Como es ya sabido nuestro trabajo va dirigido a mirar la representación que de la crisis económica de 1929 hacen los diarios de cartagenera, con base en esto una parte del mismo va dirigida a ver la percepción que tuvo la prensa respecto a los problemas que trajo consigo la coyuntura, para ser más específicos lo concerniente a lo laboral, comercial y capital, intentando mirar como muestra a la población y en qué términos los plantea.
Si bien la prensa cartagenera no cataloga la depresión como algo alarmante reconoce que durante el desarrollo de esta se presentaron gran cantidad de problemas relacionados con las repercusiones de dicha coyuntura para la economía nacional, cosa que muestra aunque en forma superficial.
Dichos problemas se vieron acentuados en varios renglones primordiales para el desarrollo económico del país, "resaltando el capital y el trabajo entre otros. Para estos la depresión fue de gran impacto pues generó grandes cambios referentes a cómo obtener capital y generar trabajo para la población, influyendo esto de una manera considerable en el vuelco económico del país de la recién aplicada economía urbana a una rural encaminada al desarrollo económico del país desde la agricultura"[1]. A continuación trataremos de mostrar el desarrollo de estas problemáticas económicas que giraron en torno a la crisis, así como el papel que le otorga la prensa al congreso y el banco de la república en la superación de las mismas. Dejando claro que todo esto será llevado a cabo haciendo un análisis de la perspectiva que tuvieron los diarios el mercurio y la patria respecto a todo esto.
En lo concerniente al trabajo Colombia desde finales del siglo XIX e inicios del XX presentaba un avance, las políticas gubernamentales habían impulsado la construcción de numerosas obras publicas en las urbes, la población se encontraba en una constante movilización hacia estas dejando de lado el campo, lo cual generó una baja en la importancia de la agricultura en la mentalidad de la población, la cual veía en lo rural el pasado y en lo urbano la modernidad. Todo esto es mejor recogido en los planteamientos de mariano Ospina Pérez quien es el precursor de estas políticas. "El personal fue preparado para trabajar en las obras públicas las industrias destacando la del café contaban con gran cantidad de mano de obra nacional dispuesta para dichas labores, lo cual las constituía como ejes fundamentales parar el desarrollo económico del país"[2]. Para esos instantes lo laboral no se manifestaba como un problema atenuante, los ánimos estaban calmos en la población.
Llegada la depresión el trabajo pasaría a ser una variable que marcaria de manera directa la visión que de la crisis de 1929 tendría la sociedad, esto se ve en los constantes afanes del gobierno por mantener a la población activa, pues "un grupo de ciudadanos sin trabajo podría llegar a constituirse en una bomba de tiempo que al momento de estallar no solo generaría daños sino que su eco permanecería latente en la sociedad preocupando y carcomiendo los ánimos de la misma"[3]. La crisis genera falta de capital y el cierre de numerosas obras y fábricas, cosa que la prensa detalla pues lo considera como algo que debe ser atendido de manera urgente. El número de personas sin trabajo aumenta constantemente los ánimos en medio de la población se hallaban al límite, para superar esto el gobierno expide nuevas leyes y medidas que deben ser tomadas para superar de manera fácil este problema.
Se opta por "virar necesariamente a otro eje económico (la agricultura). Se inicia un fuerte impulso de lo agrícola, el café toma a un mayor importancia pero ahora se suman productos como el tabaco el banano entre otros, la prensa hace mención a estas políticas como necesarias para el restablecimiento laboral de la población"[4], se busca constantemente influir de manera directa en la población haciendo cambiar su mentalidad de lo urbano a lo rural. Continuamente se le muestra a la población la existencia de gran cantidad de tierras listas para producir y generar ganancias a sus propietarios solo faltan estos y ¿quiénes pueden ser? Nadie más que los ciudadanos sin trabajo.
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