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Voz de un poeta (página 2)

Enviado por Lenin Linares


Partes: 1, 2

que después hay trabajo.

yo quiero el día domingo

fuera de mi calendario,

para toda la semana,

vivirla siempre soñando.

Mi razón

No entiendo, pero me gusta,

esta manera

de ir contra lo normal.

Me extraña y no me asusta,

ir contra la corriente sin saber nadar.

Es dulce como la miel,

el comer limón con sal.

Es grato como la muerte,

saber que no se va a ganar,

y aun cayendo tomar impulso,

para volverte a levantar.

Es loco, pero más cuerdo,

ir en busca de la verdad,

la busco y no la encuentro,

¡que felicidad!

Si dicen blanco,

yo digo negro,

algún partido hay que tomar,

si fueran todos igual de buenos,

no habría felicidad.

con el mismo patrón de todos,

a mi no me van a cortar,

porque es algo exquisito,

no parecerse a los demás.

Porque yo pienso que no todo esta escrito,

y aquí estoy yo, para agregar.

Por error

Un día hasta mí,

volando llegó,

quizá por estar aqui,

quizás por error,

un hada gris,

del plateado mejor,

con el cielo por mirada,

y de aspecto feroz;

me juró que me amaba,

y me arrancó el corazón,

me mató con sus besos,

reviví con su amor,

me imagino que eso,

es simplemente un error,

porque las mujeres de este tiempo,

ya no creen en el amor.

hadas que vuelan muy bajo,

no las perdona Dios,

porque, un pequeño ser humano,

no merece nada mejor,

más vale pájaro en mano,

que cien volando sobre un perdedor,

y el hada que cayo en mis manos,

es la misma que quería yo,

un alma del diablo,

con los poderes de Dios,

que sepa que la amo,

sin guardarme rencor,

que sepa odiarme,

demostrándome amor.

Un día hasta mí,

quizás por error,

fui un poco feliz,

y aún yo lo soy.

Estar enamorado

Estar enamorado es tener todo,

teniendo nada,

es tener nada,

teniendo todo.

es amar sin saber si se es amado;

es amar temiendo ser rechazado,

es sentir el corazón fuera del pecho

es soñar que duermes con ella

en el mismo lecho;

es sentir su sangre corriendo en tus venas,

y sentir que la tuya corre por las de ella.

es mirar el cielo y ver caer las estrellas

cuando vez su cara y esta llorando ella,

es pasar por su casa y al no verla,

lanzar un grito: ¡me muero por ella!

La mujer de la calle

Hoy he visto a la mujer de la calle

la he visto hoy y no sabia lo que hace

pero la vi tan libre y tan sincera

que mi corazón creció y se fue con ella

La vi vistiendo ropa insinuante

la vi ocultarse con la luna menguante

y en ese momento en que la amaba

no pregunté que hacia antes

He visto calles que corren adelante

he visto cuartos que suelen achicarse

me he visto en el espejo

y quiero ser otra vez gigante

mujer de la calle, mujer caminante

mujer que eres niña fingiendo de grande

niña que es mujer

mujer vacilante

ayer fui el señor

de una mujer de la calle

y no me cobró

porque la amé como nadie.

Así ha de ser

Que tenga el cuerpo perfecto.

Que tenga los ojos azules.

Que tenga los senos redondos.

Que tenga en las sienes dos tules.

Que tenga sonrisa de virgen.

Que tenga rizado el cabello.

que sea de mi lugar de origen.

que tenga un vestido muy bello.

Que me quiera desde hoy.

caminando y distraído.

Que me quiera desde hoy.

Que tengo el corazón partido.

Mujer, rosa y espina.

Las mujeres son como las rosas:

todas son muy hermosas.

Pero mientras gozas, dándole una caricia fina,

bajas la mano ¡ay! una maldita espina.

Su aroma y su forma es muy hermosa,

si es rosa es de las rojas,

si es mujer es de las más preciosas.

Pero cuando tratas de besarla otra vez…

¡Sientes de nuevo una espina

atravesando tu piel!

Es de hierro

La necia neblina que con su helada empaña

no es ni será más fuerte que mi alma,

ni la ola del mar más picado,

brinca más que la víscera,

de mi izquierdo costado,

la más fuerte de las montañas,

ni el árbol mejor plantado,

son más firmes ni mejor parados,

que el ideal que en mi frente se ha formado.

Campanas y clarines ha sonado,

pero ninguno ha mencionado y alterado,

tanto como mi voz ha construido y destrozado,

porque lo que se ha forjado del hierro,

nacido y creado del hierro quedó forjado.

Ni la noche tenebrosa y oscura,

sin un bendito rayo de luna,

pueda tapar en su penumbra,

este compuesto, recopilación hecha figura,

ni la pasión más baja y caliente,

ni el amor más puro existente,

puede con este río hecho torrente,

que va por el mundo apasionado y consciente,

de acabar con los males que le acechen.

Ni el más bello amanecer o atardecer,

ni la rosa que en el medio del mar logre crecer,

podrá ser tan puro e intocable,

o tan lejano e inalcanzable,

como este mundo utópico,

que llevo adentro y nadie puede creer,

que este mundo puede ser un tropico,

si se hace lo que se tiene que hacer.

No hay estrella,

ni en el cielo ni en bandera,

que represente la idea que representa,

el alma mía que vaga en pena.

no puede haber en el mundo,

que podría bien decirse, suburbio,

ni conflicto religión o guerra,

con tanta contenida fuerza,

como la que en mi corazón se revuelca,

se tuerce, sufre y esta que casi revienta,

por poner más estrellas en el cielo,

y acercar al hombre donde están ellas,

y despajes tranquilo y sin ninguna queja,

si no hay más que hacer, quizá me muera.

La felicidad buscada

Érase una vez,

un día sin querer,

cuando el día era más claro,

cuando la noche alumbraba,

vi correr por allí,

mi sombra desesperada,

supe entonces no estaba errado,

que ella era la felicidad buscada,

la quise agarrar entonces,

y siempre se me escapaba.

Me dijo un viejo, no sé,

de donde llegaba,

que el una vez el creyó,

también, que su sombra,

era lo que añoraba,

y descubrió sin querer,

que sin ir a buscarla,

ella iba siempre tras él,

sin querer entonces encontrarla.

Al final

Un día de estos,

un día cualquiera,

que yo no esté molesto,

y que tu aún me quieras,

iremos a la playa,

quizá iremos a pescar,

para cuando tú te vayas,

sepas como amar.

Un día de estos,

un día cualquiera,

que la luna este en el centro,

y alta la marea,

te diré, que linda fue la noche,

para ti la vez primera,

y aquel niño en aquel coche,

que lloro su madre muerta.

un día de estos, cualquiera,

me dirás que estoy muy loco,

que mejor es que me muera,

que te deje ya tranquila,

que deje mi dilema.

un día de estos,

un día cualquiera,

que ya yo este muy viejo,

que ya tú estés muy vieja,

caminaremos despacio,

hacia donde tu quieras,

amaneceremos tranquilos,

al fuego de una hoguera.

Un día de estos,

cualquiera.

Árbol

Por la semilla del fruto

que germina en mi ideal

por lo que distingue al mundo

entre lo real y lo irreal

se ha planteado de modo alguno

una batalla fatal

una guerra que hunde al mundo

entre lo que muere y lo inmortal

una lucha que difiere

de lo humano y lo moral

una bala que hiere

mandada del más allá

Por el tallo que florece

con espinas como zarzal

sube la savia que crece

dándole al fruto su verdad

y con la espina que pincha y sangra,

al que lo intente robar,

se amenaza a los seres del mundo

con ser castigados por el mal

Del fruto que carnoso desjuga

en los labios de quien

lo logre robar

tranquilo recibe su tortura

enredado en su zarzal

y la raíz se alimenta

de la sangre que por su espina

se vaya a derramar

dándole al fruto divino

un toque de maldad

Así es el árbol

que logro germinar

entre un odio tranquilo

hacia lo que se debe amar

en un amor tan pacífico

que casi no se puede notar

al entristecernos del mundo

y compadecernos de la humanidad

Vive

Vive ahora mortal

vive ahora

por que no hay más allá

hay quien esta donde no debe

y el que debe estar donde no está

y sin embargo

se debe vivir igual

vive ahora más y más

que mañana no puede llegar

vive ahora

pero vive ya

vive el día

como si fuera el final

que el mundo tenga un motivo

para poderte recordar

vive hermano, vive hijo

vive padre, vive amigo

vive amada, vive Dios

que por este motivo

estoy viviendo yo.

La noche que dormí con ella

La noche que dormí con ella

no fue noche, fue centella

el reverdecer del pasto

el nacimiento de un estrella

fue la noche más corta

que guardo en mi inconciencia

en ningún momento fue mía

en todo momento fui de ella

yo si sabia lo que hacia

ella seguir siendo lo que era

la noche que dormí con ella

rocé con mis manos

la llama que más quema

la que no se marca en la piel

pero en el alma se queda

hubo besos profundos

y caricias eternas

me parecieron segundos

ese vivir sin querellas

se que no es de este mundo

y no sé que hacer

para que me quiera.

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