- Algunos conceptos, a modo de introducción
- Llegada, asentamiento y desarrollo evangélico en Argentina
- El Pentecostalismo según sus elementos constitutivos
- Las mujeres en el movimiento pentecostal (Mónica Tarducci )
- Milenarismo Pentecostal, pobreza, urbana e interacción social en el Gran Buenos Aires
- La Iglesia, el diezmo, los jóvenes, la homosexualidad y otros desequilibrios
Algunos conceptos, a modo de introducción
Al momento de referir al protestantismo evangélico latinoamericano, es válido tener en cuenta que no es posible vislumbrar a este fenómeno religioso como una iglesias unificada. Sería propicio definirlo, en cierta forma, como una tradición caracterizada por tres fundamentos base:
· La completa confiabilidad en la Biblia.
· La necesidad de salvación a través de una relación personal con Jesucristo, con frecuencia experimentada en términos de <<renacer>>.
· La importancia de propagar este mensaje de salvación a toda la nación y persona, un deber al que se refiere con frecuencia como la Gran Comisión[1].
Es preciso, además, entender que una gran parte del vocabulario del protestantismo en el Cono Sur es recibido desde los Estados Unidos. Y es, en cierta forma, readaptado en algunos de significados, a las versiones locales.
· Mientras que en los Estados Unidos evangelical connota a un conservador teológico, que pone énfasis en la Biblia, en la Salvación personal y en el evangelio; en América Latina evangélico puede referirse a cualquier cristiano que no sea católico[2].
Llegada, asentamiento y desarrollo evangélico en Argentina
· Propicio sería mencionar las consecuentes vertientes evangélicas que arribaron a la Argentina, cómo han evolucionado y cómo se han corfomado a partir de su llegada al país.
· El primer protestantismo que se establece en estas tierras llega con la primera oleada inmigratoria europea, entre 1825 y 1850.
· Las llegadas protestantes se vieron representadas por las iglesias Anglicana, Presbiteriana, Metodista y Evangélica de Prusia (que dará origen a la Iglesia Evangélica del Río de La Plata). A las que le siguieron las Iglesias Valdenense (piamonteses), Reformada (holandeses) y Luterana Dinamarquesas, ligadas a los respectivos flujos inmigratorios.
· Estos movimientos, calificados como protestantismo liberal, se reconocen en función de su perspectiva ideológica y su posición en la sociedad. Ya que, en un principio, sus fundamentos fueron bien vistos por ciertas esferas de la elite gobernante, debido a la cultura expansiva y progresista que el protestantismo traía consigo. Sin embargo, su influencia en los sectores de poder no alcanzó a desplegarse de la manera que algunos de sus adeptos proyectaba.
· La construcción y el desarrollo de entidades educativas, que con el tiempo consiguieron un prestigio en el ámbito de la enseñanza, dieron paso a una vertiente de nuevas posibilidades teológicas e ideológicas que se encontraban arraigadas implícitamente en el protestantismo liberal, concibiendo una tendencia calificada por algunos como liberacionista.
· Podría indicarse que es allí que se motivó la creación de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE). Su teología convocante a una acción histórica, con una crítica visión de la opresión, una decidida propuesta en cuanto a la defensa de los Derechos Humanos, la apertura y el ensanchamiento de los compromisos con el movimiento ecuménico, son algunos de los propósitos que revisten a esta corriente.
· Una segunda camada de evangélicos arribada al país, fue reconocida como perteneciente a la vertiente protestante misional.
· Forman parte de este movimiento, las iglesias Metodista, Episcopal, Bautista de los Hermanos Libres, Ejército de Salvación, Adventistas del Séptimo Día, Alianza Cristiana y Misionera, Discípulos de Cristo, Luterana Unida, Menonita, Luterana Argentina, Nazarena y Congregacional.
· Pese a que la mayoría de estas instituciones son de origen europeo, su expansión y llegada al país se produjo desde los Estados Unidos.
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