- Definición
- Causas
- Tipos
- Diagnostico
- Síntomas
- Complicaciones
- Sistemas de inmovilización
- Cómo actuar en casa
- Tratamiento terapéutico
1. DEFINICIÓN
Una fractura es la pérdida de continuidad en la estructura normal de un hueso, sumado al trauma y la alteración del tejido blando y los tejidos neurovasculares circundantes.
En una persona sana, siempre son provocadas por algún tipo de traumatismo, pero existen otras fracturas, denominadas patológicas, que se presentan en personas con alguna enfermedad de base sin que se produzca un traumatismo fuerte.
Es el caso de algunas enfermedades orgánicas y del debilitamiento óseo propio de la vejez.
2. CAUSAS
Las causas que hacen que éstos se rompan son muy variados:
• Origen de la enfermedad en los huesos. (Osteoporosis)
• Impacto directo
• Caída desde una altura
• Accidentes de coche, moto, etc.
• Maltrato
• Estrés o sobrecarga, fuerzas repetitivas (que provoca una fisura delgada en el hueso).
• El consumo del tabaquismo es una de las causas de fractura.
3. TIPOS:
Existen varios tipos de fractura, que se pueden clasificar atendiendo a los siguientes factores: estado de la piel, localización de la fractura en el propio hueso, trazo de la fractura, tipo de desviación de los fragmentos y mecanismo de acción del agente traumático.
• Fracturas cerradas. Son aquellas en las que la fractura no comunica con el exterior, ya que la piel no ha sido dañada.
• Fracturas abiertas. Son aquellas en las que se puede observar el hueso fracturado a simple vista, es decir, existe una herida que deja los fragmentos óseos al descubierto. Unas veces, el propio traumatismo lesiona la piel y los tejidos subyacentes antes de llegar al hueso; otras, el hueso fracturado actúa desde dentro, desgarrando los tejidos y la piel de modo que la fractura queda en contacto con el exterior.
Según el trazo de la fractura:
• Transversales: la línea de fractura es perpendicular al eje longitudinal del hueso.
• Oblicuas: la línea de fractura forma un ángulo mayor o menor de 90 grados con el eje longitudinal del hueso.
• Longitudinales: la línea de fractura sigue el eje longitudinal del hueso.
• En «ala de mariposa»: existen dos líneas de fractura oblicuas, que forman ángulo entre si y delimitan un fragmento de forma triangular.
• Conminutas: hay múltiples líneas de fractura, con formación de numerosos fragmentos óseos.
En los niños, debido a la gran elasticidad de sus huesos, se producen dos tipos especiales de fractura:
• Incurvación diafisaria: no se evidencia ninguna fractura lineal, ya que lo que se ha producido es un aplastamiento de las pequeñas trabéculas óseas que conforman el hueso, dando como resultado una incurvación de la diálisis del mismo.
• En «tallo verde»: el hueso está incurvado y en su parte convexa se observa una línea de fractura que no llega a afectar todo el espesor del hueso.
Los huesos largos se pueden dividir anatómicamente en tres partes principales:
La diáfisis es la parte más extensa del hueso, que corresponde a su zona media. Las epífisis son los dos extremos, más gruesos, en los que se encuentran las superficies articulares del hueso. En ellas se insertan gran cantidad de ligamentos y tendones, que refuerzan la articulación.
Las metáfisis son unas pequeñas zonas rectangulares comprendidas entre las epífisis y la diáfisis. Sobre ellas se encuentra el cartílago de crecimiento de los niños.
Las fracturas pueden ser, según su localización:
• Epifisarias (localizadas en las epífisis). Si afectan a la superficie articular, se denominan fracturas articulares y, si aquélla no se ve afectada por el trazo de fractura, se denominan extraarticulares. Cuando la fractura epifisaria se produce en un niño e involucra al cartílago de crecimiento, recibe el nombre de epifisiólisis.
• Diafisarias (localizadas en la diáfisis). Pueden afectar a los tercios superior, medio o inferior.
• Metafisarias (localizadas en la metáfisis). Pueden afectar a las metáfisis superior o inferior del hueso.
Según el mecanismo de producción:
• Traumatismo directo. La fractura se produce en el punto sobre el cual ha actuado el agente traumático. Por ejemplo: fractura de cúbito por un golpe fuerte en el brazo.
• Traumatismo indirecto. La fractura se produce a distancia del lugar donde ha actuado el agente traumático. Por ejemplo: fractura del codo por una caída sobre las palmas de las manos.
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