descubierto en forma permanente.
La mayoría de las veces, se hace con anestesia local (por inyección). A veces, por diversas razones, se prefiere usar anestesia general. Si se hace con anestesia local, el procedimiento es de carácter ambulatorio, se realiza en un consultorio médico, y no requiere hospitalización.
En algunos casos, la circuncisión sólo considera el corte del prepucio. Sin embargo, en algunos casos es también necesario cortar el frenillo –frenulectomía- (total o parcialmente), que es la banda de tejido que sujeta al prepucio, por debajo del glande. Este corte evita el problema de la curvatura del pene hacia abajo, producida por la presión del frenillo que produce un doblamiento en el pene en erección. Además, se evita la posibilidad de que por causa de una maniobra impulsiva se rompa el frenillo, con la correspondiente hemorragia que esto puede causar.
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