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Sociologia de la administración (página 2)

Enviado por EDUARDO RAMOS


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Es claro entonces que todo lo anterior permite un vínculo duradero en las masas, debido a que la ausencia de satisfacciones de las pulsiones directas hacia el objeto, permiten que éstas mantengan su influyo en el yo, y de paso evitar que con su descargada la tensión, estas se extingan y con ellas el interés.

Así, las pulsiones de meta inhibida permiten que en el fondo las pulsiones mantengan su influyo y por tanto el vínculo entre los objetos y el yo, vía la identificación y la idealización.

La primera por el enriquecimiento del yo, y la otra por la puesta del objeto en el ideal del yo, poniendo a este a merced del objeto, todo lo que esta orientado a la tramitación de la tensión en el aparato, pero evitando su descarga.

Un ejemplo de esto es el mito neurótico, en el cuál sólo en la fantasía se puede dar la satisfacción a la pulsión originaria, ya que de llevarla a cabo en la realidad le provocaría displacer al sistema conciente y al yo, a pesar del placer provocado al sistema inconciente.

Esto en definitiva será lo que constituye a la masa, y de paso al grupo, debido a que Freud no hace ningún distingo entre masa, grupo, o institución, para el son todas masas con grados de diferenciación desde una espontánea y fugaz, hasta una masa con un grado de organización rígido.

Lo que realmente pareciera interesar a Freud más allá de pensar en qué es la diferencia de cada formación, es abordar el tema de la irracionalidad de la masa como manifestación colectiva. De ahí que el se interese en señalar, junto con MacDougall, las condiciones que una masa debe tener para que se "eleve de nivel", es decir, abandone su operar visceral a uno cognitivo. Estas condiciones son; 1) Tener cierto grado de continuidad, 2) debe tener una idea o concepto de sí misma, 3) Debe tener identidad, en relación con otras, esto puede ser un nosotros en referencia a un ellos, 4) debe tener tradiciones o normativas y 5) debe tener claro los papeles de cada uno.

 

 

Autor:

Eduardo Ramos

 

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