Las bromelias son una familia de plantas monocotiledoneas originarias del continente americano, donde habitan en las zonas subtropicales y alcanzan su mayor diversidad en la franja tropical. Tan solo hay una especie reportada de la familia para África occidental. La familia cuenta con más de 2.000 especies repartidas en 46 géneros. Las hojas son laminares, dispuestas en roseta, dando una forma cónica a la planta; las flores son regulares con tres piezas.
Foto 1: Guzmania sp. una epifita con tanque en el tronco de un naranjo.
Esta familia es especialmente interesante porque evidencia como la evolución ha permitido a estas plantas separarse del suelo y colonizar espacios aéreos. Desde las antiguas Pitcairnioideae que son únicamente terrestres; pasando por las Bromelioidae donde encontramos terrestres con tanque o sin él, y epifitas con tanque; hasta llegar a las Tillansioideae únicamente epifitas que pueden poseer o no el tanque almacenador de agua; así, las bromelias fueron modificando su fisiología, morfología, fenología, ecología, etc. Es de esperar que con todos estos cambios las diferentes bromelias consigan y usen de diferente forma ciertos nutrientes, consideraremos algunos aspectos en el caso particular del Fosforo.
Las bromelias presentan tres morfologías y hábitos principales de desarrollo: plantas terrestres (Ananas, Pitcairnia), son plantas con sistema radicular que absorbe nutrientes y agua del suelo, el fosforo es obtenido fácilmente del suelo -teniendo en cuenta la calidad de este-, hojas generalmente alargadas y con espinas en el borde, además de establecer relaciones con organismos del suelo que ayudan en la obtención de nutrientes. Plantas epifitas con reserva de agua (Bromelia, Neoregelia), son organismos con raíces especializadas para la adhesión a los troncos y menos funcionales en la absorción de agua y nutrientes, las hojas tienen bases anchas unidas a un tallo corto en disposición de roseta permitiendo la formación de un tanque que acumula agua y nutrientes; y plantas epifitas sin tanque (Tillansia recurvata, T. circinata) estas últimas posen pequeñas raíces solo útiles para fijarse a las ramas, absorben agua y nutrientes gracias a tricomas especializados que se hallan en las superficies de las hojas.
El fosforo es un macronutriente muy importante en los seres vivos, aunque la proporción de fósforo en la materia viva es relativamente pequeña, cumple funciones vitales en las células: trasporte de energía, la moneda energética de la célula es ATP; conforma algunos aminoácidos, otorgando propiedades especiales a las proteínas; hace parte del ADN, el acido fosfórico une los azucares de la molécula, entre otras. En pocas palabras es fundamental para la vida.
Respecto al ciclo del fósforo (Figura 1): este se encuentra en la naturaleza principalmente en forma de rocas fosfáticas y apatito. A partir de estas rocas, y debido a procesos físicos, químicos y biológicos de meteorización, el fósforo se transforma en ion fosfato y queda disponible para que pueda ser absorbido por los vegetales. A partir de las plantas, el fósforo pasa a los animales, aunque estos también pueden absorber el ion fosfato; volviendo de nuevo al medio tras la muerte de éstos y de los vegetales, en la descomposición bacteriana de los cadáveres, el fósforo se libera en forma de ortofosfatos que pueden ser utilizados directamente por las plantas, formando fosfato orgánico; así como por la eliminación continua de fosfatos en los excrementos. El fósforo no forma compuestos volátiles que le permitan pasar de los suelos o cuerpos de agua a la atmósfera y viceversa como el carbono, el nitrógeno y el azufre.
Figura 1. Ciclo del fosforo, tomado de Helen y Curtis.
El fosforo es un elemento importante en el desarrollo vegetal, pero para que este pueda ser incorporado al metabolismo de las plantas debe estar disponible en su forma de ion fosfato; el compuesto más común para la absorción por parte de las plantas es el H2PO-4 en medios ácidos y el HPO2-4 en medios básicos. El fosforo se mantiene como fosfato en las plantas, de forma libre o en compuestos orgánicos, un 75% del fosforo de la planta se encuentra en forma libre almacenado en la vacuolas y el 25% haciendo parte de moléculas estructurales o compuestos organicos.
Estructuralmente el fosforo es importante pues está presente en los fosfolipidos de las membranas y los enlaces diester de los ácidos nucleicos. En el caso del ATP forma enlaces anhídridos ricos en energía, por lo cual cobra importancia en todo el metabolismo energético, fotosíntesis y respiración.La plantas son capaces de mover el fosforo de un sitio a otros según sus requerimientos, el fosforo suele estar en mayor concentración en las semillas, flores, y partes jóvenes, que en el resto de la planta, esto se cumple en las bromelias.
Es frecuente que en los suelos neotropicales, los bajos niveles de nutrientes disponibles para las plantas, principalmente aquellos indispensables como el fósforo (P), condicionen la productividad de los cultivos, especialmente en las regiones sometidas a precipitaciones copiosas y temperaturas altas. El fósforo es un limitante del crecimiento de las plantas dada su característica estabilidad al ligarse a elementos abundantes en los suelos como el aluminio, el calcio y el hierro, lo cual lo hace muy poco soluble. El fenómeno de fijación y precipitación del fósforo en el suelo, el cual es altamente dependiente del pH, causa una baja eficiencia de los fertilizantes fosforados solubles, como el superfosfato, el cual tiende a precipitarse en forma de fosfato dicálcico o fosfatos de aluminio y hierro.
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