Apologética
Este trabajo se encuentra en formato PDF. Para visualizarlo necesita Adobe Reader (gratuito).
Resúmen
La Apologética en teología y literatura consiste en la defensa sistemática de una posición o punto de vista. La palabra Apologética proviene del griego apología (απολογία), que designa la posición de defensa militar contra un ataque. El primero en usar el término con ambas connotaciones es John Henry Newman quien intitula su autobiografía espiritualista Apología Pro Vita Sua en 1864. Pero las primeras referencias pueden ser encontradas en la Apología de Sócrates (en la cual Platón toma la defensa de Sócrates durante su proceso), pero también algunas obras de apologistas de comienzos de la cristiandad como las dos Apologías del Mártir San Justino, dirigidas al emperador Marco Aurelio. Actualmente el término hace referencia al método de estudio empleado en algunos casos particulares, por grupos o individuos que promueven causas sistemáticamente, justificando ortodoxias, o negando a conveniencia algunos actos e incluso crímenes. La "lógica" apologética se basa en el "blanqueamiento" de las causas que apoya, principalmente a través de la omisión de los hechos negativos (percepción selectiva) y la exageración de los argumentos y hechos positivos; ambas técnicas comunes en la retórica clásica. Apologética católica en la historia La Iglesia primitiva En la antigua iglesia Cristiana existieron maestros y pastores apologéticos, como lo son: Pablo (2 Corintios 10:5), Pedro (1 Pedro 3:15), Judas (Jud 1:3), etc. La defensa que todos ellos hacían era mayormente hacia los Judíos, los cuales era tropiezo para los nuevos creyentes cristianos. Otra corriente que aumentó la apologética en el Paleocritianismo fue cuando comenzó el Gnosticismo cristiano, el cual después Ireneo de Lyon condenó como herejía en el 180 d. C. El mejor ejemplo de defensa del primer siglo se encuentra en el Nuevo Testamento, el cual contiene que existió un hombre llamado Apolos que practicó la apologética de una manera audaz. En el libro de los Hechos se le menciona más precisamente: "Llegó entonces a Efeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras. Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor…" Hechos 18:24,25 (RV) Y más adelante: "y llegado él allá, fue de gran provecho a los que por la gracia habían creído; porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo" Era Patrística S. II, la literatura cristiana es sobre todo apologética. Contra judíos, paganos y emperadores. Justino Mártir muestra el cumplimiento de la profecía bíblica en el Cristianismo. En el s. III, Tertuliano continua con brillantez la apologética. En Alejandría Clemente compuso una exhortación a la conversión “El Protreptico”. Orígenes sucede a Clemente, escribe “Contra Celso”. Con estos autores la apologética alcanzó refinamiento filosófico. En el s. IV Arnobio y Lactancio suceden a Minucio Félix, s III, se dirigen a los romanos para su conversión. Eusebio de Cesarea en su “Preparación evangélica” responde a Porfirio. Él y Atanasio ven el derrumbamiento del paganismo en el Imperio. En el s. V Teodoreto de Ciro realiza una “Summa contra el paganismo”. En Occidente la apologética brilla con Agustín, contra los maniqueos, “La ciudad de Dios”. Su obra la continúan Orosio, Salviano; y los papas León I y Gregorio I. El Medievo S. VII, la apologética responde a los musulmanes. Juan Damasceno escribe diálogos entre cristianos y musulmanes. Escriben debates, Isidoro de Sevilla, Pedro Damián (s. XI), Ruperto de Deutz (s. XII). Abelardo escribe un diálogo no polémico entre un filósofo, un judío y un cristiano. En el s. XIII Tomás de Aquino escribe la “Summa contra gentiles”, aborda verdades como la existencia de Dios, la inmortalidad del alma, la Trinidad y la Encarnación. S. XIII, Ramón Martini escribe contra los sarracenos. J. Torquemada, Dionisio Cartujano escriben contra los musulmanes. Desde el s. XIV escotistas y ockamistas sostienen que es posible alcanzar la fe por la sola razón. Durante el Renacimiento M. Ficino, elabora una síntesis entre la filosofía platónica y la fe cristiana. Defiende la inmortalidad del alma y la divinidad de Cristo. Del siglo XVI al siglo XVIII Lutero desprecia la razón para tratar de asuntos espirituales. La Revelación se ha de aceptar sobre la fe. Melanchthon usa la razón para la preparación a la fe. Juan Calvino en su obra “Instituciones de la Religión Cristiana” (1559) defiende el carácter Revelado de la Sagrada Escritura sobre argumentos de Scoto y los Nominalistas. Los católicos del s. XVI se ocupan de las disputas con protestantes. Juan Luis Vives escribe sobre “La verdad de la fe cristiana”, de la necesidad y fundamentos de la religión cristiana para la salvación. Al final aborda los asuntos de judíos y musulmanes. Moisés Amyrant escribe sobre la indiferencia religiosa. Jacques Abbadie escribe contra la crítica bíblica de Spinoza. Los católicos del s. XVII acusan a los protestantes de enfatizar la razón. Pascal en sus “Pensamientos” apuesta por el corazón. Algunos católicos del s. XVII intentan demostrar casi matemáticamente el hecho de la Revelación, influidos por el racionalismo. Los apologistas anglicanos defienden la religión revelada. S. Clarke defiende la Teología Natural y que el NT concuerda con la razón. A finales del s. XVIII W. Paley reúne los argumentos contra escépticos, contra deistas e historiadores escépticos. Apologistas alemanes, protestantes y católicos defienden la historicidad de los Evangelios. En Francia, Rousseau y Voltaire fueron criticados por los católicos. Se defienden las verdades de la Teología Natural, la posibilidad y necesidad de la Revelación. (En formato PDF)
Enviado por Pastor Guillermo Sebastian Olivera
Trabajos relacionados
Ver mas trabajos de Religion |
Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.
Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de edu.red. El objetivo de edu.red es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de edu.red como fuentes de información.