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La triple antropología de Platón

Enviado por Obed Delfin


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. La antropología religiosa de Fedón
  3. La antropología psico-política de República
  4. La antropología cognitiva de Filebo
  5. Epílogo
  6. Fuentes documentales

Introducción

La antropología platónica constituye en sí la lógica aplicación de la problemática metafísica expuesta por el filósofo. En tal antropología se manifiesta una dualidad onto-gnoseológica, intrínseca al mundo inteligible y al sensible, que por demás es fundamental a ambos mundos. El primero se caracteriza por la simplicidad, la eternidad y la inmutabilidad. El segundo, por la pluralidad, la caducidad y el cambio constante.

En correspondencia con la dualidad onto-gnoseológica de los mundos, Platón concibe al hombre como un compuesto alma-cuerpo. Por una parte, eterno e inmutable; por otra, compuesto y corruptible en el espacio-tiempo. El cuerpo, por pertenecer al mundo sensible está vinculado con una realidad cambiante y plural. El alma, por ser principio divino e inmortal, está enlazada con las Ideas; por lo que es capaz de llegar a conocer las esencias al liberarse de la unión corporal.

En esta dualidad metafísica, el mundo de las Ideas fundamenta la realidad sensible conteniendo la verdad de esta última. El mundo fenoménico conformado por copias espacio-temporales del mundo eidético participa de la verdad de un modo restringido. Por lo que, el alma puede liberarse del cuerpo, mas no así éste del alma. En este aspecto, se da una relación de sumisión.

Inmerso en este dualismo onto-gnoseológico, Platón desarrolla su concepción del hombre, la cual está determinada en tres etapas o períodos:

La primera, está signada por un dualismo alma-cuerpo extremo fundado en las «enseñanzas secretas». Esta etapa corresponde, en particular, al Fedón. La denominamos «antropología religiosa».

La segunda etapa, se da a partir de República IV, está determinada por la división tripartita del alma y la influencia de ésta en la constitución política de la polis. La nombramos «antropología psico-político».

La tercera, expuesta en Filebo, sostiene que todas las afecciones son procesos del alma. A esta la denominamos «antropología cognitiva».

La antropología religiosa de Fedón

La antropología de Fedón está signada por la muerte; en un sentido fuertemente religioso, que consiste en la búsqueda de la separación plena del alma y del cuerpo (Fedón 64c) como acto de purificación. Esta antropología y su idea de la muerte está determinada por la enseñanza religiosa (Fedón 62b).

En este contexto, Platón define al hombre como un compuesto alma-cuerpo ? que es la conceptualización esencial e invariable de toda la antropología platónica ?. Tal compuesto dual se da en el orden religioso-gnoseológico. Desde la perspectiva religiosa, el cuerpo al tender a los placeres corporales hace al alma impura. Desde el aspecto gnoseológico, el cuerpo obstaculiza la búsqueda de la verdad haciendo al alma ignorante (Fedón 65b). Esto se debe a que el cuerpo es concebido como sujeto de afecciones. Este es el aspecto más relevante de la antropología del Fedón.

Con respecto al alma, dos interpretaciones se dan acerca de ésta. Según la primera, el alma es principio vital; causa de vida y fuente de movimiento de los seres vivos. Desde esta perspectiva, el alma es inmortal. Ya que moviéndose a sí misma es por necesidad inmortal (Fedón 70a-d; 77d; 105e – 106b). Esta idea también es expuesta en Fedro 245c-e y Cratilo 399c. Además, el alma es simple, uniforme e inmutable por ser semejante a lo divino. De acuerdo a la segunda interpretación, el alma es principio de racionalidad, de conocimiento intelectual; principio inmaterial que hace posible el pensamiento inteligible (Fedón 65b-e). Ambas interpretaciones consideran que el alma es, gnoseológica y ontológicamente, superior al cuerpo. Ya que el hombre es, propiamente, su alma (Fedón 83b; 94e; 114c; y Alcibíades I 130c) La segunda interpretación conlleva en sí la problemática del dualismo antagónico. Por cuanto, el cuerpo es sujeto de afecciones y como tal es principio de algo.

El cuerpo es compuesto, corruptible y mortal. Lo que constituye un conjunto de connotaciones negativas. No obstante, a pesar de tales atributos todas las afecciones y placeres provienen de él (Fedón 66b-d). Por lo cual, el cuerpo es obstáculo para el conocimiento y la búsqueda de la verdad, de allí la necesidad que tiene el alma de liberarse de éste (Fedón 65c-d). Porque constituye una prisión para el alma (Fedón 62b; 82e)

Sin embargo, ¿Si las afecciones y placeres provienen del cuerpo como puede tener el alma conocimiento de aquellas sí llega a separarse del cuerpo? El problema radica en: ¿Cómo el cuerpo puede ser sujeto de afecciones? ¿Cómo pueden darse en él tales afecciones?

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