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Entrevista al poeta Wilfredo Peralta Ardila


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    Nacido en el nevado paisaje de Santa María, en donde los huilenses sienten el abrazo del río Baché, un pueblo honesto y sacrificado de campesinos, que con osadía y fortaleza, se enfrenta al escarpado de los Andes Colombianos; País en donde los poetas saben que es una gratuita profesión y que no es, en lo absoluto, fácil publicar. Nos cuenta que se vio obligado a escribir y convertirse en poeta, debido a un problema médico de hace mas de diez años y el cual cambió su vida al quedarse con una limitación auditiva y verbal pero que él continúa normalmente con su vida cotidiana.

    –¿Nos puede hacer una breve presentación?

    Respuesta: La hago con mi "ENCUENTRO CON EL ESPIRITU DEL MIEDO" Nos miramos y apenas nos movemos el rostro en un acto de desafío; y aun que estoyoculto en el amor y el infame no lo sabe, mantengo la distancia; pero que extraño; ya mi palabra no se corta como antes; la idea por fin ha sido sana del asma; ya mis entrañas no se agitan; jamas pense ver al miedo sumido en tanta calma.

    –¿Dígame Wilfredo, cómo le afectó su vida en el campo para iniciarse en la letras?

    Respuesta: Yo definitivamente me sentía un Hércules al lado de los míos; le decía a mis padres que yo no quería ser normal como mis hermanos y los demás; que yo quería marcar la diferencia; desde pequeño siempre fui delante que todos; a los 7 años recuerdo que ya tenia una claridad política del estado asombrosa y me daba unos discursos políticos en mi pueblo, que los abogados me tenían en cuenta para las reuniones de ellos y para la conformación de un nuevo orden social que diera mas oportunidad y que asesinará el sectarismo; es que mi pueblo es casi virgen en el aspecto de la radicalización de las ideas; todo eso me influyo para que me saliera de mi terruño y me pusiera en un camino y en una inestabilidad marcada pero con unos anhelos y una voluntad inquebrantable de encontrar respuestas.

    –¿A qué edad (siendo que aun usted es bastante joven) cree que se adquiere experiencia para escribir?

    Respuesta: Yo pienso que la poesía es un efecto mágico que tiene conciencia; ella es como el Dios; es extraña; no pide permiso para entrar en el alma y en el camino de alguien, solo lo escoge y ya; y.

    ¿Por qué a mí? No lo se; solo se que el día en que llego el silencio a mi vida, una desbordada necesidad de escribir floto por mi piel como el barco que naufrago se salva de la tormenta y logra llegar a una isla; yo creo que soy esa isla donde se refugio la poesía y ahí si no hay nada; el tiempo no importa; de hecho pienso que los poetas somos tan inmortales que nunca cumplimos años.

    –¿Para su proceso escritural, seguramente que además de su vida, algún escritor ha influido en usted?

    Respuesta: Si; definitivamente, el maestro Ernesto Sábato ha influido mucho, pero la persona que mas ha influido es una poeta maravillosa; una mujer que desbordo en mi interior el deseo de escribir con asombro y de sobrepasar su producción; definitivamente Alexandra pizarmik es la base de mi cantidad de ediciones; cada vez que la recuerdo, siento que debo seguir; que no pudo parar por que debo llegar a los 36 años con 71 libros y vivir para contarlo.

    –La poesía colombiana tiene un singular estrado en la vasta flora poética, ¿Cuál es su método, siendo que es usted de provincia?

    Respuesta: Bueno; como dije antes, la poesía escoge en cada cual como quiere manifestarse; yo siento que mi método es muy mío; que el verso libre nació en hora buena por que pienso que la poesía con rima, se esfuerza mucho por ser elitista; por descubrir la simetría en las palabras y se tiende a alejar del sentido de su contenido.

    –Usted nos dice que tiene una poesía idílica, romántica pero muy cotidiana ¿Se estima en un poeta bohemio?

    Respuesta: Creo que todos los poetas son bohemios; de hecho pienso y estoy seguro que un poeta nunca podría ser normal; debe ser liviano como la hoja par que se deje llevar por el viento a todo el mundo para engendrarse en cada hebra de rosa y de piedra y así vivir por la eternidad en el vientre y en el alma de quienes se alimentan de la poesía.

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