Descargar

Del libro "¿Tú qué sabes?": Aspectos de su incidencia en el mundo globalizado y "paradigma ecológico" (página 2)


Partes: 1, 2, 3

Pues muy pocas veces, en verdad, nos detenemos a pensar al respecto, parece ser en algunos casos, .resultado en cierta manera involuntaria de una cierta suficiencia académica, y en otras al temor a las mismas respuestas y el posible cambio a suceder en nuestras vidas:

La calidad de nuestras vidas la determina la calidad de nuestro pensamiento. La calidad de nuestro pensamiento, a su vez, la determina la calidad de nuestras preguntas, ya que las preguntas son la maquinaria, la fuerza que impulsa el pensamiento. Sin las preguntas, no tenemos sobre qué pensar Elder y Paul (2002)[2].

Las preguntas definen las tareas, expresan problemas y delimitan asuntos. Impulsan el pensar hacia delante. Las contestaciones, por otra parte a menudo indican una pausa en el pensar. Es solamente cuando una contestación genera otras preguntas que el pensamiento continua la indagación. Una mente sin preguntas es una mente que no está viva intelectualmente. El no (hacer preguntas) preguntas equivale a no comprender (lograr comprensión). Las preguntas superficiales equivalen a comprensión superficial, las preguntas que no son claras equivalen a comprensión que no es clara. Si su mente no genera peguntas activamente, usted no está involucrado en un aprendizaje sustancial. (Elder y Paul, 2002: p.5).

Veamos el siguiente esquema para clarificar aún más la anterior cita, en aras de explicitar y profundizar en los aspectos dinámicos y evolutivos de las preguntas, y en una relación directa con el desarrollo del pensamiento:

The Art of Asking Essential Questions

edu.red

Ó 2002 The Foundation For Critical Thinking www.criticalthinking.org

Indagación, la que en forma continua nos induce a la vez a reflexionar sobre ¿será qué toda gran pregunta, debe estar circunscrita únicamente y exclusivamente al campo científico, para que movilice siempre una gran respuesta y probablemente una gran verdad? Pero cuál verdad, aquella que nos da el conocimiento, la experiencia inmediata, o mi verdad; y qué características debe tener una indagación para obtener el status de un muy buen cuestionamiento.

En este sentido, veamos en un primer momento algunos aspectos generales del concepto pregunta. Iniciemos mencionando los tipos de preguntas con mayor frecuencia usadas del amplio espectro de tipos de las mismas presentadas por la teoría existente en torno a ésta temática. En esta perspectiva realicemos un breve recorrido por las de definición, las factuales, las factuales temporales y las esenciales, todo esto en pos de determinar a que categoría pertenecen "la buena pregunta" planteada por el libro epicentro de

este ensayo.

Ahora, como prefacio al abordaje de los cuestionamientos de definición, detengámonos un poco en el concepto definición:

Una definición es una declaración que expresa las propiedades del concepto que es definido o una declaración de equivalencia entre un término y el significado de ese término. En otras palabras, es una expresión del significado del concepto que es definido. Denicia Carral (2007).

Entonces, enunciemos la pregunta de definición[3]como aquella cuya respuesta es una frase corta o conjunto de frases cortas que describen al concepto por el que se indaga. Ejemplos de preguntas de definición, lo son ¿qué es un libro? ¿Qué es la UNESCO? ¿Qué es la física? etc. Traseguemos ahora en algunas generalidades de los otros tipos de preguntas.

Preguntas Factuales. Son aquellas preguntas que tienen como respuesta algún hecho, el nombre de una persona, de una localidad, la extensión o longitud de un objeto o el día en el cual sucedió un evento, por ejemplo: ¿Qué causó el incendio en un cine en la ciudad china de Karamai? ¿Quién es el presidente del Perú? ¿Donde está el Arco del Triunfo? ¿Cuál era la longitud del muro de Berlín? ¿Cuándo nació Vicente Fox? ¿Cuál es el río más grande del mundo? (Denicia Carral, 2007: p.20).

Preguntas Factuales con Restricción Temporal. Este tipo de preguntas espera respuestas del tipo factual, sin embargo la respuesta está restringida temporalmente por un evento, una fecha o un periodo de tiempo. Por ejemplo para la restricción por evento, ¿Quién era el presidente de Uganda durante la guerra de Ruanda?; por fecha, ¿Qué nuevo canal de televisión gay apareció en Francia el 25 de Octubre de 2004?; y por periodo de tiempo, ¿Qué evento especial motivó la reunión de la Asamblea General de la ONU del 22 de Octubre al 24 de Octubre de 1995? (Denicia Carral, 2007: p.21).

Pues bien, en este recorrido y en este escrito –como también, probablemente en otros ensayos de otros autores-, capitulo especial merece las preguntas denominadas y categorizadas como Esenciales. Pero ¿cuáles son las características predominantes y definitorias de las llamadas preguntas Esenciales? Y ¿Qué son las preguntas Esenciales?

En verdad, a ciencia cierta no existe una definición de las Preguntas Esenciales[4]pero si hay un acercamiento teórico y en cierta manera de su funcionalidad. Hablemos entonces de sus características. Dejemos que los expertos Elder y Paul, nos brinden una semblanza al respecto:

Cuando hacemos preguntas esenciales, tratamos con lo que es necesario, relevante e indispensable al asunto que tenemos ante nosotros. Reconocemos lo que está en la esencia de la materia. Nuestro pensamiento está firme y disciplinado. Estamos preparados para aprender. Estamos intelectualmente capaces de encontrar nuestro camino.

Para tener éxito en la vida, uno necesita hacer preguntas esenciales: preguntas esenciales cuando lee, escribe y habla; cuando está de compras, trabajando o ejerciendo su rol de padre; cuando hace amigos, escoge su pareja, e interacciona con los medios informativos y la Internet.

Sin embargo, pocas personas dominan el arte de hacer preguntas esenciales. La mayoría nunca ha pensado sobre el por qué algunas preguntas son cruciales y otras periferales. Raras veces en la escuela estudian las preguntas esenciales. Raras veces tienen los modelos en sus hogares. La mayoría de las personas preguntan según sus asociaciones psicológicas. Sus preguntas son al azar y salteadas. (Elder y Paul, 2002: p.2).

Ya realizado el anterior y breve acercamiento a la complejidad subyacente en la teoría epistemológica de la pregunta, centrémonos en tratar de visibilizar a cuál o cuáles de las anteriores categorías de las mismas se inscribe la gran pregunta propuesta por el libro. Parece ser que ella se inscribe en las preguntas Esenciales.

Esta aseveración, obviamente sujeta a discusión, se realiza en virtud de la naturaleza misma de las preguntas Esenciales, en las que existe la opción de contemplar una amplia gama de cuestionamientos aparentemente sin sentido para el campo académico, más no para la cotidianidad del ser humano. Ellas en relación hombre-cosmos son de magna trascendencia, por ejemplo, el preguntarnos sobre qué será de nosotros en un mañana, en un mundo globalizado mediado por el paradigma de la Economía global (Ohmae, 2005)[5] y el desequilibrio ecológico[6]

Nos preguntábamos a comienzos de este apartado del escrito, sobre qué verdad procuramos lograr al realizarnos la gran pregunta. Pues bien en aras de lograr claridad en torno al tipo de verdad perseguida en lo planteado en el texto, abordemos algunos elementos de la compleja teoría de la verdad.

De la verdad

"Nadie amó la verdad con más ardiente amor. Nadie la buscó con más pasión. Una inmensa inquietud le animaba y, de ciencia en ciencia, de la anatomía y la fisiología a la psicología, de la psicología a la filosofía, marchaba, tenso sobre los grandes problemas, despreocupado de lo demás, olvidado de si mismo."

(H. Bergson: El Pensamiento y lo Moviente)

Cita provocadora a momentos de exploración de las teorías de mayor significado del concepto verdad.[7] Desde esta directriz, dejémonos guiar de la tesis doctoral titulada La Teoría de la Verdad de William James, realizada por Javier Manuel Escorial en la Universidad Complutense de Madrid, en el marco de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación.

Escorial, haciendo un exhaustivo estudio del trabajo psicológico y filosófico de James, enarbolado en su teoría pragmática de la verdad, y aclarado por él, el pragmatismo como teoría pragmática o método pragmático del significado; inicia una explicación del ya mencionado corpus teórico de James, realizando un estudio de las teorías antagonistas a ella.

Es así como la teoría de la verdad de James construida ante las vicisitudes y antagonismos teóricos de: la teoría realista de la verdad la que afirma la verdad-correspondencia; y la concepción idealista de la verdad fundamentada en la verdad-coherencia; se erige como una novedosa manera de emitir juicios sobre la realidad social. En síntesis, para Escorial, la teoría Pragmática de la verdad de James, trasciende sus dos concepciones antagónicas; situación argumentada citando a James:

La verdad como dicen los diccionarios es una propiedad de algunas de nuestras ideas, significa su "adecuación", como falsedad significa su inadecuación, con la "realidad". Tanto Pragmatistas como intelectualistas aceptan esta definición como punto de partida. Comienzan a discutir solamente cuando surge la cuestión de qué ha de entenderse por los términos "adecuación" y "realidad", cuando la realidad es tomada como algo con lo que se han de corresponder nuestras ideas. (Escorial, p.184).

En verdad, el somero recorrido realizado por la teoría de la verdad y la concepción de ella por algunos prominentes teóricos de la ciencia, nos da elementos para valorar lo positivo del libro. Esto es enunciado en razón de no ser la indagación y el cuestionamiento exclusividad de la ciencia natural y exacta, y al promulgar la necesidad en estos momentos –y por siempre-, de realizarnos buenas preguntas que traten de dar cuenta, no solamente de nuestro diario vivir y cotidianidad, sino también, de nuestro futuro circunscrito a un sin numero de cuestiones.

De la ciencia y la religión

Cuando uno considera lo que la religión representa para la humanidad y lo que la ciencia es, no es una exageración decir que el curso futuro de la historia depende de la decisión de esta generación sobre la relación entre ambas. Tenemos aquí las dos fuerzas generales más fuertes que influencian al hombre y que parecen que se sitúan la una contra la otra, la fuerza de nuestras intuiciones religiosas y la fuerza de nuestro impulso por las observaciones precisas y las deducciones lógicas.

Alfred N. Whitehead

El abordar las posibles relaciones y contradicciones entre ciencia y religión, es pertinente mencionar el constituirse en una magna tarea investigativa y discursiva, my probablemente de nunca acabar. No obstante, reconocido lo anterior, realizaremos una pequeña aventura escrita y de reflexión alrededor de esta compleja y a la vez apasionante temática.

Entonces iniciemos mirando esta cuestión en algunas de las civilizaciones antiguas, como la Mesopotámica, la Egipcia, y la Griega, deteniéndonos en algunas de sus más prominentes personalidades de su mundo académico; para luego enfrascarnos en épocas de la historia humana como el medioevo, la modernidad y la llamada posmodernidad.

2.1 DE LA RELACIÓN CIENCIA Y RELIGIÓN EN LA ANTIGUEDAD

2.1.1 Ciencia y religión en la antigua Mesopotamia

La región entre los dos ríos, Éufrates y Tigris, conocida como Mesopotamia era una gran orbe cultural, conformada por sumerios, akadios, babilonios, asirios, caldeos y elamitas, destacándose ciudades como Ur, Nínive, Arbela, Larsa, Uruk, entre otras; y en la que se desplegó un tipo de ciencia y de religión integradora de lo humano con lo cósmico y lo mágico.[8]

Oppenheim (2003), nos presenta en su obra clásica en su género, una valiosa investigación de la cultura y de la religión mesopotámica y, especialmente sobre sus creencias mágico-religiosas, veamos entonces una de sus afirmaciones en lo que a esta cuestión corresponde:

Una gran parte de lo que consideramos como religión mesopotámica no tiene sentido sino en relación con los personajes de la corte; de ahí que distorsione los conceptos que nos hacemos de ella. (Oppenheim, 2003: p.179).

Para Oppenheim, el gran misterio de la religión y la ciencia de Mesopotamia, la constituyó el rol desempeñado por el hombre del común. Aspecto comentado por él en su obra cumbre de la siguiente manera:

El hombre corriente sigue siendo un desconocido, sin duda la gran incógnita de la religión mesopotámica.

Un principio [.] que nos puede servir de ayuda para acercarnos a la vida y la práctica religiosa de la antigua Mesopotamia, a saber: su estratificación social [.] En efecto si separamos la religión de la del rey del hombre corriente, y ambas, a su vez, la del sacerdote, es posible que obtengamos un cuadro relativamente nítido. (Oppenheim, 2003: p.180).

El conocimiento en los mesopotámicos estaba depositado y administrado exclusivamente en la casta sacerdotal. La práctica científica estaba orientada preferiblemente hacia la Astronomía, en razón de la importancia que le daban a los astros en la determinación de sus vidas, creando un calendario dividido en doce meses lunares.

En las matemáticas crearon un sistema de peso y medidas, fundamentado en el sistema sexagesimal de base sesenta. Sistema aún vigente en los inicios del siglo XXI. No obstante reconocerse la importancia del aporte en las matemáticas al desarrollo de la ciencia, su aporte más notable de la antigua cultura mesopotámica fue la invención de la escritura cuneiforme, realizada en tablillas de barra; escritura que en la historiografía del libro se denomina el "libro tablilla".

De la historia del libro y de sus diversas facetas factibles a tratar, sin duda alguna – sin desconocer la importancia de muchas otras – , adquiere gran importancia la evolución de la forma del libro y sus maneras de leerlo. Situación primera que innegablemente ha condicionado a la segunda. Las formas del libro actualmente conocido por nosotros, no siempre han sido así. En él es posible distinguir y también aseverar el haberse dado una transición evolutiva en cuatro grandes periodos: de la tablilla[9]al rollo; del rollo al códice[10]del códice a la imprenta; y de la imprenta a la pantalla.

En la historiografía del libro, se es aceptada la tablilla de barro como la primera concreción de un objeto en la perspectiva del mismo, es decir, con ciertos niveles de información y de coherencia. Libro tablilla, que probablemente correspondían a registros comerciales y que presentaban a grandes rasgos las siguientes características:

  • Brevedad. Las obras de mayor extensión en ese entonces, serían en la actualidad simples folletos.

  • Escasez. En virtud de una casi nula comercialización del ¨ libro ¨.

  • Anonimato. Era muy poco conocido los autores de las tablillas.[11]

  • Variedad. Pese a que preferentemente se escribían en ellas temas administrativos y comerciales, también se trataban contenidos religiosos, épicos. Históricos y jurídicos.

2.1.2 La ciencia y la religión en el antiguo Egipto

´ La religión y la ciencia en el antiguo Egipto, de la misma manera que en la ancestral Mesopotamia estaban estrechamente vinculadas, siendo la religión la dominante y la dinamizadora del desarrollo de la ciencia y la tecnología. La vida económica del Egipto antiguo fue totalmente dependiente del río Nilo, situación que en cierta manera le dio un status de independencia con otras culturas.

En lo que respecta al arte y la cultura, su factor determinante lo constituyó la RELIGIÓN. Religión politeísta caracterizada por la creencia en varios dioses, de los cuales el principal es RA, el dios solar. La religiosidad egipcia se fundamentó en la creencia en una vida de ultratumba similar a la vida terrenal. Capitulo especial, lo fue, la relación entre la religión y la casta de los faraones, concebido en la tradición del pueblo y las demás castas como una divinidad viviente. Hijo directo y encarnado del dios solar[12]

La ciencia en el antiguo Egipto, gozó de gran prestigio, de tal manera que al decir de la historia personajes connotados del pensamiento griego antiguo, viajaron en pos de adquirir los conocimientos egipcios, mezcla de ciencia y magia. El componente científico de Egipto se disemina en los campos de las Matemáticas, la geometría, la medicina, la arquitectura, y la química.[13]

Uno de los aportes valiosos al desarrollo de la ciencia de la humanidad lo fue el sistema de escritura de los antiguos egipcios, aspecto contemplado por la historiografía del libro.

En la que en el trasegar de la evolución de la forma del libro y sus condicionamientos para la forma de la lectura, resalta la presencia del rollo. En Egipto los libros fueron elaborados con tiras de una planta vulgarmente conocida como papiro – de nombre científico cyperus papyrus – planta cercana al río Nilo y de fácil consecución. Las tiras eran secadas pegadas y luego enrolladas. El rollo de papiro presentó algunas ventajas con relación a las tablillas de barro.

Una primera lo fue su peso, permitiendo la escritura de textos más extensos con ciertos niveles de garantía de la obra. Mejoramiento en la estética del libro, lográndose escribir fácilmente con tinta en él, borrar con agua lo escrito, y embellecerlo con ilustraciones a color.[14] Además de las anteriores bondades es menester mencionar las inmensas posibilidades en el transporte de los libros, con el escriba mismo, dándose de esta manera una nueva posición de lectura.

2.1.3 La ciencia y la religión en la antigua Grecia

En un primer momento, abordemos desde una visión general la ciencia en la antiquísima cultura griega. Surge por consiguiente la siguiente pregunta alrededor de este asunto ¿se dio ciencia en la Grecia antigua? En aras de lograr explicitar algunos aspectos de tan compleja pregunta, es necesario recurrir algunos estudiosos del pensamiento griego como Geoffrey Lloyd, Benjamin Ferrington, como para citar algunos.

Ahora, antes de recurrir a los conceptos de tan prestantes personajes de la investigación del legado teórico de los griegos, permítase abordar a algunos de los pensadores griegos que de una u otra manera aportaron a la posible configuración de la ciencia griega.

2.1.3.1 Tales de Mileto y Pitágoras de Samos, desde el 585 a.c hasta el 500 a.c

Tales de Mileto, en oposición al tradicional pensamiento mágico-científico de los mesopotámicos y los egipcios, da inicios a la inteligibilidad del mundo desde lo racional, con las predicciones de fenómenos naturales como los eclipses del sol y la noción de la prueba matemática. Gestor de la filosofía de los elementos básicos: aire, tierra y agua que circulan cíclicamente a través de los cuerpos de plantas y animales. Fue el primero, que se interrogara por la naturaleza de los elementos al margen de los mitos en uso y las creencias subyacentes a los mismos, como constituyentes fundamentales del Universo a saber: 1) Elemento o lo que es igual, irreducible a otra cosa, aquello que es lo que es, es decir, lo concreto; 2) Lo Fundamental o lo que da origen:

La contribución medular de Tales al pensamiento científico fue el descubrimiento de la Naturaleza. Con esto queremos decir la idea de que los fenómenos naturales que vemos a nuestro alrededor son explicables a través de materia interactuando por medio de leyes naturales, y no son resultado de actos arbitrarios de los dioses. Un ejemplo es la teoría de Tales sobre los terremotos, la cual era que la (supuestamente plana) tierra estaba en realidad flotando sobre un inmenso océano, y las perturbaciones en ese océano causaba que ocasionalmente la tierra temblara, justo como lo haría un gran barco. La creencia griega común de la época era que los temblores eran causados por la ira de Poseidón, el dios del mar. Similarmente, el rayo era la ira de Zeus. [15]

Obviamente, la anterior apreciación de Tales, para nuestros tiempos llamados posmodernos y globalizado, parece ser un exabrupto de tipo académico, pero en verdad a la luz del desarrollo epistémico de la ciencia, representa un gran avance en lo que a evolución en la conceptualización respecta. En esa incesante búsqueda de la explicación del mundo en el antiguo pensamiento griego encontramos, hacia el 520 a.c a Pitágoras de Samos, quien desde las matemáticas trataba de dar cuenta de dicha cuestión. Para Pitágoras el número, no solo era el fundamento de las matemáticas, sino que también era la razón de ser de todo lo existente. Al respecto Aristóteles nos comenta en la Metafísica:

Los pitagóricos, [.], habían definido algunas pocas cosas, de las que reducían a los números todas sus razones, tales como la oportunidad, lo justo y el matrimonio.

Como podemos observar el número en palabras del ilustre Estagirita, adquiere entre otras en el pensamiento pitagórico una dimensión social[16]Entonces veamos en lo que al concepto de justicia concierne, la síntesis realizada por Ernest Baker:

Podría sostenerse que el principio básico del mundo [moral] tuvo también carácter numérico, o derivó del respeto por el número. Los Pitagóricos llegaron de esta manera a su concepción de la justicia, la cual era un número [.] multiplicado por si mismo, elevado al cuadrado. Un número elevado al cuadrado es una armonía perfecta porque se compone de partes iguales, y la cantidad de partes es igual al valor numérico de cada una de ellas [.] se deduce de ello que la justicia se basa en la concepción de un Estado com puesto por partes iguales. Un número es un cuadrado en tanto se mantenga la igualdad de sus partes; un Estado es justo en tanto se distinga por la igualdad de sus partes. La justicia es la preservación de dicha igualdad.[17]

Capitulo especial en la matemática de los Pitagóricos y sus tentativas de explicación del mundo a través de los números los llamados inconmensurables, modernamente conocidos como los irracionales. El estudio del cuadrado perfecto, en el que la diagonal es un irracional, generó un problema conceptual de magnas proporciones para el pensamiento y la cosmovisión del hombre cultivador de la ciencia griega de la antigüedad. Aristóteles en los Analíticos Primeros lo explica en las siguientes palabras:

Todo el que lleva a cabo una argumentación por reducción al absurdo infiere silogisticamente una falsedad, y prueba hipotéticamente la conclusión original al resultar su contradictoria algo imposible de suponer; por ejemplo, que la diagonal es inconmensurable con el lado del cuadrado, porque si se supone su conmensurabilidad se deriva de que números pares e impares son iguales.

Y Alan Woods, en su libro Historia de la Filosofía nos comenta:

A mediados del siglo V, Hipio de Metapontum, descubrió que las relaciones cuantitativas entre el lado y la diagonal de figuras simples, como el cuadrado y el pentágono regular no se podían medir, es decir, no se pueden expresar como una razón de un número, no importa lo grande que sea. La raíz cuadrada de dos no se puede expresar en ningún número. Es lo que los matemáticos llaman número irracional. Este descubrimiento hundió la teoría en la confusión. Hiterto, el pitagórico, pensaba que el mundo estaba construido por puntos con magnitud. Aunque no era posible decir de cuantos puntos constaba una línea determinada, si suponía que era un número finito. Ahora bien, si la diagonal y el lado son inconmensurables, entonces las líneas son divisibles infinitamente y loa pequeños puntos de los que están formados el universo no existe.

2.1.3.2 Heráclito, Hipócrates, Leucipo y Demócrito en la edad de oro de Grecia, hasta el 400 a.c.

Heráclito e Hipócrates, continúan aportando a la consolidación del pensamiento de Tales y Pitágoras, en darle status racional a los fenómenos de la realidad. Engels (1977), magistralmente sintetiza el pensamiento de Heráclito, en el siguiente párrafo de una de sus obras:

Cuando sometemos a la consideración del pensamiento la naturaleza o la historia humana, o nuestra propia actividad espiritual, se nos ofrece por de pronto la estampa de un infinito entrelazamiento de conexiones e interacciones, en el cual nada permanece siendo lo que era, ni como era ni donde era, sino que todo se mueve, se transforma, deviene y perece. Esta concepción del mundo, primaria e ingenua, pero correcta en cuanto a la causa, es la de la antigua filosofía griega, y ha sido claramente formulada por vez primera por Heráclito: todo esto es y no es, pues todo fluye, se encuentra en constante modificación, sumido en constante devenir y perecer. (Engels, 1977: p.20).

En este recorrido del desarrollo de la ciencia en Grecia emergen los llamados Atomistas: Leucipo y Demócrito. Leucipo enuncia el principio de Causalidad –lo que ocurre tiene su causa, y que está comprendido dentro del orden natural de las cosas-, para lo físico, evitando de esta manera la explicitación de la naturaleza a través de lo místico y lo mágico.

Avance en el desarrollo de la ciencia griega, logrado y a la vez perceptible en la enunciación del primer eslabón de la moderna teoría atómica. Ellos afirmaban, que el mundo físico consistía de partículas indivisibles, llamadas átomos, las que estaban en continuo movimiento en un vacío, rebotándose y pegándose continuamente en una constante colisión:

La concepción de la materia formada por un número infinito de minúsculas partículas, invisibles ante los sentidos, es una generalización interesante importante y representa la transición a la teoría atómica –teoría que representó una extraordinaria anticipación de la ciencia moderna-, los primeros que la plantearon fueron Leucipo (500-440 a.c) y Demócrito (460-370 a.c). Alan Woods, Historia de la Filosofía.

Hipócrates[18]aporta a la consolidación del corpus teórico de los filósofos naturalistas y a la constitución de la ciencia en Grecia, y a los antecesores a Sócrates, dándole explicación natural a enfermedades como la Epilepsia –considerada como el resultado del castigo de los dioses o causas mágicas.

Veamos una cita de uno de los seguidores de Hipócrates, argumentando sobre la epilepsia, más o menos en el 400 A.c.:

Me parece que la enfermedad llamada sagrada [.] tiene una causa natural, como otras enfermedades tienen. Los hombres la suponen divina simplemente porque no la entienden. Pero si se llama divino a aquello que no se entiende, ¡Habría infinidad de cosas divinas! [.] Si tu vez a estos amigos tratando la enfermedad, los ves usando todo tipo de encantamiento y magia [.]. [19]

Hipócrates nació hacia el 460 A.c. en la isla griega de Cos, hijo de Heraclides, medico también. En la formación de Hipócrates influyeron, aparte de su padre y del ambiente en que se crió, algunos filósofos y sofistas ilustres del momento [.]

Dentro de los tratados médicos hallamos pasajes extremadamente interesantes para comprobar el elevado sentido de la observación y la meticulosidad con que el médico ejercía sus funciones. En el debate siempre abierto entre la razón y la sensación el médico hipocrático se inclina por lo que le dictan sus sentidos, pero sin olvidar la importancia del razonamiento. Aunque es mucho lo que le deben a los filósofos, se oponen a ellos en teorías particulares, en métodos y objetivos; a diferencia del filosofo puro, el medico procura unir siempre la teoría y la práctica. López Ferez, U.N.E.D

2.1.3.3 Aristóteles y la Ciencia en Grecia[20]

De la abundante producción escrita sobre los aportes de Aristóteles a la ciencia de la Grecia antigua, y por ende a la ciencia moderna, citaremos el trabajo de investigación doctoral de Leonardo Rujano, titulado Analytica Posteriora y el Uso del Silogismo en la Ciencia de Aristóteles: Demostración y Ciencia en Aristóteles.[21] Tesis Doctoral, realizada y sustentada en el 2007, en el marco de Facultad de Filosofía y Letras, Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma de Barcelona, bajo la dirección de Víctor Gómez Pin, y la asesoria de Miguel Candel Sanmartín.

En conexión a la relación de la triada Aristóteles-ciencia-antigua Grecia, remitámonos a uno de los párrafos de la introducción del mencionado trabajo de indagación:

Al analizar los An. Post. I 2, 71b 16-19 encontramos que Aristóteles afirma que la demostración [.] es una forma de saber [.], es decir, de alcanzar conocimiento científico; allí mismo expresa que hay otra forma de saber además de la demostración [.] En este trabajo proponemos que esa otra forma de alcanzar conocimiento científico es [.] es la inducción, la cual como se verá permite la aprehensión de los principios. De tal modo que la inducción y la demostración (o razonamiento científico) son para Aristóteles las dos formas de adquirir ciencia. Una de las propuestas de esta interpretación es que la ciencia para este filósofo se teje entre estas dos formas de procedimiento cognitivo. (Rujano, 2007: p.18).

Más adelante, el investigador escribe:

En An. Post. I 2, 71b 30-72 5 distingue Aristóteles entre lo que es más conocido por naturaleza o por si mismo, es lo inteligible, lo Universal; los principios son de este orden y ellos son el fundamento de la estructura de la ciencia. En cambio, lo más conocido para nosotros son las cosas que se mantienen a nivel de la percepción y la sensación, por tanto es lo más inmediato [.] (Rujano, 2007: p.71).

A grandes rasgos, podemos observar gracias a la tesis doctoral, como en pleno siglo XXI, los fundamentos teóricos de Aristóteles presentados en su prolija producción escrita, aportan a la discusión y construcción de la ciencia contemporánea.

En pos de finiquitar este apartado del escrito, consistente en dirimir la presencia y posible construcción de ciencia en la Grecia Clásica, recurriremos a las apreciaciones de Lloyd, Ferrington, Vernant, y Burnet[22]Entonces partamos de una las aproximaciones de la definición de ciencia en la actualidad, plasmado en la Real Academia de la Lengua Española:

Ciencia (del l, Scientia Sciens, conocedor) f. Conjunto de conocimientos objetivos (exactos o aproximados) de las cosas, obtenido por medio del razonamiento ordenado, al aplicar métodos de observación y experimentación. De este estudio se deduce la existencia de leyes, las cuales tienen validez en condiciones determinadas, y se elaboran hipótesis cuyo objeto es explicar y dar coherencia a un conjunto de sucesos experimentados. El valor de estas hipótesis se verifica, a su vez, por medio de la experimentación. Así pues, actualmente la ciencia se concibe como un sistema coherente de conocimientos objetivos (que corresponden de alguna manera a la realidad o a parte de ella) elaborado mediante un método racional adecuado (experimental e hipotético-deductivo).

Sin duda alguna, la anterior aproximación a lo que es ciencia, está saturada de la gran mayoría de las características del método científico. Juzgar y valorar el desarrollo del pensamiento Griego como ciencia, a la luz de la anterior definición, seria un ejercicio académico excesivamente riguroso y formal. No obstante, la anterior apreciación, también es cierto que para dar el status de ciencia a la reflexión Griega, ella debe dar cumplimiento a una serie de requerimientos, sustentados por Lloyd en que "La ciencia se define en forma más restringida, no como un sistema de comportamiento, sino como un sistema de conocimientos". Situación que al decir de los estudiosos del pensamiento griego, se inició, en el siglo VI AC. Aspecto comentado por Vernant retomando el punto de vista de Burnet "Los filósofos jonios han franqueado la vía que la ciencia, a partir de este momento, no ha tenido más que seguir".

Ahora, valorar el desarrollo del pensamiento científico de los griegos a la luz y el contraste del pragmatismo y los avances tecnológicos del mundo actual, no tiene sentido. Finalmente diremos que la filosofía griega aportó y a su manera desde los presocráticos hasta los possocráticos, a la constitución de la ciencia actual. Episodio de la ciencia comentada por Wolfgang Kullman en su libro Aristóteles Und Die Moderne Wissenschaft, comentado por Jorge Uscatescu Barrón[23]Veamos, algunos párrafos en lo que a la ciencia Griega y Moderna corresponde en el escrito mencionado:

Sobre el transfondo de la ciencia moderna el autor va presentando cada uno de los aspectos de la filosofía de Aristóteles en un análisis minucioso de los textos, que sopesa con extremo rigor filológico y conocimiento extenso e intenso de la bibliografía internacional, a la vez que va exponiendo las modernas teorías científicas, comparándolas siempre con los resultados que ha obtenido su interpretación textual de la obra del Estagirita. En todo el libro se escucha el eco de su reivindicación de la modernidad y actualidad de la obra de Aristóteles de la que Kullman está tan plenamente convencido como de su enorme influjo en esos campos y en la actual concepción del mundo.

En la segunda parte se ocupa del método científico. Aristóteles considera que el método científico recurre a dos elementos fundamentales: la inducción (epagoge) y la demostración (apodeixis), siendo la base de ambas la experiencia (la empeiria). Según Kullmann, esta concepción del método científico desarrollada en los Analíticos Posteriores la aplica consecuentemente Aristóteles a la Biología. Así en su Historia Animalium se limita a recopilar el material observacional sobre los animales, a partir del cual realiza los silogismos o demostraciones, en especial en otros escritos como De Partibus Animalium, que guarda un estudio detallado de las causas finales de las partes de los animales. El autor insiste en que Aristóteles reconoce a sus investigaciones biológicas un estatuto pleno de ciencia, porque "la biología" o la zoología –Aristóteles no utiliza los términos- tratan también de lo general y lo necesario. Como luego aclarará Kullmann, lo general está representado por las especies animales (eidos).

Abordando previamente a Kullmann, según Ucatescu Barrón, las categorías del pensamiento, sus apreciaciones:

[.] culminan en un estudio sobre la existencia o no de la ley natural en los escritos Aristotélicos. Es una de las partes más interesantes del libro por recoger las afirmaciones Aristotélicas dispersas acerca de las leyes naturales como la ley de compensación (De part.an. III 2, 663 b 36 s. etc.) O la ley de que la naturaleza no hace nada en vano, entre otras. Es obvio que el concepto de ley natural en Aristóteles difiere del de la ciencia moderna, por más similitudes que se quieran ver: Kullmann en este aspecto debilita enormemente la radical diferencia que separa la idea de experimento en Aristóteles y los griegos en general de la idea de experimento introducida por Galileo, para el que el experimento construido es la medida misma de la naturaleza, algo que Aristóteles no podía admitir por su realismo filosófico [.].

2.1. 4 La Religión en la Antigua Grecia

El abordaje de esta temática, presenta una gran singularidad en lo que a su complejidad corresponde, en virtud de, entre muchas, dos razones. La primera lo es, el no haber sido el mundo griego, geográficamente una sola unidad territorial; y la segunda las conexiones de tipo sociopolítico del mito y la religión en la antigua Grecia:

La griega es la religión no practicada en la actualidad que mejor conocemos, la riqueza documental de la que se dispone para su estudio es extraordinaria, tanto en lo que se refiere a fuentes literarias como icnográficas, epigráficas o arqueológicas. Pero a pesar de todo, la extensión temporal (desde el siglo XVI hasta el cambio de era) y territorial (desde la India a la península Ibérica) del mundo griego complica la tarea de intentar su estudio ya que forma un conjunto de gran diversidad en el que no todas las partes son bien conocidas. Desde la religión de la época micénica hasta la religión helenística, pasando por la homérica ola clásica, desde la religión de los filósofos o los místicos a la oficial de las ciudades, se granan sensibilidades y creencias muy diferentes.[24]

Al tenor de la segunda razón enunciada, entonces iniciemos tratando de clarificar los conceptos de mito y religión:

Podemos entender por mito una narración, historia o cuento, usualmente tradicional y de origen desconocido, que representa la visión general del mundo para una cultura en particular; y determina, explica y sirve de guía fundamental para diversos principios, valores, instituciones, prácticas, creencias, fenómenos naturales y sobrenaturales, condiciones universales, comportamiento humano, entre otros. (J. P. Vernant, 1991)

Podemos entender a la religión como un constructo cultural del ser humano que ha servido como mecanismo y herramienta para que el hombre se relacione y conecte con aquello que no puede entender y/o explicar racionalmente. Se erige así como un modo de comprender aquella parte de su realidad que no consigue explicar por otras vías. Por esta razón, en el marco religioso se condensan todos aquellos caracteres y nociones fundamentales que definen a una cultura determinada. (J. P. Vernant, 1991).

La historiografía de la religión en Grecia registra tres momentos trascendentales con formas religiosas estructuralmente diferentes, pese a presentar similitudes en lo concerniente a ritos, prácticas y divinidades concierne: la religión micénica, la religión en el marco de la polis conocida como la religión griega por antonomasia, y la religión helenística. Todas ellas con sus características y aspectos análogos de una u otra manera contribuyeron en el legado como modelo a seguir por otras culturas para la constitución de otras religiones, en las épocas posteriores de la historia de la humanidad.

2.2 DE LA CIENCIA Y LA RELIGIÓN EN EL MEDIOEVO

La lectura, no muy profunda, de una gran cantidad de literatura existente de la época Medioeval[25]comprendida para muchos, pero sin un consenso generalizado del siglo IV al siglo XV[26]nos deja una semblanza de haber sido una época oscura y de un gran radicalismo religioso –por cierto, apreciación actualmente revaluada, gracias a los procesos críticos y de profundización e investigativos del papel de la Patrística[27]y la Escolástica[28]en el desarrollo de la ciencia en esta fase histórica de la cultura occidental.[29]

Periodo de la historia humana del siglo V al XV de la era cristiana, concebida por muchos -concepción muy probablemente errónea-, en la que la ciencia no presentó mayores avances y los dogmas religiosos estuvieron siempre dominando y condicionando a la ciencia. No obstante, reconocerse en cierta manera ser verdad la anterior apreciación, el estudio de la ciencia medioeval, se puede dividir en tres grandes momentos: la edad media antigua, la clásica, y la edad media tardía.

La hegemonía del imperio romano, caracterizado por su mentalidad práctica y su casi nulo interés por el pensamiento abstracto, se constituyó en una barrera sumamente fuerte a sortear para el desarrollo del pensamiento científico. La decadencia y desestructuración del Imperio Romano de Occidente, causó la perdida de los contactos con el Oriente el pensamiento griego fue condenado al ostracismo. Perdiéndose la accesibilidad a los tratados de los filósofos clásicos, siendo necesario que consultar fuentes productos, en su gran mayoría de traducciones no fidedignas.

2.2.1 Edad Media Antigua

No obstante, ser el latín, el vínculo predominante en el atomizado Imperio Romano de Occidente, y pese a esta característica, no podemos hablar de una unidad ni en lo territorial, ni mucho menos en lo cultural. Imperio Romano, socavado en su poder por las invasiones bárbaras y la desintegración política de Roma en el siglo V D.c., y aislado del resto del mundo por el imperio musulmán, no fue más que un agregado de poblaciones rurales y pueblos escasamente sedentarios.

Panorama geopolítico, que de una u otra de forma determinó, al no desintegrarse la iglesia católica en ese proceso, el ser ella la depositaria y el epicentro del pensamiento, de esta etapa del medioevo:

San Agustín (354 – 430), es una de las figuras más representativas de su tiempo, del cristianismo y de la filosofía. La filosofía y la teología medievales, es decir, lo que se ha llamado la Patrística, toda la dogmática cristiana, disciplinas enteras como la filosofía del espíritu y la filosofía de la historia, ostentan la marca inconfundible que les imprimió. Más aún, el espíritu cristiano, y el de la modernidad están influidos decisivamente por San Agustín; y tanto la reforma como la contrareforma han recurrido de un modo especial a las fuentes agustinianas, tales como: Verdad, Dios, la Creación, el Alma, el Bien, la Ciudad de Dios, "la intimidad, el amor y la libertad" [.]. (López Parra, p.5).[30]

El hombre instruido, en esta época de la historia lo era casi siempre el clérigo. Caracterizados al ser considerados por el imaginario colectivo como la expresión viva de la erudición. Predominando en la mayoría de ellos, la prioridad al tratamiento de las cosas de la fe religiosa conducentes a la salvación de las almas, que a los cuestionamientos de la naturaleza.

El siglo VIII, presenta un intento de resurgimiento de la cultura occidental. Carlomagno (768 – 814) en alemán Karl der Grosse, en latín Carolus Magnus y, en francés e ingles Charlemagne; había logrado la conquista de gran parte de Europa bajo su dominio. En aras de unificar su dominio, decidió reformar la educación, implementando la recuperación del saber clásico, a través de la implementación de las llamadas siete artes liberales: El Trivium, o la enseñanza literaria (gramática, retórica y dialéctica), y el quadrivium, que contemplaba la enseñanza científica (aritmética, geometría, astronomía y música).

Esta reforma educativa, con motivos más políticos que científicos, analizados al tenor de la historiografía actual, arroja una directa relación entre lo político y lo religioso. El vasallaje, sinónimo de sometimiento al poder del rey y la iglesia, ya hacia presencia en la vida del medioevo antiguo desde Pipino el breve padre de Carlomagno en el año 757. Situación de fácil percepción, cuando el Duque de Baviera Tasilón, presta juramento y al respecto se escribe:

Prestó múltiples e innumerables juramentos, colocando sus manos sobre las reliquias de los santos. Y prometió fidelidad al rey Pipino y a sus hijos, los señores Carlos y Carlomán, tal como debe hacerlo un vasallo, con espíritu leal y devoción firme, como debe ser un vasallo para con sus señores. [31]

De todas maneras, pese a la acentuada componenda e intencionalidad política y religiosa de hegemonía en lo desarrollado por el periodo Carolingio, es necesario reconocer en él y visionar, un despertar del letargo por el desarrollo de la ciencia acusado en esta fase de la Edad Media.

2.2.2 Ciencia y Religión en la Edad Media Clásica

En la Edad Media Clásica se recogen históricamente frutos de la reforma educativa de Carlomagno. El volver al estudio de las obras y el pensamiento de los clásicos, la contención de los últimos embates de invasiones extranjeras y, los desarrollos de la agricultura y el comercio en virtud este último a la apertura de nuevas rutas, en sumatoria al contacto con la cultura musulmana[32]gracias a las Cruzadas[33]nos permite hablar de un tipo de Renacimiento intelectual en este ciclo de la Edad Media.

Aspecto de suma trascendencia para el posterior desarrollo de la ciencia, en esta fase de la Edad Media, lo constituyó, la fundación de las primeras universidades hacia el año de 1150.

Durante los siglos XI y XII, Las escuelas catedralicias asumieron la tarea de proporcionar una educación profana más amplia. A partir de formas embrionarias, en los siglos XVI y VII estas escuelas se adaptaron rápidamente para acomodarse a las necesidades de educación y el saber en la época de actividad intelectual y económica que siguió al resurgimiento europeo del siglo X.

A finales del siglo XII entonces, una institución docente enteramente nueva había surgido en dos ciudades: Paris y Bolonia, cada una con un modelo distinto de organización. Paris reflejaba su inicio como escuela catedralicia al convertirse en un centro de estudios filosóficos y teológicos y en el siglo XIII fue aquí donde se reflejaron las transformaciones más trascendentales para la educación; Bolonia principal centro jurídico de Europa Occidental, gozó en la Italia comercial del estimulo de fuerzas sociales que impulsaban a los estudiantes a buscar una formación profesional apropiada. (Garrote, 2005; p.1).

El influjo de los textos griegos –la proliferación de ellos, gracias a unas muy buenas traducciones-, y la instauración de un significativo número de Universidades, hizo posible que en el siglo XII, escolásticos de un gran talante académico como Roger Bacon, Duns Scoto, entre otros, abordaran la Filosofía Natural –nombre que se le dio a la ciencia en el medioevo-, realizando novedosas especulaciones y, delineando de esta manera el devenir de la ciencia moderna.

En la Edad Media Clásica, se deja entrever cierto nivel aunque muy relativo de independencia entre ciencia y religión, pese a que era posible realizar en las universidades, conjeturas revolucionarias para esos tiempos, todavía estaban sujetas a la vigilancia tutelar de la iglesia.

2.2.3 Ciencia y Religión en la Edad Media Tardía

En los mediados del siglo XIV, la Edad Media se engalana académicamente con los trabajos de Guillermo de Ockham, fundamentado en gran parte en el pensamiento de Duns Scoto, y considerado por muchos investigadores de la Modernidad como "la bisagra" o el catalizador entre el pensamiento de la Edad Media y el pensamiento Moderno:

[.] el principio guía del pensamiento de Ockham es que todas las cosas, salvo las que envuelven contradicción, son posibles para Dios. Así, Él puede producir inmediatamente cualquier cosa que haya producido mediatamente por causas segundas, trátese de la sustancia y sus accidentes, o de la materia y la forma. La aplicación de estas ideas se completa con un principio que no es de Ockham mismo, pero cuyo uso sí será él quien lleve más lejos: "en vano se hace con más cosas lo que puede hacerse con menos", o también, una pluralidad no se debe establecer sin necesidad". Se trata de la famosa "navaja de Ockham", cuya formulación más conocida "los entes no se deben multiplicar sin necesidad no se encuentra, sin embargo, en sus escritos. Lo que la navaja de Ockham dice es que detrás de todo enunciado debe haber una causa suficiente de su verdad, y tal causa sólo puede ser la observación, una intuición lógica, la revelación divina, o una deducción a partir de éstas. La navaja de Ockham es un principio metodológico o epistemológico, no ontológico, pues un hecho contingente no puede tener una causa suficiente, pues Dios no obra necesaria sino libremente. En otras palabras, como toda criatura es contingente, su existencia no se puede explicar sino por una causa necesaria. El conjunto de todos los órdenes del mundo posibles para Dios es necesario aunque este orden real sea contingente. Así se articula la investigación del teólogo, del epistemólogo y del lógico. Alfonso Florez

Edad Media Tardía, en la que además del pensamiento de Ockham, sobresalen los trabajos de Jean Buridan (1300-1358) y Nicolás Oresme (1323-1382), los cuales cuestionan la mecánica Aristotélica. Buridan afirma que:

Por la observación directa de los cielos no puede saberse si éstos o la tierra son los que se mueven. No obstante rechaza el movimiento de la tierra, ya que al lanzar una flecha o una piedra verticalmente caen en el mismo lugar. Si la Tierra girase, eso sería posible y ante la objeción que el aire puede ser arrastrado aduce que el ímpetu de la flecha debe resistir la tracción lateral. Considera además que debido a los cambios en la superficie del globo terrestre, el centro de gravedad de la Tierra cambia de lugar continuamente y por lo tanto ese centro sólo puede coincidir con el del Universo si la Tierra misma es capaz de moverse. Torres Arango (2008).

En este fragmento es posible observar el notable avance conceptual para esos tiempos -en la perspectiva de la Astrofísica actual-, conceptualizándose por parte de los estudiosos de la física teórica, como un gran adelanto al paradigma mecanicista de Isaac Newton.

Nicolás Oresme, discípulo de Buridan y obispo de Lisieux, es considerado como el precursor de la geometría Cartesiana al utilizar coordenadas para representar funciones; y el primero en utilizar exponentes fraccionarios y en trabajar series infinitas. Además de los aportes al desarrollo de las matemáticas y a la posterior modelización de la naturaleza en la modernidad, presentó interesantes reflexiones sobre la naturaleza de la luz, su reflexión y la velocidad, como también sobre el Universo.

Finalmente de la religión en este ciclo de la historia de la humanidad, es pertinente acotar el de ser todavía hegemónica con relación a la ciencia. A pesar de grandes logros en el campo científico que alumbraban el desarrollo teórico de la Modernidad, aún prevalecía la inquisidora mirada de la religión a través de su máxima institución, La Iglesia; sin desconocer el haber sido en un altísimo porcentaje los clérigos, quienes se erigieron como personalidades de prestancia académica en la Europa Occidental de la Edad Media.

En síntesis podríamos afirmar el ser desde el punto de vista religioso, la época histórica en cuestión, eminentemente Teocentrica en la que la dignificación del hombre no estaba centrada en la libertad y en la capacidad de crear, sino, en ser una criatura hecha a imagen y semejanza de Dios.

2.3 DE LA CIENCIA Y LA RELIGIÓN EN LA MODERNIDAD

En el origen de la Modernidad[34]y, como antesala a este estadio de la historia, emerge el Renacimiento[35]con dos de sus fenómenos que le caracterizaron: La Ciencia y el Humanismo. Ellas dos articuladas en cierta manera a la Religión. Ahora bien, en la perspectiva de esclarecer algunos aspectos de la tan álgida y a la vez apasionante temática de la Modernidad, iniciemos con una aproximación a la naturaleza y los aportes del Renacimiento.

2.3.1 Algunas Generalidades del Renacimiento y, sus aportes a la constitución de la Modernidad

El Renacimiento, además de movilizar un pensamiento filosófico fundamentado en el volver a los clásicos, es el resultado de la crisis sociopolítica y socio económica, acaecida en el siglo XIV, como producto de la llamada Peste negra [36]que da al traste con el Feudalismo e inicio al mundo burgués[37]El esquema feudal de la servidumbre y el vasallaje –basado en el pacto entre el señor y el vasallo por el cual éste le trabaja la Tierra y el señor le defiende-, es duramente golpeado.

Producto de la peste, en razón de la altísima mortandad de la población Europea, la gente se refugia en los Burgos, produciéndose un aglutinamiento alrededor de ellos, la producción manufacturera y el consecuente abandono de la producción agrícola, motivo por el que el agonizante sistema Feudal se vio en la necesidad de contratar la mano de obra de sus antiguos vasallos.

Sumado a este fenómeno socioeconómico, hace presencia el adelanto tecnológico de la época, preferentemente en el siglo XV, encarnado en:

  • ? El invento de la brújula, dando posibilidades en el aventurarse al conocimiento de tierras desconocidas, arrojando como lógica consecuencia la factibilidad de los descubrimientos e inicios del colonialismo.[38]

  • ? El telescopio, acuñada su invención al matemático y astrónomo italiano Galileo Galilei, aporta de una manera determinante al cambio de la concepción del mundo. El hombre, logra romper con el paradigma Geocentrista de Ptolomeo y evoluciona hacia la concepción Heliocentrista de Nicolás Copérnico.[39]

  • La pólvora, dinamiza y evoluciona la estrategia militar, dando como resultado la culminación de las costumbres caballerescas. De hay que la imposibilidad en sufragar los onerosos costos de sostenimiento de los ejércitos de los señores Feudales –producto de la aparición de la artillería y la caballería-, muy probablemente haya sido una de las causas de la perdida del poder del Feudalismo.

  • La imprenta, de Gutemberg, da inicio a la cultura escrita, restringida con características de exclusividad a la iglesia. Emergen y se desarrollan las Universidades, que pronto adquieren una especial importancia para la secularización de la cultura.[40]

Caso especial se presentó en campo económico, vigorizándose gracias al descubrimiento de nuevos mercados y la creación de nuevas industrias, causa principal de la caída de los turcos. Se da apertura a la conformación de ligas comerciales en los Países Bajos y las primeras colonias. Se gesta el mercado de África y finaliza el descubrimiento de América, entrando nuevos productos y metales preciosos. Se comienza a implantar la industria metalúrgica, relojera y cristalería, desbordando a la hegemonía del predominio textil.

Todos estos adelantos tecnológicos, en unión del desarrollo comercial y el coloniaje, trae consigo, como inmediata consecuencia en el hombre de los finales de la Edad Media e inicios de la Modernidad, una nueva concepción de la vida. Concepción de la vida fundamentada en el Naturalismo, desde dos perspectivas la filosófica y la Estética. El Naturalismo del Renacimiento recala sus fundamentos en el Naturalismo griego con claras directrices hacia el Humanismo, caracterizado por el pensamiento presocrático y el postaristotélico.

A manera de síntesis sobre el Naturalismo se puede mencionar las siguientes manifestaciones registradas por la historiografía: 1) un cambio de actitud respecto a la muerte, viéndose como un castigo, emergiendo la concepción de un disfrute máximo de la vida; 2) la fama como medio de perpetuar eternamente el buen nombre; la fortuna y la predeterminación, en la que el azar juega un rol importante en la vida del hombre; 3) valoración ética de la personalidad humana, ya no siguiendo un modelo de vida helenístico, sino, afirmando un modelo de vida propio y una personalidad muy propia; 4) inicios de independencia del poder político, frente a la tradicional hegemonía medieval de la iglesia representada a través del papa como su máximo jerarca.

Todo el anterior escenario abona el camino al Humanismo, como el núcleo ideológico del Renacimiento. Humanismo, entendido como el tipo de cultura centrada en el hombre, es decir de tipo antropocéntrica, y teniendo como objetivo fundamental al hombre, en una perspectiva antropolética. El humanismo Renacentista centra su dinámica investigativa y argumentativa en el desarrollo de las temáticas de el sujeto y la libertad; la relación del sujeto con Dios; y la relación del sujeto con la naturaleza.

De entre los humanistas más representativos del Renacimiento, mención especial merece Leonardo Da Vinci, Tomas Moro, y Giovanni Pico della Mirandolla correspondiéndoles a ellos, especialmente al tercero –una de las figuras de más representativas del Renacimiento, perteneciente a la escuela Platónica de Florencia y, con ciertos tintes de singularidad en su argumentación discursiva-, el dar ruptura con la filosofía Medieval, y el que en su obra Discurso sobre la Dignidad del Hombre comenta sobre su incesante búsqueda de la verdad:

[.] Nunca he filosofado sino por el amor a la pura filosofía; ni he esperado ni he buscado nunca en mis estudios y en mis meditaciones ninguna merced ni ningún fruto que no fuese la formación de mi alma y el conocimiento de la verdad, por mí supremamente ansiada. He sido siempre amante tan apasionado de la verdad que, dejada toda preocupación de los asuntos privados y públicos, me he dedicado por entero a la paz contemplativa. De ésta, ni las calumnias de envidiosos ni los dardos de los enemigos han podido hasta aquí ni podrán nunca apartarme. Ha sido la filosofía quien me ha enseñado a depender de mi sola conciencia, más que de los juicios de los otros y estar atento siempre no al mal que se dice de mi, sino a no hacer o decir algo malo yo mismo.

Uno de los aspectos más destacados del Renacimiento florentino desde el punto de vista filosófico es su condición de puesta en crisis del pasado inmediato dado por el escolasticismo.De hecho, su epicentro, el humanismo, reacciona contra ciertas formas de aristotelismo que circulaban en los claustros y, sobre todo, contra la actitud de muchos universitarios de entonces que se apoyaban de modo casi excluyente en la apelación de la autoridad al filosofo. Magnavacca (2005)

Aventurándonos en un tipo de resumen de los planteamientos del Humanismo Renacentista, se puede enunciar los siguientes: 1) el presupuesto teórico de la Edad Media de el hombre tender siempre al mal, es debatida desde la concepción del hombre ser capaz de hacer el bien por si mismo; 2) el hombre es un ser autónomo de libre albedrío en la escogencia de su destino, en oposición al pensamiento Medieval fundamentado en estar el destino del hombre signado y regido por la gracia y la fe divina. En virtud de esta confianza en el juicio del hombre, emerge la Reforma Protestante de Calvino, Zwinglio y Lutero; 3) el acentuado volver a los clásicos griegos y a algunas líneas de pensamiento, dinamizadoras de procesos investigativos.

2.3.2 La Modernidad: sus inicios y algunas generalidades

La Modernidad es concebida por gran parte de los exponentes de la academia historiográfica, como la edad contestaria a la casi siempre promulgada época oscurantista de la Edad Media.[41] Ahora bien, hablar sobre un consenso entre los estudiosos de la Modernidad, alrededor del inicio y fin de esta época, en verdad no es posible. No obstante mencionada la anterior situación, para muchos historiadores la Modernidad se inicia con la toma de Constantinopla por los Turcos en el año 1453 –coincidiendo temporalmente con la invención de la imprenta, y el desarrollo del Humanismo y el Renacimiento.

De igual manera a su inicio en la historiografía no hay todavía en los comienzos del siglo XXI un común acuerdo. La historia burguesa la circunscribe hasta la Revolución Francesa de 1789. Los historiadores de línea Marxista la conciben en un primer periodo hasta la anterior revolución y, un segundo periodo hasta la revolución Bolchevique de 1917.

Pues bien, ya realizada una breve reseña de los aportes del Renacimiento para la consolidación de la Modernidad, la historia registra a René Descartes como el protagonista por excelencia de la transición del Renacimiento a la Modernidad. En Descartes, más que sus aportes a las matemáticas con la creación de la Geometría Analítica, la contribución a la Física, los estudios y sus opiniones sobre la anatomía; es de obligado reconocimiento académico la declaración de la independencia de la razón, la ruptura con el Renacimiento y la creación de un nuevo filosofar en el mundo, valiéndole la denominación del lógico y filósofo Bertrand Rusell, como "El padre de la Filosofía Moderna".

La filosofía Cartesiana surge en un contexto caracterizado: por la ya ruptura con la filosofía Medieval aunque no se había resuelto el problema de entender la verdad; el pensamiento religioso Medieval se encontraba sumido en crisis gracias al pensamiento secular logrado durante el Renacimiento; y la emergencia de nuevas clases sociales, generándose la necesidad de atemperar los conocimientos a las exigencias de los nuevos tiempos. Desde estos presupuestos Descartes se aventura a debatir y superar los dos grandes prejuicios de la Edad Medieval, la autoridad de Aristóteles y la tan aceptada unión fe-razón. Máscara con que la "filosofía natural" renacentista abordaba el pensamiento científico y, la que muy joven aún Descartes se propone visibilizar:

Como los comediantes llamado a escena se ponen una máscara para que no se vea el pudor en su rostro, así yo a punto de subir a este teatro del mundo en el que hasta ahora he sido espectador, me adelanto enmascarado [.] las ciencias están ahora a enmáscaradas; quitadas las máscaras aparecerían hermosísimas.

Fragmento de una de las obras juveniles de Descartes -por cierto perdida y de la que quedan sino unos pocos fragmentos-, comentada por Guillermo Restrepo (1997), en los siguientes términos:

Creemos que esta máscara es la ciencia renacentista que buscaba el saber universal por medio de las artes herméticas de la cábala, la magia y la alquimia y en la cual estaban inmersos los intelectuales de los siglos XVI y XVII. Se trataba de una pseudociencia vitalista de una totalidad animista cuyo corazón era el sol y a la cual se accedía por medio de codificaciones cabalistas absurdas que relacionaban lo sobrenatural con lo natural y por medio de analogías poéticas que permitía relacionar mágicamente todos los acontecimientos. Así era la "Filosofía Natural" de la época. Este naturalismo renacentista era el nuevo paradigma de Bruno y Paracelso que substituyó el paradigma Aristotélico. El paradigma científico moderno de corte cartesiano se estableció pugnando contra el paradigma renacentista hasta lograr una ruptura completa. La ciencia cartesiano que aflora en el Tratado del Mundo de 1633 es una ciencia humanista que brota de la imaginación como una fábula del mundo. Es la imaginación cartesiano una facultad genérica del hombre creador, ya sea poeta, artesano o científico. Naturalmente, cada forma de racionalidad tiene sus propias reglas opresivas o metódicas y su propio estatuto de validez. Restrepo (1997)

Ciencia y religión en la posmodernidad

Iniciemos dando claridad sobre qué aspectos conceptuales moviliza el término Posmodernidad. Argumentación más o argumentación menos, pese a un gran cúmulo de conceptualizaciones, pero no hasta el momento de una definición lograda de ella; la podríamos concebir como el movimiento polisemico aglutinante de muchas cuestiones de la vida del hombre -la academia con Lyotard, Vattimo, Baudrillard, y Lipovetsky, siendo algunos de ellos notarios incluso de una posmodernidad de la calle-, y la naturaleza, que se erige como respuesta al añejo y descontextualizado paradigma reduccionista Cartesiano[42]

Movimiento posmoderno que es fiel expresión del desarrollo del pensamiento complejo y la teoría de sistemas, el cual y la cual ha permeado todos los campos del conocimiento humano y el logrado sobre la naturaleza. Al respecto de la posmodernidad y sus vertientes, como también de la búsqueda de la verdad, Elisa Dávalos nos comenta:

Existen [.] diversas vertientes postmodernas, que si bien dan cuenta de fallas del proyecto moderno, también plantean propuestas que resultan más familiares en las artes y las letras que en el saber científico. Lleno de ingenio, de imaginación, de una gran explosión de la intuición, el discurso postmoderno realiza un verdadero asalto al saber científico, con propuestas antes sólo validas en el arte y la literatura. El postmodernismo se desarrolla girando en torno a los siguientes aspectos epistemológicos:

Se relativiza la capacidad del ser humano para poder conocer realmente la realidad; se cuestiona la existencia de "la realidad" como tal, capaz de ser descifrada, y se sustituye este planteamiento por una serie de "verdades" o realidades que existen fraccionadas dentro del variado mundo de las subjetividades individuales.

Sin duda alguna, los anteriores párrafos citados, nos permite percibir el auge en la ciencia de la posmodernidad la naturaleza investigativa e indagadora de la teoría de la complejidad y el pensamiento sistémico, ir del todo a las partes desde una visión Holística[43]En síntesis es pertinente acotar como la posmodernidad se despliega en torno a los preceptos siguientes: 1) el traste de los ideales de la Modernidad; 2) el desencanto a la ética de la Modernidad; 3) cuestionamiento y crítica al contubernio ciencia-política, con casi nula presencia en el impacto social; y 4) reconocimiento de otras formas de racionalidad, además de la científica.

Ya realizado el breve recorrido por algunas de las múltiples generalidades de la ciencia Posmoderna, nos enfrascaremos en una reseña sobre la religión, en esta etapa de la historia humana que estamos trasegando: La postmodernidad asume una forma de ateismo nihilista el que no se apropia de nada, rechazando al máximo a Dios y cualquier religión. En este sentido recoge la bandera conceptual enarbolada por Nietzsche y declara ya el momento de tomar en serio la muerte cultural, conceptual, de Dios. No se trata de un ateísmo cualquiera o de la irreligiosidad sin más, sino de la desaparición de Dios y su rastro.

El consabido ateísmo clásico representado entre otros por Feuerbach, Marx y Freud, trataba y le disputaban en sus argumentaciones teóricas a Dios un espacio, unos valores y una libertad que precisamente su afirmación parecía negárselos al hombre. El denominado ateo negaba a Dios para afirmar y desarrollar un proyecto de hombre. La esencia alienada del hombre era reivindicada en el rechazo a Dios. A la centralidad excluyente de Dios le venía a sustituir la no menos excluyente de hombre.

El ateísmo clásico, en sus fundamentos teoréticos representaba la reacción humanista frente a la concepción alienante de Dios y de la religión. Pero este ateísmo humanista estaba guiado por un proyecto: unos ideales de cultura y de sociedad donde el hombre fuera realmente el responsable de su construcción. Para ello el énfasis en la razón, sobre todo científica, y en la organización racional de la sociedad, y en la política como camino hacia una mayor libertad y emancipación del hombre y hacia una sociedad más justa, solidaria e igualitaria.

Caso contrario sucede con el giro postmoderno, caracterizado por el abandono y confrontación con el anterior humanismo moderno. Para el pensamiento postmoderno "la muerte de Dios" representa a la vez, el finiquitar el humanismo. Pensemos pues, que accedemos a través de la "muerte de Dios" al descubrimiento de la inexistencia de fundamento alguno donde asentar nada, llámese realidad, mundo, historia, razón, sentido…, o cualquiera de las grandes palabras que, a su vez, sostienen a otras no menos importantes, como libertad, justicia y verdad. ¡He aquí como la posmodernidad está vivenciando una verdadera crisis religiosa, independientemente sea cual fuere la concepción de una deidad suprema!

Algunas generalidades de la mente y la conciencia

El problema de la mente y la consciencia[44]es, por cierto, uno de los temas más espinosos de la ciencia en la actualidad, gestor de un sin número de preguntas, tales como ¿qué es la conciencia? ¿Es parte de una nueva sustancia ontológicamente distinta de la materia? ¿Cuáles son sus propiedades? ¿Es una propiedad emergente de la materia altamente organizada? Pues bien nos centraremos en una de ellas ¿qué es la consciencia? Y más que el cómo responder a esta pregunta, nos enfocaremos en recorrer algunos elementos teóricos implícitos y explícitos de estudiosos que han abordado este complejo cuestionamiento, desde la perspectiva del tratamiento dado a esta cuestión en Las Conexiones Ocultas de Fritjof Capra. En este sentido iniciaremos con los tipos de acepciones que este término ha acarreado.

La consciencia tiene diversas acepciones. Unas veces imprecisas lo que hace dificultar su definición. Los orígenes latinos de la palabra consciencia de Conscientia –nombre a u vez derivado de Conscire, que significa ser consabedor o tener noticia de algo a la par de otro-, normalmente ha presentado dos acepciones: la primera moviliza un referente a la consciencia moral; la segunda surge en la edad moderna y se relaciona con el acto psicológico de darse cuenta. Históricamente el abordaje de dar respuesta a qué es la conciencia desde el enfoque psicológico antes mencionado tiene sus inicios en el siglo XVII con René Descartes y John Locke.

A partir de Descartes se perfilan dos caminos temáticos a la cuestión de la consciencia: el primero considerarla como una facultad general del conocer gracias al estudio del fenómeno psíquico fielmente en la experiencia inmediata; el otro lo es el tratar de comprender e interpretar los procesos psíquicos de manera asociada. John Locke en 1690 en su obra clásica, Ensayo sobre el entendimiento humano, introduce por primera vez la palabra consciencia de manera abstracta con esta definición "La consciencia es la percepción de lo que sucede en la propia mente de un hombre" (Ballin, 1989).[45] Aproximación a la definición de consciencia la cual deja entrever un tipo de relación no explicitado para esos tiempos entre mente y consciencia.

Volvamos entonces a la pregunta qué es la consciencia. Siguiendo a Capra en su obra ya mencionada, y quien para este apartado de su síntesis y su reflexión teórica, se centra inicialmente en los postulados de la teoría de Santiago[46]de Humberto Maturana y Francisco Varela, principios sintetizados en la concepción e identificación del proceso del conocimiento con el proceso de la vida, para luego referirse a la cognición y la consciencia desde este enfoque. Acto seguido nos ilustra en torno a la naturaleza de la experiencia consciente y realiza una breve reseña de las escuelas del estudio de la consciencia y algunos aspectos de la Neurofenomenología. Finalmente nos ubica en la dimensión social de la consciencia, el lenguaje humano y sus orígenes, la encarnación de la mente, la naturaleza humana, y la dimensión espiritual.

Tejido discursivo conducente ha demostrar el cambio conceptual sucedido en lo que a la naturaleza de la mente y la consciencia respecta en los tiempos actuales. Paso trascendental lográndose superar en la ciencia la ancestral división Cartesiana entre mente y materia –mente o "sustancia pensante" (res cogitans), materia o "sustancia extensa" (res extensa)-, gracias a la nueva concepción de la vida, en la que la mente y la consciencia ya dejan de ser cosas, para convertirse en procesos. La teoría de Santiago evento contestatario al paradigma cartesiano, define a la mente y a la consciencia como procesos cognoscitivos[47]Anterior aspecto magistralmente sintetizado por Capra en las Conexiones ocultas al decir:

Así pues, la cognición no es la representación de un mundo con existencia independiente, sino más bien el alumbramiento continuo de un mundo mediante el proceso de vivir. Las interacciones de un sistema vivo con su entorno son interacciones cognitivas, y el propio proceso de vivir es un proceso cognitivo. En palabras de Maturana y Varela, "vivir es conocer". A medida que el organismo vivo recorre su itinerario individual de cambios estructurales, cada uno de éstos se corresponde con un acto de cognición, lo cual significa que aprendizaje y desarrollo son más que dos caras de la misma moneda.

Podemos ver entonces que el conocimiento esta íntimamente articulado a la autogénesis de las redes vivas, ellas cambian continuamente y sin embargo mantienen su patrón de identidad y al la vez mantienen un registro histórico de su propio desarrollo.

La cognición en la perspectiva de la teoría de Santiago al estar asociado a cualquier nivel de vida es un fenómeno mucho más amplio que la consciencia. La consciencia como proceso hace aparición hacia finales del siglo XIX en los trabajos del psicólogo y filosofo norteamericano William James. Pionero de la psicología científica, padre del pragmatismo –concepción según la cual la verdad d una idea o un concepto depende de la valoración en términos de lo practico que sea-, y a quien también se le asigna el paternalismo del funcionalismo, escuela psicológica que hace énfasis en el estudio de la finalidad de la consciencia.

En su celebre obra, The principles of psychology (1890), considerada un clásico de la psicología científica, da apertura a nuevos caminos para la investigación en esta disciplina del conocimiento humano, y en el que entre sus temas incluía la sensación, la percepción, las funciones del cerebro. Los hábitos, el fluir de la consciencia, el si-mismo, la atención, la memoria, el pensamiento, la emoción y la voluntad.

A pesar, de lo novedoso del pensamiento de William James, no fue posible cambiar el apegamiento de los estudiosos de la cognición al paradigma cartesiano sino hasta durante los noventa del siglo pasado. Época en la que irrumpe la ciencia de la consciencia como un campo interdisciplinario, con la aparición de diversas técnicas del estudio de las funciones cerebrales. Este espectacular fenómeno de nuevos planteamientos humanísticos y transpersonales del estudio de la consciencia, conllevo a establecer la importantísima relación de la experiencia vivida con el conocimiento adquirido, y a su vez a la definición de dos tipos de conciencia[48]La primera la primaria y la segunda de orden superior llamada por Capra "consciencia reflexiva".

Es de obligatoriedad académica y de reconocimiento investigativo en esta sección de la mente y la consciencia de este trabajo, mencionar el extraordinario trabajo de Gerald Edelman –referente necesario repensado por Capra-, quien ha tratado de construir una teoría científica explicativa de la evolución biológica que conduce a la emergencia de la mente humana. Para Edelman en su concepción teórica de la mente, la ciencia de la mente tiene dos polos insustituibles: el primero la experiencia fenomenológica de la mente misma (es decir, el explicandum); en una segunda instancia las evidencias biológico-evolutivas (o sea, las procesuales) que son las únicas posibles causas reales de los fenómenos (son el explicans)..

El explicandum fenomenológico de la mente, igual a la consciencia, abordado desde el enfoque de Edelman es el problema crucial de la explicación de la mente, y a su vez ese enigma podría ser resuelto siguiendo el hilo explicativo de la consciencia.[49]Temática tratada con claridad en su libro El universo de la consciencia (2000), en donde en la primera parte analiza la experiencia fenomenológica de la consciencia; y en su obra publicada en el 2004, Wider than the Sky, dedica un capitulo de repaso del cómo su teoría de la mente explica finalmente las propiedades fenomenológicas de la consciencia.

La consciencia primaria, aquella relacionada con la percepción y el instinto, presente en el animal y el humano, y dejándonos guiar por Javier Monserrat en su estudio de la teoría de Edelman nos argumenta que:

La conciencia primaria supone "la ocurrencia en tiempo real y en paralelo de categorizaciones preceptúales para cada modalidad sensitiva por medio del sistema cortical, incluyendo los órganos secuenciales. El punto critico final señala la aparición de la conciencia primaria: resulta una escena de correlaciones producidas por la función de las vías de conexión de re-entrada entre sistemas corticales que producen la memoria conceptual valoral- categorial y los sistemas tálamo-corticales que producen las categorizaciones preceptúales discurrentes (ongoing) en todos los sentidos.

En la conciencia primaria, por tanto, la emergencia de cambios de naturaleza morfogenéticas, sobre todo en el sistema tálamo-cortical, permite la sobreabundancia de re-entradas que activan al mismo tiempo todos los registros de la memoria conceptual y del efecto discurrente coordinado de todos los sentidos y funciones en tiempo real. El animal posee así una "escena" coordinada que conecta todos los módulos psíquicos, en pasado y en presente. Es ya el remembered present (que en alguna manera, para nosotros, emerge ya en paralelo necesariamente, aunque poco a poco, al nacer el sistema conceptual valoral-categorial antes mencionado). (Monserrat, p.19).

La conciencia de orden superior o "reflexiva" en palabras de Capra trasciende la conciencia primaria. En cuanto el escenario presente en que es absorbida la mente del sujeto de la conciencia primaria, su huella del pasado categorial-valoral no posibilita ninguna capacidad de predicción del futuro; aspecto interpretado por Edelman, en el no ser más que una escena muy rica y unitaria iluminada por un potente reflector que, sin embargo está en oscuridad en la periferia que la conecta con pasado y futuro. Marco de limitaciones el cual erige a la conciencia superior o "reflexiva" como algo esencialmente humano, es decir, surge el sujeto reflexivo, consciente de ser consciente:

En este proceso la conciencia de orden superior surge antes que el lenguaje. Es, digamos, la condición que posibilita la emergencia del mismo lenguaje, dice Edelman apoyándose en Stephen Pinker y otros neurólogos.

"La conciencia de orden superior –nos dice Edelman- requiere obviamente la operación continua de las operaciones que soportan la conciencia primaria. Pero además supone la habilidad de construir una "mismidad" fundada socialmente para modelar el mundo en términos de pasado y futuro, siendo directamente consciente. Sin una memoria simbólica estas habilidades no se podrían desarrollar". "Por esto (memoria simbólica) entiendo una memoria para símbolos y sus significaciones asociadas. Así un animal con solo consciencia primaria estaría atado a al sucesión de eventos en el presente. ¿Cómo puede romperse la tiranía de este remembered present? La respuesta, aunque imprecisa, es por la evolución de nuevas formas de memoria simbólica y nuevos sistemas al servicio de la comunicación y trasmisión social. En su forma más desarrollada, esto supone la adquisición de la capacidad para el lenguaje. En tanto en cuanto los seres humanos son la única especie con lenguaje, esto significa que la conciencia de orden superior ha nacido en nuestra especie". (Monserrat, p.21).

En la afirmación de Edelman, sobre el ser los seres humanos la única especie con lenguaje, hace referencia explicita al tipo de lenguaje proposicional. Ahora, reconociéndose la importancia que reviste la indagación sobre los orígenes del lenguaje para el marco teórico tratado en esta fase del ensayo, haremos un alto en el complejísimo tópico de los orígenes del lenguaje humano, acompañándonos por Capra con lo expuesto en las Conexiones Ocultas sobre los trabajos investigativos de Roger Fouts y también de otros estudiosos de este enigmático campo de investigación.

Actualmente el asunto del origen del lenguaje humano y su evolución se estudia desde diversos enfoques y presupuestos teóricos[50]con matices interdisciplinarios y con razonables perspectivas de éxito en probidad a la colaboración de diversas disciplinas, entre las que se cuentan la lingüística, la psicolingüística, la sociología, la paleo-antropología, la arqueología, la neurofisiología, etc. Situación propiciadora del incremento del espectro de aproximaciones teóricas tendientes a dar solución a este problema.

Las dos grandes hipótesis sobre el origen del lenguaje y su evolución las constituye la evolucionista y la emergentista. La primera fundamentada en los trabajos de Charles Darwin y direccionada en la premisa del lenguaje como una capacidad simbólica lograda y perfeccionada en milenios de años gracias a un proceso de selección natural; reconociéndose la aparición de protolenguajes como fases que posibilitaron llegar al tipo de lenguaje que hoy conocemos, en donde los inicios del protolenguaje según Bickerton (1994, p.201) pudieron haber sido descubiertos y perdidos muchas veces antes de que el lenguaje quedara firmemente establecido. La hipótesis emergentista sostiene el paso del protolenguaje al lenguaje actual de las especies no como un evento gradual, sino como el resultado de una mutación espontánea. Posibilidad contemplada años atrás y comentada de la siguiente forma:

Hemos aprendido precisamente en el campo de los fenómenos de la naturaleza orgánica que la evolución no excluye cierto genero de creación original; hay que admitir la mutación súbita y la evolución emergente. Cassirer (1983, p. 55).

De estas aproximaciones, específicamente en la evolucionista altamente depurada, se matricula la teoría de la consciencia de Humberto Maturana, instituyendo una cadena de nexos entre autoconsciencia, pensamiento conceptual y lenguaje simbólico. Partiendo de esta concepción teórica y sobre la base del espíritu de la fenomenología, es factible preguntarnos sobre el tipo de neurofisiología implícita en la emergencia del lenguaje humano. Indagación no resuelta aún, pero la que a su vez ha dinamizado multiplicidad de eventos investigativos, obteniéndose aportes de gran valor epistémico en aras de dársele solución a los enigmas de la gestación del lenguaje humano.

Entre un elevado número de eventos investigativos acontecidos sobre los orígenes del lenguaje humano, Capra hace mención inicialmente en las conexiones Ocultas, de las varias décadas de investigación de la comunicación con chimpancés, utilizando lenguaje gestual, realizada por el psicólogo Roger Fouts y socializada a la comunidad académica en su libro Next of King. También nos realiza una reseña de las similitudes anatómicas, cerebrales, culturales y sociales de los primates con los seres humanos.

Se sabe, que los primeros intentos didácticos para con el lenguaje humano a los chimpancés se iniciaron a principios y mediados del siglo XX. Actividad investigativa contestataria a la concepción excluyente de teorías del lenguaje que asignaban esa posibilidad únicamente al ser humano. Pese a los denodados esfuerzos de los pioneros de este campo de indagación, no se obtuvieron logros significativos, y los objetivos presupuestados a alcanzar no fueron alcanzados, teniendo como causa fundamental las diferencias entre las estructuras fonadoras en el hombre y el chimpancé. Fracasos direccionadores de las mencionadas investigaciones hacia la aplicación de métodos indirectos, tales como los lenguajes de signos o símbolos geométricos coloreados que representaban palabras.

Los registros de estas investigaciones –además de la de Fouts-, dan cuenta de varias experiencias, por ejemplo la de la chimpancé llamada Washoe, enseñada por Beatrice y Allan Gardner a utilizar los 150 signos del lenguaje de sordomudos llamado Ameslan[51]David Premack, (ver Gardner et al., 1976: 76-136; 204-225), enseñó a una chimpancé hembra llamada Sarah nacida en África, mediante figuras de plástico; y el caso de Lucy entrenada por Fout, (ver Gardner, et al., 1975: 59-759).

Estos intentos presentaron un moderado éxito y permitieron corroborar la enorme distancia de tipo lingüístico-comunicativa humana del hombre con relación a lo chimpancés. Pero sirvieron para constatar a favor de los primates: a) el poseer por parte de los chimpancés capacidades evolucionadas hacia competencias simbólicas[52]expresado en la comunicación por signos; b) el de poseer una capacidad natural de la conceptualización, en el sentido de poder organizar las realidades agrupándolas bajo signos según "líneas de fracturas" objetivas o subjetivas.

Es pertinente aclarar como alrededor de estos pocos logros se cierne la duda sobre: el número de signos a ser utilizados por los primates; la complejidad semántica de los mismos signos a utilizar, pues los aprendidos por los chimpancés de las experiencias presentaban un contenido elemental; y sobre las posibilidades de construcción de frases de mayor complejidad.

No obstante, el no cumplirse los objetivos propuestos en las indagaciones comentadas, es también cierto, de ellas el haber marcado la pauta y el haber sido un novedoso vector con dirección y sentido para la formulación de nuevas teorías sobre los orígenes del lenguaje humano. Situación argumentad por Capra en Las Conexiones Ocultas al referirse a la pregunta ¿Cómo consiguieron nuestro antepasados homínidos superar el abismo entre gestos con la manos y torrentes de palabras con la boca? Resuelto por la neuróloga Doreen Kimura, y la reflexión sobre ello de Fouts, a la vez sobre la vigencia del gesto como forma de lenguaje en la totalidad de la cultura humana:

Cuando Fouts supo del descubrimiento de Kimura, se percató, de que en cierto sentido, el lenguaje gestual y el hablado son otras tantas modalidades de gesto.Esta constatación permitió a Fouts formular su teoría básica de del origen evolutivo del lenguaje hablado [.] A lo largo de decenas de millares de años, a medida que evolucionaban sus órganos vocales, los humanos siguieron comunicándose mediante combinaciones de gestos precisos y sonidos hasta que llegó el momento en que el lenguaje hablado supero a las señas y se convirtió en la modalidad dominante de comunicación humana. Sin embargo aún utilizamos gestos cunado el lenguaje hablado no nos sirve o no nos basta, "El gesto, la forma más antigua de comunicación de nuestra especie", señala Fouts, "sigue funcionando como segundo lenguaje" de todas las culturas. (Capra, 2003: pp.90-91).

Orientándonos por Fouts, inicialmente el lenguaje estaba limitado a los gestos, evolucionando a la par de la consciencia humana, concepción teórica concordante por lo presentado por los científicos de la cognición de que el pensamiento conceptual, en su totalidad está encarnado físicamente en el cuerpo y el cerebro ¡La encarnación de la mente!

¿Pero qué es la mente encarnada? difícil cuestionamiento cuya respuesta investida de un buen talante académico, exige seguir la senda de George Lakoff y Mark Johnson (1999) con su obra Philosophy in the Flesh. Socialización de su programa de investigación denominado por ellos como ciencia cognitiva de segunda generación, con varias decenas de años de trabajo. El libro citado está precedido por otras publicaciones conjuntamente o por separado, llamando la atención sobre diversos aspectos de la construcción del mundo, el funcionamiento de nuestros sistemas conceptuales, el cómo y el rol de las metáforas en nuestras vidas[53]la deconstrucción de los mecanismos ideológicos que inducen al hombre a la guerra, a la violencia o el amor.

Partes: 1, 2, 3
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente