La ética profesional es el carácter propio que tiene una persona: que práctica habitualmente una actividad con relevante capacidad, de la cual vive.
EL COMPLEJO DE <<PEPITO GRILLO>>
Si la ética orienta de alguna manera la acción – se preguntaban los éticos – , ¿significa esto que hemos de decirle a la gente lo que debe hacer? ¿Y quiénes somos – continuaban – para hacer tal cosa?
Sin embargo, los éticos reflexionan por cuenta propia y no merecen más crédito que el que su misma reflexión pueda inspirar. ¿Quién les ha dado la credencial para informarnos acerca de lo que debemos hacer para ser justos y felices?
El temor a prescribir – el temor a convertirse en <<Pepito Grillo>> – fue, pues una de las razones que indujo a la ética desde hace algunas décadas a rechazar cualquier intento de ética normativa a dedicarse a un tipo de ética descriptiva.
Por otra parte, porque los éticos empezaron a cansarse de no hacer otra cosa que hablar de que queremos decir cuando decimos <<bueno>> o <<justo>>, y a pensar que esta aclaración de términos muy bien podría ser una parte de la ética, pero no la única tarea.
Por otra parte, porque descubrieron, como muchos otros científicos obsesionados por lograr saberes <<puros>>, que tal cosa no existe. No hay ningún saber humano en el que no introduzcamos valoraciones.
Incluso si hacemos algo tan modesto como aclarar el significado del término <<bueno>>, estamos introduciendo el modo de entenderlo y usarlo de la cultura que hemos sido educados, y, por lo tanto, estamos prescribiendo a la gente que tiene que entender por <<bueno>>.
…. Y la ética se refugio en las aulas y los anaqueles, donde el polvo del desinterés ciudadano cubre los lomos de los libros.
Cabe mencionar que para el estudio de esta, fue necesario dividirla en diferentes deberes dentro de la sociedad.
- Deberes para consigo mismo
En definitiva, la mayor parte de los ciudadanos ignorábamos esas sutilezas de que la moral hablaba de unas formas de vida mas humanas que otras, ya habíamos sido educados simplemente en la convicción en que la moral consiste en un conjunto de deberes, y además en unos deberes que normalmente van en contra de nuestras apetencias y deseos.
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