Y Retiemble en su centro la tierra
Gonzalo Celorio
Retembló en el centro la Tierra, cuando el a veces profesor y otras doctor, Juan Manuel Barrientos, llegó al centro del centro de la ciudad mexicana. En su caminata se fue mimetizando con ella, culminando en un estado de decadencia similar.
Fue retemblando su Tierra, paulatinamente, a lo largo de sus recorridos, señalando la destrucción y reconstrucción de las cartografías de la ciudad, creando movimientos de reconocimiento cultural; deteriorándose el personaje, asimismo, en simultáneo con sus pasos, con sus copas de más (que eran copas de menos) para que, finalmente, él se encontrara, como la mismísima ciudad, en un nuevo día, el mismo de siempre, pero con la superposición de sus experiencias: el reconstruido Barrientos, después de su paulatina destrucción interior, entre trago y trago, porque "…-Mañana no será el mismo día –medio dijo Juan Manuel-. Mañana será el mismo día…"
El autor construye un personaje que decide hacer un recorrido solitario, aunque, primeramente, fuera pensado en compañía de sus alumnos, introduciéndolo en "…la deriva placentera del ciudadano que se deja llevar por sus preferencias callejeras…" Así, el narrador, echa a andar a Juan Manuel Barrientos por los caminos de un itinerario, reconocible en un mapa de la ciudad mexicana, y lo traslada, asimismo, más allá del tiempo en el que transcurre la novela (un solo día) y más allá del espacio físico trasuntado por las andanzas de Juan Manuel.
Un más allá que es el pasado. Se trata de una narración donde la tercera persona es utilizada, mayormente, para la descripción de ese recorrido cartográfico, la escenografía que lo linda, las cantinas en las que ingresa; la primera persona, apenas insinuada, utilizada como expresión de un sentimiento, marcada especialmente cuando, luego de un pasaje en el que el personaje se retrotrae a la muerte de su padre le habla, párrafo aparte, pasándole la cuenta de su estar siempre de espaldas (página 49); la segunda persona que desempeña varias funciones en la narración: se dibuja, a veces como la consciencia del personaje; otras como un narrador que lo advierte, lo interroga, lo reprende, lo aconseja; otras tantas en las que tiene aparición luego de un silencio que sucede al párrafo anterior; una segunda persona que marca, asimismo, un desplazamiento desde el espacio cartográfico en el que se encuentra Juan Manuel en su recorrido hacia una instancia pasada.
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