Descargar

El nutriente extraordinario: la coenzima Q-10

Partes: 1, 2

    1. El envejecimiento
    2. Enfermedad Periodontal

    Empezando por un resumen sobre las acciones de este maravilloso nutriente conocido como coenzima Q-10, se puede mencionar que; estimula el sistema inmunológico, aumenta la energía, incrementa la fuerza cardíaca, alivia la angina de pecho, protege contra los ataques cardíacos, reduce de peso en forma natural, previene y cura la enfermedad periodontal, extiende la vida y baja la presión alta sanguinea. Lo interesante es que podemos lograr esto, con sólo agregar este nutriente a nuestra dieta diaria.

    Otro de los padecimientos que mejoran con la coenzima Q-10 es la enfermedad periodontal. En los EE. UU., una de cada cuatro personas perderán, con el tiempo todos sus dientes debido a una enfermedad periodontal a la edad de 60 años y el 90 % de toda la población americana sufrirá de ella durante sus vidas.

    En diferentes estudios que se han realizado sobre la bioquímica humana corporal, se ha descubierto que cuando los niveles de coenzima Q-10 son deficiente en más del 25 %, seguramente en este momento, comenzarán a aparecer una serie de enfermedades que pueden ir desde la presión alta, ataques cardíacos, problemas de inmunodeficiencia y cancer. Si esta deficiencia en los niveles vitales de la Q-10, es superior al 75 %, la vida ya no puede continuar.

    La coenzima Q-10 es un catalizador vital muy importante en la producción de la energía que las células necesitan para subsistir. Si se rompe la cadena de energía celular, no habrá energía, y por lo tanto tampoco habrá vida.

    Para que nuestro cuerpo pueda producir energía, se requiere de una complicada cadena de procesos bioquímicos. Dentro de esta cadena, uno de los químicos más importantes, es la coenzima Q-10.

    A la coenzima Q-10 también se le conoce como ubiquinona. Fue nombrada así por el investigador Británico R.A. Morton. La razón es que la coenzima Q-10 es ubicua (existe en todas partes) en donde hay vida. En palabras químicas, la Q-10 es una quinona, es decir, un miembro de un grupo de compuestos orgánicos cíclicos.

    Ahora sabemos que la coenzima Q-10 es una parte integral de la mitocondria, es decir de los componentes subcelulares que son los encargados de la producción del 95 % de la energía total que requiere nuestro cuerpo entero.

    La coenzima Q-10 se encuentra en las membranas de las mitocondrias, en este lugar puede llevar a cabo su tarea que consiste en la producción de ATP (adenosin trifosfato), la molécula de energía básica de las células.

    La concentración de contenido de coenzima Q-10 no es uniforme en nuestro cuerpo. Hay células de ciertos órganos que contienen mucha más Q-10 que otras. Hay mayor cantidad de esta coenzima en los órganos que requieren mayor cantidad de energía para poder funcionar adecuadamente. Estos órganos son el corazón y el hígado.

    El envejecimiento

    Una de las maneras a través de las cuales se nota el envejecimiento, es por la disminución de la competencia de nuestro sistema inmunológico. Cuando una persona no está bien nutrida o tiene su sistema inmunológico deprimido por una enfermedad, puede ser fácilmente atacada por una enfermedad infecciosa.

    De la misma manera, las personas viejas tienen su sistema inmunológico débil. Esto es muy importante porque una gripe común en un cuerpo con un sistema inmune debilitado, puede convertirse en una neumonía e incluso causar la muerte, sobre todo en los ancianos. La razón es que las funciones inmunológicas se deterioran con la edad, al grado de ya no poder atacar algunas infecciones.

    En la actualidad, todo mundo sabe que los medicamentos, como los antibióticos, pueden ayudar a nuestro sistema inmunológico en caso que se encuentre bajo presión en contra de una infección. Lamentablemente, no siempre nuestro cuerpo tiene la habilidad de recuperarse después de una enfermedad. La novedad es que hoy sabemos que la coenzima Q-10 es una parte integral del ciclo inmunológico. Cuando los niveles de Q-10 están bajos, también la inmunidad está débil.  Muchos de los signos y síntomas de la vejez pueden relacionarse directamente con la falla del sistema inmunológico. Y tampoco es raro saber que la disminución en la competitividad del sistema inmunológico es directamente proporcional a la incapacidad del cuerpo de producir internamente Q-10.

    Partes: 1, 2
    Página siguiente