Peña (2004) define finalmente la misión del promotor de lectura, más que conducir por supuestos caminos de felicidad, buscar despertar y ampliar en cada individuo el descubrimiento subjetivo de la lectura por placer en cuanto principio transformador de la vida. Se trata de descubrir nuevos formas de ver la vida, con más poesía y arte en el día cotidiano.La acción de los promotores de lectura ha mostrado ser determinante en la tarea de contribuir a encontrar un sentido a la lectura mas allá de la mera consulta, de reestructurar y orientar la motivación y gusto por lectura como una puerta para explorar nuevos mundos y una manera única de elaborar su identidad, de comprenderse a sí, y de relacionarse con su entorno.
Autor:
Karen Mena
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