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Mejoramiento del porcentaje de proteína en maíz para ensilaje con el aumento y parcialización de la fertilización nitrogenada

Partes: 1, 2

    Publicación original: Agric. Téc.. [online]. abr. 2004, vol.64, no.2 [citado 31 Octubre 2006], p.156-162. Disponible en la World Wide Web: <>.

    ISSN 0365-2807 – Reproducción autorizada por: Revista Agricultura Técnica,

    ABSTRACT: In clay soils with poor drainage two trials were carried out with the objective of determining the effect of nitrogen application on maize (Zea mays L.) for silage on forage yield and protein content. In Trial 1, the treatments were two corn silage hybrids of different growing periods, SX-43 and INIA-150, sown at 90.000 plants ha-1 and four N rates: 0, 100, 200 and 400 kg N ha-1. In Trial 2, the treatments were two N rates: 200 and 400 kg of N ha-1, and three forms of N application: a) 1/2 at sowing + 1/2 at 30 cm plant height; b) 1/3 at sowing + 1/3 at 30 cm plant height + 1/3 at 60 cm plant height; and c) 1/4 at sowing + 1/4 at 30 cm plant height + 1/4 at 60 cm plant height +1/4 at flowering. One treatment was without N. In Trial 1 N application increased DM yield (P < 0.05), but no significant response was observed with N rates between 100 and 400 kg N ha-1, due to soil limitations. Forage production and protein percentage increased significantly with N application. In Trial 2, DM production in corn silage increased with higher N rates (P < 0.05). Forage protein percentage was increased by higher N rates and partitioning of the application. On increasing the partitioning of N from two to four applications, protein percentage of forage was increased by 23 and 37% for 200 and 400 kg of N ha-1, respectively.

    Key words: corn, nitrogen, protein, silage, Zea mays L.

    RESUMEN: En suelos arcillosos de mal drenaje se realizaron dos ensayos con el objetivo de determinar la respuesta de maíz (Zea mays L.) para ensilaje a la aplicación de N en el rendimiento y contenido de proteína del forraje. En el Ensayo 1 los tratamientos correspondieron a dos híbridos de maíz para ensilaje de distinta precocidad, SX-43 e INIA-150, sembrados con una población de 90.000 plantas ha-1 y cuatro dosis de N: 0, 100, 200 y 400 kg N ha-1. En el Ensayo 2, los tratamientos fueron dos dosis de N: 200 y 400 kg N ha-1, y tres formas de aplicación de nitrógeno: a) 1/2 a la siembra + 1/2 a 30 cm de altura de las plantas; b) 1/3 a la siembra + 1/3 a 30 cm de altura de las plantas + 1/3 a 60 cm de altura de plantas; y c) 1/4 a la siembra + 1/4 a 30 cm de altura de las plantas + 1/4 a 60 cm de altura de plantas +1/4 en floración. Además se incluyó un tratamiento sin aplicación de N. En el Ensayo 1, la aplicación de N aumentó el rendimiento de MS (P < 0,05), sin embargo no hubo respuesta significativa entre 100 y 400 kg de N, debido a limitantes de suelo. La producción y el porcentaje de proteína del forraje aumentó significativamente con la aplicación de N. En el Ensayo 2, la producción de MS en el maíz aumentó con la aplicación de N (P < 0,05). El porcentaje de proteína del forraje se incrementó con mayores dosis de N y su parcialización. Al aumentar la parcialización del N de 2 a 4 aplicaciones se incrementó el tenor proteico del forraje en 23 y 37 % para las dosis de 200 y 400 kg N ha-1, respectivamente.

    Palabras clave: maíz, nitrógeno, proteína, ensilaje, Zea mays L.

    INTRODUCCIÓN

    En el sector de suelos arcillosos de mal drenaje, ubicados en el llano central de riego de la VII Región, se ha mantenido por muchos años una rotación de cultivos que incluye solamente arroz (Oryza sativa) y pradera natural. Esto ha producido una pérdida progresiva de la fertilidad del suelo y un deterioro de la cubierta vegetal existente en la pradera natural (Soto y Acuña, 1996). Se han estudiado alternativas forrajeras que pueden configurar sistemas eficientes de producción animal. La producción de leche ha demostrado ser una alternativa para la reconversión de estos suelos, la cual requiere un abastecimiento seguro de forraje para la suplementación invernal (Soto y Jahn, 1997). Por otra parte, en la zona centro sur del país, en los últimos años, ha aumentado considerablemente el cultivo del maíz (Zea mays L.) para ensilaje, debido a su alto rendimiento de materia seca (MS) y dado que es un excelente alimento energético para la alimentación invernal de vacas lecheras (Soto, 1996). El progreso alcanzado por el mejoramiento genético de plantas en diversas especies ha sido notable, reflejándose especialmente en maíz (Luchsinger, 1992). Todos los híbridos comerciales pueden destinarse a la producción de grano y forraje, dependiendo de la precocidad, época de siembra, condiciones climáticas y de suelo, densidad de siembra, fertilización, manejo del cultivo, etc.

    El principal problema que presenta la producción de maíz para ensilaje es su bajo nivel de proteína cruda, lo cual encarece la alimentación invernal. Al respecto, Jahn et al. (1995) señalaron que los niveles de proteína en el ensilaje de maíz en la zona eran considerablemente más bajos que los señalados por la literatura extranjera. Diversos autores señalaron que el aumento de la fertilización nitrogenada produce un incremento en el rendimiento de MS, aumentando además el contenido proteico del grano de maíz (Carlone y Russel, 1987; Bundy y Carter, 1988; Muchow y Sinclair, 1994; Sinclair y Muchow, 1995).

    El N es esencial en la obtención de proteína en el maíz, y se requiere una dosis adecuada de fertilización nitrogenada para obtener el máximo de proteína (Cox et al., 1993). Al respecto, Binder et al. (2000) y Scharf et al. (2002) señalaron que es conveniente aplicar los fertilizantes nitrogenados en parcialidades para obtener una mayor producción de maíz, ya que el consumo de N es mínimo al inicio del crecimiento de la planta, aumentando luego hasta alcanzar un máximo entre la floración y la formación inicial de grano (Hanway, 1963).

    Diversos autores han estudiado la parcialización de la dosis de N en maíz. Russelle et al. (1983) encontraron una mayor producción en maíz cuando el N fue aplicado en la etapa V8 ó V16 (Hanway, 1963) que en la etapa V4 o en la siembra. Por otra parte, Randall et al. (1997) encontraron producciones similares aplicando el fertilizante en la siembra o 30% en la siembra y el 70% pasada la etapa V16 (etapa de grano lechoso).

    Los objetivos del presente estudio fueron determinar la respuesta a la aplicación de dosis crecientes de N y su parcialización en híbridos de maíz para ensilaje, y su efecto sobre el rendimiento de materia seca y contenido de proteína del forraje.

    Partes: 1, 2
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