CONCLUSIONES
Se plantea que el origen del comercio internacional está basado en una política con la premisa de la competitividad, sabiendo que todo país dispone de los factores clásicos de la producción: tierra, trabajo y capital, en las cantidades propias de su momento y de su economía. Cada tipo de producto requiere una proporción fija de esos factores.
Desde el punto de vista objetivo, el comercio internacional ha sufrido también modificaciones debido a la fuerte influencia del proceso globalizado. El desarrollo tecnológico permite que desde sus propias casas los sujetos con posibilidades participen y adquieran cualquier producto o realicen cualquier transacción financiera. El hombre del Internet se va separando cada vez más de la sociedad. Se va convirtiendo en un sujeto que responde no solo a patrones de conductas impuesto, sino que alcanza un nivel de particularidad e individualidad, base del egoísmo que necesita el capitalismo para reproducirse con mayor fuerza.
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