Las características más comunes de los sistemas operativos son la gestión de archivos, aplicaciones software y la interacción del usuario con los recursos de una PC. Linux añade dos características adicionales: es multiusuario y multitarea. Como sistema multitarea se puede pedir al sistema que realice varias tareas al mismo tiempo. Por ejemplo, se puede editar un archivo mientras se imprime otro. Como sistema multiusuario, admite que varios usuarios trabajen con el simultáneamente, cada uno interactuando con el sistema por medio de su propio terminal. Originalmente, los sistemas operativos fueron diseñados para optimizar la eficiencia del uso del hardware, teniendo en cuenta a este último y no al usuario, por lo cual tenían tendencia a ser inflexibles. Linux es todo lo contrario, considera al sistema operativo como un medio para proporcionar al usuario un juego de herramientas altamente efectivas, es decir, se puede programar y configurar el sistema para adecuarlo a las necesidades especificas de cada uno; podríamos decir que pasa a ser un entorno operativo. La potencia y flexibilidad que posee Linux lo distingue de los demás sistemas operativos tradicionales como DOS o Windows.
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