En Oseas 11:10 se afirma con contundencia:
"En pos de Jehová caminarán; él rugirá como león; rugirá, y los hijos vendrán temblando desde el occidente".
Este es el segundo éxodo de Israel, la convocatoria final de entre todas las naciones. En Apocalipsis 11:8 se dice que este mundo – la gran aldea global – es equivalente a "Sodoma y Egipto".
Pues de este Egipto y Sodoma final planetario seremos llamados los que tenemos el "testimonio de Jesucristo" hacia una tierra de Israel restaurada en la venida del Mesías. Y muy probablemente en tiempo de persecución.
El cerno de la profecía de los últimos días es este recogimiento de la descendencia de Israel – o remanente de Jacob – de entre todas las naciones de la tierra, que habrán caído en una apostasía global, para devolverlo a su tierra restaurada en el instante inaugural del Reino.
Voy a citar solo algunos versículos – entre cientos que se insertan como mojones bien visibles desde el Génesis al Apocalipsis – que anuncian este megaevento planetario:
"Y yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché, y las haré volver a sus moradas; y crecerán y se multiplicarán".
Jeremías 23:3-7
"Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, os traeré a vuestro país".
Ezequiel 36: 24
"Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, … de los cuatro confines de la tierra".
Isaías 11:12
"Declara el Señor DIOS que reúne a los dispersos de Israel: Todavía les juntaré otros a los ya reunidos".
Isaías 56:8
"En aquel tiempo yo os traeré;
en aquel tiempo os reuniré,
y os daré renombre y fama
entre todos los pueblos de la tierra"
Sofonías 3:29
Todos estos pasajes, y muchos mas, se refieren a un recogimiento final futuro del remanente de las ovejas perdidas de la casa de Israel.
A ellas fueron enviados los apóstoles del Cordero.
Y este mega-evento previo a la instalación del Reino es el trazo indeleble de Dios en los días finales, el hilo de plata que debemos detectar detrás de la aparentemente confusa y burda trama de la historia contemporánea.
¿Y que cosa las ovejas perdidas son convocados de modo tan portentoso por el LEON-PASTOR?: pues a formar la nación central del milenio, la Nueva Israel, el REINO del Rey de reyes que ocupará el territorio del actual Estado de Israel, mas el de la hoy llamada "Cisjordania", mas el de Líbano y Siria prolongándose mas allá de ellos hasta las orillas del Eufrates.
A esta fenomenal ampliación territorial que dará lugar al Reino Líder del milenio – luego de la "restauración de todas las cosas" – se refiere Isaías 54: 2-3 cuando dice:
"Ensancha el sitio de tu tienda,
y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas;…
Porque te extenderás a la mano derecha
y a la mano izquierda;
y tu descendencia heredará naciones…"
Y es útil reparar que esa convocatoria causará estruendo en la historia, como el emerger repentino de un volcán rugiente en una pacifica planicie, transformando dramáticamente el paisaje:
"De cierto te juntaré todo, oh Jacob; recogeré ciertamente el resto de Israel; lo reuniré como … rebaño en medio de su aprisco; harán estruendo por la multitud de hombres". Miqueas 2:12
"Los pueblos huyeron a la voz del estruendo;
las naciones fueron esparcidas al levantarte tú". Isaias 33:3
Refiriéndose también a esa extraordinaria migración que se aproxima dice Jeremías 23:3-7:
"Por tanto, he aquí que vienen días, dice Jehová, en que no dirán más: Vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto, Vive Jehová que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de Israel de tierra del norte, y de todas las tierras adonde yo los había echado; y habitarán en su tierra".
Y en Jeremías 23:5-6 se dice:
"He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra".
Serán momentos culminantes de la historia del hombre sobre la tierra y luego del 11-S estos días se acercan vertiginosamente, este mega- atentado es parte del estruendo final, el anuncio de que el estruendo había comenzado.
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El LEON-PASTOR rugiente que convocara a su pueblo en forma tan portentosa de los "cuatro vientos de la tierra" es "Jehová Justicia Nuestra", el nuevo nombre de Nuestro Señor en su segundo advenimiento y con Él habitaremos confiados y habrá juicio y justicia sobre la tierra. Resta entonces ese éxodo final de los renacidos, los "hijos del Dios Viviente", que va a hacer empalidecer el primer éxodo de Israel.
Y es que aquel primer éxodo fue el rescate del Egipto literal de un pueblo escogido por Dios para sus propósitos, pero nacido de carne y sangre y por lo tanto de corazón endurecido y murmurador.
Y en gran parte de su historia este pueblo rechazó al Dios que lo había salvado. Pero el pueblo del futuro Nuevo Israel del milenio tendrá un corazón regenerado en el cual estará grabada la ley de Dios según nos dice Jeremías 31:33:
"Daré mi ley en sus entrañas, y escribiréla en sus corazones; y seré yo á ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo".
Y también en Ezequiel 36:28-28 :
"Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de vosotros el corazón de piedra
y os daré un corazón de carne.
Pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré que andéis en mis estatutos y que guardéis mis preceptos y los pongáis por obra.
Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios"
No habrá entonces rebeldías en el Reino del Israel milenario y Dios habitara con su pueblo en la tierra de los patriarcas en glorioso cumplimento de las profecías. Este éxodo final entonces, que comandara personalmente el rugiente LEON-PASTOR será la convocatoria postrera anunciada por los profetas del "remanente de Jacob", simiente de Abraham, simiente de Israel, simiente del Espíritu Santo, que estremecerá la tierra y humillara a los altivos.
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Carlos Canosa