Amílcar Vasconcellos (1915 ? 1999)
Enviado por Héctor Valle
El camino del hombre recto
…Y recrear lo creado a su vez, que no se arme de rigidez, produce eterno, viviente hacer. Y lo que no fue, será de seguro, tierras de colores, soles puros, en ningún caso se debe detener. Johann W. Goethe "Uno y todo", 1821.[i]
Fue un maestro. Este hombre llamado Amílcar Vasconcellos, que naciera en la ciudad de Artigas, con la primavera del año de 1915, un hombre llamado a marcar el destino de su país bien como a iniciar, a través del rigor en el pensar y en el actuar, una senda de vida recta que hoy, a cinco años de su muerte, lo encuentra no ya como político que lo fue, y cuánto, sino como a un pensador no sólo de su país sino de nuestra América Latina.
Autor de más de una docena de obras, como de innumerables artículos publicados dentro y fuera de fronteras, Vasconcellos fue, por sobre todo, un maestro, y un maestro singular.
En lo pedagógico
Formado en la instrucción primaria, tuvo a su cargo, como primer destino, el dictado de clases en la Escuela nº 13, ubicada en la calle Estero Bellaco a dos o tres cuadras de la avenida Garibaldi. Luego, tuvo como destino una escuela del Cerro, ubicada en el entorno del Pantanoso –Carlos María Ramírez y Yugoslavia-, para posteriormente dictar clase a los niños de la escuela Piedra Alta, en la calle de igual nombre, todas, de esta ciudad de Montevideo, hasta que en el año 1951, comienza otra labor, esta vez en el Instituto normal, como Profesor en Pedagogía y Derecho.
Vasconcellos, quien especialmente dedicó una de sus obras a la pedagogía (Pedagogía – Apuntes, 2 tomos), compuso otras como por ejemplo "Dialogando con la juventud" o "Reforma educacional mexicana", sin olvidar su destacada reflexión en "La mujer ante el Derecho Positivo uruguayo", dio todo de sí por un ser nacional que viera, a la luz de la instrucción y en la práctica de la democracia misma, un destino mejor para todos.
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