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Una reflexión epistemológica en torno a la construcción del conocimiento


Partes: 1, 2

    1. Introducción
    2. Desarrollo
    3. Bibliografía

    (CONSIDERACIONES EPISTEMOLÓGICAS Y METODOLÓGICAS COMPLEMENTARIAS)

    Introducción

    Actualmente en el terreno de las ciencias y especialmente en el  de las ciencias sociales, diversas  epistemologías pugnan por erigirse en perspectivas dominantes: Empirismo, Constructivismo, Criticismo, etc.

    Las posiciones empiristas, dimanadas del positivismo, aún conservan determinada influencia en las ciencias sociales y son un modo de pensamiento cuasi dominante en las ciencias naturales, no obstante en los últimos tiempos – especialmente en el terreno de las ciencias sociales – las perspectivas constructivistas se han ido imponiéndo en los sectores de investigación  donde dimensión antropológico-humanista  del hombre es el punto focal; ello se evidencia en la producción  teórica y  en las investigaciones que concurren en diversos foros de discusión y difusión, y en la copiosa bibliografía que circula en Internet.[1]

    El conocimiento de lo que se plantea en cada una de estas posiciones, especialmente las entronizadas en el centro del debate científico, debe conducirnos a un terreno donde la reflexión lógica (formal y dialéctica), el conocimiento de lo esencial en esas posiciones epistemológicas, y la contrastación de los datos aprehendidos en la práctica investigativa; permiten vertebrar los diseños investigativos con coherencia y rigor metodológico.

    Desarrollo

              Para sintetizar algunos puntos de vista al respecto  como premisas que nos sirvan para una mejor construcción de nuestros marcos teóricos, es que pretendemos una toma de posición explícita a partir de las reflexiones del Dr. Fernando González Rey, autor que citamos "in extenso " por compartir, en su mayoría, los puntos de vista que sustenta.

             El empirismo, con tradición de epistemología dominante en las ciencias sociales autotituladas científicas hasta la segunda mitad de este siglo, es sustrato de las tendencias positivistas (paradigmas positivista clásico y realista); mientras que el constructivismo ‑ en cualesquiera de sus variantes ‑ es tributario de las posiciones antropocéntricas como las fenomenológicas y las hermenéuticas, entre otras. El examen  de las mismas revela el conjunto de condiciones y cualidades que permiten evaluar sus posibilidades gnoseológicas; no obstante,  sólo esbozaremos  "grosso modo" algunas de ellas, en tanto no pretendemos rebasar el nivel que permita sólo la ubicación de nuestros puntos de vista en el concierto de enfoques existentes con miras ha fijar una posición teórico‑conceptrual dentro del curso.

            En su versión más ortodoxa, el  empirismo  resume sus presupuestos epistemológicos en los siguientes términos:

    a)La división entre el sujeto y el objeto de conocimiento. Por objeto se comprende la realidad tal como ella es, a la cual el hombre tiene acceso de forma directa a través de su contacto con ella.

     b)El hombre es pasivo en el proceso del conocimiento. El conocimiento constituye un reflejo de la realidad, no una construcción  sobre la realidad. La relación entre la realidad y el conocimiento se presenta como una relación isomórfica.

     c) El conocimiento es un fenómeno que tiene que ver con la sensorialidad y el intelecto humano, a través de  los cuales la realidad la realidad puede ser atrapada tal como es en los diferentes momentos del desarrollo del conocimiento. Lo afectivo es completamente desestimado, y considerado como fuente de error. En este punto se da una estrecha relación entre el empirismo y el racionalismo, sólo que el racionalismo enfatiza más el carácter activo de la razón en este proceso.

    d) El conocimiento se comprende como proceso regular , ordenado, progresivo, el cual está determinado por el propio orden de lo real. La constitución de leyes aparece como objetivo esencial del empirismo, devenido positivismo a finales del siglo XIX.

     e) El conocimiento es comprendido como todo estado, sustancializado en categorías finales que dan cuenta de lo que la realidad es. La comunicación, lo procesal, así como cualquier forma de participación del sujeto dentro del proceso, son totalmente desestimados ( Fernando González Rey, l997,12/13, passim ).

            El constructivismo ‑ por su parte ‑  es una posición epistemológica con hondas raíces en el pensamiento filosófico a través del tiempo, pero que no alcanza su mayor influencia en los estudios sociales hasta la segunda mitad del siglo XX. En dicho enfoque se ponen de manifiesto varias posiciones: desde una radical que sobre bases agnósticas postula  que la realidad es una "cosa en si" ‑en términos kantianos‑ hasta otras que reconocen a la misma como parte del proceso del conocimiento y se autodenominan constructivistas críticos,  y  constructivistas dialécticos.   Los conceptos constructivistas más consensualizados son:

     a) El sujeto y el objeto se integran en el proceso de construcción del conocimiento que deja de ser  una representación lineal de lo que ocurre en la realidad, independiente del hombre que lo construye; además el conocimiento ‑ en el constructivismo crítico o dialéctico ‑ no es el resultado sólo de esquemas y/o capacidades innatas o adquiridas, sino por las necesidades de autorganización de la propia subjetividad.

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