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Absurdos en la biblia – partes 4,5,6 (página 2)

Enviado por Ing. Allan AAA


Partes: 1, 2

Génesis 28,10-13: "Y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Y he aquí, Dios estaba en lo alto de la escalera". Isaías 6,1-2: "Vi a Dios sentado en un trono elevado y magnífico, y el ruedo de su manto llenaba el Templo. Por encima de él habían serafines de pie; cada uno tenía seis alas". Isaías 66,1: "Dios ha dicho: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies". Salmo 11,4: "Dios está en su santo templo, tiene en el cielo su trono". Salmo 89,6-7: "¿Quién en los cielos se igualará al Señor?… Dios temible entre la gran congregación de los santos, y formidable sobre todos cuantos están alrededor de él". Amós 9,6: "El construye sus moradas superiores en los cielos y encuentra bóvedas en la tierra". Miqueas 1,3-4: "Dios sale de su santa morada, bajando y caminando por las cumbres de la tierra; a su paso se desmoronan las montañas, y los valles se hunden como cera delante del fuego, como las aguas que se escurren por la pendiente". Zacarías 14,4: "Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos… y el monte se partirá por el medio". nota: En estos pasajes bíblicos está presente absurda la idea que Dios tiene un trono material en el firmamento, que es rodeado de muchos servidores, y de vez en cuando «desciende» a la Tierra. Evidentemente esta creencia carece de credibilidad, pues esto es lo mismo que se dice de muchos dioses mitológicos. Dios siempre fue visto como algo inalcanzable y, como en aquellos tiempos no existía la aviación, los hebreos asumieron que Dios efectivamente habitaba en el firmamento.

EL DIOS – SOL

Malaquías 1,11: "Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones". nota: No se indica que el nombre de Dios sea grande después de la puesta del sol, es decir de noche. Parece ser que los hebreos del tiempo pre-bíblico rindieron culto al sol y algún vestigio de ese culto perduró. Es claro que Yahvé [Jehová] tuvo, en sus inicios, la naturaleza de un «dios-solar» [igual a otros dioses de la mitología], y evolucionó después a una deidad antropomórfica.

Salmo 68,33: "Cantad a aquel que cabalga sobre los cielos de los cielos, que son desde la antigüedad". nota: Este verso es una reminiscencia típica de la descripción mitológica de los pueblos primitivos cuando imaginaban que el sol viajaba en una carroza tirada por corceles. El contexto es evidentemente mitológico.

EL DIOS – VOLCÁN

Éxodo 19,17-18: "Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios, y se detuvieron al pie del monte. Todo el monte Sinaí humeaba porque Dios estaba presente en fuego; y el humo salía como el humo de un horno, y toda el monte se estremecía en gran manera". Éxodo 20,18-21: "Todo el pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, el sonido de la trompeta, y la montaña que humeaba; y el pueblo temía, y temblando se mantuvieron a distancia". Salmo 11,6: "Sobre los malos hará llover calamidades; fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos". Salmo 97,2-4: "Nubes y oscuridad alrededor de él… Fuego irá delante de él y abrasará a sus enemigos alrededor. Sus relámpagos alumbraron el mundo; la tierra vio y se estremeció". Amós 5,26: "Buscad a Dios y vivid; no sea que acometa como fuego". Salmo 18,6-17: "En mi angustia invoqué a mi Dios… La tierra fue conmovida y tembló; se conmovieron los cimientos de los montes, y se estremecieron, porque se indignó él. Humo subió de su nariz, y de su boca fuego consumidor; carbones fueron por él encendidos… Espesas nubes salían del resplandor ante él, granizo y carbones ardientes… Envió saetas y los dispersó; lanzó relámpagos y los destruyó". nota: El «dios-volcán» fue universalmente adorado en la religión de muchos pueblos arcaicos politeístas, incluyendo a los hebreos. En estos pasajes bíblicos es notoria la relación del poder de Dios con la actividad volcánica. Los sacerdotes hebreos, o bien fueron politeístas y adoraron a Dios como un volcán, o bien hicieron uso de la imagen de un volcán, con erupciones y ríos de lava, para resaltar el poder de Dios y forzar al crédulo pueblo a la sumisión.

 

 

Autor:

Ing. Allan AAA

 

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