Desde el siglo XVIII existía en Villaclara fuerte devoción por la Inmaculada Concepción de la Virgen María como lo demuestra el poeta santaclareño Joseph Surí del Aguila (1696 – 1762) en el extenso poema "A la Purísima Concepción". Según se plantea…."rara era la festividad religiosa á que no asistiera, para entonar ante la imagen á que se consagraba sus cánticos. Conocido el hermano Surí por pertenecer a la Tercera Hermandad de la Orden de San Francisco.1
En la iglesia católica a través de los tiempos han existido diferentes asociaciones religiosas, congregaciones, compañías y archicofradías como: el Apostolado de Oración, Damas Católicas, Damas Isabelinas, Nuestra Señora del Carmen, Congregación de San Juan Bosco, Asociación Santa Clara de Asís, Archicofradías de la Pasión, Nuestra Señora de la Caridad del Cobre y Las Hijas de María, entre otras.
Desde la época colonial todos los 8 de diciembre se celebraba en la iglesia católica la festividad anual de la Purísima Concepción de la Virgen María, inclusive, este día durante muchos años se declaró feriado, al transcurrir el tiempo se consideraba festivo según se refleja en las Actas Capitulares del Ayuntamiento de Santa Clara;
El 28 de noviembre del año 1887 fue instituida en la demolida Iglesia Parroquial Mayor de Santa Clara, situada en el actual parque Leoncio Vidal Caro de nuestra ciudad, la Archicofradía nombrada Las Hijas de María, dedicada a rendir piadosa adoración de mística alabanza a María Inmaculada. Coincidente con este día, pero en horas de la mañana, fue inaugurado el Sanatorio La Purísima Concepción, situado en las calles Enrique Villuendas entre Síndico y Pastora. En este lugar se hospitalizaron a los hispanos que venían a trabajar y enfermaban de fiebre amarilla a causa del clima. Fue uno de los fundadores de este Sanatorio, Celestino Álvarez García. Actualmente se encuentra funcionando en este recinto el organismo Capacitación de Salud.
Los cultos en honor a la Inmaculada Concepción, Patrona de las Hijas de María, se efectuaban por espacio de nueve días consecutivos y era de tanta importancia esta festividad que se entregaban invitaciones al Gobernador Civil de la Provincia y a concejales en representación del Cuerpo Capitular para que asistieran a los actos de referencia. Vestían Las hijas de María todas de blanco con velo de tul y una medalla con una cinta de color azul. La presidenta de la referida archicofradía, solicitó en meses anteriores a esta fecha al destacado poeta Antonio Vidaurreta Alvarez 1 que escribiera una Plegaria a la Virgen, la que musicalizó el compositor, músico y violinista trinitario Néstor A. Palma e Izaguirre 2. La misma fue cantada por la secretaria de la archicofradía, Teresa de la Torre y Aday, el 8 de diciembre del propio año 1887. El Párroco Ambrosio Menjón fue el fundador de la mística archicofradía Hijas de María.
Después de terminada la misa, en la que ofició el Vicario Dr. en Teología, Monseñor Juan A, González, se efectuó la procesión con la imagen de la Virgen, llevada en hombros por sus hijas, por las principales calles de la ciudad.
Con el decursar del tiempo Las Hijas de María continuaron usando uniforme con su respectiva medalla, crearon un coro con su nombre, tuvieron su himno, además, cada día del novenario realizaban diferentes actividades como: bautizos, inclusión de fieles que desearan estar en esta asociación, homenaje a diferentes centros catequísticos, primeras comuniones, exposición mayor del Santísimo, repartían recordatorios a los fieles asistentes, efectuaban conferencias, imposición de medallas a las nuevas asociadas y múltiples actividades más, hasta el 8 de diciembre que realizaban la procesión por el interior del templo en la actual iglesia Catedral Santa Clara de Asís.
Durante los más de 70 años de su existencia se eligieron diferentes directivas, entre las que se pueden destacar: Ana Oms y Chávez, Olga Velis de Armas, Angela Cárdenas, Yolanda Olivera, Liliam Quintana, entre otras.
Según documentos consultados esta asociación se mantuvo activa hasta la década de los años 60.
Vista del parque Vidal
Año 1886
Plegaria a la Virgen María *
(Música de Néstor A. Palma)
Tu nombre llena el mundo,
de célica ventura,
de mística piedad;
él es raudal fecundo
de amor y de ternura,
de encanto y de belleza,
de gloria y de bondad.
Tu nombre es el consuelo
del naufrago en los mares,
del triste es en la tierra
sostén reparador,
y es bálsamo del cielo
que calma los pesares
Página siguiente |