- Prólogo
- Cuenta Lázaro su vida y de quien fue hijo
- Como Lázaro de asentó con un clérigo y de las cosas que con él pasó
- De cómo Lázaro se asentó con un escudero y de lo que le acaeció con él
- Como Lázaro se asentó con un fraile de la merced y lo que acaeció con él
- Como Lázaro se asentó con un buldero y de las cosas que con el paso
- Cómo Lázaro se asentó con un capellán y lo que con el pasó
- Como Lázaro se asentó con un alguacil y lo que le acaeció con él
Prólogo
El libro está narrado por el personaje principal, Lázaro, y este empieza el relato diciendo que este libro tratara de un tema completamente nuevo que podrá agradar o molestar dependiendo la persona, dice que incluso de este libro se pueden sacar buenas enseñanzas y que el escritor es como un soldado que busca su propósito, en el caso del escritor comunicar su visión, cuya única recompensa es la fama.
Tratado primero.
Cuenta Lázaro su vida y de quien fue hijo
Lázaro empieza contando su vida desde el momento en que nació, cuenta que sus padres fueron Tome Gonzales y Antona Pérez (gente de muy poco estatus social). Le decían Lázaro de Tormes porque nació en el rio Tormes.
Su padre era molinero, y lo metieron preso cuando descubrieron que robaba en el molino en el que trabajaba. Después lo desterraron y este decidió ir a la guerra como acemilero (persona que lleva las mulas) y ahí murió. Su madre mientras tanto trabajaba limpiando y cocinando en casas e incluso prostituyéndose (no aparece textual en el libro)
Pasado un tiempo de la muerte del padre de Lázaro, su madre empezó a emparejarse con un hombre negro (no era bien visto) que se llamaba Zaide, él los alimentaba y les traía leña. La madre de Lázaro tuvo un niño con Zaide, al que le daba miedo el hombre, pues este era negro y los demás no. De esto aprende Lázaro su primera enseñanza "¡Cuantos huyen de otros porque no se ven a si mismos!"
Zaide también robaba en el establo en que trabajaba, robaba de todo, incluso las herraduras de los caballos, para poder criar a su pequeño hijo. Hace una acotación para decir que los frailes (nobles) igualmente robaban al pueblo, pero sin necesidad. Cuando descubrieron a Zaide lo azotaron y apresaron a la madre de Lázaro. Cuando la soltaron esta se fue a trabajar a una taberna y Lázaro trabajaba de mesero mientras su hermano crecía.
Un día en la taberna apareció un ciego que pide que le encomienden a Lázaro y la madre se lo entrega mintiendo que su padre fue un héroe de guerra. La madre se despide de Lázaro y este se va junto con el ciego lejos de Salamanca (la ciudad donde se encontraba la taberna).
En el camino el ciego le hace una broma a Lázaro en la que este sufrió un gran golpe, el ciego le dice su segunda enseñanza "el mozo de alguien debe ser más astuto que el mismo diablo". Con esto el Lazarillo dejó de ser ingenuo. Lázaro comprende que ahora está solo y que no debe confiar en nadie más que en sí mismo.
El ciego le enseña muchos consejos de vida y lo volvió más astuto, Lázaro empieza a tomarle cariño al ciego y dice que lo ilumino.
El ciego trabajaba rezando a pedido de otros. Vendía oraciones para curar males, pronosticaba embarazos y hacia de curandero. El ciego ganaba bastante dinero haciendo esto pero era avaro y tacaño, y muchas veces Lázaro pasaba hambre. Pero tenía un truco para sacarle comida astutamente. El ciego guardaba su comida bajo llave en un bolsón, Lázaro para sacarle comida descocía un borde, sacaba comida y luego lo volvía a coser.
Para robarle monedas al ciego, Lázaro cogía rápidamente en el aire las monedas blancas que le daban en limosna y se las cambiaba por medias blancas (de menor valor) de las que tenía muchas.
El ciego estafaba a la gente cuando esta le encargaba que rezara oraciones por ellos, rezando solo hasta que estas se fueran de la iglesia, cuando abandonaban el lugar Lázaro le avisaba para que dejase de rezar.
A Lázaro le gustaba tomar a escondidas el vino del ciego, pero este se dio cuenta y empezó a cuidarlo más, debido a esto Lázaro tomaba con una bombilla hecha de centeno, cuendo nuevamente el ciego se dio cuenta, empezó a mantener el jarro siempre consigo. Lazaro le hizo un hoyo en el fondo del jarro y lo cerró con un poco de cera de vela, asi se podía poner entre las piernas del ciego con la escusa de arroparse y tomar el vino, pero nuevamente el ciego se dio cuenta de esto y en una ocasión, cuando Lázaro se encontraba bebiendo vino, el ciego le pego con el jarro, tan fuerte que le rompió toda cara y los dientes. Desde ese momento el ciego sintió un poco de pena por él y se porto algo mejor.
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