- Introducción
- Los cuatro principios básicos que se aplicaron
- Algunas cosas que pueden ayudar: (optativas)
- Como hacer tu primera compostera
- Sobre los antecedentes de compost
A partir de que me empezaron a preguntar como se hacía el compost que tenemos en el jardín, empecé a caer en cuenta del tiempo que había transcurrido y las diferentes etapas por las que había pasado hasta llegar a conseguir que todo el jardín no estuviera lleno de plagas, que no conseguía mantener a raya. Cuando no eran hongos era un batallón de insectos, que terminaban invadiendo cualquier ilusión puesta en marcha.
Tardé unos 10 años en aprender bien como funciona todo. Al principio combatí con toda la batería de productos "ortodoxos" que existen en el mercado actual para luchar contra las plagas; insecticidas, fungicidas, etc. Tardé un tiempo en darme cuenta de que todo lo que hacía sólo empeoraba la situación, y acababa con el ecosistema natural de la tierra fertil y dejaba sin inmunidad al sistema.
Buscando soluciones, me encontré con la agricultura biodinámica y la agricultura ecológica, a finales de los años 80 y como consecuencia de esta información empecé a experimentar en el jardín de casa hasta conocer el compost. Tardé un poco en dominar la técnica, ya que hay unos principios básicos que si no los cumples, no tendrás resultados óptimos, al principio. Pero ha valido la pena el esfuerzo, ya que ahora está automatizado –se ha convertido en un hábito- y los resultados son sorprendentes. La elaboración del compost es un proceso lento que requiere tiempo y tener un lugar en el jardín o en la huerta, Por eso me animo a hacer este resumen, por si a otra persona le puede ayudar mi experiencia con este tema.
Los cuatro principios básicos que se aplicaron
Para obtener un compost óptimo encontré cuatro principios que considero imprescindibles. Si se cumplen estos requisitos al hacerlo se tendrá el éxito asegurado, en seis o nueve meses, aproximadamente, o como mucho en un año.
1º Tierra La base de la compostera debe de estar en contacto con la tierra en su fondo o base. Ya sea todo el fondo o parte de él a través de agujeros en la base de la compostera, siempre encima del suelo de tierra.
Esto es básico e imprescindible. Para que suban los organismos (los bichitos) que van a trabajar y descomponer todo el material que estamos colocando dentro de la compostera. Debe estar en contacto directo con la tierra, ya que estos bichitos, que no vemos en su gran mayoría, utilizan como medio de transporte la tierra, para subir y bajar, trabajar, descomponer, transformar y cuando está hecho todo, desaparecen de la misma forma que aparecieron.
Si pusieramos la compostera encima de cemento o piso, conseguiríamos hacer "putrefacción" no conseguiríamos "transformar nutrientes" en humus o compost. La putrefacción dará mal olor y no servirá para nuestros objetivos. En cambio el compost tiene un aspecto final parecido a la turba que compramos para hacer transplantes de plantas. Tiene un aspecto similar, pero más contundente, más pesado, aunque la mayor diferencia está en el olor, aparte de los resultados. El compost bien hecho huele a bosque, a humedad, a ese olor que da dentro de un bosque alejado de las ciudades y poco visitado por los seres humanos. Ese realmente es el olor que tiene al final del proceso el material llamado compost.
2º Aireación La aireación de la compostera debe ser la adecuada. Debe tener agujeros por donde circule el aire.
Es imprescindible para que los organismos aerobios (los que necesitan oxígeno) entren a realizar su trabajo en el material que hemos ido dejando dentro, así como el aire que ventilará el material que se está transformando. Los organismos anaerobios son aquellos que no necesitan oxígeno. En el compost necesitamos a los primeros, por eso es imprescindible la aireación de la compostera.
3º Humedad Los diferentes materiales que se van incorporando deben alternar grados diferentes de humedad. Capas más secas con capas más húmedas, es lo ideal.
Esto se domina bien, observando el tipo de insectos que aparecen, a veces, como la drosophila (la mosca del vinagre, o la fruta), que suele aparecer revoloteando encima del material, en algunas ocasiones y es un indicador de que debemos poner material más seco encima (follaje, cáscaras de huevos, hojarascas de flores, tierra seca utilizada en macetas y jardineras, estiércol de gallina seco, ramas, etc), Esto es un indicador claro de que hay exceso de humedad, en ese instante, en la última capa. Por el contrario si la parte superior está muy reseca, debemos añadir material que la humedezca (peladuras de hortalizas, restos de hortalizas, restos de cocina, césped cortado, materia húmeda en general, etc). Incluso se debe añadir agua de vez en cuando, sobre todo en verano y épocas de mucho calor. La correcta combinación de estas capas de material, junto con los dos principios anteriores, garantizará el éxito. 4º Orientación La compostera debe estar situada en un sitio de sombra/sol adecuado.
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