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Higiene en el trabajo (página 5)

Enviado por Maria Flores


Partes: 1, 2, 3, 4, 5

 

EVALUACIÓN DE NOCHE.

Zona de trabajo

Puntos

E1

E2

Superficie de reflexión

 

Armado de asientos y respaldos.

1

10

115

Mesa de trabajo con melanina brillante de color blanco.

2

8

98

Piso

3

15

120

Mesa de trabajo con melanina brillante de color blanco.

4

6

72

Piso

Perforación de asientos y respaldos

1

12

81

Piso.

2

15

80

Mesa de trabajo con melanina brillante de color blanco.

3

21

82

Mesa de trabajo con melanina brillante de color blanco.

4

11

79

Piso

Colocación de píjas.

1

7

52

Piso.

2

2

35

Mesa de trabajo con melanina brillante de color blanco.

3

11

30

Mesa de trabajo con melanina brillante de color blanco.

4

15

56

Mesa de trabajo con melanina brillante de color blanco.

Colocación de antiderrapantes

1

18

98

Mesa de trabajo con melanina brillante de color blanco.

2

8

75

Mesa de trabajo con melanina brillante de color blanco.

3

15

60

Mesa de trabajo con melanina brillante de color blanco.

4

8

52

Mesa de trabajo con melanina brillante de color blanco.

DETERMINE:

  1. El índice de área de cada departamento de la empresa.
  2. El factor de reflexión.
  3. La comparación del nivel de iluminación con el nivel mínimo requerido por el tipo de trabajo de acuerdo a la NOM 025 STPS 1999.

NIVELES MÍNIMOS DE ILUMINACIÓN

TAREA VISUAL

DEL PUESTO DE TRABAJO

ÁREA DE TRABAJO

NIVELES MÍNIMOS DE ILUMINACIÓN (LUX)

En exteriores: distinguir el área de tránsito, desplazarse caminando, vigilancia, movimiento de vehículos.

Áreas generales exteriores: patios y estacionamientos.

20

En interiores: distinguir el área de tránsito, desplazarse caminando, vigilancia, movimiento de vehículos.

Áreas generales interiores: almacenes de poco movimiento, pasillos, escaleras, estacionamientos cubiertos, labores en minas subterráneas, iluminación de emergencia.

 

50

Requerimiento visual simple: inspección visual, recuento de piezas, trabajo en banco y máquina.

Áreas de servicios al personal: almacenaje rudo, recepción y despacho, casetas de vigilancia, cuartos de compresores y pailería.

 

200

Distinción moderada de detalles: ensamble simple, trabajo medio en banco y máquina, inspección simple, empaque y trabajos de oficina.

Talleres: áreas de empaque y ensamble, aulas y oficinas.

 

300

Distinción clara de detalles: maquinado y acabados delicados, ensamble e inspección moderadamente difícil, captura y procesamiento de información, manejo de instrumentos y equipo de laboratorio.

Talleres de precisión: salas de cómputo, áreas de dibujo, laboratorios.

 

500

Distinción fi na de detalles: maquinado de precisión, ensamble e inspección de trabajos delicados, manejo de instrumentos y equipo de precisión, manejo de piezas pequeñas.

Talleres de alta precisión: de pintura y acabado de superficies, y laboratorios de control de calidad.

 

 

750

Alta exactitud en la distinción de detalles: ensamble, proceso e inspección de piezas pequeñas y complejas y acabado con pulidos finos.

Áreas de proceso: ensamble e inspección de piezas complejas y acabados con pulido fino.

 

1,000

Alto grado de especialización en la distinción de detalles.

Áreas de proceso de gran exactitud.

2,000

NIVELES MÁXIMOS PERMISIBLES DEL FACTOR DE REFLEXIÓN

 

CONCEPTO

NIVELES MÁXIMOS PERMISIBLES DE REFLEXIÓN

Kf

TECHOS

90 %

PAREDES

60 %

PLANO DE TRABAJO

50 %

SUELOS

50 %

RELACIÓN ENTRE EL ÍNDICE DE ÁREA Y EL NÚMERO DE ZONAS DE MEDICIÓN

ÍNDICE DE ÁREA

A) NÚMERO MÍNIMO DE ZONAS A EVALUAR

B) NÚMERO DE ZONAS A CONSIDERAR POR LA LIMITACIÓN

IC < 1

4

6

1 £ IC < 2

9

12

2 £ IC < 3

16

20

3 £ IC

25

30

El valor del índice de área, para establecer el número de zonas a evaluar, está dado por la siguiente ecuación:

donde:

IC = índice del área.

x, y = dimensiones del área (largo y ancho), en metros.

h = altura de la luminaria respecto al plano de trabajo, en metros.

IV.5.- RADIACIONES IONIZANTES Y NO IONIZANTES

RADIACIONES IONIZANTES

La radiación ionizante consiste en partículas, incluidos los fotones, que causan la separación de electrones de átomos y moléculas. Pero algunos tipos de radiación de energía relativamente baja, como la luz ultravioleta, sólo pueden originar ionización en determinadas circunstancias. Para distinguir estos tipos de radiación de la radiación que siempre causa ionización, se establece un límite energético inferior arbitrario para la radiación ionizante, que se suele situar en torno a 10 kiloelectronvoltios (keV).

La radiación ionizante directa consta de partículas cargadas, que son los electrones energéticos (llamados a veces negatrones), los positrones, los protones, las partículas alfa, los mesones cargados, los muones y los iones pesados (átomos ionizados).

Este tipo de radiación ionizante interactúa con la materia sobre todo mediante la fuerza de Coulomb, que les hace repeler o atraer electrones de átomos y moléculas en función de sus cargas. La radiación ionizante indirecta es producida por partículas sin carga. Los tipos más comunes de radiación ionizante indirecta son los generados por fotones con energía superior a 10 keV (rayos X y rayos gamma) y todos los neutrones.

Los fotones de los rayos X y gamma interactúan con la materia y causan ionización de tres maneras diferentes como mínimo:

  1. Los fotones de energía más baja interactúan sobre todo mediante el efecto fotoeléctrico, por el que el fotón cede toda su energía a un electrón, que entonces abandona el átomo o molécula. El fotón desaparece.

Los fotones de energía intermedia interactúan fundamentalmente mediante el efecto Compton, en virtud del cual el fotón y un electrón colisionan esencialmente como partículas. El fotón continúa su trayectoria en una nueva dirección con su energía disminuida, mientras que el electrón liberado parte con el resto de la energía entrante (menos la energía de unión del electrón al átomo o a la molécula).

  • La producción de pares sólo es posible con fotones cuya energía sea superior a 1,02 MeV. (Sin embargo, cerca de 1,02 MeV, el efecto Compton predomina todavía. La producción de pares predomina con energías más altas.) El fotón desaparece, y en su lugar aparece una pareja electrón-positrón (este fenómeno sólo ocurre en la proximidad de un núcleo, por consideraciones de conservación del momento cinético y de la energía). La energía cinética total del par electrón-positrón es igual a la energía del fotón menos la suma de las energías de la masa residual de electrón y positrón (1,02 MeV).

Estos electrones y positrones energéticos se comportan entonces como radiación ionizante directa. A medida que pierde energía cinética, un positrón puede llegar a encontrarse con un electrón, y las partículas se aniquilarán entre sí.

Entonces se emiten dos fotones de 0,511 MeV (por lo general) desde el punto de aniquilación, a 180 grados uno de otro.Con un fotón dado puede ocurrir cualquiera de estos supuestos, salvo que la producción de pares sólo es posible con fotones de energía superior a 1,022 MeV. La energía del fotón y el material con el que interactúa determinan qué interacción es la más probable.

Las interacciones más comunes del neutrón con la materia son colisiones inelásticas, captura (o activación) de neutrón y fisión. Todas ellas son interacciones con núcleos. Un núcleo que colisiona inelásticamente con un neutrón queda en un nivel de energía más alto. Entonces puede liberar esta energía en forma de un rayo gamma, mediante la emisión de una partícula beta o de ambas formas.

En la captura de neutrones, un núcleo afectado puede absorber el neutrón y expulsar energía en forma de rayos gamma o X o partículas beta, o ambas cosas. Las partículas secundarias causan después ionización, como se ha visto antes. En la fisión, un núcleo pesado puede absorber al neutrón y se desdobla en dos núcleos más ligeros, que casi siempre son radiactivos.

Partículas alfa

Una partícula alfa es un conjunto de dos protones y dos neutrones estrechamente unidos. Es idéntica a un núcleo de helio 4 (4He). De hecho, su destino último después de haber perdido la mayoría de su energía cinética es capturar dos electrones y convertirse en un átomo de helio. Los radionucleidos emisores de partículas alfa son en general núcleos relativamente pesados. Casi todos los emisores alfa tienen números atómicos iguales o superiores al del plomo (82Pb).

Cuando un núcleo se desintegra y emite una partícula alfa, su número atómico (el número de protones) y su número de neutrones disminuyen en dos, mientras que su número másico se reduce en cuatro. Por ejemplo, la desintegración alfa del uranio 238 (238U) a torio 234 (234Th) se representa por

El superíndice de la izquierda es el número másico (número de protones más neutrones), el subíndice de la izquierda es el número atómico (número de protones) y el subíndice de la derecha es el número de neutrones. Los emisores alfa corrientes emiten partículas alfa con energías cinéticas entre unos 4 y 5,5 MeV.

El alcance de estas partículas alfa en el aire no sobrepasa los 5 cm Se necesitan partículas alfa con una energía de 7,5 MeV para penetrar la epidermis (capa protectora de la piel, de 0,07 mm de espesor). Los emisores alfa no plantean por lo general ningún peligro de radiación externa. Sólo son peligrosos si se captan al interior del cuerpo. Como depositan su energía a corta distancia, las partículas alfa constituyen una radiación de alta transferencia lineal de energía (TLE) y tienen un factor de ponderación radiológica elevado, cuyo valor típico es wR = 20

Partículas beta

Una partícula beta es un electrón o positrón muy energético. (El positrón es la antipartícula del electrón. Tiene la misma masa y la mayoría de las demás propiedades del electrón, salvo su carga, cuya magnitud es exactamente la misma que la del electrón, pero de signo positivo.) Los radionucleidos emisores beta pueden ser de peso atómico alto o bajo.

Los radionucleidos que tienen exceso de protones en comparación con nucleidos estables de número másico similar al suyo pueden desintegrarse cuando un protón del núcleo se convierte en neutrón. Cuando así sucede, el núcleo emite un positrón y una partícula extraordinariamente ligera y que muy rara vez interactúa llamada neutrino. (El neutrino y su antipartícula carecen de interés en protección radiológica.) Cuando ha cedido la mayoría de su energía cinética, el positrón termina por colisionar con un electrón, con lo que se aniquilan ambos.

La radiación de aniquilación producida es casi siempre la de dos fotones de 0,511 keV (kiloelectronvoltios) que se desplazan en sentidos separados por 180 grados. La desintegración típica con emisión de un positrón se representa por:

Donde el negatrón está representado por  y el antineutrino por v. Aquí, el núcleo resultante gana un protón a expensas de un neutrón, pero tampoco cambia su número másico. La desintegración alfa es una reacción de dos cuerpos, de manera que las partículas se emiten con energías cinéticas discretas. En cambio, la desintegración beta es una reacción de tres cuerpos, de forma que las partículas beta se emiten en un espectro de energías. La energía máxima del espectro depende del radió nucleido que se desintegra. La energía beta media del espectro es de alrededor de un tercio de la energía máxima

Las energías beta máximas típicas oscilan desde 18,6 keV para el tritio (3H) a 1,71 MeV para el fósforo 32 (32P). El alcance de las partículas beta en el aire es de unos 3,65 m por MeV de energía cinética. Se necesitan partículas beta de 70 keV de energía como mínimo para atravesar la epidermis. Las partículas beta son radiación de baja TLE.

Radiación gamma

La radiación gamma es radiación electromagnética emitida por un núcleo cuando experimenta una transición de un estado de energía más alta a un estado energético más bajo. El número de protones y neutrones del núcleo no varía en estas transiciones.

El núcleo puede haber quedado en el estado de más energía después de una desintegración alfa o beta anterior. Es decir, los rayos gamma se emiten a menudo inmediatamente después de una desintegración alfa o beta. Los rayos gamma también pueden ser el resultado de la captura de un neutrón y de la dispersión inelástica de partículas subatómicas por núcleos. Los rayos gamma más energéticos se han observado en los rayos cósmicos.

 

Mientras que las partículas alfa y beta tienen alcances definidos en la materia, los rayos gamma experimentan una atenuación exponencial (si se pasa por alto la acumulación que resulta de la dispersión dentro de un material) a medida que atraviesan la materia. Cuando puede prescindirse de la acumulación, la atenuación de los rayos gamma viene dada por la característica de la masa El coeficiente másico de atenuación depende de la energía de los rayos gamma y del material con el que interactúan los rayos gamma. Los valores del coeficiente másico de atenuación están tabulados en numerosos documentos de referencia.

Rayos X

Los rayos X son una radiación electromagnética y, en ese sentido, son idénticos a los rayos gamma. La distinción entre rayos X y rayos gamma radica en su origen. Mientras que los rayos gamma se originan en el núcleo atómico, los rayos X resultan de interacciones entre electrones. Aunque a menudo los rayos X tienen energía inferior a la de los rayos gamma, éste no es el criterio que los diferencia. Se pueden producir rayos X con energías mucho más elevadas que las de los rayos gamma procedentes de la desintegración radiactiva.

La conversión interna antes explicada es uno de los métodos de producción de rayos X. En este caso, los rayos X resultantes tienen energías discretas iguales a la diferencia de los niveles de energía entre los que saltan los electrones orbitales. Las partículas cargadas emiten radiación electromagnética siempre que son aceleradas o frenadas.

La cantidad de radiación emitida es inversamente proporcional a la cuarta potencia de la masa de la partícula. Por consiguiente, los electrones emiten mucha más radiación X que partículas más pesadas, como los protones, si todas las demás condiciones son iguales. Los sistemas de rayos X producen rayos X mediante la aceleración de electrones que circulan a través de una gran diferencia de potencial eléctrico, de muchos kV o MV.

Los electrones son después frenados rápidamente en un material denso y resistente al calor, como el tungsteno (W). Los rayos X emitidos desde estos sistemas tienen energías que se extienden en un espectro que va desde alrededor de cero hasta la energía cinética máxima adquirida por los electrones antes de la deceleración.

A menudo, a este espectro continuo se superponen rayos X de energía discreta, que se producen cuando los electrones frenados ionizan el material del blanco o anticátodo. Como otros electrones orbitales saltan para llenar los huecos dejados tras la ionización, emiten rayos X de energías discretas similares a los rayos X que se emiten después de la conversión interna. Reciben el nombre de rayos X característicos porque son característicos del material del blanco (anticátodo)

48. IONIZANTES

Neutrones

Por lo general, los neutrones no son emitidos como resultado directo de la desintegración radiactiva natural, sino que se producen durante reacciones nucleares. Los reactores nucleares son los que generan neutrones con mayor abundancia, pero los aceleradores de partículas y las fuentes especiales de neutrones.

Los reactores nucleares producen neutrones cuando los núcleos del uranio (U) que constituye el combustible nuclear se desdoblan o fisionan. De hecho, la producción de neutrones es esencial para mantener la fisión nuclear en un reactor. Los aceleradores de partículas producen neutrones mediante la aceleración de partículas cargadas, como protones o electrones, hasta que alcanzan altas energías, para bombardear con ellas los núcleos estables de un blanco. Las partículas que pueden resultar de estas reacciones nucleares no son únicamente neutrones.

Los neutrones se clasifican en general por su energía, Esta clasificación es un tanto arbitraria y puede variar en contextos diferentes. Existen varios modos posibles de interacción del neutrón con la materia, pero las dos formas principales a efectos de seguridad radiológica son la dispersión elástica y la captura de neutrones. La dispersión elástica es el medio por el que los neutrones de mayor energía son reducidos para producir energía térmica.

Los neutrones de mayor energía interactúan sobre todo por dispersión elástica y en general no causan fisión ni producen material radiactivo por captura de neutrones. Los neutrones térmicos son los principales responsables de los últimos tipos de interacción.

La dispersión elástica se produce cuando un neutrón interactúa con un núcleo y rebota con menos energía. El núcleo con el que ha chocado capta la energía cinética que el neutrón pierde. Después de ser excitado de este modo, el núcleo libera pronto esta energía en forma de radiación gamma. Si el neutrón llega a alcanzar energías térmicas (llamadas así porque el neutrón está en equilibrio térmico con su entorno), es capturado fácilmente por la mayoría de los núcleos. Al no tener carga, los neutrones no son repelidos por los núcleos con cargas positivas, como les ocurre a los protones.

Cuando un neutrón térmico se aproxima a un núcleo y se sitúa dentro del radio de acción de la fuerza nuclear potente, del orden de algunos fm (1 fm = 10–15 metros), el núcleo captura el neutrón. El producto resultante puede ser un núcleo radiactivo que emite un fotón u otra partícula o bien, en el caso de núcleos fisionables como 235U y 239Pu, el núcleo captador puede fisionarse en dos núcleos más pequeños y más neutrones.

Las leyes de la cinemática indican que los neutrones alcanzarán energías térmicas con mayor rapidez si en el medio de dispersión elástica existe un gran número de núcleos ligeros. Un neutrón que rebota en un núcleo ligero pierde un porcentaje mucho mayor de su energía cinética que si rebota en un núcleo pesado. Por este motivo, el agua y los materiales hidrogenados son el mejor material de blindaje para frenar neutrones. Un haz de neutrones monoenergético experimentará una atenuación exponencial en el material La probabilidad de que un neutrón interactúe con un núcleo dado se describe en función del valor de la sección eficaz. La sección eficaz se mide en unidades de superficie.

La unidad especial utilizada para la sección eficaz es el barn (b), definido por: 1b =10 cm -24 2 Es extremadamente difícil producir neutrones sin acompañamiento de rayos gamma y rayos X. En general, cabe suponer que, si hay presentes neutrones, también hay fotones de alta energía.

En términos generales podemos observar que las radiaciones ionizantes varían en cuanto al nivel energético así como a su poder de penetración:

EFECTOS BIOLÓGICOS

Tras su descubrimiento por Roentgen en 1895, los rayos X fueron introducidos con tanta rapidez para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que casi en seguida comenzaron a encontrarse lesiones debidas a exposición excesiva a la radiación entre los primeros radiólogos, que todavía no eran conscientes de sus riesgos (Brown 1933).

Las primeras lesiones fueron sobre todo reacciones cutáneas en las manos de quienes trabajaban con los primeros equipos de radiología, pero ya en el primer decenio se habían comunicado otros tipos de lesión, incluidos los primeros cánceres atribuidos a la radiación

En el curso del siglo transcurrido desde estos primeros hallazgos, el estudio de los efectos biológicos de la radiación ionizante ha recibido un impulso permanente como consecuencia del uso cada vez mayor de la radiación en medicina, ciencia e industria, así como de las aplicaciones pacíficas y militares de la energía atómica.

El resultado es que los efectos biológicos de la radiación se han investigados más a fondo que los de prácticamente cualquier otro agente ambiental. El desarrollo de los conocimientos sobre los efectos de la radiación ha48.determinado el perfeccionamiento de medidas para proteger la salud humana contra muchos otros peligros medioambientales, además de la radiación.

Naturaleza y mecanismos de los efectos biológicos de la radiación

Deposición de energía. A diferencia de otras formas de radiación, la radiación ionizante es capaz de depositar suficiente energía localizada para arrancar electrones de los átomos con los que interactúa. Así, cuando la radiación colisiona al azar con átomos y moléculas al atravesar células vivas, da lugar a iones y radicales libres que rompen los enlaces químicos y provoca otros cambios moleculares que dañan las células afectadas.

La distribución espacial de los fenómenos ionizantes depende del factor de ponderación radiológica, wR de la radiación.

Efectos sobre el ADN. Cualquier molécula de la célula puede ser alterada por la radiación, pero el ADN es el blanco biológico más crítico, debido a la redundancia limitada de la información genética que contiene. Una dosis absorbida de radiación lo bastante grande para matar la célula media en división —2 gray (Gy)— basta para originar centenares de lesiones en sus moléculas de ADN.

La mayoría de estas lesiones son reparables, pero las producidas por una radiación ionizante concentrada (por ejemplo, un protón o una partícula alfa) son en general menos reparables que las generadas por una radiación ionizante dispersada (por ejemplo, un rayo X o un rayo gamma)

Por lo tanto, las radiaciones ionizantes concentradas (alta TLE) tienen por lo común un mayor efecto biológico relativo (EBR) que las radiaciones ionizantes dispersadas (baja TLE) en casi todas las formas de lesión

Efectos sobre los genes. El daño del ADN que queda sin reparar o es mal reparado puede manifestarse en forma de mutaciones, cuya frecuencia parece aumentar como una función lineal de la dosis, sin umbral, en alrededor de 10–5 a 10–6 por locus y por Gy El hecho de que la tasa de mutaciones parezca ser proporcional a la dosis se considera indicativo de que una sola partícula ionizante que atraviese el ADN es suficiente, en principio, para causar una mutación. En las víctimas del accidente de Chernóbil, la relación dosis-respuesta de las mutacionesde la glicoforina de células de la médula ósea es muy similar a la observada en supervivientes de la bomba atómica

Efectos sobre los cromosomas. Las lesiones por radiación del aparato genético pueden causar también cambios en el número y la estructura de los cromosomas, modificaciones cuya frecuencia se ha observado que aumenta con la dosis en trabajadores expuestos, en supervivientes de la bomba atómica y en otras personas expuestas a la radiación ionizante. La relación dosis-respuesta para las aberraciones cromosómicas en linfocitos de sangre humana (Figura 48.4) se ha determinado con bastante exactitud, de manera que la frecuencia de aberraciones en esas células puede servir de dosímetro biológico útil

Efectos sobre la supervivencia celular. Entre las reacciones más tempranas a la irradiación figura la inhibición de la división celular, que aparece en seguida tras la exposición, aunque su grado y duración varían con la dosis Si bien la inhibición de la mitosis es característicamente pasajera, la lesión radiológica de genes y cromosomas puede ser letal para las células en división, que en conjunto son muy sensibles a la radiación.

Medida en términos de capacidad proliferativa, la supervivencia de las células en división tiende a disminuir exponencialmente con el aumento de la dosis, de manera que 1-2 Gy bastan por lo general para reducir la población superviviente en alrededor del 50 %

Efectos sobre los tejidos. Las células maduras que no están en división son relativamente radiorresistentes, pero las que se dividen dentro de un tejido son radiosensibles, por lo que la irradiación intensiva puede matar un número suficiente para que el tejido se atrofie

 

La rapidez de esta atrofia depende de la dinámica de la población celular dentro del tejido afectado; es decir, en órganos caracterizados por un recambio celular lento, como el hígado y el endotelio vascular, el proceso es típicamente mucho más lento que en órganos caracterizados por un recambio celular rápido, como la médula ósea, la epidermis y la mucosa intestinal.

Por otra parte, conviene subrayar que si el volumen de tejido irradiado es lo bastante pequeño, o si la dosis se acumula con la lentitud suficiente, la gravedad de la lesión puede reducirse notablemente por la proliferación compensatoria de las células supervivientes.

Efectos agudos. Los efectos agudos de la radiación se deben sobre todo a la depleción de células progenitoras en los tejidos afectados, y sólo pueden inducirse por dosis lo bastante grandes para matar muchas de estas células.

Por este motivo, tales efectos se consideran de naturaleza no estocástica, o determinista, en contraste con los efectos mutágenos y cancerígenos de la radiación, que se consideran fenómenos estocásticos resultantes de alteraciones moleculares aleatorias en células individuales que aumentan como funciones lineales, sin umbral, de la dosis Las lesiones agudas de los tipos que predominaban en los primeros trabajadores expuestos y en los pacientes tratados inicialmente con radioterapia han desaparecido prácticamente gracias a las mejoras introducidas en las precauciones de seguridad y en los métodos de tratamiento. Sin embargo, la mayoría de los pacientes tratados con radiación en la actualidad experimentan también alguna lesión del tejido normal irradiado.

Además, siguen ocurriendo accidentes radiológicos graves. Por ejemplo, entre 1945 y 1987 se informó de unos 285 accidentes en reactores nucleares ocurridos en diversos países, en los que resultaron irradiadas más de 1.350 personas, 33 de ellas con resultado mortal El accidente de Chernóbil, por sí solo, liberó material radiactivo suficiente para exigir la evacuación de decenas de millares de personas y animales domésticos del área circundante, y originó enfermedades radiológicas y quemaduras en más de 200 personas entre componentes de equipos de emergencia y bomberos, de las que 31 fallecieron.

Los efectos a largo plazo del material radiactivo liberado sobre la salud no pueden predecirse con certeza, pero las estimaciones de los riesgos resultantes de efectos cancerígenos, basadas en modelos de incidencia de dosis sin umbral, suponen que pueden producirse hasta 30.000 muertes adicionales por cáncer en la población del hemisferio norte durante los 70 próximos años a consecuencia del accidente, aunque es probable que los casos adicionales de cáncer en cualquier país sean demasiado escasos para permitir su detección epidemiológica.

Menos catastróficos, pero mucho más numerosos que los accidentes de reactores, han sido los accidentes en que han intervenido fuentes de rayo gamma médicas e industriales, que también han sido causa de lesiones y pérdida de vidas. Por ejemplo, la eliminación inadecuada de una fuente de radioterapia de cesio 137 en Goiânia, Brasil, en 1987 originó la irradiación de docenas de víctimas confiadas, cuatro de las cuales murieron.

Una exposición amplia de las lesiones por radiación escapa al ámbito de esta revisión, pero las reacciones agudas de los tejidos más radiosensibles son de interés general, por lo que se describen brevemente en las secciones siguientes.

Piel. Las células de la capa germinal de la epidermis son muy sensibles a la radiación. En consecuencia, la rápida exposición de la piel a una dosis de 6 Sv o más provoca eritema (enrojecimiento) de la zona expuesta, que aparece dentro del primer día, suele durar unas cuantas horas y va seguido al cabo de dos a cuatro semanas de una o más oleadas de un eritema más profundo y prolongado, así como de depilación (pérdida de pelo). Si la dosis supera los 10 a 20 Sv, en dos o cuatro semanas pueden surgir ampollas, necrosis y ulceración, seguidas de fibrosis de la dermis y los vasos subyacentes, que pueden desembocar en atrofia y una segunda oleada de ulceración meses o años después

Médula ósea y tejido linfoide. Los linfocitos también son muy radiosensibles; una dosis de 2 a 3 Sv irradiada en poco tiempo a todo el cuerpo puede destruir un número suficiente de ellos para que disminuya el recuento de linfocitos periféricos y la respuesta inmunitaria se deteriore en pocas horas. Las células hematopoyéticas de la médula ósea tienen una sensibilidad similar a la radiación y su depleción con una dosis comparable es suficiente para causar granulocitopenia y trombocitopenia en las tres a cinco semanas siguientes. Si la dosis es mayor, estas disminuciones del recuento de granulocitos y plaquetas pueden ser lo bastante graves para originar hemorragia o una infección mortal.

Intestino. Las células progenitoras del epitelio que reviste el intestino delgado también tienen extraordinaria sensibilidad a la 7radiación. La exposición aguda a 10 Sv disminuye su número en grado suficiente para causar la denudación de las vellosidades intestinales suprayacentes en unos días. La denudación de una superficie grande de la mucosa puede dar lugar a un síndrome fulminante similar a la disentería que causa rápidamente la muerte

Gónadas. Los espermatozoides maduros pueden sobrevivir a dosis grandes (100 Sv), pero los espermatogonios son tan radiosensibles que una dosis de sólo 0,15 Sv aplicada rápidamente a ambos testículos basta para causar oligospermia, y una dosis de 2 a 4 Sv puede provocar esterilidad permanente. También los oocitos son radiosensibles. Una dosis rápida de 1,5 a 2,0 Sv aplicada a ambos ovarios origina esterilidad temporal, y una dosis mayor, esterilidad permanente, en función de la edad de la mujer en el momento de la exposición.

Aparato respiratorio. El pulmón no es muy radiosensible, pero la exposición rápida a una dosis de 6 a 10 Sv puede hacer que en la zona expuesta se desarrolle neumonía aguda en el plazo de uno a tres meses. Si se afecta un volumen grande de tejido pulmonar, el proceso puede originar insuficiencia respiratoria al cabo de unas semanas, o conducir a fibrosis pulmonar en meses o años después.

Cristalino del ojo. Las células del epitelio anterior del cristalino, que continúan dividiéndose toda la vida, son relativamente radiosensibles. El resultado es que una exposición rápida del cristalino a una dosis superior a 1 Sv puede generar en unos meses la formación de una opacidad polar posterior microscópica; y 2 a 3 Sv recibidos en una sola exposición breve (o la exposición a 5,5 a 14 Sv acumulada a lo largo de meses) pueden producir cataratas que dificulten la visión.

Otros tejidos. En comparación con los tejidos ya mencionados, la sensibilidad de otros tejidos del cuerpo a la radiación es en general bastante inferior (por ejemplo, Tabla 48.4); pero, como se verá a continuación, el embrión constituye una notable excepción.También conviene destacar que la radiosensibilidad de cualquier tejido aumenta cuando se encuentra en estado de crecimiento rápido.

Lesión radiológica de todo el cuerpo. La exposición rápida de una parte importante del cuerpo a una dosis superior a 1 Gy puede producir el síndrome de radiación agudo, que comprende:

(1) una fase inicial prodrómica, caracterizada por malestar general, anorexia, náuseas y vómitos,

(2) seguida de un período latente,

(3) una segunda fase (principal) de enfermedad y

(4) por último, la recuperación o la muerte La fase principal de la enfermedad adopta por lo general una de las formas siguientes, según la localización predominante de la lesión radiológica:

  1. hematológica,
  2. gastrointestinal,
  3. cerebral o
  4. pulmonar

Lesión radiológica localizada. A diferencia de las manifestaciones clínicas de la lesión radiológica aguda de todo el cuerpo, que suelen ser dramáticas e inmediatas, la reacción a la irradiación muy localizada, tanto si procede de una fuente de radiación externa como de un radionucleido depositado en el interior del cuerpo, tiende a evolucionar con lentitud y a producir pocos síntomas o signos a menos que el volumen de tejido irradiado y/o la dosis sean relativamente grandes

SEGURIDAD RADIOLOGICA

El objetivo de la seguridad radiológica es eliminar o limitar al mínimo los efectos nocivos de la radiación ionizante y del material radiactivo en los trabajadores, el público y el medio ambiente sin obstaculizar su empleo en actividades beneficiosas. Casi ningún programa de seguridad radiológica tendrá que implantar todos y cada uno de los elementos que se describen a continuación.

El diseño de un programa de seguridad radiológica depende de los tipos de fuentes de radiación ionizante que intervengan y de la forma en que se utilicen. Se ha propuesto los principios siguientes, que deben informar la utilización de la radiación ionizante y la aplicación de las normas de seguridad radiológica:

1. No debe adoptarse ninguna práctica que implique exposiciones a la radiación a menos que produzca un beneficio a los individuos expuestos o a la sociedad suficiente para compensar el perjuicio que ocasiona la radiación (la justificación de una práctica).

2. En relación con cualquier fuente particular dentro de una práctica, la magnitud de las dosis individuales, el número de personas expuestas y la probabilidad de incurrir en exposiciones cuando no exista seguridad de que vayan a recibirse deben mantenerse todas tan bajas como razonablemente se pueda, teniendo en cuenta factores económicos y sociales.

Este procedimiento debe estar limitado por restricciones sobre la dosis a individuos (restricciones de dosis), de manera que se limite la desigualdad que pueda resultar de los juicios económicos y sociales inherentes (la optimización de la protección).

3. La exposición de individuos resultante de la combinación de todas las prácticas pertinentes debe someterse a límites de dosis, o a algún control del riesgo en el caso de exposiciones potenciales, con el fin de garantizar que nadie se exponga por causa de estas prácticas a riesgos radiológicos que se consideren inaceptables en circunstancias normales. No todas las fuentes son susceptibles de control mediante acción en la misma fuente, y es necesario especificar las fuentes que se incluirán como pertinentes antes de seleccionar un límite de dosis (límites de dosis y de riesgo individuales)

Existen normas sobre exposición radiológica de los trabajadores y del público en general y sobre límites anuales de incorporación de radionucleidos.

Dosimetría

La dosimetría se utiliza para indicar los equivalentes de dosis que los trabajadores reciben de los campos de radiación externos a los que puedan estar expuestos. Los dosímetros se caracterizan por el tipo de dispositivo, por el tipo de radiación que miden y por la parte del cuerpo para la que se indicará la dosis absorbida. Tres son los tipos principales de dosímetros de uso más corriente. Se trata de los dosímetros termoluminiscentes, dosímetros de película y cámaras de ionización.

Otros tipos de dosímetros son las láminas de fisión, los dispositivos de registro de huellas y los dosímetros de "burbuja" de plástico. Los dosímetros termoluminiscentes son los dosímetros personales más utilizados. Aplican el principio de que algunos materiales, cuando absorben energía de la radiación ionizante, la van almacenando, de modo que puede recuperarse después en forma de luz cuando los materiales se calientan. La cantidad de luz liberada es directamente proporcional, con bastante exactitud, a la energía absorbida de la radiación ionizante y, por lo tanto, a la dosis absorbida que ha recibido el material.

Esta proporcionalidad es válida en un intervalo muy amplio de la energía de la radiación ionizante y de las tasas de dosis absorbida. Para el procesamiento exacto de los dosímetros termoluminiscentes es preciso disponer de un equipo especial. La lectura del dosímetro termoluminiscente destruye la información de dosis que contiene. Pero si se les somete al procesamiento adecuado, los dosímetros termoluminiscentes son reutilizables.

El material empleado en dosímetros termoluminiscentes ha de ser transparente a la luz que emite. Los materiales más empleados en la fabricación de dosímetros termoluminiscentes son el fluoruro de litio (LiF) y el fluoruro de calcio (CaF2). Los materiales pueden doparse con otros o prepararse en una composición isotópica específica para aplicaciones especializadas, como la dosimetría de neutrones. Muchos dosímetros contienen varias pastillas termoluminiscentes con diferentes filtros delante de ellas para distinguir entre energías y tipos de radiación.

La película fotográfica fue el material más corriente empleado en dosimetría personal antes de generalizarse la dosimetría termoluminiscente. El grado de ennegrecimiento de la película depende de la energía absorbida de la radiación ionizante, pero la relación no es lineal.

La dependencia de la respuesta de la película respecto de la dosis absorbida total, de la tasa de dosis absorbida y de la energía de la radiación es mayor que en los dosímetros termoluminiscentes y puede limitar el margen de aplicabilidad de la película. Pero ésta tiene la ventaja de suministrar un registro permanente de la dosis absorbida a que ha estado expuesta.

Pueden emplearse películas de diversas formulaciones y filtros en disposiciones diferentes para fines especiales, como dosimetría de neutrones. Igual que en los dosímetros termoluminiscentes, para el análisis correcto se necesita un equipo especial. La película es en general mucho más sensible a la humedad y a la temperatura ambientes que los materiales termoluminiscentes, y puede dar lecturas elevadas falsas en condiciones adversas.

Por el contrario, en los equivalentes de dosis indicados por los dosímetros termoluminiscentes puede influir el golpe originado por su caída sobre una superficie dura. Únicamente las organizaciones muy grandes tienen servicios propios de dosimetría. La mayoría de ellas obtienen dichos servicios de empresas especializadas en estas tareas.

Es importante que estas empresas tengan los permisos adecuados o estén certificadas por organismos independientes para que pueda confiarse en que los resultados de la dosimetría serán exactos.

Para obtener información dosimétrica inmediata se emplean pequeñas cámaras de ionización, de lectura directa, también denominadas cámaras de bolsillo. Es muy frecuente su uso cuando tiene que entrar personal en zonas de alta o muy alta radiación, donde se podría recibir una dosis absorbida grande en muy poco tiempo.

Las cámaras de bolsillo se suelen calibrar en la propia instalación y son muy sensibles al choque. Por consiguiente,7tienen que ser suplementadas siempre con dosímetros termoluminiscentes o de película, que son más exactos y fiables, pero que no dan resultados inmediatos.

Un trabajador necesita dosimetría cuando tiene una probabilidad razonable de acumular un determinado porcentaje, por lo general del 5 ó 10 %, del equivalente de dosis máximo permisible en todo el cuerpo o en ciertas partes de él. El dosímetro de cuerpo entero debe llevarse a una altura comprendida entre los hombros y la cintura, en un punto donde se prevea la exposición máxima.

Cuando las condiciones de exposición lo justifiquen, pueden llevarse otros dosímetros en dedos o muñecas, en el abdomen, en una cinta o sombrero en la frente, o en un collar, para evaluar la exposición localizada de las extremidades, de un feto o embrión, el tiroides o el cristalino de los ojos. Se recomienda consultar las directrices reglamentarias adecuadas sobre si se deben llevar dosímetros dentro o fuera de prendas protectoras, como delantales de plomo, guantes y collares.

Los dosímetros personales indican únicamente la radiación a la que ha estado expuesto el dosímetro. Asignar el equivalente de dosis del dosímetro a la persona u órganos de la persona es aceptable si la dosis es pequeña, trivial, pero si el dosímetro indica dosis grandes, en especial si superan en mucho las definidas en

Ropa protectora

La ropa protectora es suministrada por la empresa al trabajador para reducir la posibilidad de contaminación radiactiva del trabajador o de su ropa o para el blindaje parcial del trabajador contra la radiación beta, X o gamma. Ejemplos de lo primero son la ropa, guantes, campanas y botas anticontaminación. Ejemplos delo último son los delantales de plomo, guantes y gafas.

Protección respiratoria

Un dispositivo de protección respiratoria es un aparato, como por ejemplo un respirador, empleado para reducir la incorporación de materiales radiactivos aerotransportados al trabajador. Los empleadores deben utilizar, en la medida que sea factible, controles de procesos u otros medios técnicos (por ejemplo, contención o ventilación) para limitar las concentraciones de materiales radiactivos en el aire.

V. DAÑOS A LA SALUD POR AGENTES QUÍMICOS Y SU CONTROL Y PREVENCIÓN

Una visión un tanto simplista para entender los daños a la salud producidos por los agentes químicos seria clasificar a estos por sus efectos en el organismo humano por lo que atendiendo a los efectos los agentes químicos se pueden clasificar en:

  • Irritantes.- Son aquellos compuestos químicos que producen una inflamación debida a una acción química o física en las áreas anatómicas con las que entran en contacto, principalmente piel y mucosas del sistema respiratorio. Por ser todas ellas sustancias muy reactivas, el factor que indica la gravedad del efecto es la concentración de la sustancia en el medio ambiente y no el tiempo de exposición. Las sustancias irritantes a su vez se dividen en:
    • Irritantes del tracto respiratorio superior.- Son sustancias muy solubles en medios acuoso (ácidos, bases).
    • Irritantes del tracto respiratorio superior y tejido pulmonar.-. Son sustancias de solubilidad moderada en fluidos acuosos debido a lo cual actúan sobre todo el sistema respiratorio, (halógenos, ozono, anhídridos de halógenos).
    • Irritantes del tejido pulmonar.-. Este grupo esta constituido por sustancias insolubles en fluidos acuosos (dióxido de nitrógeno).
  • Neumoconíoticos.- Son aquellas sustancias químicas sólidas que se depositan en los pulmones y se acumulan, produciendo una neumopatia y degeneración fibrótica del tejido pulmonar.
  • Tóxicos Sistemáticos.- Se define así a los compuestos químicos que independientemente de su vía de entrada, se distribuyen por todo el organismo produciendo efectos diversos en el organismo.
  • Anestésicos y narcóticos.- Son aquellas sustancias químicas que actúan como depresores del sistema nervioso central. Su acción depende de la cantidad de tóxico que llega al cerebro (sustancias orgánicas, disolventes industriales).
  • Cancerígenos.- Son sustancias que pueden generar o potenciar el desarrollo de un crecimiento desordenado de células.
  • Asfixiante.- Son sustancias capaces de impedir la llegada de oxígeno a los tejidos. Los asfixiantes se clasifican en simples y químicos:
  • Asfixiantes simples.- Es todo agente químico que sin presentar ningún efecto específico y por el solo hecho de estar presente en el ambiente, reducen la concentración del oxígeno en el aire, generalmente son sustancias inertes (dióxido de carbono, gases nobles, etc.)
  • Asfixiantes químicos.- Son sustancias que impiden la llegada del oxígeno a las células, bloqueando algunos de los mecanismos del organismo. Estas sustancias pueden actuar a nivel de sangre, de la células o como el caso del sulfuro de hidrógeno que actúa sobre el cerebro paralizando los músculos de la respiración. En este grupo se encuentran sustancias tales como: monóxido de carbono, ácido cianhídrico, nitratos, nitritos, sulfuro de hidrógeno.
  • Alérgicos.- Son sustancias cuya acción se caracteriza por dos circunstancias. La primera es que no afecta a la totalidad de los individuos, ya que se requiere una predisposición fisiológica. La segunda es que solo se presenta en individuos previamente sensibilizados.
  • Productores de dermatosis.- Son sustancias que independientemente de que pueden ejercer otro efectos tóxicos sobre el organismo, en contacto con la piel originan cambios en la misma, a través de diferentes formas:
    • Irritación primaria.
    • Sensibilización alérgica
    • Fotosensibilidad.
  • Efectos combinados.- Existen agentes que desencadenan uno solo de estos efectos, otros en cambio engloban en su acción varios.

Otras circunstancias es la presencia en un mismo ambiente de contaminantes distintos a un mismo tiempo. Aquí se tienen tres casos:

  • Efectos simples: Se presentan cuando los agentes actúan sobre órganos distintos.
  • Efectos aditivos: Son producidos por varios agentes químicos que actúan sobre un mismo órgano ó sistema fisiológico.
  • Efectos potenciadores: Son producidos cuando uno ó varios agentes químicos multiplican la acción de otros. El efecto total solo puede calculares si se conoce la magnitud de los potenciadores.

No obstante esta clasificación presenta la desventaja de que una misma sustancia puede estar contenida en todas las clasificaciones por lo que para poder estudiar los daños a la salud ocasionados por los agentes químicos es necesario comprender los siguientes conceptos:

  • Tóxico. Es toda sustancia de naturaleza química que dependiendo de la concentración que alcance en el organismo y en el tiempo en que esto suceda, va a actuar sobre los sistemas biológicos bien definidos, causando alteraciones morfológicas, funcionales o bioquímicas que ocasionan enfermedad o incluso la muerte.
  • Venenos. Son substancias químicas con las mismas características que los tóxicos pero de origen vegetal u obtenidas a partir de las secreciones de determinados animales.
  • Toxicología Es la ciencia que estudia los mecanismos de acción de los químicos en los sistemas biológicos, los efectos adversos ocasionados y la manera de prevenirlos o curarlos. Es una ciencia multidisciplinaria que se apoya en la química, la biología, la fisiología, la farmacología, la patología, la bioquímica, la inmunología y la Salud Pública.

A su vez, y debido a su amplio campo de acción el estudio de la Toxicología se ha dividido en varias ramas siendo de particular interés para nuestro caso la siguiente:

  • Toxicología laboral. Dirige su objeto de estudio a la identificación de los agentes tóxicos presentes en el medio ambiente de trabajo y en los modos de producción, determinando los mecanismos de acción de los tóxicos, así como las medidas de prevención, el control de la exposición de los trabajadores y los limites de exposición segura permisibles.

Con estas definiciones nos damos cuenta que lo primero que debemos de estudiar es como ingresa el contaminante a nuestro organismo.

El organismo humano frente a un medio natural está protegido eficazmente por medio de la piel que le cubre totalmente. La piel esta considerada como un verdadero órgano y como tal tiene funciones específicas, una de ellas es la de producir compuestos que anulen la acción de los agresivos químicos y microbianos. En las aberturas naturales del cuerpo, la piel cambia de aspecto y recibe el nombre de mucosa.

La propia piel o las mencionadas aberturas, serán los caminos de entrada del contaminante. Así pues los tóxicos industriales tiene cuatro vías fundamentales de entrada al organismo.

  1. Vía respiratoria
  2. Vía dérmica
  3. Vía digestiva
  4. Vía parenteral

1. Vía respiratoria.- Se entiende como tal el sistema formado por: nariz, boca, laringe, bronquios, bronquiolos y alvéolos pulmonares. Es la vía de entrada más importante para la mayoría de los contaminantes químicos, en el campo de la higiene industrial. Al ser necesaria la inhalación del aire en el funcionamiento normal del organismo, el contaminante que lo acompaña penetra fácilmente, posibilitando el contacto del tóxico con zonas muy vascularizadas ó incluso, en donde se van a realizar los intercambios sangre-aire, en los alvéolos pulmonares. Cualquier sustancia suspendida en el aire puede ser inhalada, pero solo las partículas que posean un tamaño adecuado llegaran a los alvéolos.

El tamaño de la partícula será fundamental, ya que la posibilidad de que la partícula de polvo llegue a la zona alveolar, disminuye con el tamaño.

En el tracto respiratorio superior, las partículas de gran tamaño son afectadas por la gravedad por lo que se depositan por choques.

En la laringe y faringe, se depositan por gravedad en los momentos entre las aspiración y la espiración.

En los alvéolos las partículas ( <2 ) se acercan a las paredes por difusión molecular. En esta zona existen células, macrófagos o coniofago que envuelven la partícula, pudiendo anular el efecto tóxico de esta.

La cantidad total de un contaminante absorbida por vía respiratoria es función de la concentración en el ambiente, del tiempo de exposición y de la ventilación pulmonar.

No todos los contaminantes se quedan en el pulmón algunos logran traspasar al torrente sanguíneo ocasionando distintos tipos de daños en función de la naturaleza de la sustancia química

2. Vía dérmica.- Es la segunda vía en importancia en higiene industrial. La entrada a través de la piel es una forma común de intoxicación industrial y ocurre cuando el cuerpo está directamente expuesto a sustancias tóxicas ( venenosas o dañinas ). La piel tiene una capa protectora de grasa y proteína que ayuda a prevenir el daño o la penetración de compuestos químicos peligrosos

Algunos compuestos como los fenoles o el ácido carbónico, pueden atravesar la piel sin ser detectados; otros como el ácido trifluoroacético, queman la piel. A veces las sustancias reaccionan con las proteínas de la piel, causando alergias.

Cuando un compuesto atraviesa la piel puede ser absorbido y pasar a la corriente sanguínea y distribuirse así por todo el cuerpo. La lesión mecánica en casos de ulceración suministra una vía de entrada eficaz para poner en contacto el tóxico con la corriente sanguínea. Un tóxico frente a la piel, puede actuar de la siguiente forma:

a).- Reacción directa: Por ejemplo productos cáusticos.

b).- Penetración: Lesión mecánica, disolución en algunos de los medios líquidos superficiales, filtración por poros, canales, etc.

No todas las sustancias pueden penetrar a través de la piel, ya que para algunas la piel es impermeable. De todas las que penetran a través de la piel, unas los hacen directamente y otras vehiculizadas por otras sustancias.

La absorción a través de la piel debe tenerse presente en Higiene Industrial, ya que su contribución a la intoxicación suele ser significativa y para algunas sustancias es incluso la vía principal de penetración.

La temperatura y la sudoración pueden influir en la absorción de tóxicos a través de la piel.

3.-Vía digestiva.- Se entiende como tal el sistema formado por: boca, esófago, estómago, intestinos. Esta vía es menos importante que la respiratoria y la dérmica, pero el contacto bucal con manos, alimentos, o cigarrillos contaminados ocurre y es peligroso para el trabajador que maneja tóxicos potentes como el plomo o arsénico. Una vez ingeridas, las sustancias entran el aparato digestivo, pero no todo lo que se ingiere pasa al sistema sanguíneo de inmediato.

Uno de los mecanismos de defensa naturales del organismo es su poder para elegir que sustancias absorbe el aparato digestivo; aquellas que son dañinas son absorbidas lentamente y en pequeñas cantidades. Sin embargo, una vez que una sustancia es absorbida por la corriente sanguínea va directamente al hígado, que intenta modificarla químicamente para hacerla menos venenosa. El hígado no siempre consigue esto y puede a su vez sufrir daño al tratar de actuar sobre muchos tóxicos.

Es necesario tener en cuenta los contaminantes que se pueden ingerir disueltos en las mucosas del sistema respiratorio que pasan al sistema digestivo, siendo luego absorbidos por este.

4.- Vía parenteral.- Se entiende como tal la penetración directa del contaminante en el organismo a través de una discontinuidad de la piel ( herida, punción ).

Las substancias tóxicas son generalmente transportadas por el torrente sanguíneo a las diversas partes del organismo, aunque en ocasiones son también transportados por la linfa y por los macrófagos. La mayor parte de los tóxicos entran por la sangre y se distribuyen dentro de los líquidos intersticiales, por ello la duración de la fase inicial generalmente depende del gasto cardiaco, de la circulación general y del flujo sanguíneo regional, algunas substancias tóxicas tienen alguna afinidad especial y se pueden almacenar en algún tejido específico al cual se le denomina órgano blanco, retardando su excreción y prolongando la duración de sus efectos tóxicos.

Las sustancias toxicas ya dentro del organismo pasan por un proceso de biotransformación que consiste en la secuencia de cambios químicos y conversiones para producir productos más solubles o polares fáciles de eliminar del organismo vivo. Estos cambios generalmente se realizan en el hígado, pero también pueden llevarse a cabo en el plasma, los pulmones y otros tejidos. Esta biotransformación generalmente ocasiona inactivación del tóxico, aunque ocasionalmente puede aumentar el grado de toxicidad de la sustancia, dependiendo de sus características químicas.

Si la sustancia puede ser manejada por el organismo no pasa por este proceso tal es el caso del plomo pero ya sea que sean biotransformada o no las substancias tóxicas pueden ser eliminadas o excretadas del organismo vivo, Los órganos excretores pueden ser los pulmones, los riñones, el tubo digestivo a través de las heces, la saliva o el vómito, el sudor a través de la piel; así como las glándulas de secreción externa a través de la leche materna y otros líquidos corporales, lamentablemente cuando este fenómeno ocurre es por que ya ocasiono algún daño en el organismo.

El tiempo que tarda la concentración sanguínea en plasma de una sustancia para disminuir hasta 50% se denomina tiempo medio, por otra parte, el tiempo que se tarda en eliminar el 50% de la sustancia se denomina vida media,

Los siguientes factores determinan la magnitud, velocidad, intensidad y severidad de la respuesta tóxica:

A) FACTORES DE EXPOSICIÓN:

  • Duración de la Exposición
  • Frecuencia de la Exposición
  • Vía de exposición

B) FACTORES DEL AMBIENTE:

  • Temperatura y Clima
  • Presión Atmosférica
  • Humedad del Ambiente

C) FACTORES DEL ORGANISMO VIVO:

  • Edad
  • Género
  • Peso Corporal
  • Estado Nutricional
  • Nivel de Salud
  • Susceptibilidad Individual

La exposición industrial a agentes químicos puede ser de dos tipos: exposición crónica y exposición aguda.

1 Exposición crónica Es aquella cuando el organismo absorbe pequeñas cantidades del contaminante durante un período prolongado de tiempo. Si consideramos la dosis diaria recibida, independientemente, diríamos que su efecto tóxico es de poca importancia, sin embargo debemos considerar que estas pequeñas cantidades se acumulan por período largos de tiempo (meses, años) y que en el transcurso de éste el tóxico poco a poco va dañando la salud del trabajador.

2. Exposición aguda. Este tipo de exposición sucede cuando se somete al organismo a concentraciones elevadas en un período corto de tiempo (minutos) es decir, la exposición ocurre rápidamente y tiene como consecuencias daño inmediato a la salud.

Los síntomas comúnmente encontrados en este tipo de intoxicaciones son:

  • Cianosis de aparición brusca
  • Salivación o Sudoración aumentadas
  • Gingivitis o Aliento con olor al tóxico
  • Nausea, Vomito o Diarrea
  • Hipertermia
  • Micción Teñida
  • Alteraciones del Ritmo Respiratorio
  • Pupilas Contraídas o Dilatadas
  • Confusión Mental o Estupor
  • Perdida del Estado de Conciencia
  • Convulsiones

El efecto en la salud de una sustancia química no esta determinada solamente por la toxicidad de la misma sino que depende de la dosis (cantidad) que recibe el organismo, por ejemplo una sustancia considerada como poco tóxica podrá producir un grave efecto en el organismo; sí se encuentra en cantidades sumamente elevadas y por el contrario, una sustancia altamente tóxica puede estar presente en el organismo en pequeñas cantidades, sin producir ningún efecto adverso.

Por lo tanto el potencial tóxico de una sustancia estará definido por la relación entre la dosis y el efecto que produce en un sistema biológico.

Para cada sustancia química existe una relación entre dosis y respuesta para los diversos tipos de efectos toxicológicos . A medida que aumenta la dosis, aumenta también el porcentaje de individuos que sufren algún tipo de secuela en su salud. Para los agentes carcinógenos, se cree que existe una dosis de umbral que se define como el nivel en que "no existen efectos adversos observables". Se cree que el cuerpo es capaz de manejar toda aquella exposición a una sustancia química cuya dosis sea menor a la del umbral, sin que sufra efectos nocivos.

No obstante, en el caso de los carcinógenos, se piensa que no existe umbral y que incluso una pequeña cantidad de moléculas de carcinógeno puede, en un momento dado, producir alteraciones en el DNA y provocar cáncer. Lo mismo sucede con la curva de relación entre dosis y efecto, en la cual, la severidad de las consecuencias que sufre el individuo aumenta directamente proporcional en relación a la dosis.

Como podemos observar va depender de cada sustancia el o los efectos asociados a la exposición por lo que es importante que se cuenten con las hojas de seguridad así como la comunicación de riesgos las cuales se deberán de interpretar de la siguiente manera:

Para ver la siguiente tabla seleccionar "Descargar" del menú superior

 

Esta tabla nos da un primer contacto con los daños de cada sustancia en función de su clasificación y su hoja de seguridad, otra forma es a través de bases de datos en donde se especifica el daño por órgano como la siguiente:

Para ver la siguiente tabla seleccionar "Descargar" del menú superior

En el caso especifico de la empresa tenemos que los polvos como el cemento, caliza, arcilla etc que son los principales contaminantes presentes en el medio ambiente de trabajo, ingresan al organismo por vía respiratoria, aquellas partículas que oscilan entre 1 y 2 entran a los bronquios terminales y a las unidades respiratorias, de aquí una porción sustancial es removida por el aire espirado y por el sistema muco ciliar de depuración pulmonar, de las restantes muchas partículas son fagocitadas y eliminadas pero otra parte puede producir enfermedades crónicas por alteraciones de las vías aéreas y del parénquima pulmonar, esto genera síntomas respiratorios como son tos, presencia de expectoración, dificultad respiratoria, disnea, presencia de bronquitis, sinusitis y asma lo que origina una disminución en la capacidad ventilatoria pulmonar

Por lo que si se toma un tele de tórax se observaran opacidades irregulares de diferentes tamaños y engrosamiento de la pleura

Los fundamentos básicos de todo control de riesgo se basa en los principios, en el orden en que son enumerados:

a) Eliminación de la fuente de riesgo

b) Aislamiento de la fuente

c) Protección del trabajador

d) Disminución de la exposición ( en algunos casos )

Basados en estos principios, el control de agentes se planeará tomando en consideración primero la posibilidad de eliminación total del agente: si este no fuera posible, su aislamiento ó extracción del ambiente donde se encuentra el trabajador; si esto no fuera posible, ó mientras se adoptan cualquiera de las medidas anteriores, proporcionar equipo de protección personal si esto no fuera posible y solo en muy determinados casos, la reducción del tiempo de exposición a límites mínimos que aseguren el mínimo de probabilidad de daño.

En la mayoría de los casos en donde se aplica esta ultima medida de control, se presenta un grave inconveniente que debido a la necesidad operacional del trabajo, regularmente se aumenta el número de personas expuesta al agente, un menor tiempo cada una de ellas y el daño a la salud se depender de la susceptibilidad de un número mayor de trabajadores.

1. Eliminación de la fuente de riesgo

Generalmente cuando se piensa en el control de un agente, se piensa primero en el aislamiento de la fuente ó en demasiadas ocasiones solo en la protección personal, antes de pensar en el de eliminación parcial ó definitiva de la fuente. En muchos casos no nos damos cuenta que a veces la sustitución de material por otro menos perjudicial ó un cambio en el proceso, o un cambio en el equipo, puede ser mas práctico y económico, además de que este método de control es el más efectivo. Hay ocasiones en que resultará impracticable el cambio de proceso sustituto de aplicar.

2. Aislamiento de la fuente

El aislamiento se puede llevar a cabo por medio de barreras ó de distancia.. El aislamiento de un proceso donde se encuentra a presente un agente es tal vez la técnica de control más costosa y probablemente la menos usada. Sin embargo actualmente es posible observar en la industria cada vez más procesos susceptibles de ser operados a control remoto, además de que en principio no existe probablemente un proceso que no pueda ser operado a control remoto, computadoras de proceso, etc.

El aislamiento sin embargo, puede resultar nulo como medida de control, cuando el hombre tenga que traspasarlo por cualquier causa.

3. Ventilación y Extracción

La ventilación y extracción son usadas comúnmente para control de calor y agentes Tóxicos en el ambiente. Es común ver equipo de ventilación y extracción por todas partes, aunque la mayoría de las veces mal diseñado y utilizado inadecuadamente para el control de ambiente ocupacional.

En un buen sistema local de extracción deben considerarse siempre dos factores principales:

a) La toma ó campana de extracción debe cubrir al proceso ó equipo tanto como sea posible.

b) La extracción debe ser de tal magnitud que asegure que la dirección del aire sea siempre hacia la toma ó campana.

Siempre que se tomen en cuenta estos factores no habrá fugas del agente hacia el medio y podrá ser que el sistema de extracción es adecuado.

Los problemas que se presentan más comúnmente en sistemas de extracción, además de diseños inadecuados, son los siguientes.

1) La interconexión de varios sistemas de extracción hasta que el sistema total deja de trabajar eficientemente. Es importante pensar en la capacidad de extracción del equipo.

Es común encontrar la creencia de que una extracción excesiva es un lujo y una exageración y que no es posible derrochar el dinero en algo que puede suplirse con sistema de extracción menor.

2) Hay que considerar el principio " proporcionar siempre la misma cantidad de aire que se va e extraer " . Un sistema de extracción requerirá siempre uno de ventilación, ya sea natural o forzada. En ocasiones este suministro de aire se hace filtrando, acondicionando ó utilizando tomas de aire situadas a alturas tales que no permitan la entrada de inflamables ó tóxicos del exterior.

3) Recirculación del aire de extracción. En ocasiones la ó salida del sistema de extracción y las tomas de aire de admisión se encuentran tan cercanas que fácilmente se recircula el aire contaminado que ha sido expulsado. Esto también ocurre cuando las chimeneas y ductos de admisión se encuentran sobre un mismo techo, donde puede formarse una nube de materiales expulsados que puede ser atrapada por la admisión.

Siempre que haya expulsión de materiales altamente tóxicos, altamente peligrosos y muy molestos, debe estudiarse la posibilidad de una recirculación inadvertida a través de tomas de aire ventanas, tragaluces, aberturas, etc.

4. Protección del trabajador

Es un principio fundamental que el equipo de protección personal es el último recurso para el control ambiental y se usará solo cuando no pueda usarse un tipo de control de ingeniería.

El equipo de protección personal será aceptado en los siguientes casos:

a) En ambientes nocivos, en todos los casos, mientras se aplican medidas de control de fuente ó su aislamiento.

b) Donde no se puede aplicar estas medidas de control ó durante exposiciones cortas, en las que no sea práctico adoptarlas.

c) Como medida adicional de seguridad, cuando existan riesgos de exposición súbita poco frecuente.

d) En situaciones de emergencia, como evacuación

Protección respiratoria

Es común suplir los sistemas de extracción por protección respiratoria y cuando se piensa así no se ha advertido que los equipos de protección respiratoria definitivamente no son baratos y que no siempre proporciona la protección adecuada.

Los respiradores se diseñan solo para proteger solo contra tipos específicos de sustancias y en determinadas concentraciones dependiendo de su tipo. Sin embargo conociendo plenamente sus limitaciones, los respiradores y mascarillas se recomiendan para muchas operaciones.

Un equipo confiable debe estar siempre respaldado por un fabricante que asegure que el equipo cumple satisfactoriamente con los estándares internacionales fijados para prueba y funcionamiento.

  • Respirador de filtro

Se usan para prevenir la inhalación de partículas suspendidas en forma de polvos y humos ó de nubes y nieblas de distintos materiales. Constan de un filtro mecánico adaptado ó no a una mascarilla que cubre parcial ó totalmente la cara. Protege contra polvos como arena, silice ó carbón; contra nieblas de óxido de plomo, humos de metales como cadmio u óxido de berilio ó para polvos radiactivos como plutonio. Para cada tipo de sustancia y tamaño de partícula, habrá un filtro adecuado.

  • Limitaciones:

Debe estarse seguro siempre que existe suficiente oxígeno en la atmósfera que se va a respirar y que las únicas sustancias tóxicas presentes en el ambiente son aquellas que el filtro pude separar. Puede haber posibilidad de fugas por mala colocación de la mascarilla, del filtro o falla de los sellos.

  • Respirador de gases y vapores

Protegen contra inhalación de sustancias presentes en el ambiente en forma de gases y vapores, contiene un cartucho o un canister lleno de un material que absorbe ó reacciona con el gas del ambiente; los cartuchos están diseñados, para sustancias específicas y no pueden ser usados para proteger de sustancias distintas. Existen cartuchos que protegen en general contra vapores, ácidos y otras para vapores orgánicos.

  • Limitantes:

Debe haber un contenido de oxígeno suficiente en el ambiente debe usarse el cartucho adecuado a la sustancia presente y debe evitarse su uso donde se encuentren presentes partículas de materiales tóxicos.

Una vez que es abierto el cartucho y se ha empezado a usar, se empieza agotar su contenido. Algunos cartuchos cambian de color al agotarse, en otros el olor al gas tóxicos pasando a través del cartucho es el único medio para determinar que se ha agotado. No pueden ser usadas en concentraciones demasiado elevadas de un gas tóxico, dependiendo de la sustancia y tienen el mismo riesgo de fuga que la mascarilla de filtro.

  • Respiradores con suministro de aire.

Consisten en una fuente de aire u oxígeno conectado a una mascara un capuchón y pueden usarse bajo cualquier condición tóxica y de contenido de oxígeno del ambiente. El suministro de aire puede ser a través de un cilindro de aire u oxígeno comprimido ó por una manguera de extensión larga conectada a un sistema fijo de aire.

Protección de la piel

El primer equipo a considerar es la propia ropa de trabajo, que debe ofrecer una protección adicional que la que proporcionaría la ropa de calle. Otro equipo común son los guantes, botas, pectorales etc. Hasta trajes totalmente aislados y con suministro autónomo de aire.

La ropa protectora incluye la protección contra grasa ó suciedad, calor ó frío, sustancias tóxicas, materiales radiactivos y agentes bacteriológicos.

Estos dos últimos normalmente deben ser descontaminados después de su uso para evitar trasmitir materiales hacia el exterior.

 

Este manual fue creado y recopilado por:

M. en C. Germán Pichardo Villalón

M. en C. Juan Alfredo Sánchez Vázquez

M. en C. Juan Carlos Sánchez Gómez

Miembros del grupo ACRI

Se autoriza su reproducción únicamente para fines didácticos a la Sociedad de Especialistas en Medicina del Trabajo, A.C.

â Derechos reservados.

Parte del contenido es recopilación bibliográfica.

 

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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