Epístolas pastorales

Enviado por Pastor Guillermo Sebastian Olivera

Resúmen

La visión del Instituto es ser parte de los de muchos sueño están en los corazones de muchos hombres y mujeres que buscan servir con excelencia a nuestro amado Dios. Que con el tiempo se tiene que ir plasmando en una realidad. Alcanzar nuestra nación para Cristo colaborando en la preparación de hombres y mujeres que abracen este sueño, esta pasión y que estén dispuestos a trabajar para hacerlo realidad. Nuestra Visión tampoco está limitada, puesto que en el transcurso del tiempo Dios nos desafiara a nuevos horizontes, y se generaran nuevas necesidades que suplir y nuevas tierras que conquistar. El Instituto Bíblico es uno de los ministerios de la congregación ―centro de oración Peniel‖ y tiene como misión preparar y capacitar a los creyentes en el conocimiento de la Escritura para un mejor servicio a Dios, y esta misión se lleva a cabo en tres áreas: 1º Impartiendo una enseñanza sólida fundamentada en la Biblia la cual reconocemos como la autoridad infalible de Dios (2P1:19). El deseo de servir al Señor debe ir acompañado con el deseo de prepararse y de adquirir el conocimiento necesario para hacerlo como El lo ha establecido. El querer servir sin prepararse en el conocimiento de la palabra de Dios puede llevar a un espiritualismo irracional 2º Incentivando e impulsando la total dependencia del Espíritu Santo sin el cual no se puede llevar a cabo la obra de Dios. El conocimiento desprovisto del poder y del amor de Dios el cual es derramado por su Espíritu, solamente producirá un racionalismo infructuoso. Romanos 5:5, Hechos 1:8 3º Propiciando instancias que ayudan al desarrollo de los dones y talentos dados por Dios y motivando a poner por obra lo que Dios les ha comisionado. No hay por qué dudar que estas cartas las escribiera Pablo en los últimos años de su vida. El relato de Lucas concluye con la mención del encarcelamiento de dos años de Pablo en Roma. Las cartas pastorales parecen mostrar que el gran apóstol fue luego puesto en libertad, tal como sus jueces romanos admitieron que debía ser; y que siguió viajando y cuidando de las iglesias. No se puede precisar el orden exacto de los acontecimientos; pero parece que, al reanudar los viajes misioneros, Pablo pudo llevar a cabo el propósito que había manifestado de volver a visitar las iglesias de Asia Menor, y quizá incluso de llegar hasta España; que fue a Creta, donde dejó a Tito al cuidado de la iglesia naciente, que camino a Macedonia encargó a Timoteo que cuidara de la comunidad cristiana de Éfeso, que de viaje a Nicópolis escribió las instrucciones que se hallan contenidas en la primera carta a Timoteo y en la carta a Tito, que luego fue arrestado y que escribió la segunda carta a Timoteo en el calabozo de Roma, donde poco después, sufrió el martirio que ésta última carta anunciaba con toda claridad. Estas cartas están escritas en un tono tierno y paternal, y reflejan al mismo tiempo la solicitud de Pablo por las comunidades en donde estos dos jóvenes trabajaban, pero particularmente por los dos jóvenes mismos. Pablo se expresa con palabras de advertencia, exhortación, aliento, instrucción y predicción profética. Hay también mucho de doctrina en estas epístolas. Asimismo nos permiten conocer con más profundidad el corazón del gran apóstol, con quién nos encontramos en los últimos días de su vida, agobiado por la persecución y el trabajo, amenazado por la espada del verdugo y profundamente preocupado por la irrupción de falsas doctrinas, pero triunfante en la conciencia de su labor cumplida y en el poder del Señor para cumplir los propósitos divinos en la iglesia y por medio de ella, a pesar de las fuerzas y condiciones adversas. Estas tres epístolas pastorales están dirigidas a individuos que colaboraban con Pablo en la obra del evangelio, mientras que las demás, con la excepción de Filemón, que es de carácter personal o privado, están dirigidas a iglesias o comunidades. Las epístolas pastorales contienen reglas relativas a la conducta personal y cargo pastoral de Timoteo y Tito. Son reglas que nacen del corazón de un gran pastor asistente, dirigidas a dos jóvenes asistentes, a quienes Pablo denomina "hijo en la fe". (En formato PDF)

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Enviado por Pastor Guillermo Sebastian Olivera