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Diez años de estabilidad. Una dura salida (Argentina) (página 2)

Enviado por Pamela Furrer


Partes: 1, 2

Un vecino perspicaz[50]

En la década de los noventa, la aplicación de políticas de ajuste y estabilización se había consolidado como un elemento central y permanente de la gestión económica en casi todo el mundo. En el caso de las economías subdesarrolladas, estas políticas se presentan como la estrategia idónea para crear condiciones que aseguren un contexto de estabilidad monetaria y un marco favorable para la captación de capital privado internacional (que debería complementar los minúsculos niveles de ahorro e inversión interna), provocando una dinámica de crecimiento que culminaría con el desarrollo económico del país.

A mediados de 1993, simultáneamente a lo que se vivía en Argentina, Brasil lanzaba su Plan Real; un programa de acción inmediata que pretendía reducir el gasto público y recuperar ingresos tributarios fiscales (a través de la creación de un Fondo Social de Emergencia). Estableció medidas para consolidar deuda, controlar más de cerca a los bancos estatales y perfeccionar el sistema de privatizaciones. No tardaría en crearse la Unidad Real de Valor (ley 8.880 – 27 de mayo de 1994) que un año después del lanzamiento del plan se transformaría en el Real, el nuevo signo monetario brasileño (mediante la aprobación de la ley que lo puso en circulación, el 30 de Junio de 1994). Para mantener el cambio fijo, el Banco Central de Brasil debía controlar el precio máximo de la paridad con el dólar (uno a uno).[51]

A partir de la aplicación de las medidas apuntadas, en la economía brasileña se configura una nueva red de relaciones económicas que, alterando de forma profunda su funcionamiento, configuraron un contexto al que caracterizamos como de inestabilidad financiera estructural, la cual se materializa en el hecho de que el mantenimiento de la dinámica económica generada, precisa de la agudización constante de aquellos mecanismos que la hacen posible. Son estos mismos mecanismos los que, subordinando la totalidad de la actividad económica, explican el deterioro continuo que experimentan las condiciones de vida de los trabajadores. Hacia 1997, "Brasil se encaminó hacia una crisis que contraería su demanda y rompería con la pauta de convergencia cambiaria".[52]

De manera similar a lo ocurrido en Argentina, los déficits de la cuenta corriente se acentuaron, el endeudamiento público continuó creciendo, y el nivel de actividad comenzó a deteriorarse. Las autoridades brasileñas respondieron con instrumentos ortodoxos, incrementando la tasa real de interés y recortando el gasto público, con lo que lograron frenar la pérdida de reservas, asumiendo los respectivos costos el sector real de la economía.

Hacia 1998, los ataques especulativos contra el Real se volvieron más intensos, y las reservas internacionales comenzaron a drenar rápidamente. Pese a las presiones para devaluar, el gobierno volvió a adoptar medidas ortodoxas: una vez más recortó el gasto público y el Banco Central incrementó la tasa de interés. Se logró entonces un acuerdo con el FMI por el cual Brasil recibió apoyo financiero por u$s 40.000 millones, comprometiéndose a adoptar políticas fiscales y monetarias de austeridad, y a aceptar la liberalización del mercado financiero y del comercio.

A pesar de todo, continuaron los ataques contra el Real. Si bien el acuerdo con el Fondo incluía mantener el régimen cambiario vigente hasta entonces, en enero de 1999 el gobierno decidió finalmente modificarlo, y dispuso la flotación libre de la divisa. En efecto, los objetivos del Plan Real habían sido ampliamente cumplidos: el crecimiento de los precios se había controlado (a pesar de repuntes la hiperinflación estaba absolutamente superada), y el capital extranjero había entrado en Brasil en proporciones exorbitantes, en relación a las variables económicas internas, siendo la regresión social de la clase trabajadora brasileña a partir de 1994 parte inherente del éxito del Plan Real.[53]

En una primera etapa la devaluación del Real generó una sobrevaluación, y la tasa de inflación mixta, que fue del 1,7% en 1998, trepó al 19,9% en 1999, pero posteriormente se estabilizó en niveles de un dígito, echando por tierra los temores al retorno de la hiperinflación y a la recesión. El deterioro del salario real aparejado por la devaluación y las elevadas tasas de interés reales afectaron el nivel de actividad durante 1999, pero a partir del segundo semestre comenzaron a registrarse señales de recuperación; y en el 2000 todos los componentes de la demanda mostraron un crecimiento agregado del 4,36%. El déficit de cuenta corriente declinó, cesó la pérdida de reservas, y los flujos de capitales volvieron a ser positivos. También se incrementó el superávit primario del sector público, y continuó avanzando el programa de privatizaciones y reformas.

Ambos programas compartieron la característica de ser muy diferentes a los planes de ajuste ortodoxos o heterodoxos implementados previamente tanto en Argentina como en Brasil, sentaron las bases de su reorganización económica, y, por ende, de un nuevo modelo de acumulación de capital y distribución del ingreso, instrumentado a través de profundas reformas estructurales: privatizaciones, desregulaciones, apertura comercial y financiera, reformas a la seguridad social, flexibilización laboral, reforma tributaria, y redefinición de la relación entre estados federales y gobierno central.[54]

Sin embargo, hubo diferencias entre la Convertibilidad y el Plan Real, en su concepción e implementación, marcaron distintas prioridades en sus objetivos de política económica, y eligieron distintas formas de posicionarse en relación al mercado externo. El gobierno argentino prefirió resignar el instrumento de la política monetaria y cambiaria, adherir a la creación de una zona de libre comercio "de Alaska a Tierra del Fuego", aunque implicara sacrificar su pertenencia al Mercosur, y tener a la mano el recurso de la dolarización. Brasil, en cambio, prefirió mantener bajo su control la política monetaria y el tipo de cambio, apostó a liderar el proceso de integración de las economías del Cono Sur, y negociar su ingreso al Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) desde un bloque más poderoso que una nación aislada.

Una frase extraída del memorándum del 12 de Septiembre de 2001, enviado por las autoridades brasileñas al FMI, enfatiza con claridad la diferencia entre Argentina y Brasil: "Brasil también mantiene su compromiso para con la liberalización multilateral del comercio, en el contexto de negociaciones abarcadoras que incluyan también el tema del comercio de productos agrícolas. El gobierno es de la opinión que aumentar el acceso de los exportadores brasileños a los mercados internacionales es imprescindible para aumentar la exportación líquida y reforzar el saldo de la cuenta corriente".[55]

Los resultados de ambos planes fueron altamente satisfactorios en el control de la inflación, pero arrojaron grandes dudas sobre su capacidad para impulsar procesos de crecimiento sostenido. La comparación entre ambos planes se resume en el Cuadro 3 del Anexo – Página 24.

Conclusión

"La convertibilidad no es ningún invento, no fue un descubrimiento realizado en abstracto, una fórmula que alguien imaginó encerrado en un laboratorio, sino que partió de la observación de algo que los argentinos habíamos decidido hacer para protegernos de la inflación: usar el dólar como moneda. El lanzamiento del peso convertible fue la decisión de introducir una moneda lo más parecida al dólar, que inspirara confianza. La clave: libertad de elección entre el dólar y el peso". (Cavallo 2001).

El Plan de Convertibilidad había acabado con el fantasma de la inflación, el cual había asechado a la Argentina durante casi medio siglo. El miedo a volver a aquellos tres dígitos de inflación hizo que se privilegiara una "estabilidad" artificial, pagando así el alto precio de la recesión.

Fue una rara combinación de estabilidad y crecimiento que le permitió a Argentina mejores chances de supervivencia y éxito inicial, generando una ilusión ficticia en muchos argentinos. La contracara del modelo se gestó en el deterioro productivo y social reflejado en el bajo nivel de empleo, lo que constituyó en definitiva una constante debilidad para el modelo.

Nuestro intuitivo vecino, en cambio, supo aprovechar la situación, devaluando impunemente su moneda y fortaleciendo su aparato productivo, mediante el ingreso de caudalosos flujos de capitales a través de inversiones directas.

Después de diez años de vigencia en Argentina, y de ocho años en Brasil, la incapacidad para generar crecimiento sostenido se manifiesta como la falla más profunda de estos modelos. Pero hubo una diferencia radical, y estuvo dada en las disímiles consecuencias que cada país atribuyó a la devaluación como posible salida.

Brasil detectó los riesgos de mantener indefinidamente una situación que desembocaría en un proceso inflacionario y recesivo muy amplio, consecuencia de movimientos impredecibles en las variables macroeconómicas fundamentales. Argentina, cegada por la hiperinflación sufrida años anteriores, se limitó a desarrollar estrategias poco exitosas que le permitan frenar la depresión, sin salir de la convertibilidad. Sin embargo, la traumática experiencia del año 2002 demostró que aquel fuerte recelo a la devaluación constituía en definitiva el principio de la tan anhelada reactivación económica.

"… NUNCA TANTA ILUSIÓN HABÍA

DADO LUGAR A TANTO DESENCANTO…"

(Pablo Gerchunoff – Lucas Llach)

Anexo

CUADRO 1: Esquema: Política de Shock Heterodoxo

Fuente: Ferrucci J. Ricardo, (1995), "Instrumental para el estudio de la economía argentina", Macchi Grupo Editores, Buenos Aires, pág. 192.

GRÁFICO 1: Deuda Externa Argentina

Fuente: http://www.econlink.com.ar/economia/convertibilidad

GRÁFICO 2: Deuda/PIB

Fuente: http://www.econlink.com.ar/economia/convertibilidad

GRÁFICO 3: Riesgo país: Argentina vs. Brasil

Fuente: http://www.mecon.gov.ar/peconomica/basehome/riesgo-pibfinal.pdf

GRÁFICO 4: Desempleo

Fuente: http://www.econlink.com.ar/economia/convertibilidad

GRÁFICO 5: Índices de precios

Fuente: http://www.econlink.com.ar/economia/convertibilidad

CUADRO 2: Comparación Producto Bruto Argentina-Brasil

Fuente:

http://websie.eclac.cl/sisgen/ConsultaIntegrada.asp?idAplicacion=6&idTema=131&idioma=

CUADRO 3: Esquema comparativo Plan de Convertibilidad vs. Plan Real.

Bibliografía

– Asencio, M. A. (1996), "Ensayos sobre la teoría y el Caso Argentino", Centro de Publicaciones de la Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe.

– De Pablo, J. C., (2005), "La economía argentina en la segunda mitad del siglo XX"- Tomo II, Editorial La Ley, Buenos Aires.

– Di Tella, G. y Zymelman, M. (1973), "Las etapas del desarrollo económico argentino", Editorial Paidos, Buenos Aires.

– Ferrer, A. (2008), "La Economía Argentina. Desde sus orígenes hasta principios del siglo XXI". Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires.

– Ferrucci J. R., (1995), "Instrumental para el estudio de la economía argentina", Macchi Grupo Editores, Buenos Aires.

– Fundación Norte y Sur, (2005), "Dos siglos de economía argentina (1810-2004): Historia Argentina en cifras", Editorial El Ateneo, Buenos Aires.

– Gerchunoff P. y Llach L., (2007), "El ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo de políticas económicas argentinas", Emecé Editores, Buenos Aires.

– Ley de Convertibilidad del Austral 23.928

– Rapaport, M., (2007) "Historia económica, política y social de la Argentina", Emecé Editores, Buenos Aires.

WEB:

– http://eh.net/XIIICongress/Papers/Brenta.pdf

– http://www.fide.com.ar/files/informe/1989-2001.pdf, "Informe especial. 1978-2008. 30 años de Política Económica en Argentina".

– http://www.eclac.org/publicaciones/xml/8/11188/Cap-III.pdf

– http://www.econlink.com.ar/economia/convertibilidad

– http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=124876

– http://www.acton.org/es/editoriales/una-moneda-sana-no-puede-causar-inflacin.php

– http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=101947

– http://www.mecon.gov.ar/informe/informe32/memorando.htm

– http://www.mecon.gov.ar/peconomica/informe/informe44/introduccion.pdf

– http://www.mecon.gov.ar/peconomica/basehome/riesgo-pibfinal.pdf

– http://websie.eclac.cl/sisgen/ConsultaIntegrada.asp?idAplicacion=6&idTema=131&idioma=

– http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/1/9621/c1_II.pdf

 

 

Autor:

Furrer, Pamela Jorgelina

Wingerter, Valeria Carolina

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS

Asignatura: Economía Argentina

Año: 2010

[1] Asencio, M.A, (1996), “Ensayos sobre la teoría y el Caso Argentino”, Centro de Publicaciones de la Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, pág. 97.

[2] Gerchunoff P., Llach L., (2007), “El ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo de políticas económicas argentinas”, Emecé Editores, Buenos Aires, pág. 421.

[3] http://www.fide.com.ar/files/informe/1989-2001.pdf, “Informe especial. 1978-2008. 30 años de Política Económica en Argentina”, pág. 104.

[4] Ferrer, A. (2008), “La Economía Argentina. Desde sus orígenes hasta principios del siglo XXI”. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, pág. 408.

[5] http://www.fide.com.ar/files/informe/1989-2001.pdf, “Informe especial. 1978-2008. 30 años de Política Económica en Argentina”, pág. 112.

[6] Ley de Convertibilidad del Austral 23.928

[7] http://www.fide.com.ar/files/informe/1989-2001.pdf, “Informe especial. 1978-2008. 30 años de Política Económica en Argentina”, pág. 114.

[8] Ver Anexo – Cuadro 1 – pág. 20.

[9] Ferrucci J. Ricardo, (1995), “Instrumental para el estudio de la economía argentina”, Macchi Grupo Editores, Buenos Aires, pág. 192.

[10] Gerchunoff P., Llach L., (2007), “El ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo de políticas económicas argentinas”, Emecé Editores, Buenos Aires, pág. 432 y 433.

[11] Ferrer, A. (2008), “La Economía Argentina. Desde sus orígenes hasta principios del siglo XXI”. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, pág. 409.

[12] Ver Anexo – Gráficos 1 y 2 – Pág. 20 y 21.

[13] Ver Anexo – Gráfico 3 – Pág. 21.

[14] Gerchunoff P., Llach L., (2007), “El ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo de políticas económicas argentinas”, Emecé Editores, Buenos Aires, pág. 433.

[15] Ver Anexo – Gráfico 4 – pág. 22.

[16] Gerchunoff P., Llach L., (2007), “El ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo de políticas económicas argentinas”, Emecé Editores, Buenos Aires, pág. 435.

[17] De Pablo, J.C., (2005), “La economía argentina en la segunda mitad del siglo XX”- Tomo II, Editorial La Ley, Buenos Aires, pág. 502.

[18] De Pablo, J.C., (2005), “La economía argentina en la segunda mitad del siglo XX”- Tomo II, Editorial La Ley, Buenos Aires, pág. 502.

[19] Rapaport, M., (2007) “Historia económica, política y social de la Argentina”, Emecé Editores, Buenos Aires, pág. 799.

[20] http://www.fide.com.ar/files/informe/1989-2001.pdf, “Informe especial. 1978-2008. 30 años de Política Económica en Argentina”, pág. 117.

[21] http://eh.net/XIIICongress/Papers/Brenta.pdf, pág. 20.

[22] Gerchunoff P., Llach L., (2007), “El ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo de políticas económicas argentinas”, Emecé Editores, Buenos Aires, pág. 439.

[23] Rapaport, M., (2007) “Historia económica, política y social de la Argentina”, Emecé Editores, Buenos Aires, pág. 794.

[24] Gerchunoff P., Llach L., (2007), “El ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo de políticas económicas argentinas”, Emecé Editores, Buenos Aires, pág. 443.

[25] http://www.fide.com.ar/files/informe/1989-2001.pdf, “Informe especial. 1978-2008. 30 años de Política Económica en Argentina”, pág. 120.

[26] Rapaport, M., (2007) “Historia económica, política y social de la Argentina”, Emecé Editores, Buenos Aires, pág. 794.

[27] Gerchunoff P., Llach L., (2007), “El ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo de políticas económicas argentinas”, Emecé Editores, Buenos Aires, pág. 443.

[28] http://www.fide.com.ar/files/informe/1989-2001.pdf, “Informe especial. 1978-2008. 30 años de Política Económica en Argentina”, pág. 135.

[29] Ver Anexo – Gráfico 5 – pág. 22.

[30] De Pablo, J.C., (2005), “La economía argentina en la segunda mitad del siglo XX”- Tomo II, Editorial La Ley, Buenos Aires, pág. 564.

[31] De Pablo, J.C., (2005), “La economía argentina en la segunda mitad del siglo XX”- Tomo II, Editorial La Ley, Buenos Aires, pág. 587.

[32] http://www.fide.com.ar/files/informe/1989-2001.pdf, “Informe especial. 1978-2008. 30 años de Política Económica en Argentina”, pág. 136.

[33] http://www.fide.com.ar/files/informe/1989-2001.pdf, “Informe especial. 1978-2008. 30 años de Política Económica en Argentina”, pág. 138.

[34] http://www.fide.com.ar/files/informe/1989-2001.pdf, “Informe especial. 1978-2008. 30 años de Política Económica en Argentina”, pág. 139.

[35] Gerchunoff P., Llach L., (2007), “El ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo de políticas económicas argentinas”, Emecé Editores, Buenos Aires, pág. 447.

[36] http://eh.net/XIIICongress/Papers/Brenta.pdf, pág. 31.

[37] Ferrer, A. (2008), “La Economía Argentina. Desde sus orígenes hasta principios del siglo XXI”. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, pág. 415.

[38] http://www.fide.com.ar/files/informe/1989-2001.pdf, “Informe especial. 1978-2008. 30 años de Política Económica en Argentina”, pág. 144.

[39] De Pablo, J.C., (2005), “La economía argentina en la segunda mitad del siglo XX”- Tomo II, Editorial La Ley, Buenos Aires, pág. 578.

[40] Ferrer, A. (2008), “La Economía Argentina. Desde sus orígenes hasta principios del siglo XXI”. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, pág. 415.

[41] http://www.fide.com.ar/files/informe/1989-2001.pdf, “Informe especial. 1978-2008. 30 años de Política Económica en Argentina”, pág. 144.

[42] De Pablo, J.C., (2005), “La economía argentina en la segunda mitad del siglo XX”- Tomo II, Editorial La Ley, Buenos Aires, pág. 592.

[43] De Pablo, J.C., (2005), “La economía argentina en la segunda mitad del siglo XX”- Tomo II, Editorial La Ley, Buenos Aires, pág 594.

[44] http://www.fide.com.ar/files/informe/1989-2001.pdf, “Informe especial. 1978-2008. 30 años de Política Económica en Argentina”, pág. 146.

[45] Gerchunoff P., Llach L., (2007), “El ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo de políticas económicas argentinas”, Emecé Editores, Buenos Aires, pág. 451.

[46] http://eh.net/XIIICongress/Papers/Brenta.pdf, pág. 34.

[47] http://www.fide.com.ar/files/informe/1989-2001.pdf, “Informe especial. 1978-2008. 30 años de Política Económica en Argentina”, pág. 148.

[48] De Pablo, J.C., (2005), “La economía argentina en la segunda mitad del siglo XX”- Tomo II, Editorial La Ley, Buenos Aires, pág. 598.

[49] Gerchunoff P., Llach L., (2007), “El ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo de políticas económicas argentinas”, Emecé Editores, Buenos Aires, pág. 452.

[50] Ver Anexo – Cuadro 2 – Pág. 23

[51] http://eh.net/XIIICongress/Papers/Brenta.pdf, pág. 17.

[52] http://www.fide.com.ar/files/informe/1989-2001.pdf, “Informe especial. 1978-2008. 30 años de Política Económica en Argentina”, pág. 137.

[53] http://www.edicionesucsh.cl/oikos/oikos17/17_03.pdf, pág. 17.

[54] http://eh.net/XIIICongress/Papers/Brenta.pdf, pág. 2.

[55] http://eh.net/XIIICongress/Papers/Brenta.pdf, pág. 30.

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