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La sexualidad humana


Partes: 1, 2

    1. Introducción al mundo de la sexualidad humana
    2. Historia del sexo
    3. Base psicológica del sexo
    4. El orgasmo
    5. La masturbación
    6. Variedad de prácticas sexuales
    7. Desviaciones sexuales (Parafilias)
    8. Orientaciones sexuales
    9. Los riesgos de la sexualidad
    10. Seguridad en las relaciones sexuales
    11. Aportaciones de Sigmund Freud
    12. Conclusiones
    13. Bibliografía

    Introducción al mundo de la sexualidad humana

    La sexualidad humana representa el conjunto de comportamientos que conciernen la satisfacción de la necesidad y el deseo sexual. Al igual que los otros primates, los seres humanos utilizan la excitación sexual con fines reproductivos y para el mantenimiento de vínculos sociales, pero le agregan el goce y el placer propio y el del otro. El sexo también desarrolla facetas profundas de la afectividad y la conciencia de la personalidad. En relación a esto, muchas culturas dan un sentido religioso o espiritual al acto sexual, así como ven en ello un método para mejorar (o perder) la salud.

    La complejidad de los comportamientos sexuales de los humanos es producto de su cultura, su inteligencia y de sus complejas sociedades, y no están gobernados enteramente por los instintos, como ocurre en casi todos los animales. Sin embargo, el motor base del comportamiento sexual humano siguen siendo los instintos, aunque su forma y expresión dependen de la cultura y de elecciones personales; esto da lugar a una gama muy compleja de comportamientos sexuales. En la especie humana, la mujer lleva culturalmente el peso de la preservación de la especie.

    En la sexualidad humana pueden distinguirse aspectos relacionados con la salud, el placer, legales, religiosos, etcétera. El concepto de sexualidad comprende tanto el impulso sexual, dirigido al goce inmediato y a la reproducción, como los diferentes aspectos de la relación psicológica con el propio cuerpo (sentirse hombre, mujer o ambos a la vez) y de las expectativas de rol social. En la vida cotidiana, la sexualidad cumple un papel muy destacado ya que, desde el punto de vista emotivo y de la relación entre las personas, va mucho más allá de la finalidad reproductiva y de las normas o sanciones que estipula la sociedad.

    Historia del sexo

    La sexualidad en la antigüedad se consideraba como algo sucio, vergonzoso y digno de grupos de baja calaña. La sociedad estaba muy cristianizada, y la lujuria se considera pecado capital, por tanto el sexo sin intención de procrear estaba mal visto socialmente. Las mujeres no podían disfrutar del sexo, sólo los hombres disfrutaban de él, ya que si lo hacían las mujeres se las discriminaba y se las acusaba de viciosas.

    En la actualidad, gracias al avance de la sociedad, que ya no es tan católica, la sexualidad se ve como algo placentero y divertido.

    Las mujeres pueden disfrutar de él al igual que los hombres gracias a la gran disminución del machismo.

    Base psicológica del sexo

    La relación entre el amor y el sexo en nuestra sociedad es algo complicada. Tradicionalmente a las mujeres se les enseña que el amor es un requisito para el sexo, mientras que a los varones se les urge a que adquieran experiencias sexuales con o sin amor presente.

    Actualmente y aún cuando el sexo prematrimonial es cada vez más aceptado, las parejas requieren de algún tipo de declaración de amor para poderse sentir moralmente cómodos y mantener relaciones sexuales.

    Recordemos que existe el sexo casual y el sexo relacional. Hay personas que no se quieren pero mantienen una relación fuerte; hay parejas que se aman y tienen sexo casual y no se preocupan en lo absoluto por la comunicación interpersonal. El sexo en ambos casos puede ser mecánico, impersonal y apresurado se quieran o no ambas partes.

    Algunas personas critican y se oponen al sexo impersonal aun cuando haya sido consentido por ambas partes. Otras personas disfrutan mucho más de una relación sexual personal e íntima esperanzadas de que se convierta en amor.

    No hay ninguna garantía de que esto ocurra, y muchas personas salen heridas, lastimadas y decepcionadas de haberse ido a la cama buscando que el amor mágicamente brotara. Es mejor que quien se lanza al sexo casual lo vea como tal una experiencia placentera, si no se espera nada a cambio la decepción será menor.

    Pero definitivamente que si hay amor, aunque las cosas no anden bien hay más protección contra el ser usados sexualmente. Recordemos lo que he mencionado en artículos recientes, el amor se preocupa por el otro y respeta al otro de allí que involucrarse sexualmente ocurre de manera natural. El sexo casual se presta a malos entendidos e involucra un mayor riesgo de ser usado por la otra persona, quien no tomará en cuenta ni los sentimientos ni las necesidades de quien cree se entregó por amor.

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